lunes, 7 de abril de 2008

¿Quién presta a quién? Un cuento para niños sobre la banca.

...por Diego Urioste

Imagina que tienes un acuerdo con una persona, un acuerdo basado en la confianza y en el beneficio mutuo. Esa persona es seria, responsable y te ofrece seguridad, por eso le has elegido....

Acuerdas que será el garante de tu dinero, y que a cambio de que te lo guarde y organice le pagarás a fin de mes un pequeño porcentaje del total: todos saléis ganando. Cada mes le das la totalidad de tu sueldo para que te lo guarde, y le indicas que pagos tiene que realizar por tí: la mensualidad del alquiler, del coche, el seguro etc. Así mismo acuerdas con esa persona que podrás disponer de tu dinero siempre que quieras, y que por esa molestia también cobrará una pequeña tasa.

El acuerdo parece funcionar, aunque es obvio que el que sale ganando es él, ya que no produce nada y cobra por guardar y organizar tu dinero. Decides recomendar a tus amistades y familiares que utilicen ese método, ya que es más cómodo delegar en esa persona de confianza todos los asuntos económicos. Así mismo decides recomendárselo a la empresa que te suministra gas, que te cobra la conexión ainternet y a otras personas con las que mantienes intercambios regulares de dinero. Así, en vez de tener que pagarlo en mano, la persona que guarda el dinero simplemente tendrá que cambiar el dinero de cajón donde los guarda, pasando el montante de cada factura de tu cajón al cajón del proveedor.

Conforme pasa el tiempo, el que guarda el dinero se da cuenta que en la mayor parte de los casos nadie saca la totalidad de sus ahorros, ya que apenas necesitan dinero “contante y sonante” para la vida: casi todos los pagos los realiza de cajón a cajón sin pasar por sus manos. Cada cajón pertenece a una persona o empresa, y contiene el total de sus ingresos menos sus gastos, aunque cada vez resulta más incómodo organizarlo ya que el que guarda el dinero cada vez tiene más clientes y menos espacio. Además algunos de los cajones no son lo suficientemente grandes para guardar todo el dinero. Dado que ha constatado que nunca se saca la totalidad de los ahorros y que los clientes confían en él, decide guardar el dinero de todos los cajones en una sala especial y sustituir los cajones por capetas donde irá anotando los ingresos y pagos de cada cuenta. Lo llama “cuentas”.

El sistema funciona a la perfección, el pequeño porcentaje que cobra el que guarda el dinero por proteger el dinero y moverlo de cuenta a cuenta supone al final un gran beneficio, y tras los cambios que realizó su trabajo apenas le supone media mañana de anotaciones en las cuentas. El dinero se va acumulando en la sala común, y hasta ahora ningún cliente le ha pedido que le muestre el contenido de su cajón, lo cual sería lícito. Concluye que este sistema funciona en base a la confianza ciega de los propietarios de las cuentas. Confianza que se ha ganado al no haber interrumpido jamás ningún intercambio de valores entre cuentas, básicamente. De esa forma los clientes saben que su dinero está en su cajón, aunque los cajones ya no existan y su dinero sea simplemente una anotación en un fichero.

En realidad, el intercambio de dinero entre cuentas no es tal. Todo el dinero va directamente a la sala grande de almacén de billetes y monedas, y el que guarda el dinero simplemente anota, resta o suma cifras de un fichero u otro. Es decir, que aunque los clientes piensen que lo que intercambian es dinero, lo que hacen es pasarse sumas y restas de cifras. El sistema funciona porque existe un acuerdo tácito que define y respalda esas cifras en base a un valor real monetario -el dinero contante y sonante de la gran sala- aunque nadie lo comprueba. Y es esto último lo que le hace pensar al que guarda el dinero que su negocio podría funcionar prácticamente sin dinero porque, salvo cuando algún cliente desea sacarlo (pocos, ya que los pagos se realizan de cuenta a cuenta o a través de una tarjeta electrónica que anota las cifras como él lo hace en los ficheros), no sirve de nada tenerlo allí ya que no hay apenas movilidad. El que guarda el dinero podría gastarse el 90% del dinero de la gran sala (que pertenece a sus clientes) y nadie se daría cuenta ya que nadie lo necesitaría. Sin embargo él es cauteloso y profesional.

Un día, una de sus primeras clientes le cuenta que se ha quedado en paro, y que dejará de abonar cada mes dinero hasta que no encuentre otro trabajo. Le cuenta que, sin embargo, le seguirán pasando los recibos de la luz, el agua, el colegio y otros pequeños gastos fijos mensuales, y que no puede hacerles frente. El que guarda el dinero le dice que vuelva al día siguiente, que necesita pensar sobre ello ya que es una situación a la que no se ha enfrentado y que ciertamente no será la única.

Al día siguiente, la mujer vuelve y el que guarda el dinero le propone un plan: él le adelantará dinero a cambio de que ella se lo devuelva en su totalidad, dentro de un tiempo, más un porcentaje para él. Dada la situación, la mujer acepta confiada: le ha pedido 10.000 unidades de dinero y tendrá que devolverle 13.000, es decir un 30% como concepto de adelanto. El que guarda el dinero saca esos 10.000 de la sala grande, es decir que es dinero de los otros clientes, aunque ellos jamás lo sabrán ni lo notarán ya que los pagos y cobros seguirán su curso como siempre. Pero el beneficio de ese adelanto, el 30% de suplemento, no lo depositará en esa sala sino que se lo quedará para sí mismo. Es decir, no sólo gana dinero por guardar y hacer sumas y restas de un fichero a otro, sino que obtiene beneficios directos con el dinero de los demás. Como nadie le pedirá cuentas, nadie se dará cuenta. Es un sistema perfecto y pronto tendrá varios clientes que pedirán adelantos de dinero a cambio de pagar un porcentaje sobre el total. Los beneficios personales del que guarda el dinero, conseguidos con el dinero de sus clientes, son extraordinarios.

El que guarda el dinero es consciente que está robando dinero de sus clientes para sacar provecho personal. Pero tiene las espaldas bien cubiertas, ya que además de que ningún cliente haya pedido comprobar que en su cajón está su dinero, él sólo se queda el porcentaje y el resto del dinero, al cabo de un tiempo, vuelve a la sala. Con tantos préstamos, en la sala sólo está el 5% del total del dinero que debería haber (sumando las cifras de todas las cuentas), pero todo funciona a la perfección ya que los pagos y cobros (las anotaciones y pequeñas cifras que sacan algunos clientes) están al día.

En realidad el dinero deja de existir, salvo para el que guarda el dinero. El que guarda el dinero controla y obtiene dinero, pero los demás (clientes y proveedores), objetivamente, sólo tienen carpetas con anotaciones de sumas y restas. El resultado del cálculo de cada carpeta es el dinero que tiene cada cliente, y que debería estar respaldado por dinero contante y sonante en la sala, pero ya no es así por el negocio de los préstamos. Los clientes, en conclusión, no tienen nada. Pero no lo saben porque el sistema de pagos y cobros sigue funcionando y siguen, por lo tanto, teniendo confianza.

El que guarda el dinero sabe que este sistema funcionará eternamente, salvo si todos le piden ver el dinero de sus cuentas o, en el peor de los casos, todos deciden sacar su dinero a la vez.

¿El que guarda el dinero es un ladrón? Fuera del cuento, le llaman banco.

www.rebelion.org

Movimientos sociales denuncian la inviabilidad social, económica y ambiental de Gran Scala.

Cada vez son más las voces y documentos que confirman la insostenibilidad medioambiental y económica de la macrociudad del juego que se quiere construir en los Monegros.

El Gobierno de Aragón (DGA) y los promotores de International Leisure Development (ILD) presentaron el macroproyecto de ocio Gran Scala para el desierto de los Monegros el 12 de diciembre ante 300 empresarios que, rodeados de canapés y vino, iban abriendo boca. Desde mayo, José Ángel Biel, vicepresidente de la DGA, y el consejero de Industria, Arturo Aliaga, habían mantenido conversaciones a la sombra en la ciudad estadounidense de Orlando para avalar una inversión de 17.000 millones de euros. Se hablaba de 70 hoteles, 32 casinos, 197.000 máquinas tragaperras, 20 millones de turistas y tres parques temáticos en una extensión de 2.025 hectáreas.

Las prisas por modificar la ley del juego y por tramitar el proyecto de medidas urbanísticas urgentes (que agiliza la expropiación) cundió en ciertos sectores del Gobierno (principalmente en la ‘coalición’ PSOEPAR), que también prometieron una inversión pública en infraestructuras y comunicaciones (autopistas, parada del AVE, agua, electricidad) en los Monegros. La promoción del proyecto pasó por decir que en el parque se sembrarían plantas autóctonas para ahorrar agua y que crearía numerosos puestos de trabajo. Las alcaldías de los municipios de Monegros, una comarca tradicionalmente pro-pantanos, dieron su apoyo. El precio de los terrenos creció y, de hecho, dentro de las Cortes, sólo Izquierda Unida se opuso frontalmente al proyecto e hizo público el protocolo firmado por la DGA con ILD.

En los tres últimos meses varias entidades, de modo independiente y coordinadas por la Plataforma Stop Gran Scala (ver recuadro) han organizado reuniones y conferencias de rechazo al modelo de gestión impulsado por el Gobierno de Aragón. El 18 de marzo algunas de las entidades que se oponen al proyecto por su incoherencia con la imagen de sostenibilidad de Aragón, convocaron una rueda de prensa donde ofrecieron nuevos datos sobre los atropellos que se están cometiendo. En ella, el eurodiputado de Los Verdes en el Parlamento, David Hammerstein, manifestó que el macroparque excede las competencias aragonesas ya que, por su naturaleza y extensión, afecta a toda Europa, y que, en una economía improductiva como la del juego, los costos superan los beneficios.

Fue muy crítico con el aval que las autoridades públicas aragonesas han dado a ILD y dijo que, aunque “las cosas de palacio van despacio”, el Parlamento Europeo debatirá si el proyecto Gran Scala contradice la directiva marco del agua, la directiva del hábitat (que Aragón ya infringe al incumplir su parte en el proyecto de regadíos), la directiva para la prevención del blanqueo de dinero y la directiva europea de contratación pública, según la cual ha de sacarse a subasta pública y libre concurso cualquier obra: “Esto se incumple en el caso de Gran Scala, pues tanto las empresas del juego (Aristocrat, ENAC) como los socios inmobiliarios (Darlem, UFA) y jurídicos (T. Velvist) implicados fueron fruto de un acuerdo sin publicación en el BOE”.

Delincuencia y ludopatía

Alejandra Gómez-Céspedes, investigadora del Instituto Andaluz de Criminología, expuso las dinámicas de la delincuencia organizada en torno a los casinos. Señaló que el peligro es más grave en un país que es el primer introductor de cocaína en Europa y líder mundial en hachís, y en donde la directiva para la prevención del blanqueo de capitales ya se vulnera de continuo en el sector inmobiliario: “En los casinos existentes, cuando las transacciones sospechosas superan los 3.000 euros (muy a menudo) deberían ser comunicadas al servicio ejecutivo para la prevención del blanqueo, pero en 2005 y 2006 sólo tres de los 39 casinos que las realizaron dieron cuenta de ello”. Alejandra Gómez ilustró su exposición con datos de la revista Índice y con la investigación Casinos, crime and community costs, de Grinols, E.L & Mustard. Según esta investigación realizada en Nevada, estado donde se encuentra Las Vegas, las tasas de delincuencia en los municipios en los que se construyeron casinos escalaron con creces sobre la media nacional, y los municipios con casinos sólo pueden mantenerse a costa del incremento de las fuerzas del orden y cuerpos de seguridad privados.

Pedro Arrojo, representante de la Fundación por una Nueva Cultura del Agua y participante activo en Expoagua, señaló que “la gente vincula Expo y Gran Scala” y que “el proyecto rompe la fuerza moral y la coherencia urbanística que se pueda tener en el debate sobre el agua” El representante de SEO-Bird Life, Luis Tirado, desde una perspectiva conservacionista, hizo hincapié en que Monegros es un espacio natural estepario único en el mundo cuya biodiversidad sólo se repite en algunos países de Europa del Este y en el que habitan aves como el rocín, en peligro de extinción, la avutarda o la ganga y el sisón. Además comunicó que todavía no existen las herramientas de conservación del territorio (que reivindicó su organización hace diez años cuando se llegó a un acuerdo entre regadíos y conservación del espacio natural) y que, ante esta carencia, aunque el complejo no se construyese en un área estrictamente de ZEPAS o LIC (Lugares de Interés Comunitario), el daño causado sería grande. Por parte de la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación, José Vicente Marín denunció el afán recaudatorio de unos pocos a costa de incentivar conductas patológicas en una comunidad en la que el 15% de la población en edad laboral tiene problemas con los juegos de azar. Según Marín, el proyecto Gran Scala incumple varias leyes relacionadas con el juego: el artículo 11 sobre “principios rectores y circunstancias específicas para la ordenación del Juego”, que promueve la protección de los menores de edad y de personas con discapacidad intelectual y la ley del juego en vigor sobre casinos permanentes, que sólo permite un casino por provincia. Añadió que los costos sociales de los casinos son 1,9 veces los beneficios, según muestra el libro de Grinos, El juego en EE UU, costos y beneficios (2004), por lo que el Gobierno no puede legislar a la carta y funcionar como un promotor con ánimo de lucro más.

www.diagonalperiodico.net

Más allá de la nostalgia del New Deal.

...por Howard Zinn

Resulta sorprendente que ningún candidato Demócrata a la presidencia haya apelado a la memoria del New Deal y a su inaudita serie de leyes a favor de los necesitados.

El New Deal fue tentativo, cauto; lo bastante atrevido para sacudir los pilares del sistema, pero no para substituirlos. Ayudó a los grandes agricultores comerciales, pero no a los aparceros. Los más pobres de los pobres fueron excluidos, señaladamente los negros. Como jornaleros, trabajadores inmigrados o empleados domésticos, no cumplían los criterios para acceder al seguro de desempleo, a un salario mínimo, a la seguridad social o a los subsidios agrarios.

Sin embargo, en el presente clima de guerra infinita y desapoderada codicia, apelar al legado de los años 30 sería un enorme paso hacia adelante. Tal vez el impulso de un proyecto así podría llevar a la nación a traspasar los límites de las reformas de Franklin Delano Roosevelt [FDR], particularmente si hubiera un clamor popular que viniera a exigirlo. Un candidato que apuntara al New Deal como modelo de legislación innovadora apelaría a la enorme reputación de que FDR y sus políticas gozan en este país, una admiración no igualada por ningún otro presidente desde Lincoln. Imagínense la respuesta del electorado ante un candidato Demócrata que se expresara así:

"Nuestra nación está en crisis, como lo estaba cuando Roosevelt tomó posesión. En aquel tiempo, las gentes necesitaban desesperadamente ayuda, necesitaban empleo, necesitaban vivienda, protección para la vejez. Necesitaban saber que el gobierno estaba con y para ellos, no con y para las clases ricas. Y eso es lo que el pueblo norteamericano necesita hoy.

"Yo haré lo que hizo el New Deal, responder al fracaso del sistema de mercado. El New Deal puso a millones de personas a trabajar, a través de la Works Progress Administration, en todo tipo de trabajos, desde la construcción de escuelas, hospitales y zonas de juegos y deportes, hasta la composición de sinfonías, la pintura de murales y la interpretación de piezas musicales, pasando por la reparación de calles y puentes. Eso mismo podemos hacer hoy por los trabajadores víctimas del cierre de empresas, por los profesionales desplazados por una economía fallida, por las familias que precisan de dos y hasta de tres ingresos para sobrevivir, por los escritores y los músicos y los otros artistas que luchan por vivir con cierta seguridad.

"El New Deal's Civilian Conservation Corps, en su momento culminante, llegó a emplear a 500.000 jóvenes. Vivían en los campos, plantaron millones de árboles, ganaron millones de hectáreas de tierra, construyeron 150.000 kilómetros de vías forestales, protegieron hábitat naturales, recuperaron las reservas piscícolas y proporcionaron ayuda de emergencia a poblaciones amenazadas por inundaciones.

"Eso mismo podemos hacer hoy, trayendo a casa a nuestros soldados destinados en los frentes bélicos o en las bases militares que tenemos en 130 países. Reclutaremos a los jóvenes, no para combatir, sino para limpiar nuestros lagos y nuestros ríos, para construir vivienda para los necesitados, para hacer más hermosas nuestras ciudades, para estar prontos a la ayuda en desastres como el del Katrina. Los militares necesitan mucho tiempo para reclutar a hombres y mujeres jóvenes para la guerra, y por buenas razones. No tendremos nosotros ese problema a la hora de alistar jóvenes en tareas de construcción y no de destrucción.

"Podemos aprender del programa de Seguridad Social y de la Carta de Derechos de los soldados, que fueron programas gubernamentales eficaces, capaces de hacer por los ancianos y por los veteranos de guerra lo que las empresas privadas no podían hacer. Podemos ir más allá del New Deal, extendiendo el principio de la seguridad social a la seguridad sanitaria, con un sistema de salud público totalmente gratuito. Podemos extender la Carta de Derechos del soldado veterano y convertirla en una Carta Civil de Derechos que ofrezca educación superior pública para todos.

"Tendremos billones de dólares para pagar esos programas, si somos capaces de hacer dos cosas: si concentramos nuestra fiscalidad en el 1% más rico de la población, y no sólo en sus ingresos, sino también en su patrimonio acumulado, y si disminuimos drásticamente nuestra ciclópea máquina militar, declarándonos una nación pacífica.

"No prestaremos atención a quienes se quejen de que eso es 'hipertrofia estatal'. Hemos visto 'hipertrofia estatal' orientada a la guerra y a los beneficios de los ricos. Nosotros nos serviremos de la intervención gubernamental a gran escala para beneficiar al pueblo."

¡Qué refrescante sería, si un candidato presidencial nos recordara la experiencia del New Deal y se avilantara a desafiar a la elite empresarial, como hizo Roosevelt en vísperas de su reelección de 1936! Refiriéndose a unas clases ricas determinadas a derrotarlo, dijo a una gran multitud reunida en Madison Square Garden: "Son unánimes en el odio que me profesan. ¡Bienvenido sea ese odio!" Creo yo que un candidato que mostrara hoy un arrojo semejante ganaría de calle en las encuestas.

Las innovaciones del New Deal se nutrieron de las exigencias militantes de cambio que arrastraron al país cuando FDR comenzó su presidencia. De los grupos de aparceros; de los consejos de desempleados; de los millones de huelguistas en la Costa Oeste, en el Medio Oste y en el Sur; de las irrupciones masivas de desesperados en busca de comida, de alojamiento, de puesto de trabajo. De un torbellino que socavaba los fundamentos del capitalismo estadounidense. Necesitaremos una movilización ciudadana similar hoy para arrancar del control empresarial a quienquiera resulte elegido presidente. Para llegar a los niveles del New Deal, para rebasarlos. Es una idea, cuyo tiempo ha llegado.

www.sinpermiso.info

Alexander Berkman: Memorias de un anarquista en prisión.

...por Pepe Gutiérrez-Álvarez

Para quienes no lo sepan, empecemos recordando que Alexander Berkman, célebre anarquista judío ruso-norteamericano, fue compañero inseparable de Emma Goldman durante muchos años (Villa, 1870-París,1935).

Proveniente de una familia acomodada --su padre fue autorizado, como judío, a vivir en San Petersburgo, y ejercía el comercio mayorista de calzado--, Berkman fue un rebelde precoz: a los quince años fue expulsado de la escuela por insubordinación y ateísmo; a los diecisiete, ya huérfano, tuvo que emigrar a los Estados Unidos, después de no poder estudiar en las escuelas oficiales y ser perseguido por sus actividades conspiradoras. Según parece influyó poderosamente en su evolución ideológica su "tío Maxim", al que Paul Avrich ha identificado como Mark Andreevich Natanson, una de los personalidades más destacadas del primer populismo ruso, creador virtual del grupo de los "Chaikovtsy", en el que también participó el joven Kropotkin.

Berkman llega a Norteamérica en un período especialmente convulsivo desde el punto de vista social. Acababan de ocurrir los sucesos de 1886 que dieron lugar al asesinato de los "mártires de Chicago", todo lo cual le llevó a acercarse a Johann Most. Más tarde pasó a colaborar con el periódico yiddish Pioneros de la Libertad.

Preparaba su retorno a Rusia cuando, el 22 de julio de 1892 protagonizó el atentado que le haría famoso y que le llevaría a las mazmorras. La víctima tenía que haber sido el brutal gerente de las acererías Carnegie, Henry Clay Frick, principal responsable de la ma­tanza de once obreros durante una huelga, un detalle sin apenas importancia para el “talón de hierro”. Pero, mientras que Clay, levemente herido, no tuvo que rendir cuentas por este asesinato masivo, Berkman fue condenado a 22 años de cárcel, cuando la sentencia prevista por un atentado frustrado era de siete.

Cumplió nada menos que catorce años, durante los cuales, leyó, estudió, y escribió, al tiempo que sufría unas condiciones carcelerías a veces infrahumanas, y por supuesto, desesperó muchas veces. Cuando salió a la calle reanudó sus vínculos con Emma Goldman, y se mostró sediento de acción militante, aunque por entonces ya era muy crítico con la acción terrorista individual que pregonaba el terrible Johann Most. Fueron años de una intensa actividad propagandística a través de mítines, conferencias, manifestaciones y trabajos para la prensa libertaria. En 1912, Berkman tomó parte en la creación de la Ferrer Modern School de Nueva York, donde también ejerció como profesor intentando propagar los métodos de Ferrer i Guardia.

Había dirigido anteriormente una revista con Emma Goldman, la mítica Madre Tierra, y publicado sus Memorias de prisión de un anarquista, que había ofrecido infructuosamente a Jack London que empero, se inspiró en los recuerdos de cárcel de Berkman para escribir El vagabundo de las estrellas, obra que causó la profunda indignación de Alexarder que se sintió estafado por el famoso novelista que, empero, consiguió una de sus obras más logradas e inclasificable; empero años después, Berkman trató de componer un guión cinematográfico con el que trató de convencer entre otros a Lionel Barrymore, pero no le hicieron el menor caso.

Berkman se marchó después a California donde publicó, en San Francisco, una revista pro­pia, La explosión entre 1915 y 1916. Junto con Emma fue uno de los principales artífices del movimiento contra la intervención norteamericana en la guerra europea, desarrollando una intensa propaganda contra el militarismo y la guerra. Esta actividad le llevó de nuevo a prisión durante siete meses, y fue deportado. Favorable con matices a la revolución dirigida por los bolcheviques, Berkman regresó con Emma a la Rusia de su juventud y fue recibido como un revolucionario perseguido por el capitalismo.

Su actuación se inició bajo el signo de la colaboración crítica pero también entusiasta y durante la guerra civil, trabajo sin problemas en un frente amplio. Luego continuó intentando contrarrestar la represión contra los anarquistas para llegar finalmente a la ruptura con ocasión de los acontecimientos de Kronstadt. Sobre toda esta experiencia publicó varios libros: La rebelión de Kronstadt (ver. I.L. Horowitz, Los anarquistas. 2. La práctica, obra aparecida en alianza en dos volúmenes), La tragedia rusa: reseña y perspectiva, y sobre todo El mito Bolchevique, que supuso uno de los primeros alegatos doctrinales del anarquismo contra el curso que tomaba la revolución, un curso que Alexander y Emma veían más desde el ángulo de lo que “tenía que ser” que desde “lo que podía ser” en unas circunstancias que, sino justifican toda la actuación bolchevique, sí la explican bastante.

Para Berkman, El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo, la autocrítica leniniana contra la “línea de ofensiva” expresada en los dos primeros congresos de la Internacional Comunista, y especialmente en las acciones de los recién constituidos partidos comunistas en lugares como Hungría y Alemania, no era parte de un debate político necesario, sino que, lisa y llanamente era algo que “negaba todo lo que él había creído desde siempre”. Como sí la revolución fuese una línea recta determinada por la grandeza de los ideales emancipadores.

En diciembre de 1921, Berkman se marchó a Alemania ilegalmente, y después, a Francia, donde vivió, cada vez más solitario y desesperanzado, amenazado constantemente con la expulsión y trabajando como publicista y traductor. En París escribió su último libro, ABC del comunismo libertario (Júcar. Madrid. 1981) por encargo de la Federación Anarquista Judía de Nueva York. Este libro muestra el alto grado de dominio de las concepciones anarquistas de Berkman, encarando un riguroso análisis del capitalismo y a sus instituciones (religión, tribunales, cárceles, escuelas, familia, parlamento, etc) con una crítica simultánea de la experiencia bolchevique.

Para Berkman: "La libertad plena es el aliento mismo de la revolución social; y no se olvide nunca que el mal y el de­sorden se curan con más libertad., no con su supresión". Toma parte amargamente en las disputas que enfrentan a las diferentes tendencias del anarquismo ruso en el exilio, mostrándose contrario a las posiciones de Archinoff. Enfermo, desfondado en plena penuria se suicidó disparándose una bala en Niza, el 28 de junio de 1936. Emma Goldman, en el prefacio del ABC del comunismo libertario, escribe en sus memorias: "Se entregó a su ideal y le sirvió resueltamente, excluyendo cualquier consideración de sí mismo. Si hubiera anticipado remotamente la llegada de la revolución española, habría hecho un esfuerzo para continuar viviendo a pesar de su psiquismo quebrantado y de otros muchos handicaps..."

La edición de estas memorias publicadas en Editorial Melucina, son una primicia que es justa resaltar del que Howard Zinn definiría como “uno de los héroes perdidos del radicalismo americano, una voz pura e insólita de la rebeldía”. Se trata de un fragmento autobiográfico que oscila entre el estilo memorialista de El Conde de Montecristo y unas pautas que recuerdan la narración cinematográfica. En su momento causó una auténtica conmoción, y que por aquellas fechas no era habitual que un libro contara de una manera tan abierta el comportamiento criminal en la hermética sociedad carcelaria, la homosexualidad o la extorsión.

www.kaosenlared.net

A 60 años del bogotazo.

...por Julián Rivas

Con la muerte de Alfonso López Michelsen,el año pasado, se cerró un largo capítulo de la historia oficial de Colombia, que marcó el siglo veinte.

Es un cierre con formalismo, porque la historia de Colombia sigue siendo la misma. Se arrastra, una larga e interminable guerra. Infinita. Y menos fin tendrá mientras intervenga Estados Unidos como mentor de las oligarquías. Un aspecto característico de este cierre y apertura de otro proceso, de la transición uribista, el gobierno de Álvaro Uribe, es que los herederos oligarcas se unieron a grupos mafiosos para dirigir un Estado tutelado por Estados Unidos y su casta ultraconservadora.

En el largo capítulo de esta historia colombiana hay que destacar hoy los sesenta años que se cumplen de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, un caudillo liberal que en vida, y particularmente tras su muerte, marcó la historia de Colombia. La muerte de Gaitán fue el 9 de abril de 1948. Pareciera que sesenta años no son nada, y en verdad son bastante.

En Colombia sigue mandando una oligaquía que nunca sabrá explicar de dónde le vienen sus títulos "nobiliarios". Siguen mandando unos grupos familiares de una audacia olímpica. Un ejemplo, los Holguín que están en el gabinete de Uribe son herederos directos de un esclavista y supuesto poeta de nombre Julio Arboleda que se alzó en armas por 1850, cuando el gobierno de entonces declaró la abolición de la esclavitud. También son herederos del dictador Reyes, de los Caldas y Pombos, de una estirpe más propia de una monarquía que de una república, pues. Así las cosas, Carlos Holguín Sardi, ministro del Interior del gobierno uribista, es el padre del otro Carlos Holguín, embajador de Colombia en Ecuador y expulsado de Quito tras la agresión gringo-bogotana contra la soberanía ecuatoriana el pasado primero de marzo. Son gente acostumbrada a gozar una y parte de la otra con el paramilitarismo que asesina sindicalistas. A eso los derechistas llaman democracia.

En cierta manera esta es una crónica sobre Colombia que pretende unir cosas que al menos llenen un poco el crucigrama. Entre los cronistas del oficialismo colombiano de hoy día, en Venezuela podemos remitirnos también a Beatriz de Majo, ex esposa del potentado Gustavo Rooosen, figura por demás de los gobiernos de los viejos partidos AD y Copei. La señora, majadera por donde se le mire, apareció en el canal de televisión Televen soltando perlas ingratas sobre los venezolanos. En el caso colombiano, ella es especialista de la cotidianidad oficial, la uribista, y lo hace con gusto. Por supuesto que le gustaría que en Venezuele exista una casta gobernante igualita a la de Colombia.

Recapitulemos: López Michelsen, fue una figura del liberalismo, y uno de los “hijos del Ejecutivo”, como se estila llamar en Colombia a quienes son herederos de sangre y de hecho de los primeros cargos del país. A lo largo de su vida fue visto como teórico, buen ensayista, de la política, el manejo del Estado, oligárquico por supuesto, versado en vallenato y también estudioso del bolero, género musical latinoamericano.

Así López Michelsen fue entre otros detalles de su larga vida y abultado curriculum, Presidente de Colombia, Canciller y primer gobernador que tuvo el Departamento del César, cuando Valledupar y áreas de influencias dejaron de ser La Guajira y asumieron carácter departamental. Así pulió sus conocimientos sobre vallenato. Fue padrino de vallenateros, y a su lado, en estos menesteres culturales del vallenato, estuvo la familia Araújo Noguera, actualmente afectada por el llamado "affaire" de la parapolítica, que le costó el cargo a la cancillera de la familia, y que tantos dolores de cabeza da al Presidente Alvaro Uribe.

Curiosamente López Michelsen tuvo un sarampión izquierdoso. Fue cuando fundó el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL), por 1957. Este movimiento nació como una respuesta al llamado Frente Nacional, acuerdo de alternación del poder que suscribieron Alberto Lleras Camargo por parte de la cúpula liberal y Laureano Gómez por el Partido Conservador, en el eclipse de la dictadura de Rojas Pinilla.

Lleras Carmargo fue hijo putativo de Alfonso López Pumarejo, padre de López Michelsen, y dos veces presidente de Colombia en nombre del partido Liberal.

El abuelo de López Michelsen fue educado en Londres, y fue banquero de capitales norteamericanos.

”El modelo de Alberto Lleras eran los Estados Unidos, y por lo mismo fue su partidario entusiasta”, escribió Gabriel García Márquez en el prólogo a las memorias de Lleras Camargo. Ese es el rollo con García Márquez, en la medida que fue reconocido por la oligarquía, le tomó algo de cariño.

Pero bueno, este Lleras era medio granuja, como su abuelo, de quien ya hablaremos. Alberto Lleras al principio no se sintió muy a gusto con los liberales y más bien dio apoyo a Laureano Gómez, en 1925, cuando éste era ministro del gobierno conservador y autoritario de Nel Ospina. Lleras era reportero del diario El Tiempo, cotidiano que ha floreado presidentes y vicepresidente en Colombia, que influye en la opinión pública y que hoy es algo así como el vocero oficial del Presidente Uribe y de la política pronorteamericana que actualmente se adelanta en el país de al lado, justo al lado. Los Santos, dueños de El Tiempo, tienen poco de angelicales, y siempre están prestos a alguna declaración odiosa contra Venezuela. Y un elogio para Estados Unidos.Very well¡.

Esta es otra cosa, López Michelsen se proclamó como experto en “Santos”, insistimos, la familia dueña de El Tiempo, que lo atacó duro cuando él denostó del Frente Nacional liberal-conservador de 1957. Pero vayamos paso a paso. Entre 1930 y 1936 se habla en la historia de Colombia de la etapa liberal. La comenzó Olaya Herrera, quien tuvo política petrolera entreguista. Luego vino Alfonso López Pumarejo (1934-1938), quien habló de reformas. Fue el momento en que Lleras Camargo se estrenó como ministro. Entre 1938 y 1942 le tocó el turno al diario El Tiempo, con Eduardo Santos. A Gaitán le dieron chance para ser Ministro de Educación.

Curiosamente Lleras se opone a este gobierno y crea un periodico, El Liberal, desde donde lo ataca. En 1942 volvió el viejo López, y Lleras también. Fueron los días en que los conservadores de Laureano Gómez se hicieron violentos, y el gobierno le tocó terminarlo Alberto Lleras, entre agosto del 45 y agosto del 46. Mariano Ospina Pérez aprovechó la crisis liberal, y el poco gusto que tuvo Lleras con Gaitán. Dos candidatos tuvieron los liberales, uno oficial, Gabriel Turbay, con apoyo de Lleras, el pronorteamericano, y otro disidente, Gaitán, con fuerte apoyo de las masas trabajadoras. Esta división del voto liberal, permitió a los conservadores ganar las elecciones y ser gobierno, y abrir una guerra que todavía no termina. Por estos tiempos mataron a Gaitán, temiendo los oligarcas que ganaría los comicios de 1950.De eso se cumplen ya sesenta años.

La muerte de Gaitán trajo una crisis que no termina, y como muestra vemos que el diario El Tiempo tiene ministro de Defensa y vice presidente en el gabinete de Alvaro Uribe. En 1949 ganó la presidencia de Colombia el jefe Conservador Laureano Gómez. La insurrección popular llevó a que en 1953 los militares se agarraran el gobierno definitivamente, la dictadura pues. El general Rojas Pinilla fue la figura hasta 1957. Su caída, para dar paso a la "democracia representativa", precipitó el acuerdo entre jefes liberales y conservadores. El Frente Nacional, acuerdo cupular entre Lleras y Laureano Gómez, se hizo por propuesta del primero al segundo, quien estaba exiliado en España, en la playa catalana de Sitges, impune sus crímenes y protegido por Franco, el héroe de José María Aznar.

Contra el Frente Nacional, y contra el Presidente Lleras Camargo, de quien ya no había dudas que era el hombre favorito de Estados Unidos, López Michelsen puyó duro. Sentía, y así lo denunciaba, que el pacto era excluyente. Lo acompañaba en su peregrinaje por el país Alvaro Uribe, que no tiene nada que ver con el tercio de ahorita.

Pasados los años, y superado el sarampión rebelde, López Michelsen supo volver al redil liberal y al sistema. Fue presidente electo entre 1974 y 1978, por los tiempos en que aquí gobernaba Carlos Andrés Pérez. De aquellos tiempos rebeldes de fines de los 50 y comienzos de los 60 del siglo pasado, a López le quedó cierta admiración por Fidel Castro. Nada más, porque su gobierno fue antipopular. También le quedó un libro algo enmohecido, pero bueno de guardar por lo bien escrito y mejor prologado. “Colombia en la hora cero”, es un buen libro, con prólogo de Indalecio Liévano Aguirre, el editor del Bolívar que al decir del Ronco Moleiro es la mejor biografía sobre el Libertador de Venezuela y Colombia. Lleras Camargo, la especie de hijo putativo de Alfonso López Pumarejo, es junto a Santander, la pareja de colombianos que tiene estatuas de hombres ilustres en la OEA , el Ministerio de Colonias de Estados Unidos, calificación que le dió alguien que no se equivocó. Y en efecto, Lleras Camargo, como canciller de Colombia, fue promotor de la Unión Panamericana, uno de los ejes de la política de Estados Unidos para América Latina a lo largo del siglo 20.

Es nieto de Lorenzo María Lleras, hijo de un español emigrado a Panamá que antes de la declaración de independencia apareció por Santa Fe de Bogotá, para entonces capital virreinal. Con los años Lorenzo Lleras, siendo un jovencito, se hizo una especie de secretario de Santander. Fue por los tiempos en que Bolívar era presidente y se fue a liberar Quito, Guayaquil, el Perú y a fundar a Bolivia. Santander como Vicepresidente aprovechó la ausencia de Bolívar e hizo el trabajo que dificultó su retorno triunfal, que impidió el feliz término de la Convención de Ocaña, y que en última instancia posibilitó el alzamiento de una facción militar y el frustrado atentado de septiembre de 1828.Este deseo de eliminar a Bolívar fue concebido como "tiranicidio".

Curiosamente, en este clima de agitación política y de desconocimiento del Libertador, el joven Lleras se hizo editor de gacetillas que atacaban duro a Bolívar. Por los días de reacción y castigo con exilio a Santander, como autor intelectual del fracasado magnicidio, el joven Lleras paró la carrera en Estados Unidos. Volvió para 1830, para los momentos en que en la calle los santanderistas acentuaban la petición de renuncia de Bolívar a la jefatura del joven estado colombiano. Ido Bolívar a mediados de 1830, asumió Mosquera como presidente, y luego se produjo el golpe de Estado de Rafael Urdaneta, hasta que finalmente a partir de 1833 gobierna Santander como Presidente de una Colombia definitivamente separada de Venezuela y Ecuador.

En 1834, como alcalde parroquial de Bogotá, Lorenzo Lleras tuvo el encargo de expulsar de Bogotá a Manuelita Saenz, a la fueza y con pocos trapos encima. Por esos días, decía que "amaba a Santander".
Como vemos no es de ahora nuestro dolor de cabeza con la oligarquía bogotana. Es viejo. Permite decir, como aquel señor del Oriente venezolano: si me caliento es pa' na, y si me pongo bravo es lo mismo.

Los oligarcas colombianos tienen apoyo de los gringos, y eso les da coraje, como diría el mexicano.
El asunto no es fácil. Y las soluciones no están a la vuelta de la esquina. Jaime Bateman, fundador del M19, afirmó en una oportunidad que Colombia tenía la particularidad de que cuando los revolucionarios hablaban de democracia, los gamonales hablaban de democracia, y cuando hablaban de paz, los gamonales hablaban de paz. Los gamonales, es decir, la oligarquía colombiana, sabe más que pescado frito. Como el expresidente Rafael Caldera por estos lares venezolanos. Qué molleja, soltaría un zuliano.

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Crisis económica, el capitalismo al descubierto.

El economista marxista inglés Chris Harman indaga en este artículo las raíces e implicaciones de la creciente crisis crediticia y explica por qué las crisis son de hecho una característica intrínseca al capitalismo.

“Los inversores no están más preocupados en si ciertos bancos tienen efectivo suficiente. Están preocupados acerca del riesgo de una recesión americana o incluso global”. Así resumía el 18 de enero el Financial Times el miedo de aquellos que viven de las ganancias capitalistas.

Los comentaristas económicos ortodoxos están de acuerdo en una cosa: la crisis que empezó en una sección del sistema financiero el último verano puede que genere el caos a través de gran parte del sistema capitalista al que da apoyo.

El ex-secretario del Tesoro de EEUU, Lawrence Summers, dice que EEUU puede estar cayendo ya en una recesión. Alan Greenspan, anterior director de la Reserva Federal estadounidense, sitúa las probabilidades de que esto ocurra en un 50%. Un informe de Naciones Unidas advierte de un “peligro presente y claro” de una desaceleración de la economía global hasta casi llegar a detenerse este año.

Ben Bernanke, el sucesor de Greenspan en la Reserva Federal, trata de pintar un cuadro un poco más luminoso. Espera que el crecimiento de este año vaya un poco más lento, pero no prevé recesión. Bernanke es supuestamente un experto en crisis, que ha escrito disertaciones académicas sobre el rol de la moneda en la gran depresión de los 30.

Pero el verano pasado falló completamente en prever que una crisis estaba a punto de golpear al sistema financiero. No se puede tener mucha fe en sus predicciones, ni en las que hagan otros economistas pro-capitalistas ortodoxos. Su fe ciega en el capitalismo como una máquina de hacer dinero significa que casi siempre creen que las cosas van a ir maravillosamente bien hasta que de repente van mal.

En cualquier caso, Bernanke estaba suficientemente preocupado como para bajar las tasas de interés, mientras George Bush presionaba al Congreso para que aceptara un programa de emergencia de recorte de impuestos.

Ambos esperaban desesperadamente que estas medidas pudieran prevenir que la desaceleración de la economía se convirtiera en depresión.

Una cosa está absolutamente clara. El optimismo extremo en relación a la economía mundial que caracterizó a la mayoría de las opiniones ortodoxas hace sólo un año se mostró completamente erróneo. Era típico el informe mundial de abril del Fondo Monetario Internacional (FMI), con su predicción de que “la economía mundial todavía está bien situada para un crecimiento robusto continuo, en 2007 y 2008”.

El primer ministro inglés, Gordon Brown, y el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, estaban tan enamorados de las maravillas del libre mercado que subestimaron la seriedad de lo que estaba pasando, incluso tras la crisis que surgió a mediados de agosto. King no cedió ante la demanda de sus amigos del sistema financiero para bajar las tasas de interés, mientras Brown creía que sólo tenían que prometer apoyo para el Northern Rock para que sus problemas se solucionaran automáticamente. No eran conscientes de que al final decenas de billones del dinero de los contribuyentes estarían implicados.

Enfrentados al desbarajuste del sistema, eran como gente tratando de navegar un barco sin mapa, compás o timón.

Depositaron su fe en la economía “neoclásica” ortodoxa, tal y como se enseña en los institutos y las universidades, ya que se supone que prueba la superioridad del capitalismo frente a cualquier posible alternativa. Pero nunca ha sido capaz de explicar la propensión del sistema a las crisis.

El sistema descansa sobre la interacción no planificada de miles de corporaciones multinacionales y un puñado de grandes gobiernos. Es como un sistema de tráfico sin señalización, carteles, semáforos, restricciones de velocidad o incluso una concienciación clara de que todas y todos deben conducir por un mismo lado de la carretera. Esto hace que sea muy difícil, para aquellos que proclaman tener una visión del sistema, evitar que los derrumbes en el sector financiero se generalicen en algo mucho más serio dentro de unos meses. Y cualquier éxito que tengan será temporal, como mucho demorando el momento de la catástrofe un par de años.

De dónde sale la crisis

Para ver el por qué, es necesario mirar de dónde ha venido la crisis. Todo el mundo está de acuerdo en que las causas inmediatas yacen en las hipotecas de alto riesgo de EEUU. Ávidos de hacer ganancias fáciles, los financieros empezaron a prestar dinero a quienes antes eran vistos como altamente peligrosos porque eran pobres, no tenían empleo seguro o no habían sido capaces de pagar deudas previas. Los precios de las casas estaban subiendo y se asumió que si no podían mantener los pagos de sus hipotecas podrían expropiarlas y venderlas con una ganancia muy apetecible.

Los financieros que prestaron dinero en mucho de los casos no lo hicieron de sus propios bolsillos. Éstos, a su vez, fueron a pedir dinero a otros, y ésos, en consecuencia, pidieron en otro lado. En cada fase, pequeñas diferencias en tasas de interés para números muy grandes de transacciones implicaban sumas enormes de dinero, que aparentaban beneficios sin esfuerzo. Virtualmente todos los grandes bancos en ambos lados del Atlántico se unieron, constituyendo entidades especiales para poder pedir prestado y dar crédito, empaquetando toda clase de tipos de préstamos juntos, que se llamaron “instrumentos financieros”. Durante un tiempo todo parecía ir bien y los que estaban involucrados se felicitaban unos a otros por su brillante actuación emprendedora. Hace justo un año, en el Northern Rock tuvo lugar “el brindis de una glamorosa cena en el sistema financiero donde fue alabado por sus habilidades en innovación financiera”. Políticos como Gordon Brown estaban de acuerdo, de todo corazón.

Los primeros signos de que no todo iba tan bien se mostraron hace alrededor de 18 meses. El crecimiento económico de EEUU empezó a ser menor, causando un incremento brusco en el número de hipotecados e hipotecadas que no podían pagar las tasas de interés y de quienes dependía todo el negocio. Crecía el número de expropiaciones. Pero los implicados en el negocio de los “instrumentos financieros” estaban más interesados en continuar con la cosecha de beneficios que en los problemas de las y los estadounidenses pobres.

Entonces, a medida que caían los precios inmobiliarios, los prestamistas de hipotecas descubrieron que no podían hacer suficiente negocio vendiendo el millón de casas expropiadas como para pagar lo que ellos mismos habían pedido prestado. Los bancos que se habían mostrado tan deseosos en prestarles dinero, de repente se enfrentaron a pérdidas de decenas de billones de dólares. Lo que empeoraba más la situación era que nadie sabía con exactitud cómo era de profundo el problema de cada banco en particular, porque los “instrumentos financieros” que usaron eran muy complejos. Las instituciones financieras de todo el sistema sintieron miedo para prestarse dinero entre ellas, ya que no sabían si lo recuperarían. Esto provocó lo que se llamó la “crisis crediticia”.

El capitalismo moderno depende, para su actividad del día a día, del crédito/préstamo (ver abajo: banca y crédito). Cada negocio espera ser capaz de comprar ciertas cosas a crédito, posponiendo el pago hasta que haya vendido lo que produjo. Una crisis del crédito se ha comparado con un ataque al corazón. Si no se lo trata, el metabolismo entero se viene a pique. Por eso, los gobiernos cuya filosofía es no hacer nada para interferir con el mercado libre se apresuran en hacerlo, poniendo billones de dólares en manos privadas y esperando que los receptores usen ese dinero para empezar nuevamente con el ciclo de préstamos.

Hay muchos comentaristas en los medios que ven que la historia termina ahí. Usualmente la única lección que sacan es la necesidad de mayor regulación financiera. Todo el debate sobre lo que pasó degenera entonces en una argumentación acerca de exactamente cuánta regulación es pertinente.

Sin embargo, algunos han mirado un poco más allá. Uno de los que han estado más preocupados por la dirección de los sucesos ha sido Martin Wolf del Financial Times (quizá porque había malinterpretado completamente lo que pasaba diez años atrás cuando la crisis asiática empezó en Tailandia, describiéndola como un mero “hipo”). “Ahora tengo miedo de que la combinación de la fragilidad del sistema financiero con los enormes beneficios que genera para los que están dentro, destruya algo todavía más importante –la legitimidad política de la propia economía de mercado– a través de todo el globo”, escribió recientemente.

Los comentaristas como él apuntan que el crecimiento económico en EEUU desde la última recesión, siete años atrás, ha sido hasta cierto punto considerable, propulsada por una deuda creciente, tanto de las y los consumidores como del gobierno estadounidense. Muchos de los bienes producidos por las firmas estadounidenses no se podrían haber vendido sin ese préstamo y, si se acaba, es inevitable que baje el ritmo de la economía. Y no sólo las firmas estadounidenses se ven afectadas. Si uno de los motores de la expansión económica mundial ha sido EEUU, el otro ha sido China. Y algo central para su crecimiento han sido los cientos de billones de dólares que exporta al año a EEUU.

Para agregar dificultades –y complejidades para los gobiernos y los bancos centrales que intentan solventarlas– gran parte del préstamo que ha permitido a los consumidores estadounidenses comprar bienes chinos viene de la propia China. Efectivamente, los beneficios de China de vender bienes a EEUU a través del pacífico se han usado para comprar dichos productos. El consumidor estadounidense, como dice Wolf, es el “comprador de último recurso para la economía mundial”.

Un importante estudio de la economía mundial, auspiciado por el FMI hace tres años, muestra cómo sucede esto. Alrededor del 10% de los “ahorros” de China (para usar el término convencional para ganancias) sobra después de que se hayan hecho las inversiones para el próximo ciclo. Es gran parte de este excedente se ha utilizado como préstamos para la economía de EEUU. “Ahorros” de otros países del sudeste asiático y de algunos estados productores de petróleo han seguido el mismo camino. Incluso la industria estadounidense ha estado “ahorrando” más de lo que reinvierte, prestando el excedente a los bancos, que a su vez se lo prestan a los consumidores.

Enormes implicaciones

Esto ha tenido enormes implicaciones. Para que una economía capitalista funcione suavemente, la riqueza que se produce a través del sistema debe ser comprada. Las y los trabajadores y campesinos en todo el mundo no pueden comprar más que una porción de ésta, ya que sus estándares de vida se mantienen bajos para obtener beneficios. Esto significa que el resto deben usarlo los capitalistas, ya sea para su consumo personal, para gastos de estado que parezcan esenciales para ellos mismos (ejércitos, armas, etc.) o en inversiones que busquen futuros beneficios.

Si la inversión baja por debajo del ahorro, una brecha se abre entre lo que se produce y lo que se compra. Algunas firmas no pueden vender toda su producción y despiden a las y los trabajadores para mantener el equilibrio en su contabilidad. Esto reduce todavía más lo que se puede comprar y se promueve una recesión.

Esto aún no ha pasado en los últimos cinco años, ya que el préstamo para los consumidores norteamericanos ha provisto mercados extras y absorbió la producción de plusvalía.

Pero la crisis crediticia está poniendo freno a todo esto, y la construcción de casas y ventas de coches en EEUU ya están siendo afectadas. Incluso si los bancos recuperan confianza como para prestarle a otros bancos, no van a empezar rápidamente a prestar a la gente a menos que tengan muy buenos perfiles de crédito. Por eso las posibilidades de una recesión son tan grandes, y por eso tendría tanto impacto fuera de EEUU.

La historia que cuentan Martin Wolf y compañía, no es de todos modos completa. No pueden explicar por qué la economía mundial se ha vuelto tan dependiente del consumo estadounidense. Para contestar esa pregunta es necesario mirar más allá de cualquier versión que presenten los economistas ortodoxos –la de una enfermedad que está sufriendo la economía desde los 70.

Lo que motiva a los capitalistas para invertir no es sólo el nivel absoluto de beneficios que hacen, sino la “tasa de ganancias” –esto es, la proporción entre beneficios e inversión necesaria. Ésta fue más o menos constante desde finales de los 40, los 50 y los 60. Así, esos años vieron una inversión creciente y un boom continuo, algunas veces conocido como “la era dorada del capitalismo”. Pero desde finales de los 60 hasta 1982 las tasas de ganancia cayeron, hasta que fueron sólo la mitad del nivel medio de las dos décadas previas (ver abajo: Marx y la tasa de ganancias). Las profundas recesiones económicas de mediados de los 70 y principios de los 80 fueron un resultado de esta caída.

Los economistas ortodoxos usualmente culpan a las subidas repentinas del precio del petróleo. Pero estas subidas las habría absorbido fácilmente el sistema si las tasas de ganancia no hubiesen caído tanto.

Las tasas de ganancia se pudieron recuperar parcialmente a mediados de los 80 y a mediados de los 90. Una cosa que lo posibilitó fue el incremento en los ingresos nacionales a expensas de los salarios. En todos lados esto implicó mayor presión para que la gente trabaje más duro y ataques a los servicios del bienestar (el “salario social”). En EEUU esto también significó una caída en el salario real desde principios de los 70 hasta finales de los 90 y un incremento masivo en las horas totales de trabajo. En Europa todavía no ha habido la misma caída en los salarios reales, pero Gran Bretaña ha visto un aumento en las horas de trabajo (particularmente si se incluyen las horas extras no pagadas que son la maldición de muchas y muchos trabajadores de oficina) y ahora hay mucha presión para que suceda lo mismo en la mayoría de países europeos.

Mientras tanto, la bancarrota de algunos grandes capitalistas ha permitido que otros ganen a su costa. Rupert Murdoch se benefició de la muerte del imperio mediático de Robert Maxwell hace 15 años, una ola de bancarrotas en la industria de las líneas aéreas permitió mayores beneficios para sobrevivientes como British Airways, British Aerospace (Bae) se ha beneficiado de los problemas de GEC-Marconi, y así sucesivamente.

Pero los beneficios nunca se recuperaron más allá de la mitad de su declive previo y los booms rápidamente se convirtieron en problema, con la quiebra del mercado de acciones en octubre de 1987 y la crisis asiática de 1997. En ambas ocasiones la Reserva Federal de EEUU y el Banco de Inglaterra reaccionaron cortando las tasas de interés e intentando promover el préstamo. Estas medidas fueron capaces de extender los booms y los comentaristas en cada ocasión aseguraron que el capitalismo había entrado en una nueva era de crecimiento sin fin, hasta que se descubrió que las recesiones sólo habían sido pospuestas un par de años y no eliminadas para siempre.

La recesión 2001-2002 fue particularmente amenazadora para la economía estadounidense. Firmas gigantes como General Motors ya estaban teniendo pérdidas antes de los ataques del 11-S, lo que añadió más pánico en las direcciones empresariales. El gobierno estadounidense se apresuró a recortar impuestos a los ricos y a aumentar el gasto en armamento, mientras la Reserva Federal bajaba radicalmente las tasas de interés para promover niveles todavía más altos de préstamo que antes. Esto arrastró a la economía fuera de la recesión –de hecho, algunos economistas ortodoxos fueron tan lejos como para afirmar que la recesión nunca había ocurrido. Pero yacía en la base de los problemas a los que ahora se enfrenta el sistema.

Por un tiempo, las grandes compañías fueron capaces de mejorar sus tasas de ganancia haciendo recortes masivos en su fuerza de trabajo, con 2’7 millones de trabajadoras y trabajadores industriales despedidos (cerca de 1 de cada 6). Los salarios reales, que habían subido por primera vez en un cuarto de siglo al final de los 90, cayeron otra vez.

Pero incluso cálculos hechos por el economista marxista Robert Brenner sugerían que el pico de la tasa de ganancias en 2005 sólo iba a ser igual que los niveles de la víspera de cada crisis previa desde mediados de los 70. En 2008 la firma más grande del país, WalMart, anunció una caída en sus beneficios, mientras las grandes compañías estadounidenses General Motors y Ford tuvieron pérdidas récord. Fue entonces cuando la desaceleración del crecimiento económico golpeó la capacidad de mucha gente pobre para seguir pagando sus hipotecas.

La subida en las tasas de ganancias no fue suficiente como para aumentar la inversión a sus niveles previos –Brenner calcula que el crecimiento de la inversión fue el más bajo de todas las recuperaciones económicas del último medio siglo. A su vez, el aumento en las ganancias recortó la capacidad de las y los trabajadores para comprar todos los bienes de consumo que se estaban produciendo. De aquí viene la centralidad del préstamo personal, que se elevó al nivel récord del 9% del Producto Interior Bruto (PIB). No había otra manera para que todos los bienes que producía el capitalismo se pudieran vender. Si el crédito colapsaba, tendría que haber una recesión.

Éste no es sólo un problema de EEUU. Hay quienes señalan la masiva tasa de expansión de la economía china y sugieren que puede rescatar al resto del sistema. Pero esa expansión descansa en buena parte en la venta de bienes a EEUU. Si la economía norteamericana sufre una crisis, la china se enfrentará también a serios problemas.

La respuesta de los gobiernos capitalistas y sus bancos centrales consistió en tomar algunas medidas desesperadas para que siguiera funcionando el crédito. Una manera de hacerlo era recortando las tasas de interés, tanto como para virtualmente dar dinero a los bancos para que le prestaran a la gente. Martin Wolf comparaba esto con tirar dinero desde helicópteros. Otra manera sería incrementando el préstamo desde el gobierno. Es lo que propone Bush con sus recortes de impuestos.

Pero los estados siempre se enfrentan a problemas si simplemente imprimen notas bancarias para recortar tasas de interés o cubrir el costo de bajar impuestos. Dichos métodos a veces pueden dar un impulso de corto plazo a la economía. Pero necesariamente son un remedio a corto plazo, ya que no resuelven el problema fundamental de cómo aumentar los beneficios para fomentar la inversión sin bajar salarios y así no perjudicar el mercado de bienes. Así, el estado japonés bajó las tasas de interés hasta prácticamente cero a lo largo de los 90 y todavía no ha vuelto a hacer funcionar la economía a los niveles previos.

Los gobiernos europeos y estadounidense temen que estas medidas aumenten los precios (todavía por encima de lo que implica la subida actual del petróleo y los alimentos) sin poder evitar la desaceleración de la economía, produciendo una combinación de estancamiento e inflación. En EEUU el miedo se multiplica por la forma en que la combinación de crisis financiera y bajas tasas de interés está llevando a una rápida caída en el valor internacional del dólar. Esto incrementará los precios internos en EEUU, así como debilitará el poder económico global de la clase dominante estadounidense. Sólo es posible que tales medidas pospongan las crisis, como lo hicieron a finales de los 80 y de los 90. Pero no serán capaces de nada más.

La economía británica se enfrenta a algunos de los mismos problemas que EEUU. El préstamo se ha elevado a una proporción incluso mayor que allí, con una relación entre la deuda y los ingresos del 162,9%, comparada al 137,3% de EEUU. El boom del precio de las casas ha sido incluso más frenético, con precios que se cuadriplicaban en 12 años. Ya hay signos de que los precios inmobiliarios están empezando a caer y el número de expropiaciones a elevarse.

Más importante, quizás, es la política de Gordon Brown, que durante los últimos 11 años ha sido la de compensar la continua destrucción de empleos industriales intentando hacer que Londres sea el centro del sistema financiero. Como resultado, allí la crisis financiera puede tener un efecto directo proporcionalmente mayor en los empleos que en cualquier otro lugar. Al mismo tiempo, tiene menos espacio de maniobra que el gobierno de EEUU cuando se trata de mantener la economía a flote sustituyendo el gasto estatal con préstamo privado. Empezó a incrementar el gasto del gobierno hace 6 años (después de recortarlo hasta la saciedad en los cuatro previos), como medida para sostener el apoyo electoral y limitar el impacto de la última recesión estadounidense. Ahora se encuentra bajo presión para recortar nuevamente dicho gasto.

Su respuesta hasta el momento se ha basado en su fe en que el mercado puede funcionar de maravilla si mantiene contentos a los capitalistas. De ahí su oferta de grandes cantidades de dinero para una solución “pública privada” al desastre del Northern Rock. De ahí tanta insistencia en mantener bajos los salarios del sector público.

Estas medidas no van a ser suficientes para proteger al capitalismo si la tormenta que se avecina en EEUU se desarrolla plenamente este año, pero sí van a profundizar el descontento generalizado. También puede darle a la gente muchos argumentos sobre la locura de un sistema económico que se basa en la búsqueda de beneficios.

Banca y crédito

El sistema financiero se retrata frecuentemente como un sistema “global” y “sin peso”, que no tiene raíces en la economía “real” y que carece de una base nacional particular.

Pero las finanzas han tenido siempre una importancia central para el capitalismo. En cualquier momento, un capitalista tendrá efectivo en exceso que no podrá invertir, mientras otros querrán expandirse pero no tendrán acceso al capital necesario para hacerlo. Los bancos permiten que los capitalistas depositen dinero que no pueden usar inmediatamente y se beneficien de los intereses, así como pedir prestado el dinero que necesitan y por el que pagan intereses. Esto lubrica el capitalismo, pero si este proceso empieza a funcionar mal puede amenazar la estabilidad del sistema entero. Como decía Karl Marx, “la banca y el crédito se han convertido en los medios más potentes para llevar a la producción capitalista más allá de sus propios límites y en el vehículo más efectivo de crisis y estafa”.

Los bancos centrales, como la Reserva Federal de EEUU y el Banco de Inglaterra, son jugadores clave en el mundo de las finanzas. Estos bancos centrales, que son objeto en diferentes grados de control gubernamental, están firmemente arraigados a un país en particular, formando un pivote que articula el sistema financiero a nivel general. Generalmente tienen el monopolio sobre la edición de moneda y un gran poder para influenciar las tasas de interés.

Marx y la tasa de ganancias

La tasa de ganancias –cuánto dinero de ganancias obtiene un capitalista por cada euro que invierte– es central para la dinámica capitalista. Karl Marx argumentaba que había una tendencia general a que esta tasa de ganancias cayera.

Sostenía que el “trabajo vivo”, el trabajo hecho por aquellas y aquellos explotados por un capitalista, era la fuente de los beneficios. El trabajo vivo crea nuevo valor y parte de éste se devuelve al trabajador en forma de salario. La ganancia viene del valor generado por encima de éste –la plusvalía.

Pero los capitalistas no sólo contratan trabajo vivo. También compran “trabajo muerto” –maquinaria, materias primas, etc. Éste es el producto del trabajo anterior llevado a cabo por otro grupo de trabajadores. Los capitalistas que manufacturan y venden estas maquinarias y materias primas pueden conseguir ganancias, pero el capitalista que compra el trabajo muerto no hace negocio con éste.

Marx explicaba que con el tiempo la competición entre los capitalistas los fuerza a invertir en más y más trabajo muerto –por lo que cada trabajador pone en funcionamiento una cantidad más grande de maquinaria y materias primas. Pero si la cantidad total de trabajo muerto aumenta, mientras que el trabajo vivo (la fuente de ganancias) se mantiene igual, el capitalista deberá invertir más para sacar el mismo beneficio. De aquí que la tasa de ganancias tienda a caer.

Chris Harman es un miembro destacado del Socialist Workers Party y editor de la revista teórica International Socialism.

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La economía sumergida supone el 23% del PIB del Estado español.

GESTHA dice que la economía sumergida es del 23% del PIB

El colectivo de Técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (GESTHA) afirmó el 2 de abril que la economía sumergida en España representa el 23 por ciento del PIB, lo que supone alrededor de 208.000 millones de euros, un dato que la Agencia Tributaria considera que no se puede saber por su gran complejidad.

En un comunicado, Gestha considera que con un plan eficaz de lucha contra el fraude, la Agencia Tributaria podría reducir el 10 por ciento las bolsas de fraude en España, y hacerlo converger con la Unión Europea-15 hasta el 13 por ciento del PIB.

Fuentes de la Agencia Tributaria afirmaron a Efe que ningún organismo oficial ha realizado estudios sobre economía sumergida, debido a que es complicado decidir cuál es la metodología que ha de utilizarse para conocer su magnitud.

Para Gestha, si se luchara eficazmente contra el fraude, aflorarían 90.000 millones y se recaudarían casi 21.000 millones adicionales que permitirían aumentar el gasto social y otras necesidades.

Gestha pidió a la Agencia Tributaria que adopte medidas, "más exigentes que las actuales", para combatir el fraude inmobiliario y el blanqueo de capitales.

A este respecto, la propia Agencia señaló que el Plan de Prevención del Fraude Fiscal ya está centrado en esos ámbitos y recordó que en los últimos tres años, el efecto recaudatorio del Plan ha permitido a Hacienda ingresar 19.400 millones de euros.

La economía sumergida en Catalunya supone un 19% del total de España

Según un informe de técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda la bolsa de dinero negro asciende en la comunidad catalana a 39.000 millones de euros

La economía sumergida en Catalunya, tanto por fraude fiscal como a la Seguridad Social, asciende a más de 39.000 millones de euros, casi un 19 por ciento de la bolsa de dinero negro en España, según un informe elaborado por el colectivo de técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda (GESTHA).

La economía sumergida en España se sitúa en el 23% del PIB, lo que supone un montante de 208.000 millones de euros, según el informe que fue difundido.

Distintos estudios de organismos como el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), el Banco de España, el Consejo Económico y Social (CES), el Banco Mundial y la Unión Europea (UE) sitúan la economía sumergida española en una horquilla comprendida entre el 20 y el 25% del Producto Interior Bruto (PIB), frente a una media de nuestro entorno europeo diez puntos por debajo, excluidos los países de Europa del este y de reciente incorporación.

El estudio de GESTHA -realizado a partir de la extrapolación de esta estimación del 23% a las distintas provincias tomando como base el último dato provincial de PIB disponible, según el INE- apunta que la provincia catalana que concentra el mayor volumen de economía sumergida (74%) es Barcelona, con 29.000 millones de euros. Le siguen Tarragona, con más de 4.000 millones y, finalmente, Girona y Lleida, con una bolsa de fraude de 3.700 y 2.230 millones de euros, respectivamente.

Los técnicos de Hacienda calculan que con un plan eficaz de lucha contra el fraude la Agencia Tributaria (AEAT) se podría reducir en diez puntos porcentuales las bolsas de fraude en España, y hacerlo converger con la Unión Europea-15, hasta el 13% del PIB, lo que significaría aflorar 90.000 millones de euros y recaudar -vía impuestos- casi 21.000 millones de euros adicionales.

El informe de GESTHA asegura que una de las principales bolsas de fraude existentes en la economía catalana está relacionada directamente "con las operaciones de compraventa protagonizadas por empresas constructoras e inmobiliarias".

"En la actualidad, sólo la evasión fiscal en el sector inmobiliario representa 8.600 millones de euros anuales en España, de los que 1.836 millones -el 21,3%- se localizan en Catalunya", aseguran los autores del informe en un comunicado. En este sentido, los técnicos de Hacienda calculan que el 64,7% de los arrendamientos localizados en Catalunya son alquileres sumergidos que escapan del control del fisco.

En la actualidad, se calcula que existen alrededor de 248.950 alquileres sumergidos en la comunidad catalana, lo que representa el 25,5% del total del parque de viviendas alquiladas en nuestro país, y este colectivo cifra en 542,7 millones de euros anuales las rentas sumergidas en Catalunya derivadas del arrendamiento de vivienda.

Asimismo, el estudio de GESTHA revela que otro de los focos de fraude se encuentra en las pymes, ya que en la actualidad el 96,5% de las compañías asentadas en Catalunya que facturan entre 1,8 y 6 millones de euros -más de 13.600 sociedades aproximadamente- escapan al plan de lucha contra el fraude porque, en la mayoría de los casos, sus cuentas anuales no tienen obligación de ser auditadas, al facturar menos de 4,7 millones de euros, contar con menos de 50 trabajadores o un activo inferior a los 2,3 millones de euros.

Por otro lado, los técnicos consideran que la adquisición de vehículos de lujo constituye también una "válvula de escape" para dar salida al dinero negro procedente de la economía sumergida. Las ventas de vehículos de alta gama de más de 60.000 euros aumentaron un 19% en Catalunya en 2007, según datos de Faconauto, mientras que las matriculaciones de turismos protagonizaron "paradójicamente" un comportamiento bajista en esta comunidad durante el pasado año.

Según el secretario general de GESTHA, José María Mollinedo, "en un momento en el que el endeudamiento de las familias españolas y su confianza en la evolución de la economía se sitúa en mínimos, la adquisición de un automóvil de lujo se ha convertido en un signo externo de riqueza que no debe desvincularse en absoluto de la especulación inmobiliaria ni del inusual incremento de la circulación de billetes de 500 euros".

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El beneficio empresarial creció un 38,1% en 2007, según el BDE.

...por Juanjo Basterra

Los datos oficiales del Banco de España sobre «los resultados de las empresas no financieras» en 2007 confirman el buen momento que atraviesan pese a la desaceleración económica. Los beneficios crecieron en un 38,1%, el valor más alto del último trienio. «La rentabilidad de las empresas se encuentra en niveles aún elevados», precisa el informe del banco de bancos.

El Banco de España (BDE), a través de la Central de Balances, aseguró ayer que las empresas no financieras elevaron el beneficio económico «con nitidez» en un 38,1% en 2007, que es el mayor del último trienio. De esta manera, se despeja otra de las grandes incógnitas sobre el comportamiento empresarial ante la desaceleración económica que se está produciendo. En este caso, el BBVA expresó ayer que América Latina crecerá por encima del 5%, el doble de lo que lo hará la economía europea, según las previsiones.

El banco sí reconoce que hay una tendencia «de moderada, pero progresiva, desaceleración de la actividad productiva». Sin embargo, ese cambio se está supliendo con una menor contratación laboral y, por otro lado, con la obtención de resultados positivos debido al «comportamiento extraordinario» de las ventas en el mercado globalizado. El BDE admite que «pese a la desaceleración de la actividad que se ha producido en 2007, puede decirse que las empresas no financieras mantienen niveles de rentabilidad aun elevados, así como un diferencial claramente positivo con respecto al coste financiero».

Los datos son inapelables. En 2007 el beneficio neto de las empresas sobre el valor de la producción de las empresas creció en un 38,1% respecto al año anterior. En 2006 ese crecimiento fue menor, ya que se situó en un 34,8%, y en un 32,5% en 2005. La evolución es, por tanto, positiva en este último trienio y confirma que los últimos quince años han alcanzado récords en rentabilidad para las sociedades.

El banco de bancos subraya que los datos de 2007 se produjeron en un «panorama menos favorable» que el de 2006 y rodeado de mayores incertidumbres, debido a la coyuntura internacional por las turbulencias financieras y el notable crecimiento de los precios del crudo, así como a la desaceleración de la economía, que afecta principalmente a las empresas constructoras e inmobiliarias.

El menor dinamismo de la actividad económica se notó especialmente en algunos sectores de actividad, como los de comercio y energía, mientras que el sector industrial fue el que mantuvo una evolución más expansiva, a consecuencia de la fortaleza de la inversión en bienes de equipo y de la actividad exportadora.

Gastos de personal, a la baja

El BDE concreta que la ralentización en la creación de empleo y el moderado ritmo de crecimiento que mantuvieron las remuneraciones medias hicieron que los gastos de personal aumentaran el 4,4% en 2007, frente al 5,3% del año anterior.

El número medio de empleados aumentó a una tasa del 0,9%, casi la mitad que el año anterior, que llegó al 1,7%. El banco que preside Miguel Angel Fernández Ordóñez explica que esa evolución a la baja del empleo se debe a que todavía algunas grandes empresas siguen afrontando reestructuraciones de sus plantillas, lo que traducido quiere decir que con esas medidas las empresas están logrando un ahorro económico importante que les permite alcanzar beneficios económicos récord, incluso en situaciones de ralentización económica.

En este contexto, el informe oficial reconoce que «tanto los ingresos como los gastos financieros aumentaron con intensidad el año pasado, registrando tasas de variación del 22,8% y del 33,6% respectivamente». La explicación que ofrece el estudio detallado de las empresas no financieras es que el incremento de los tipos de interés «han ejercido una importante presión al alza» y, por otro lado, el crecimiento del endeudamiento en 2007 «está relacionado con algunas cuantiosas operaciones de adquisición de participaciones, realizadas por fundamentalmente por grandes empresas, cuya financiación ha hecho necesario captar recursos ajenos».

Sin embargo, el BDE reconoce que no existe ningún «peligro a la vista» por este aumento del endeudamiento empresarial.

383.191 millones se han negociado en la Bolsa

Bolsas y Mercados Españoles (BME) señaló ayer que en el primer trimestre de este año la actividad bursátil ha movido un total de 383.191 millones de euros, lo que significa un descenso del 8,3% en relación a la cifra histórica del primer trimestre de 2007, aunque un 41,8% superior a los 270.289 millones de euros que se negociaron entre enero y marzo de 2006. «El número de negociaciones en el primer trimestre de 2008, principal indicador de actividad bursátil, ha sido de 10,2 millones, un 16% superior al del mismo trimestre del año anterior», informa BME.

En marzo, la actividad ha repuntado ya que se negociaron 118.000 millones, un 23,8% más.

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El dinero no se come.

...por Jaime Richart

Productos básicos, como harinas y cereales, pollo, huevos, pan y pasta han subido a lo largo de 12 meses, de un 10% al 17%. Con este motivo la Comisión Nacional de la Competencia abre un expe­diente a las industrias alimentarias de esos productos básicos, tras hallar indicios de prácticas ilegales para subir los precios.

Lo que sí suena a maniobra de distracción orquestada por vaya usted a saber quién, es la apertura del expediente para desen­trañar lo obvio. Pues para subir los precios de los productos básicos en estos tiempos cruciales no se necesitan "prácticas ilegales". La explicación es bien sencilla aunque lo que se propone esa Comisión sea contribuir, a su manera, a no generar más alarma social de la que hay.

Supongo que los avispados ciudadanos se percatarán del por qué, más allá de los análisis sesudos del economista, suben y suben los precios. Supongo que ya, por fin, se darán cuenta de que el cambio climático no es un mal ni pasajero ni acotado geo­gráficamente, y que tiene la suficiente potencia como para desequi­librar, primero a un sistema económico además por definición co­rrupto, y luego al planeta entero. Se darán cuenta de que el cambio climático es un mal global que avanza como la lava de un volcán a lo largo y ancho del globo. En países enteros de África llevan dos años sin lluvia; lo que moviliza la emigración de urgencia. En Es­paña nos venimos li­brando en el último momento de cada año hidrológico, pero todo pa­rece indicar que éste no va a ser así. Las desala­doras para las grandes ciudades nos esperan. Y menos mal que ahí está como solución extrema.

En todo caso los cereales dependen de la lluvia tanto como nues­tro organismo (nuestro cuerpo es agua en un 80%), depende del agua aunque no sea de lluvia. Los cereales son de secano, y no llo­viendo a su debido tiempo lo lógico es que las cosechas vayan de­creciendo hasta la depauperación. Y así, no hace falta ser experto para darse cuenta de que la carestía se irá acentuando en la medida que la oferta de los productos que dependen directamente de la llu­via, unos, y otros en derivación, como los piensos, disminuye. Los precios de muchos productos básicos, entre ellos la propia agua, se va a ir poco a poco disparando. Estad atentos al asunto porque los medios y los políticos están muy pendientes de no causar pavor.

Pero llegará un momento en que será preciso el racionamiento y más adelante la economía de guerra predominará en los países del primer mundo, si antes no se declara la guerra del mundo, que es lo más probable. Las situaciones límite -y al límite empezamos a encontrarnos- se resuelven siempre así.

En resumidas cuentas, España, aunque se viva como si aquí no pasa nada, está siendo ya la avanzadilla del cataclismo climático del sistema occidental. Y así será el primer país capitalista en descubrir con espanto que, "cuando se ha cortado el último árbol, pescado el último pez y desaparecido el último río, el dinero no se come".

Video-crónicas 2007, un año de lucha en Madrid.


Un resumen de lo acontecido en Madrid en el 2007 a traves de 14 video crónicas:


:Manifestación contra el racismo y la Ley de Extranjería:

:Manifestación por una vivienda digna:

:Okupación de la antigua facultad de física:

:Jornadas de solidaridad con los detenidos anti-LOU:


:Manifestación contra el G8 en Madrid:

:Manifestación por la okupación en Madrid:

:Acción contra Comisiones Obreras (ReS 07):

:Solidaridad contra el desalojo del CSOA La Alarma:

:II Mundialito Antirracista de Alcorcón:

:Manifestación Antifascista en Vallekas (Carlos):


:En memoria de Carlos y contra el fascismo. No Pasaràn:


:Manifestación antifascista 24N: Carlos, hermano,
nosotr@s no olvidamos:

:CSOA 1924 Resiste:

:Marcha al CIES y al Centro de Menores:



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Puerto Rico: El golpe imperial.

...por Carlos Rivera Lugo

En una entrevista reciente concedida a un periódico colombiano, Noam Chomsky expresa que “Estados Unidos dió por sentado durante mucho tiempo que dominaría y controlaría Latinoamérica, sus recursos, la inversión, sus gobiernos, entre otras. De hecho, un principio clave de la política de EU es que si ‘no se puede controlar Latinoamérica, ¿cómo se controlará el resto del mundo?’. Pues bueno, Latinoamérica está fuera de control, por primera vez.”

Desde la perspectiva estratégica de Estados Unidos, Puerto Rico no ha sido distinto. La amplia resistencia cívica que a comienzos del nuevo siglo obligó a la Marina de Guerra de Estados Unidos a retirarse de sus dos principales bases navales en Vieques y Roosevelt Roads llevó al presidente George W. Bush a declarar: “Nuestros amigos allá en Puerto Rico parece que no nos quieren allí”. En la literal expulsión de su Marina de Guerra, otrora soberano de facto en la Isla, intervino activamente una amplia constelación de movimientos y fuerzas, personalidades y organizaciones representativas de todas las corrientes ideológicas, incluyendo los gobernadores de turno. Ya Washington no podía confiar en la sumisión y lealtad absolutas de los partidos gobernantes de la colonia. El pueblo unido impugnaba la unilateralidad del actual arreglo y reclamaba su derecho a la autodeterminación.

Se advirtió posteriormente que la experiencia de Vieques, apuntalada en un amplio y asimétrico movimiento de movimientos, debía servir como modelo para reencauzar la lucha más que centenaria por poner fin a la condición colonial de la Isla y abrir paso definitivamente a la independencia como la única opción plenamente descolonizadora. En ello coincidió desde el líder del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén Berríos Martínez, hasta el líder del Ejército Popular Boricua (Macheteros), Filiberto Ojeda Ríos.

Todo esto se iba dando en medio de la nueva concepción estratégica promovida por el gobierno de Bush, centrada en el modelo hobbesiano de la guerra general y global para garantizar un orden neoliberal. Bajo éste la sociedad es vista como un campo de batalla, entre silenciosa y abierta, con frentes externos e internos, un estado de guerra indeterminado e indiscriminado. Se instaura el Estado de Excepción y desparece la distinción tradicional entre derecho y fuerza.

A veces se nos olvida que el orden neoliberal nació con sangre. Fue en Chile, con la muerte del presidente constitucional Salvador Allende Gossens y la instauración de la dictadura de Augusto Pinochet Ugarte que Hayek, Friedman y los demás llamados Chicago boys tuvieron la oportunidad histórica de implantar este modelo que se propondría el desmantelamiento del Estado benefactor o social, en cualesquiera de sus versiones, para reemplazarlo por este Estado de Control y Guerra Permanente. Así, mediante la represión y la guerra civil abierta, se procedió a reordenar a toda una la sociedad. La democracia siempre estuvo demás en todo ese afán reorganizador de los neoliberales.

Después del 11 de septiembre de 2001, los Estados Unidos escaló la apuesta. La guerra se convirtió en fundamento central de su política, lo que incluyó toda una pléyade de instrumentos represivos y de control que más allá de la guerra directa incluye la guerra silenciosa: el incremento de la vigilancia, la escucha de llamadas, el control sobre las comunicaciones electrónicas, la tortura, el encarcelamiento y el miedo, es decir, la guerra psicológica, entre otros. Hay que advertir que, según definido, en este nuevo orden de batalla existe una diferencia cada vez menor entre los conflictos externos y la seguridad interna. Ello conlleva la criminalización de toda forma de contestación y resistencia.

¿Será, pues, una mera casualidad que desde Vieques las autoridades judiciales y policiales de Estados Unidos han pretendido criminalizar a las tres corrientes ideológicas de Puerto Rico? Y es que, si no controla a Puerto Rico, ¿cómo entonces pretende controlar al resto de Nuestra América?

Comenzaron por el anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), aprovechando, claro está, unos claros actos de corrupción gubernamental que son consustanciales al propio modelo neoliberal promovido desde Washington y la privatización del gobierno. El Jefe interino de la Fiscalía Federal Guillermo Gil proclamó abiertamente en aquel entonces que la corrupción tenía nombre y apellido: “se llama Partido Nuevo Progresista”. El ex gobernador Pedro Roselló ripostó acusando al gobierno de Estados Unidos de persecución política contra el movimiento anexionista. Los cañones federales se enfilaron contra funcionarios de una administración que pretendió adelantar agresivamente la anexión de Puerto Rico, con todo lo controvertible que resulta dicha opción para un conjunto de poderosas fuerzas militares, políticas y económicas en Estados Unidos. En particular, les preocupa el efecto potencialmente desestabilizador que tendría la anexión de una nación latinoamericana con un movimiento independentista activo.

Con la designación del mexicano-estadounidense Bert García al frente de la fiscalía federal en la Isla, el Departamento de Justicia de Estados Unidos puso fin a toda nueva investigación dirigida contra el PNP y los rosellistas. El foco principal pasó a ser el movimiento independentista y, en particular, los Macheteros. Se procedió de inmediato a aumentar a un millón de dólares la recompensa por información que diera a la captura o muerte del líder machetero Filiberto Ojeda Ríos. Se fue montando el operativo que culminó con su asesinato por un contingente del Buró Federal de Investigaciones (FBI) el 23 de septiembre de 2005. La fecha del crimen imperial no fue casualidad. Ese día los independentistas conmemoraban en Lares la proclamación en 1868 de la primera República frente al imperio español. Fue una admonición a todo el movimiento independentista.

Posteriormente, en múltiples comparecencias públicas, el Director de la Oficina del FBI en la Isla, Luis Fraticelli, ha justificado las acciones de su cuerpo represivo alegando que Puerto Rico constituye un foco de potenciales amenazas terroristas contra la seguridad interna de Estados Unidos, particularmente centrado en el movimiento independentista. Aunque ha alegado que no se refiere a aquellos independentistas que canalizan su lucha estrictamente dentro del marco legal de la colonia, todo independentista, afiliado o no afiliado a sus principales organizaciones o movimientos actuales, se ha dado por aludido.

Esta misma semana, el Tribunal Supremo de Estados Unidos denegó una demanda del Gobierno de Puerto Rico, bajo Anibal Acevedo Vilá, para que el FBI le entregue información relacionada con los controvertibles hechos que llevaron a la violenta muerte Ojeda Ríos. La advertencia es obvia: el FBI puede ejercer sus funciones policiales en Puerto Rico con total impunidad. Vivimos bajo un Estado de excepción bajo el cual se ha suspendido todo viso de estado democrático de derecho.

Lo que nos trae al pliego de acusaciones contra el gobernador Anibal Acevedo Vilá, por alegados actos de corrupción, que ha emitido el jueves pasado el Departamento de Justicia de Estados Unidos por medio de su Fiscalía en San Juan. “Nadie está por encima de la ley”, dijo la directora actual de la Fiscalía Federal en la Isla, Rosa Emilia Rodríguez. Palabras bastante risibles proviniendo de una vocera del Ejecutivo federal que se ha considerado continuamente por encima de la ley nacional e internacional.

“Un noriegazo”, fue como describió un compañero lo ocurrido. A todas luces constituye una intromisión imperial indebida en los asuntos internos de una nación latinoamericana. El hecho de que Puerto Rico sea una colonia, no hace que la intervención sea menos indebida. Sobre todo, en este caso constituye un burdo intento por influir sobre los resultados de las próximas elecciones coloniales de noviembre próximo, a favor del candidato anexionista y nuevo líder del PNP, Luis Fortuño, un aliado incondicional del gobierno de Bush y sus políticas internas y externas.

La Directora actual de la Fiscalía federal en San Juan es una protegida de Fortuño. La Fiscal a cargo de la investigación fue María Domínguez, nieta del notorio dictador dominicano y aliado de Washington, Rafael Leonidas Trujillo. Y aunque se pretenda justificar que la pesquisa federal contra Acevedo Vilá comenzó, a raíz de una querella local, antes de las tensiones suscitadas entre el gobierno de Acevedo Vilá y el FBI producto del asesinato de Ojeda Ríos, es indudable que su desenlace es el reflejo del enojo provocado por sus cuestionamientos, por más tibios que nos puedan haber parecidos en su momento, a la pretensión de impunidad de los agentes del imperio.

Washington ha decretado el fin del experimento del Estado Libre Asociado. Ocurrió lo que advirtió Luis Muñoz Marín, su fundador, ante el Congreso de Estados Unidos cuando se evaluaba la implantación de esta reforma cosmética al orden colonial existente: si los puertorriqueños algún día nos volviésemos locos, Washington siempre podría rescindir unilateralmente el nuevo estatuto. Y en Vieques los puertorriqueños nos volvimos locos. Con el tributo masivo dado a Filiberto Ojeda Ríos, ya andábamos de remate. Puerto Rico, según Washington, también poco a poco se le estaba poniendo fuera de control y no se podía confiar en que se siguiera gobernando por sí mismo, aún dentro del limitado marco colonial. De ahí que mandó a arrestar al gobernador de Puerto Rico. De aquí en adelante, el gobernador lo quita y lo pone de facto Washington, tal y como se acostumbró a hacer entre 1898 y 1952.

La represión es, pues, la respuesta imperial a la contestación y la resistencia. El Imperio ha contraatacado, lo que pone nuevamente sobre el tapete la urgencia de la autodeterminación para encarar definitivamente la suprema contradicción: ¡yanquis o puertorriqueños!

Carlos Rivera Lugo es Catedrático de Filosofía y Teoría del Derecho y del Estado en la Facultad de Derecho Eugenio María de Hostos, en Mayagüez, Puerto Rico. Es, además, colaborador permanente del semanario puertorriqueño Claridad.

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