Soy la madre de uno de los detenid@s de la segunda sentada contra la precariedad y por una vivienda digna. Quiero deciros que no solo soy la madre de uno de los detenid@s sino de un detenido privilegiado porque el Sr. fiscal para mi hijo así como para otr@s seis solo pide CINCO AÑOS de prisión para los otros dos pide SEIS AÑOS y multas que oscilan entre 210 euros y 570 euros más 60 días a seis euros diarios, además de no poder votar, a estos potenciales delincuentes y viles terroristas. Para el que no lo sepa os diré que mi hijo al igual que el resto ha tenido que presentarse cada 15 días en el juzgado a fichar. Ahora lo hace cada dos meses porque, naturalmente, hay que controlar a estos monstruos que se mueven por la ciudad pidiendo vivienda digna a un precio justo. Pues bien, ese día, mi hijo con un grupo de amigos, alrededor de las cinco de la tarde, acudió a la puerta del Sol como otros tantos jóvenes. Mi compañero, mi hermana, cuñado, sobrina y yo, también acudimos a ese llamamiento de V de VIVIENDA. Aunque yo tengo vivienda en propiedad y quizás mi hijo tenga menos problemas para conseguirla, hicimos lo que siempre hemos hecho y, yo en particular, seguiré haciendo siempre que me entere; pues no es fácil para personas como yo en un mundo informatizado y poco de calle. Acudimos a solidarizarnos con una petición compartida con aquellos muchach@s que pedían algo tan razonable como una vivienda a un precio adecuado a sus salarios. Ilusa de mi, creí que era lo razonable. Tan ilusa que me creí lo de la Constitución y me creí que era de verdad. Ahora me doy cuenta que solo es un papel mal redactado pisado, machacado y ultrajado.
Yo entiendo perfectamente que los asesinos de mujeres y niños maltratados especuladores, estafadores y demás especies campen a sus anchas a lo largo y ancho del ruedo Ibérico pero estos... ¿cómo van ha estar sin ser controlados?, piden sueldos y viviendas dignas... ¡qué osadía! ¡son un peligro publico una bomba de relojería!
Aunque algunos ya lo sabéis paso a describiros los hechos acaecidos el día 21 de Mayo de 2006; que no el día 22 como dice el Sr. fiscal, ya entiendo yo que dicho señor no esté en éstos detalles nímios al fin y al cabo no son más que escoria que osan, como gusanos, unos por encima de otros, pedir las migajas del pastel que a ellos les engorda.
Tanto mi compañero como yo, así como las otras personas ya descritas, acudimos a ese llamamiento como siempre habíamos hecho indiscriminadamente. Siempre solidarios con cualquier colectivo progresista o causa justa, por ejemplo: NO A LA GUERRA,NUNCA MAIS,MUJERES MALTRATADAS,GAYS Y LESBIANAS y así un largo etc cuyas reivindicaciones a nosotros nos parecían correctas.
Nunca pertenecimos formalmente a ningún colectivo, en el cual tendríamos que tener una razonable disciplina. Pero siempre hemos estado al lado de las demandas sociales que nos parecían bien. Tal vez por esta razón, por solo responder a nuestros corazones, cuando hemos acudido a algún colectivo se quitan las pulgas de encima. Perdón por el olvido mi compañero estuvo afiliado a CCOO hasta hace un año, cuando dejó de pertenecer a este sindicato dado la deriva que lleva. Hoy es afiliado de CGT.
Como os iba contando acudimos a la puerta del Sol y seguimos la marcha mi hijo y sus amigos por el centro de la calzada y nosotros mas prudentes por la acera, pero sin perderle de vista. Al llegar a Banco de España, la policía comenzó a cargar todos. Corrimos a refugiarnos donde podíamos. Yo vi como mi hijo corría cuesta abajo mientras la policía arremetía contra todo ser viviente. No sé que hora podría ser en ese momento, pero lo que tardamos desde ese punto a la Plaza de Santa Ana, donde teníamos el coche aparcado, y juro haberlo hecho deprisa, ya que nos esperaban para cenar en casa de mis padres. Allí, en la Plaza de Santa Ana, recibimos un mensaje de suyo. Mientras la policía como sabuesos buscaban sus presas, mi hijo desde el furgón policial, en un descuido de estos, nos comunicó que estaba detenido.
Lo sacaron arrastrándole de los pelos de un bar donde se había refugiado de la ira de estos hombres y mujeres de orden y paz. Le patearon, le insultaron con miles de soeces, le pegaron puñetazos... en fin... todo un rosario de modales y respeto hacia un ciudadano de cuyos impuestos estas personas comen.
No os quiero cansar con el trato en comisaría y juzgado, sólo os diré que en 24 horas sólo comió un sandwich. Además, comentaros que el resto de los detenid@s no lo tuvieron mejor. Por último decir que lo único bueno que me ha pasado, ha sido conocer a estos compañer@s detenido@s con mi hijo y que sólo al más joven no conozco; pues no se ha reunido nunca con el resto. No seré yo quien juzgue esa actitud, vaya para él igual que para el resto, todo mi cariño y solidaridad.
Ha sido un placer conocer a est@s chic@s que, no solo se preocupan de reunirse los fines de semana para beber, sino que con sus lógicas diferencias, no se limitan a ser simplemente siervos. Decidieron ser ciudadanos de pleno derecho, aunque esto, al poder le parezca un insulto. ¡Un fuerte abrazo para tod@s ell@s!
A la asamblea gracias por vuestro respaldo
Os quiero.
lunes, 7 de abril de 2008
Carta de una madre de un Detenido por una Vivienda Digna.
Publicado por Roig i Negre en 18:17
Etiquetas: Agresiones fascistas, Derecho, Pensamiento, Política
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario