domingo, 27 de julio de 2008

El profesor de la Universidad Complutense de Madrid , C. Fernández Liria, fue expulsado de programa radial de la Cadena Ser por defender a Venezuela.

El profesor de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Fernandez Lira, fue expulsado de un programa de la Cadena Ser en el cual se realizaba un coloquio sobre Venezuela con el presidente de la opositora Plataforma Democrática de Venezuela Wiliam Cárdenas, conducido por la locutora Gremma Nierga. Cuando Fernandez Lira mencionó la complicidad del grupo Prisa en el golpe de estado contra el presidente Chávez la locutora se puso sensiblemente nerviosa e increpó al profesor Lira recriminándole sus palabras y literalmente lo echó del programa cuando todavía Cárdenas tenía que intervenir. A continuación el reporte enviado por Tomás Vicente Martínez:

Ayer, al regocijo del aire acondicionado del coche -fuera el aire quemaba-, mientras me dirigía al campo para abrirle el goteo a las tres tiras de naranjos que tenemos, conecté la radio y sintonicé en la Cadena Ser una intervención que me llamó de inmediato la atención: alguien estaba hablando bien de Venezuela y del presidente Chávez aportando datos, argumentos. Supe después que se trataba de un coloquio entre Carlos Fernández Liria, profesor de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid y escritor, y Willian Cárdenas, presidente de la opositora Plataforma Democrática de Venezuela, todo ello conducido por la locutora Gemma Nierga en su programa La Ventana (audio del programa tratado).

Reconozco que me sorprendió escuchar una intervención tan clara y contundente como la del profesor Liria porque no es habitual que los grandes medios den cabida en sus tertulias a quiénes tan abiertamente discrepan con la homogeneidad mediática dominante. Todo marchaba bien hasta que Fernández Liria mencionó la complicidad del grupo Prisa en el golpe de estado contra el presidente Hugo Chávez. Ahí, la locutora se puso sensiblemente nerviosa e interrumpió al profesor Liria recriminándole sus palabras. Lo más sorprendente fue el desprecio al finalizar su intervención: literalmente lo echó cuando todavía el señor Cárdenas tenía que intervenir.

Ese episodio me recordó el artículo leído en Rebelión el día anterior, firmado por el profesor Liria bajo el título Estatalizar la prensa en el que, haciendo referencia al libro de Pascual Serrano “Medios violentos. Palabras e imágenes para el odio y la guerra”, propone un servicio público de información como lo es el educativo o el judicial.

No sé si eso puede ser una solución pero lo que sí sé es que el llamado cuarto poder, en manos de grandes corporaciones, no tiene ningún contrapeso, ningún control que impida convertir la mentira en noticia o simplemente que omita aquello que no le interesa al que paga. Desde la izquierda deberíamos de pensar en alternativas que contrarresten el principal sostén del sistema capitalista. Y no estoy defendiendo un recorte en la libertad de expresión sino todo lo contrario: que la libertad de expresión sea para todos y no solamente para los que tienen el poder económico en sus manos.

Porque de nada sirve que exista libertad de expresión si no se tienen los medios para poder ejercerla. Y un amplio sector de la sociedad no se ve reflejada en los grandes medios porque estos no dan acceso a quienes pueden ofrecer puntos de vista que pongan en cuestión la propia naturaleza de esos medios.

Pero además, creo que actualmente el imperio de las corporaciones mediáticas es el principal obstáculo para propiciar cambios en profundidad en nuestras sociedades. Por eso, al igual que habría que ir pensando en contar con una banca pública potente que compita en el mercado y en unas empresas públicas poderosas en los sectores estratégicos, también habría que pensar en un ministerio de de Medios de comunicación que garantizara la libertad de expresión para todos.

www.aporrea.org

Las turbias inversiones de Botín.

El 14 de julio, mientras Martinsa-Fedesa intentaba evitar la quiebra, el Santander adquiría el banco británico Alliance & Leicester, ilustrando que, como dijo Botín, no es su grupo el que está en crisis.
Su máxima, “devorar antes de que te devoren”, tiene mucho que ver con esto. Según diversos informes y estudios internacionales, aunque presume de responsabilidad socioambiental, el banco invierte en empresas que fabrican bombas de racimo, presas que desplazan a la población y compañías mineras contaminantes.

Las polémicas inversiones del Santander

El 14 de julio, el mismo día que la inmobiliaria Martinsa-Fadesa anunciaba la convocatoria de acreedores, el Banco Santander festejaba la compra del banco británico Alliance & Leicester. La crisis no parece haber afectado al primer banco de la UE, que cumplía el año pasado 150 años de vida. El pragmatismo del Grupo –que le llevó a vender todos los edificios de su ciudad financiera el 13 de junio de 2007, apenas un mes después de que la inmobiliaria Astroc mostrara los primeros signos del fin de la burbuja– se mantiene intacto desde sus inicios. Fueron 72 hombres de negocios de Santander los que crearon el banco en 1857, concebido en un principio como una entidad para apoyar sus operaciones comerciales con las colonias de ultramar.

El mismo pragmatismo que les permitió recuperarse de la pérdida de las colonias y convertir a la familia Botín a partir de los ‘50 en uno de los soportes financieros del régimen. La misma filosofía de “devorar antes de que te devoren”, formulada por el propio Emilio Botín, lo llevó a convertirse en 20 años en el primer banco español y en el primero de América Latina. En un curioso homenaje a los orígenes del banco, el equivalente latinoamericano a la Liga de Campeones ha pasado a llamarse en 2008 Copa Santander Libertadores, con Pelé como embajador del banco.

¿Financiación neutral ?

El pragmatismo del banco se plasma también en su cartera de clientes. Los bancos “niegan la realidad” al pretender que la financiación “es una actividad neutral”, decía el 28 de febrero Christophe Scheire, investigador de la ONG belga Netwerk. Según el informe presentado, el Santander, junto con el BBVA, es uno de los bancos que financian empresas armamentísticas que producen bombas de racimo. Pese a las declaraciones del Santander en las que presume de incorporar criterios sociales y ambientales en sus actividades, la realidad no parece confirmarlo. O por lo menos así lo refleja el informe Banco Santander, vínculos financieros con empresas y proyectos controvertidos en el mundo, que la organización Setem encargó a los investigadores Michiel van Dijk y Bart Slob, del Centro de Investigaciones de Multinacionales, de Holanda. “En su informe anual no se han encontrado datos de que haya un sistema integral de evaluación de sus impactos al medioambiente o a la comunidad donde opera”, dice el informe. Recogemos las actividades de algunos de los clientes del Banco Santander.

Tractebel : energía a toda costa
Esta empresa energética tiene entre sus proyectos más polémicos 13 plantas hidroeléctricas y termoeléctricas. Como consecuencia de la construcción de la presa de Cana Brava (Brásil), financiada con 160 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el río Tocantis inundó en abril de 2002 la reserva de la comunidad indígena Avás-Canoeiros, a pesar de que los estudios previos descartaban esta posibilidad. Sólo 300 de las mil familias afectadas recibieron algún tipo de compensación. Dos años más tarde, una investigación comprobó que el BID había incumplido sus propias políticas sociales y ambientales en este caso. En 2005, más de 200 personas ocuparon la sede del BID en Brasil. Algunos antiguos residentes del área recibieron compensaciones de 20 euros por abandonar la zona. Otro caso que implica a Tractebel es el proyecto para extraer y transportar el gas de Camisea en Perú. Desde su inauguración en 2004, el gasoducto construido ha sufrido cinco rupturas, con tres derrames graves. Entre las consecuencias : expulsiones, destrucción de fuentes de alimento y agua... En 2005, Tractebel Energía obtuvo un préstamo de 200 millones de dólares de ABN Amro, Santander y Unibanco.

Pemex y derrames de crudo
Petróleos Mexicanos (Pemex) es la empresa más grande de México. En 2005, los pescadores de la zona contigua a los pueblos Agua Dulce y Nanchital denunciaron derrames regulares de petróleo, responsabilidad de Pemex por el mal estado de los oleoductos. Las comunidades locales también se quejan de los vapores acres resultantes de los derrames, que provocan dolores de cabeza y náuseas. Cientos de familias tuvieron que ser evacuadas debido al peligroso nivel de toxicidad. En 2006, Pemex obtuvo un préstamo de 5.500 millones de dólares para refinanciar e incrementar un crédito anterior. La operación estaba coordinada por el Banco Santander y el BBVA, entre otros

Grupo Votorantim : presas y violaciones de derechos humanos
En junio de 2005, el Movimiento de Personas Afectadas por las Presas y la organización Tierra de Derechos denunciaron la violación de derechos humanos, sociales, económicos y ecológicos en la planta hidroeléctrica de Barra Grande (Brasil), propiedad, entre otros, del Grupo Votorantim. Afirmaban que la evaluación de impacto ambiental fue fraudulenta al no tener en cuenta, entre otros impactos, la inundación de 8.138 Ha. de bosques. Otra presa dependiente del Grupo Votorantim es la de Campos Novos también en Brasil. En junio de 2006, el colapso de uno de los túneles de desvío de agua de la presa provocó una gran inundación que no causó víctimas, pero las ONG argumentan que si el fallo hubiera ocurrido en época de lluvias, el resultado podría haber sido desastroso. La ONU inició una investigación sobre las violaciones a los DD HH en Campos Novos : la presa ha desplazado a 750 familias, sin que todas reciban compensación y cinco líderes del Movimiento fueron detenidos arbitrariamente antes de que pudieran iniciar una protesta. Otro proyecto controvertido es la filial maderera del Grupo Votorantim (la Votorantim Celusose e Papel, VCP) : en marzo de 2007, unos 500 trabajadores rurales realizaron tres protestas, organizadas por Vía Campesina, para denunciar la creación de un “desierto verde” en el sur de Brasil, al cubrir el área con eucaliptos y así reducir la biodiversidad. El Santander ha estado presente en la financiación tanto de VCP con la organización de un programa de recompra de nueve millones de acciones en 2007 como por préstamos directos al Grupo Vorantim en julio de 2006.

Celulosa Arauco y Constitución
CELCO es una de las empresas forestales más grandes de Latinoamérica. Uno de sus proyectos más polémicos es la planta de celulosa de Valdivia, ubicada junto al Río Cruces, en el sur chileno. La eliminación de los desechos de la planta provocó una catástrofe : cientos de cisnes negros murieron a fines de 2004 después de que los desechos aniquilaran las hierbas acuáticas, de las que se alimentaba la colonia de cisnes. En 2005 se cerró temporalmente la planta porque, además, CELCO fue acusada de contaminar el agua potable de la ciudad. También fue multada en reiteradas ocasiones, aunque se le permitió reabrir la planta el mismo año, luego de que accediera a construir un canal para desviar la emisión de desechos hacia el Océano Pacífico, lo cual a su vez desencadenó otras protestas por parte de los pescadores de la Bahía Mehuin, donde el canal desemboca en el mar. En febrero de 2007, la Comisión Nacional de Medio Ambiente Chilena inició un proceso que responsabilizaba a CELCO tanto de haber descargado aguas residuales en el lago como de omitir el monitoreo de la descarga de dichas aguas. El Banco Santander participó en 2005 en una emisión de bonos de CELCO por 400 millones de dólares y en 2001 en un préstamo a la compañía por 250 millones de dólares.

Companhia Vale do Rio Doce
Es uno de los grupos empresariales más grandes de Brasil y una de las mineras más grandes del mundo. El 18 de octubre de 2006 unos 200 miembros de la tribu Xikrin armados con arcos y flechas ocuparon el complejo minero de Carajas, solicitando el pago de mayores regalías en concepto de asistencia y compensación por la polución producida por la empresa. La compañía extrae carbón a lo largo del Río Socuy, en el noroeste de Venezuela, con la consecuente deforestación y polución del río. Grupos indígenas se manifestaron contra el proyecto en el Foro Social de Caracas en 2006. CVRD compró en 2006 la segunda empresa minera de Canadá y la más contaminante del país : ha emitido 13 veces más que su competidora canadiense más cercana y tiene un historial de conflictos heredados que continuaron después de que CVRD la adquiriera : violaciones de los derechos humanos y contra el medioambiente en la extracción de níquel en Guatemala ; protestas contra el proyecto minero en Nueva Caledonia (sudoeste del Pacífico), con agresiones y disparos contra los manifestantes ; inundaciones de poblados por las operaciones mineras en los bosques protegidos en Indonesia.
Los ambientalistas denuncian que la compañía obtiene enormes ganancias sin pagar impuestos ni compensación suficiente a los afectados por las expulsiones. El Banco Santander fue uno de las entidades que financiaron un crédito de 650 millones de dólares a CVRD.

Furnas y la energía en Brasil
Fundada en 1957 es una empresa estatal brasileña que provee de energía eléctrica al sudeste y centro-oeste del país. Según el Movimiento de Personas Afectadas por las Presas, 1.065 familias perdieron sus tierras a causa de la construcción de la presa Manso en el Estado de Mato Grosso. En 2003, Furnas, responsable de la presa, tan sólo había compensado a 340 familias. Ese mismo año las familias afectadas por la construcción de la presa decidieron ocuparla. Las 340 familias que tras la construcción de la presa recibieron compensación fueron reasentadas en tierras con suelos arenosos, inadecuados para la actividad agrícola. Lo mismo ocurre con otras presas de Furnas, como las de Foz do Chapecó, en donde en 2006, 76 familias ocuparon la obra para solicitar el reasentamiento ; o el complejo hidroeléctrico de Río Madeira, en donde las organizaciones ecologistas se oponen a la construcción de dos presas por los altos impactos. En 2005, Furnas obtuvo un fondo de 445 millones de dólares en títulos y valores respaldados por activos. El Banco Santander lidera el consorcio que realiza esta operación.

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Involucran a Chile en intrigas de Estados Unidos contra Cuba.

Chile sería uno de los países latinoamericanos más adecuados para desarrollar futuras acciones contra Cuba del gobierno de George Bush. Un reciente cónclave de la Agencia Internacional de Desarrollo de EEUU (USAID, su sigla en inglés), aumentó en Washington los fondos asignados para nuevas agresiones contra Cuba de 13 a 45 millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses. Esta vez la torta debe repartirse guardando ciertas apariencias debido a la “apropiación indebida” de 65,4 millones de dólares de estos fondos detectada en la última década por la Oficina General de Auditoría (General Accountability Office, GAO).

Según un informe del periodista canadiense Jean-Guy Allard (1), el nombre de Chile y de otros países suramericanos surgió entre los posibles escenarios futuros de preparación de atentados contra Cuba en una propuesta del jefe de la USAID para América Latina, un tal José 'Pepe' Cárdenas, ex dirigente de la Fundación Nacional Cubano Americano (FNCA) de Miami. Los demás países de la región mencionados fueron Perú, Argentina, Colombia y Costa Rica.

Divagando sobre cómo gastar esos 45 millones de dólares, “Pepe” Cárdenas puso de relieve “la necesidad de identificar a ONGs de terceros países capaces de canalizar los recursos de la USAID para la subversión”, de acuerdo al reporte de Allard. ¿Cuáles serían esos “recursos”?: 'panfletos de propaganda, celulares y equipos de comunicación modernos', así como 'entrenamiento de cubanos residentes en terceros países'. Es decir, el gobierno de EEUU se propone infiltrar el flujo turístico hacia Cuba con sujetos entrenados para un peligroso contrabando terrorista que puede incluir artefactos explosivos.

“Pepe” Cárdenas es la cabeza de un grupo de funcionarios federales 'especialistas' en desestabilizar Cuba. Lo secunda Elaine Grigsby, directora del llamado Programa Cuba; Amadjan Abani, de la Oficina de Asistencia y Adquisiciones de la USAID; Anthony Christino III, del Buró de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio; Clara Davis de la OFAC (la agencia del Departamento de Estado que monitorea y sanciona los intercambios comerciales con Cuba).

Allard informó que al cónclave USAID de mayo en Washington, asistieron varias entidades “ilusionadas en participar en el festín de los 45 millones', entre otras 'la seudo ONG checa People in Need; Global Partners; IBMC; Loyola University; Center for Democracy in the Americas; Jackson State University; Mississippi Consortium for International Development; International Resources Group; Panamerican Development Foundation; Partners of America; Alliance for Family; el Consejo de Comercio de… Hungría y la ya multimillonaria TV Martí'.

¿Qué es la USAID?

La USAID tiene la fachada de una “agencia para el desarrollo internacional” desde los tiempos de su fundación al alero de la “Alianza para el Progreso” de John Kennedy (1961-1963), pero sólo es un brazo financiero más de la subversión que alienta la política exterior estadounidense. La palabra “aid” de su sigla en inglés también significa “ayuda”, coincidencia que facilitó la venta de la imagen de una “Agencia Internacional de Desarrollo” que en los años 60 ofrecía “ayuda” a los gobiernos interesados en el “desarrollo”. US-AID puede también leerse como “EEUU Ayuda”. Y en efecto, la USAID ha prestado siempre una valiosa ayuda a las dictaduras, entre otros rubros para mejorar la eficacia de las técnicas de tortura de las policías mediante asesores policíaco-militares encubiertos por una fachada de “especialistas en desarrollo”, como el tristemente célebre Dan Mitrioni, quien dictó sus “cátedras” en Uruguay y Brasil a fines de la década de los ‘60 y comienzos de los ’70, para terminar sus días ajusticiado en Montevideo.

Como la corrupción ha calado tan hondo en las actividades de la USAID en todo el mundo, la reunión de Washington fue muy vigilada por la GAO, la contraloría estadounidense, interesada en fabricar una imagen de cierta decencia en la distribución del dinero de los contribuyentes para que no se dilapide sin la formalidad de por lo menos una licitación. El desfachatado dispendio de la USAID no está sujeto a límites ni a control y anteriormente la GAO demostró cómo sus jefes hicieron desaparecer 65,4 millones de dólares entre sus amistades de Miami y Washington. El propio 'Pepe' Cárdenas, que comenzó su 'carrera anticastrista' en la FNCA en 1986, ha visto coronado sus esfuerzos con una vida opulenta gracias a su carrera como 'profesional' del anticastrismo.

Las irregularidades en el destino de las platas llevaron al Congreso a congelar los 45 millones asignados al programa Cuba de la USAID, pero terminó inclinándose ante las promesas de la Casa Blanca y desbloqueó la mayor parte de los fondos. The Miami Herald reveló el martes 22 de julio cómo el representante Howard Berman, demócrata por California, 'ordenó la congelación de los fondos el mes pasado, en parte como respuesta a un desfalco de $500,000 en el Center for a Free Cuba, de Frank Calzón, en Washington, que salió a la luz anteriormente este año'. Sin embargo, las promesas de que se investigarán los fraudes, más las presiones de la Casa Blanca y de la propia USAID, condujeron a Berman a desbloquear los fondos. El representante dijo que el Departamento de Estado le aseguró que entendía 'la gravedad de los problemas' y que trabajaba para corregirlos, pero lo convenció que se debía liberar el dinero 'excepto que los fondos no serán entregados a los participantes de programas que están bajo investigación'.

“No me ayude compadre”

La corrupción de la USAID abarca todos los continentes. Los “aliados” de EEUU que gobiernan Afganistán, por ejemplo, tiemblan cada vez que la agencia les impone el financiamiento de algún puente o una autopista para “reconstruir” el país devastado previamente por …los bombardeos del mismo EEUU. La agencia fija los costos de la edificación y dispone qué empresa constructora de EEUU tomará el negocio que después los afganos tendrán que pagar -y casualmente suele elegirse a alguna subsidiaria de Halliburton, la compañía del vicepresidente Dean Cheney. Pero lo que más irrita a los dirigentes de Afganistán es que los puentes y autopistas resultan tan malos que al poco tiempo se caen o se rompen.

El gran fraude y la desenfrenada corrupción de la USAID en la “reconstrucción de Afganistán” parece ciencia ficción, pero está documentada, entre otras fuentes por las periodistas Ann Jones, de Tomdispatch.com, Fariba Nawa, de CorpWatch, y el Proyecto Censurado 2008 (2). Un informe publicado en junio de 2005 por la organización no lucrativa Action Aid indica que mucho dinero aportado por los contribuyentes de EEUU para la reconstrucción de Afganistán realmente terminó en los bolsillos de las corporaciones estadounidenses más ricas.

Y Chile, ¿qué?

En el cónclave USAID del 14 de mayo “Pepe” Cárdenas anunció que EEUU se propone utilizar a Chile en nuevos capítulos de la guerra sucia contra Cuba, probablemente para compartir el fracaso de sus políticas de subversión con los sectores chilenos más reaccionarios. El propósito de la USAID es involucrar a Chile en actividades clandestinas. 'Pepe' Cárdenas reconoció que 'resulta difícil' introducir materiales en Cuba y, por tanto, sugirió que el trabajo debía hacerse 'de forma clandestina'.

Elaine Grigsby realzó el carácter secreto de las tareas, asegurando que ante una eventual desclasificación de documentos solicitada al amparo de la Ley de Libertad de Información (FOIA, en inglés), la USAID 'sólo emitiría un resumen general' y se 'mantendría el secreto' de los detalles de los programas de cada ONG, pues se trata de 'materiales secretos'.

Cárdenas no llegó a precisar el nivel de colaboración con que evidentemente ya cuenta la inteligencia estadounidense entre funcionarios de los gobiernos de los países que mencionó, incluido Chile. Pero dijo que ya se había recomendado 'la ejecución de este tipo de programas' a 'instituciones experimentadas', cómo la National Endowment for Democracy (NED), el National Democratic Institute for International Affairs (NDI), del partido Demócrata; el International Republican Institute (IRI), del partido Republicano; la Florida International University, Freedom House, donde trabaja el agente CIA Jaime Suchlicki, el Center for a Free Cuba, de Frank 'Paquito' Calzón, y otras entidades, entre ellas algunas con antiguos vínculos y 'proyectos' en Chile.

Por ejemplo Freddom House es una organización 'independiente' que vela por 'las libertades y los derechos humanos'. Su preocupación es dónde 'avanza o retrocede la democracia'. Siempre está 'denunciando' que 'las libertades políticas y civiles se deterioraron' en países como Nicaragua y Venezuela, 'por restricciones impuestas por los gobiernos de esos países', tal como dice su reporte sobre el año 2007 difundido el 16 de enero 2008. Desde luego, Cuba aparece como el país 'no libre' en América Latina, al lado de Irán e Irak, mientras nueve figuran como 'parcialmente libres', y los demás son considerados 'libres'. Pero detectó 'una mejora significativa' en el Haití hambreado desde que fue ocupado por EEUU y Francia hace cinco años. Y sus favoritos son Chile, Costa Rica y Uruguay, los mejor ubicados en su ranking anual sobre libertades políticas y civiles entre 193 países. Por supuesto, no hay ningún 'estudio' sobre el deterioro de las libertades civiles de los ciudadanos estadounidenses bajo la tiranía encubierta de George Bush.

Sintonizada con los objetivos estratégicos del gobierno de EEUU, la Freddom House tiene programas 'de apoyo a los derechos humanos' en Cuba y Venezuela. En Chile ha colaborado con fondos para proyectos periodísticos, al igual que la Fundación Ford y la NED o Fondo Nacional para la Democracia. Estas agencias financiaron algunos de los periódicos y revistas que combatieron a la dictadura de Augusto Pinochet, instalada por el propio EEUU, pero eso ocurrió una vez que Washington cambió de opinión y decidió que la 'libertad de mercado' debería ser sinónimo de 'libertad en democracia'. Durante la 'transición a la democracia' en Chile, una etapa que teóricamente todavía continúa, estas organizaciones han seguido soltando algún dinerillo para proyectos por 'la libertad de información'.

Colaboración Chile-EEUU

La colaboración de “inteligencia” entre Chile y EEUU marcha por canales muy discretos, con gran secretismo. Por ejemplo, en estos días de julio 2008 la Agencia Federal de Emergencia estadounidense dictó en Santiago un curso de una semana sobre “Planificación y Manejo de Desastres”, textualmente “con el apoyo del Grupo Militar de los Estados Unidos en Chile”, según la invitación “reservada” o confidencial del ministro de Defensa Nacional, don José Goñi Carrasco, a las instituciones y personalidades seleccionadas como probables recipientes de las sabias enseñanzas estadounidenses.

Provoca cierta ironía que el nombre del curso aluda a la “planificación” de desastres. Inevitablemente, la mente vuela hacia Afganistán e Irak, países donde los estadounidenses “planificaron” sus últimos más notables desastres humanitarios. Irak todavía es víctima, incluso en este preciso instante, de la “planificación” de las matanzas cotidianas de civiles que llevan a cabo silenciosamente hasta cinco mil patrullas diarias de militares estadounidenses que cada día allanan un promedio de 30 hogares iraquíes con la misión de interrogar, arrestar o matar a sospechosos, con una tasa de mortandad estimada en más de 300 personas en cada jornada. Se trata de otro holocausto, un genocidio que rivaliza con las grandes matanzas del siglo pasado, como el millón de muertos de Rwanda en 1994, y se acerca a los 1,7 millones que murieron a manos del Khmer Rouge, en la Camboya de los años 70. Todo esto ocurre hoy sin que nadie se entere porque es ocultado por los medios de comunicación y, por lo tanto, no provoca ninguna conmoción en el “mundo civilizado”.

También es curiosa la expresión “manejo” [“de desastres”], porque después de su “manejo” del huracán Katrina, en Nueva Orleáns, 2005, ¿qué de bueno nos podrían enseñar la Federal Emergency Agency y el Grupo Militar de los Estados Unidos en Chile? Curioso, tanto como la fallida operación chileno-estadounidense de secuestro en Iquique de un ciudadano musulmán presuntamente involucrado en terrorismo (3). ¿Qué tareas cumple en Chile ese Grupo Militar de Estados Unidos”? ¿Por qué el ministerio de Defensa aparece tan involucrado con la parafernalia militar estadounidense? Y ¿por qué tanto secreto para un simple seminario de “Planificación y Manejo de Desastres”?

Nuevas amenazas para América Latina

La fatídica Escuela de las Américas resucitó discretamente con otro nombre en El Salvador y Perú. Existen voces de alerta sobre la amenaza a la paz, la estabilidad y la democracia en América Latina que trae consigo el resurgimiento del viejo militarismo estadounidense. Según informes de los periodistas estadounidenses Wes Enzinna, de NACLA Report on the Americas, y Benjamin Dangl, de AlterNet, más un reporte de la Comunidad en Solidaridad con el Pueblo de El Salvador, la ayuda militar de EEUU a la región hacia 2005 había aumentado 34 veces respecto a las cantidades de 2000.

En un visible cambio de su estrategia militar, EEUU ahora descentralizó los entrenamientos secretos de militares y policías latinoamericanos, que incluyen torturas y técnicas de ejecución, sacándolos de la notoria Escuela de las Américas, en Fort Benning, Georgia. El presupuesto federal de EEUU 2008 incluye $16,5 millones para financiar una Academia Internacional de Aplicación del Derecho (ILEA, sigla en inglés de International Law Enforcement Academy) en El Salvador, con operaciones satélite basadas en Perú. Cada uno de estos centros está dotado de inmunidad ante eventuales acusaciones de crímenes contra la humanidad y entrenará en 'técnicas de contra-terrorismo' a un promedio anual de 1.500 oficiales de policía, jueces, fiscales y otros funcionarios de la aplicación de ley de América Latina.

Ya existen ILEAs en Budapest, Hungría; Bangkok, Tailandia; Gaborone, Botswana; y Roswell, New México. Según sus mentores, la escuela de El Salvador fue diseñada para hacer de América Latina 'la caja fuerte de la inversión extranjera' mediante la 'provisión de seguridad regional, estabilidad económica y combate al crimen'. La mayoría de los instructores provienen de agencias de EEUU, por ejemplo de la DEA (Drug Enforcement Agency), del organismo de inmigración y aduana (Immigration and Customs Enforcement, ICE) y del FBI, que ha tenido una notoria y gran presencia en El Salvador desde que abrió allí su propia oficina en 2005. La mayoría de los gastos de la escuela se pagarán con dólares de los contribuyentes de EEUU.

Los salvadoreños consideran a la ILEA como una nueva Escuela de las Américas (School of the Americas, SOA) para policías y militares. Las suspicacias son exacerbadas por similares políticas de secreto. Al igual que en la SOA, la lista de los alumnos y graduados de la ILEA es un secreto clasificado, como asimismo el contenido de los cursos. Este secretismo preocupa a muchos observadores que recuerdan cómo las atrocidades de la SOA salieron a la luz pública en septiembre de 1996 con los descubrimientos de la reportera Dana Priest, del Washington Post. Además de los manuales de entrenamiento en tortura de la Escuela de las América, se conoció una lista secreta de graduados desclasificada por los esfuerzos del sacerdote Roy Bourgeois, fundador de la entidad de vigilancia SOA Watch (Observadores de la Escuela de las Américas). Muchos ex alumnos de la SOA fueron reconocidos como líderes de escuadrones de la muerte y de los grupos más notorios de contrainsurgencia. El ejército y la policía chilenos están infectados de ex alumnos de la SOA.

La conducta de la policía salvadoreña -compuesta en un 25 por ciento de graduados de esta academia- ha demostrado un regreso alarmante a lo peor desde que fue inaugurada la ILEA. A principios de mayo de 2007, la entidad de protección de derechos humanos Tutela Legal del Arzobispado de San Salvador emitió un informe implicando a la Policía Nacional Civil salvadoreña (PNC) en ocho asesinatos del tipo escuadrones de la muerte sólo en 2006. Entre tanto, la Oficina de Defensa de los Derechos Humanos de Salvador también publicó informes que conectaban a la PNC con escuadrillas de la muerte más los casos repetidos de corrupción y mala conducta.

Los Carabineros de Chile alcanzaron una tasa de 1.500 detenciones en 30 días durante sus frecuentes actos represivos contra estudiantes, profesores y trabajadores, de acuerdo a la última edición de la revista Punto Final. La pregunta es si los llamados 'pacos' chilenos ¿ya están tomando clases en la ILEA?

Notas:

1) Ver http://www.wikio.es/article/59126536

2) Ver la versión en castellano en Argenpress, http://www.argenpress.info/nota.asp?num=047658&Parte=%2013).

3) Ver http://www.zonaimpacto.cl/215/preguntas-sobre-una-frustrada-operacion-de-la-cia-en-chile.html

www.argenpress.info

Chechenia: La tragedia de un pueblo.

...por Miguel Vázquez Liñán, profesor de la Universidad de Sevilla y coordinador del Observatorio Eurasia

Chechenia, en el imaginario colectivo español (y no es una excepción), no es un lugar: es una guerra. Una guerra sucia, manchada de petróleo y corrupción endémica que comenzó en 1994 y que, tras un breve paréntesis, ha sido cerrada en falso por el ya ex presidente ruso Vladímir Putin, con la implantación de una paz de cementerio gobernada por el sátrapa local, Ramzán Kadyrov.

La República de Chechenia es un pequeño territorio perteneciente a la Federación Rusa, de unos 15.000 km. cuadrados (aproximadamente el tamaño de la provincia de Sevilla), situado en la vertiente nororiental de la gran cordillera del Cáucaso, una zona de abigarrada composición étnica e indudable importancia geoestratégica, que ha hecho de la región un punto de fricción entre diferentes imperios a lo largo de su historia. Organizada socialmente en clanes (teip en su denominación local), Chechenia cuenta con una mayoría de musulmanes suníes, lengua propia (el naj) y una población que rondaría los 700.000 habitantes, punto éste difícil de contrastar debido a las consecuencias de la guerra y a las particularidades de los censos llevados a cabo por Rusia.

Y sí, tiene petróleo y gas natural. Además de su modesta producción propia, por su territorio pasan algunos de los oleoductos más importantes de la región (como el que va desde Bakú a Novorossiisk, ciudad rusa del Mar Negro); una región, el Cáucaso que, junto a Asia Central, ha estado en el punto de mira internacional desde que cayera la Unión Soviética, sobre todo por su riqueza en hidrocarburos. Tradicionalmente, el petróleo y el gas de esa gran zona han sido canalizados hacia el norte, a Rusia, y desde ahí, a través de la red de conducción de ese país, a los mercados internacionales. Pero la desintegración de la URSS abrió otras posibilidades, alentadas por compañías privadas, gobiernos de países occidentales, y posteriormente China, que pasaban por evitar el territorio ruso para el traslado de los hidrocarburos centroasiáticos (especialmente de Kazajstán y Turkmenistán) y el petróleo azerí. En un mundo que sigue dependiendo energéticamente del petróleo y el gas, la apertura de un nuevo mercado no podía sino desencadenar una reacción de esta índole.

Las reservas de hidrocarburos del Cáucaso y Asia Central no son espectaculares (oscilan, según diferentes cálculos, entre un 3 y un 5 por ciento del total mundial), pero sí significativas teniendo en cuenta que, a diferencia de otros productores mundiales, los países de la zona producen bastante pero no consumen casi nada, por lo que la mayor parte de sus reservas se destina a la exportación. Por otra parte, las petroleras vieron una oportunidad de conquistar un trozo del pastel de los hidrocarburos que, a nivel internacional, sigue estando ampliamente dominado por los Estados.

El petróleo: un botín de guerra

La neonata Federación Rusa tuvo que afrontar, desde 1991, problemas estructurales de toda índole derivados de la desaparición de la Unión Soviética; pero nunca vio la separación de las 15 repúblicas federadas que la constituían como la independencia total de las mismas a la hora de elegir su futuro. La fuerte influencia de Moscú, sobre todo en el Cáucaso y Asia Central, no debía ponerse en duda… pero se estaba haciendo. Rusia, entonces, enseñó los dientes para mostrar que no estaba dispuesta a replegarse en el Cáucaso y Asia Central.

Chechenia, un territorio de rango menor y que, administrativamente, pertenecía a la Federación Rusa, declaró unilateralmente su independencia un mes antes de la desaparición de la URSS. La pequeña república autónoma estaba gobernada por Dzhojar Dudáev, un general de división de la aviación soviética que, apoyándose en una formación política de reciente creación, el Congreso Nacional del Pueblo Checheno, había disuelto, en septiembre de 1991, el Soviet Supremo de la entonces República Autónoma de Chechenia-Ingushetia. En octubre de ese año convocó y ganó unas elecciones que pocos dudaron en calificar de fraudulentas, comenzando así una etapa marcada por el autoritarismo y el culto a la personalidad, así como por un aumento de la actividad de las redes mafiosas que controlaban buena parte de la maltrecha economía chechena. Yeltsin, por su parte, se mostró claramente incapaz de resolver el entuerto checheno y se dejó convencer por el llamado "partido de la guerra", compuesto por el ala dura de sus consejeros, ardientes partidarios de dar un escarmiento militar a la bravuconería de Dudáev. Y la guerra comenzó en diciembre de 1994.

Como era de esperar, el control del petróleo, en manos de redes mafiosas chechenas ya en 1994, pasó a las no menos mafiosas redes rusas o, en su defecto, a "consorcios" de señores de la guerra ruso-chechenos. El oleoducto Bakú-Novorossiisk, a su paso por Chechenia, fue en parte desenterrado y las fugas aparecieron por doquier para surtir a todo tipo de organizaciones criminales. Pero el gran bocado eran los pozos de petróleo, convertidos por las autoridades chechenas, y después por los federales rusos, en moneda de pago de favores y, por supuesto, en botín de guerra. La periodista Anna Politkóvskaya, asesinada en 2006, testimonió que, en 2000, durante la segunda guerra, la corrupción en torno al petróleo adoptaba las mismas formas que a mediados de los noventa:

"Otro indicio sobre los posibles intereses petrolíferos de los hombres uniformados es la ausencia de batallas en las proximidades de los pozos. Aquí no se ven edificios destruidos. Ambos bandos han protegido los asentamientos, tanto los federales como los combatientes chechenos. Las tropas federales sólo vienen a realizar sus ‘operaciones de limpieza’ cuando la población se indigna ante la barbarie de las bandas criminales" [1] .

En 1996, un frágil tratado de paz, que certificaba la derrota militar rusa, dio paso a un período de caos interno en Chechenia y de resentimiento mal disimulado en Moscú. Poco después, en 1999, cuando el teniente coronel Vladímir Putin fue nombrado primer ministro y candidato a la presidencia, el ejército federal volvería a bombardear, con saña desmedida, Chechenia. Y la "amenaza del terrorismo checheno" se convirtió en trampolín electoral para Putin.

Entre agosto y septiembre de 1999, un comando checheno dirigido por Shamil Basáev entra en Daguestán con el objetivo de crear un "califato del Cáucaso". Al mismo tiempo, varias explosiones en edificios de viviendas provocan, principalmente en Moscú, más de trescientas víctimas civiles. Sin entrar a valorar las versiones que apuntan a la participación de los servicios secretos rusos en la colocación de esas bombas, lo cierto es que la respuesta del Kremlin fue tajante: han sido terroristas chechenos. En septiembre comienzan los bombardeos y la guerra de Chechenia se convierte en el único tema de la campaña electoral. Putin se encuentra cómodo ante una situación que le permite mostrar su dureza y determinación ante los enemigos de Rusia. No había muchas otras situaciones en las que Vladímir Putin se sintiera "cómodo" en público, así que se dispuso a sacar el máximo partido a un enfrentamiento que, en esas circunstancias, no se molestó en intentar evitar.

Los primeros meses de la guerra cumplirán diversos objetivos propagandísticos. Por una parte, transformar a Putin en el garante de la lucha contra la inseguridad, sentimiento que se había apoderado de la ciudadanía rusa tras las explosiones. Por otro lado, la guerra se propaga también como un ajuste de cuentas que borrase de la historia la humillante derrota que había sufrido el ejército ruso durante la primera guerra. Para conseguir estos objetivos era importante ofrecer, antes de las elecciones de marzo, una victoria militar (o al menos la imagen mediática de la misma) y, sobre todo, no dejar ver, como había ocurrido en la primera guerra, los fracasos militares en televisión. Y los rusos contemplaron esa victoria a través de todos los canales nacionales, que habían sido previamente purgados de propietarios y periodistas díscolos.

Una paz de cementerio

Con Putin en la presidencia desde 2000, y los precios internacionales del gas y el petróleo al galope, Gazprom, la gran compañía que gestiona buena parte de los hidrocarburos rusos, se ha convertido en el verdadero Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa. La amenaza constante de subir los precios o cortar el suministro ha pasado a ser la gran carta bajo la manga de la diplomacia rusa, y ha cerrado muchas bocas occidentales, que miran permanentemente hacia otro lado ante las denuncias de los horrores cometidos en Chechenia por las fuerzas de seguridad.

El Kremlin ha anunciado retóricamente, en varias ocasiones (ya desde 2000), que la guerra en Chechenia ha terminado; pero la realidad se ha mostrado tozudamente en contra de esta afirmación. Las audiencias mundiales asistieron horrorizadas (aunque por poco tiempo) a los televisados secuestros del teatro Dubrovka de Moscú, en 2002, y al de la escuela norosetia de Beslán, en 2004, que llevaron la guerra, con todo su horror, fuera de las fronteras chechenas. No se han televisado (y por lo tanto son "menos relevantes") ni las torturas, los asesinatos, las violaciones, los registros ilegales, las palizas, ni tampoco la absoluta impunidad con la que han actuado los distintos cuerpos armados rusos en Chechenia; no obstante, cabe pensar que han sido, cuando menos, igual de terribles.

Hoy ya no hay bombardeos masivos sobre Grozny, aunque los combates contra guerrilleros siguen en las zonas montañosas y, paulatinamente, los distintos cuerpos de seguridad que operan en la región (legales o no) se han ido "chechenizando". Han decrecido los efectivos rusos, sustituidos por chechenos leales a Moscú. Para gobernar esta paz de cementerio, Moscú nombró presidente, en cuanto cumplió la edad mínima para serlo (30 años) a Ramzán Kadyrov, hijo de Ahmed Kadyrov, que fuera también presidente de Chechenia, asesinado en 2004.

Kadyrov, que se ha definido a sí mismo como "un hombre de Putin", es hoy dueño y señor de Chechenia (y de su petróleo). Sobra decir que la única ley imperante es la palabra del joven presidente, que ha implantado un régimen de terror basado en unas fuerzas de seguridad que, según los datos que reflejan sistemáticamente los informes de las agencias internacionales de Derechos Humanos, son responsables de continuas amenazas, desapariciones, torturas y asesinatos de civiles en el territorio de la república. A cambio de su lealtad, el presidente checheno (galardonado con la medalla de "héroe de Rusia"), goza de gran libertad de acción y recibe grandes sumas de dinero desde Moscú, que le permiten aparecer ante la opinión pública como el "reconstructor" de Chechenia, el que ha devuelto a la vida a su capital, Grozny, prácticamente desaparecida del mapa tras los bombardeos rusos de la segunda guerra.

Pero, si los enfrentamientos armados se han reducido, el conflicto que desangra a Chechenia se ha trasladado a territorios limítrofes, especialmente a la vecina república de Ingushetia, convertida hoy en uno de los grandes dolores de cabeza del Kremlin. El hostigamiento y las amenazas a periodistas, nacionales e internacionales, han conseguido convertir el Cáucaso ruso en una zona herméticamente cerrada desde el punto de vista informativo. Poco, muy poco, es lo que se publica sobre la corrupta "política" de la región y, menos aún, sobre la vida cotidiana de unos ciudadanos condenados a un futuro, digámoslo así, complicado. La guerra ha hecho desaparecer a una importante parte de la población chechena, entre muertos, huidos, desplazados y refugiados en regiones aledañas. No hay familia chechena que no haya sufrido en su seno la guerra, y todas tienen cuentas pendientes. Así las cosas, queda al criterio de cada cual juzgar si es éste un escenario al que debamos denominar de conflicto, guerra de alta, media o baja intensidad o como fuere. Pocas dudas caben, sin embargo, de que estamos ante una profunda tragedia, la tragedia de un pueblo.

Notas

[1] Politkóvskaya, Anna (2003). Una guerra sucia. Una reportera rusa en Chechenia. Barcelona: RBA, p.266.

www.revistapueblos.org

Especial Colombia: Los ataques y los exterminios continúan.

Reproducimos a continuación un dossier especial Colombia constituido de toda una serie de textos en torno a la situación que se vive en Colombia, como contrapunto al ciclo de informaciones parciales con el que se trata la problemática de este país. Los medios de información en efecto, generalmente sólo hablan de las FARC, olvidando decir que el régimen actual ha desplazado cuatro millones de campesinos colombianos y que sus tierras son codiciadas por nuestras multinacionales. En Bogotá, del lunes 21 al miércoles 23 de julio, el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), juzgó las siguientes multinacionales por su participación en crímenes contra la humanidad: Chiquita Brands, Coca Cola y Nestlé, BHP, Billiton, Anglo American, Glencore, Cemex, British Petroleum, Repsol, Carrefour, Santander, Rio Tinto, etc.... El informe de la Comunidad de Paz de san José de Apartado que publicamos en Eutsi.org confirma ese acoso permanente de militares y paramilitares hacia las comunidades. En este dossier encontraréis también una entrevista a Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de Paz argentino (1980), que en medio de su visita a Colombia para presentar el dictamen TPP sobre nexos entre paramilitares y multinacionales habló sobre la paz en Colombia y el mundo, y la política latinoamericana así como textos y vídeos de Vanessa Stojilkovic , Edgar Páez, Diana García, etc.

Los ataques y los exterminios continúan

En medio de dos mundos que se presentan, uno la realidad de las víctimas y otro el que se dice en discursos y papeles, es necesario que nosotros, las víctimas dejemos constancias de lo que se vive diariamente, pues en el discurso del estado todo marcha bien, todo esta arreglado, en el día a día que nos toca vivir solo vemos acciones de terror por parte del estado que busca exterminarnos. Es necesario dejar memoria de los hechos como una acción moral y para que algún día después de euforias distractoras que no muestran la realidad pueda la humanidad juzgar las atrocidades que vivimos las víctima. Los hechos que dejamos a la historia son:

-El día 15, 16 y 17 de julio el ejército se ubicó en la escuela de la Resbaloza, esta escuela pertenece y funciona con la Comunidad de Paz donde reciben clase 14 niños de la Comunidad y que había sido acondicionada en circunstancias difíciles, ya que la instalación está en pésimas condiciones, pero se estaba comenzando a educar alternativamente con un tablero, lápices, cuadernos y sillas de madera rusticas en medio de un esfuerzo de dignidad, esto fue destruido por el ejército y además de ello dejó letreros que dicen "fuera niños guerrilleritos y campesinos guerrilleros que hacen daño a Colombia".

-El día 16 de julio el ejército llegó hacia las 10 a.m. a la casa de JUAN GRACIANO y DORA GRACIANO en la vereda la Resbaloza, ellos no hacen parte de nuestra comunidad pero son campesinos de la zona, ellos fueron ultrajados por el ejército tratándolos de guerrilleros y que los iban a asesinar si los volvían a encontrar en la casa.

-El día 14 de julio hacia las 3 p.m. dos soldados entraron al caserío de San Josesito perteneciente a nuestra comunidad, allí fueron abordados por dos miembros de la comunidad que les manifestaron que estaban en propiedad privada y que por favor se retiraran, les dijeron además que en la entrada estaban claros los principios de la comunidad, los militares comenzaron a insultarlos diciendo que la comunidad era guerrillera, que ellos no sabían leer que hacían lo que se les daba la gana y no tenían freno con nadie, que la comunidad era una hormiga que ellos la aplastaban cuando se les diera la gana haciendo lo que quisieran, de nuevo se les reiteró que por favor se retiran de la comunidad que era propiedad privada y estaba prohibido el paso y estaban violando la ley, los dos militares contestaron que se iban porque sino la comunidad los asesinaba, los dos miembros de la comunidad les manifestaron que respetaran la comunidad, los dos militares salieron.

-El día 6 de julio en la vereda Mulatos hacia las 11 a.m. fue abordado por el ejército ARNULFO DIAZ perteneciente a nuestra comunidad, el ejército comenzó a preguntarle que si era de la comunidad, él respondió que sí, los militares comenzaron a decirle que la comunidad tenía un retorno en Mulatos pero eso era pura guerrilla y que ellos iban a sacar a esa gente de las veredas, que la comunidad lo que generaba era problemas ya que por esa h.p. comunidad guerrillera no se podía hacer orden a la forma que ellos querían, que esa h.p. comunidad se valía solo de las leyes y para ellos la ley la ponían con el fusil. Le dijeron que tenía que llevarlos a donde estaban los demás miembros de la comunidad, él les respondió que no guiaba a ningún actor armado, que los miembros de la comunidad estaban en las diversas veredas y que teníamos claro los principios y no necesitábamos estar llevando a ningún actor armado a nuestros lugares de vivienda. Finalmente le dijeron los militares que si habría la boca ya sabían ellos quien era y la tenía que pagar caro.

Todo este cúmulo de hechos deja muy en claro una estrategia de persecución y exterminio contra nuestra comunidad, las amenazas y la intimidación se hacen constantemente para querer doblegarnos y dejar nuestros principios, sin embargo se equivocan los victimarios ya que la dignidad de las víctimas no retrocede a las acciones de muerte, por el contrario se enfrentan sembrando vida y generando alternativas día a día, por ello seguimos mas firmes que nunca en nuestros principios, creemos que una nueva realidad se construye desde esas pequeñas búsquedas, esas acciones de vida, muy insignificantes a los ojos de la prepotencia, del poder, de los amos de la muerte pero que son las que edifican la dignidad y la conciencia de una nueva humanidad.

El exterminio contra la comunidad es una realidad que vivimos y por ello queremos frente a todos estos hechos aprovechar y poder compartir la carta enviada por el Padre Javier Giraldo al señor Carlos Franco de la vicepresidencia, donde se puede constatar claramente el aniquilamiento del que somos víctimas por parte del estado en su estrategia paramilitar.

COMUNIDAD DE PAZ DE SAN JOSE DE APARTADO

JULIO 19 DE 2008

Entrevista con Alfredo Pérez Esquivel

¿Qué piensa del proceso de Justicia y Paz en Colombia?

Es una aberración total y absoluta. El Gobierno no necesita de paramilitares, no tendrían que estar. Si un gobierno confía en los paramilitares, esto no es una democracia. Una democracia tiene que tener un Estado de Derecho. Eso es más propio de dictaduras que de gobiernos democráticos.

¿Hay justicia para las víctimas del conflicto colombiano?

Lamentablemente no. No existe el derecho de justicia.

¿Cómo vio la manifestación del 20 de julio por la paz y contra las Farc?

Nos ponemos contentos y tenemos que reclamar la liberación de todos los secuestrados de las Farc. Pero también tenemos que reclamar al Gobierno colombiano que no viole, que no se mate, que no se secuestre. Nos alegramos por eso, pero ¿qué pasa con todas las personas que han desaparecido y muerto, con las torturas, las cárceles? También hay que reclamarle al Gobierno el fin del terrorismo de Estado para construir un proceso democrático.

¿Por qué la marcha contra los paramilitares no tuvo tanta repercusión como las que se han hecho contra las Farc?

Tiene que ver con la capacidad de movilización y en dónde se puso la fuerza. Vi que estuvo Shakira; entonces, utilizar artistas muy reconocidos es más convocante que si no participan. Hay mucho del manejo de los comportamientos sociales dirigidos.

¿Cómo puede terminar el conflicto colombiano?

A través del diálogo y negociaciones. No creo que esto tenga una salida militar. Negociaciones no sólo con las Farc, tengo entendido que en Colombia hay 17 grupos armados y con todos hay que hablar. Esto no es tan simple, no es blanco y negro. Hay muchos matices para buscar una solución justa para terminar esta violencia que afecta la vida del pueblo colombiano.

¿Estamos yendo hacia un camino para la paz?

No. No veo que hay la voluntad política de encontrar una solución al conflicto. Únicamente se busca una solución militar, en la que llevan más de 40 años, y así no se resuelve.

¿Qué significado tiene que el Ejército haya usado logotipos de la Cruz Roja en el operativo del rescate de Íngrid Betancourt?
No sabemos si hubo negociaciones para la liberación de ella y tres norteamericanos o si hubo un operativo militar. Hay muchas dudas en el mundo y lo están analizando. Después de esta liberación hay síntomas muy interesantes y preocupantes. Aparece justo cuando viene McCain, el candidato republicano de los EE.UU. Pienso que las Farc no son 'nenes de pecho' y que tienen muchos años de estrategia y trabajo. No dejarían que fuera tan fácil.

¿Cómo ve el escenario latinoamericano con los problemas entre Ecuador, Venezuela y Colombia?

Está complicado, aunque parece que Chávez y Uribe están limando asperezas. No quisiera enfrentamientos entre pueblos hermanos. Los pueblos latinoamericanos tenemos que unirnos porque tenemos problemas comunes, necesidades comunes, con causas comunes. Tenemos que buscar procesos de integración continental. Hay que apuntar a esa integración, que es el sueño de nuestros mayores, los libertadores de nuestro continente. Buscar enfrentamientos entre pueblos hermanos es lo peor que podría ocurrirnos.

Siendo usted Premio Nobel de Paz , ¿qué piensa de la propuesta de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, de postular a Íngrid Betancourt a esta distincion?

No veo que Íngrid haya hecho algo por la paz. Ha sido prisionera de una situación desgraciada, pero no me parece que ha hecho trabajos o méritos ni por la paz de Colombia, ni por la paz mundial. Cosa muy distinta a Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de Paz, que está presa en Birmania, y que trabaja por la paz.

¿Y sobre la propuesta que surgió en los últimos días acerca de postular también a Álvaro Uribe como Premio Nobel de Paz?

¡El presidente Uribe es un guerrero! No tiene nada que ver con la paz, no le interesa. Es un hombre que fomenta la guerra y los conflictos. Si quisiera la paz, tendría que haber trabajado en otra dirección, no tendría que haber atacado a un pueblo hermano como Ecuador.

Pasando ahora a Argentina, ¿cómo ve la situación política en su país luego de las protestas agrarias y la derrota de la presidenta Cristina Fernández con la ley de exportaciones?

Se está debatiendo el modelo de país. Hay oligarquías, grandes empresas agropecuarias que no querían las retenciones, quieren ganar más y no redistribuir la riqueza. El Gobierno argentino cometió errores, como meter en la misma bolsa a los grandes productores de soja con el pequeño productor rural. Esto provocó un conflicto en el que al final estos sectores se unieron para protestar. En Argentina eso es un problema no resuelto porque faltan políticas agropecuarias permanentes, que generan división dentro de los partidos.

¿Por qué la presidenta Fernández ha tenido más dificultades que su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner?

A Cristina le hicieron esto a los cien días de gobierno, hubo una intencionalidad de provocarle conflictos. Tengo serios cuestionamientos a su gobierno, pero tratamos de ser positivos, apoyar las cosas buenas y tener una crítica constructiva en aquellas cosas en las que tienen que avanzar. Pero cuando un gobierno empieza a tocar ciertos intereses económicos, hay reacciones. Le pasa a Evo Morales en Bolivia con el petróleo y el gas, le pasa a Hugo Chávez, le está pasando en Ecuador a Correa.

Ya van cinco años de guerra en Irak, ¿qué piensa de ese conflicto?

¡Bush es un criminal! He estado en Irak 12 días, fui desde Jordania a Bagdad, hice 2.000 kilómetros de desierto. Pude ver el horror, las muertes, la destrucción que cometen ahí. Además es un sistemático violador de los Derechos Humanos. Espero que si llega a subir Obama, pueda cambiar esas políticas y EE.UU. dejen de querer dominar a los pueblos.

www.elespectador.com

El Tribunal Permanente de los Pueblos 21, 22 y 23 de julio de 2008

Bogotá, Universidad Nacional, Auditorio León de Greiff

"Todo pueblo tiene derecho a existir"

EL Tribunal Permanente de los Pueblos –TPP- es un tribunal de carácter no gubernamental que tuvo su origen en el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad cometidos por los Estados Unidos en la guerra contra el pueblo de Vietnam, conocido como el Tribunal Russel, el cual en su segunda sesión -1974 y 1976- enjuició a las dictaduras militares de América Latina. La base de los juicios del TPP son las convenciones y declaraciones internacionales sobre derechos humanos y se realizan sin las ataduras que crean los poderes políticos, los poderes económicos, los poderes de los Estados; esta por fuera de las estructuras judiciales de los países y representan, de alguna manera, la conciencia ética de los pueblos, de la humanidad.

El Estado colombiano ha implementado históricamente políticas y prácticas contrarias a la soberanía y al bienestar popular, garantizándole a las empresas transnacionales el saqueo de los recursos naturales, el control territorial y la explotación y precarización de los trabajadores, generando todo tipo de daños ambientales, materiales, morales, individuales y colectivos, que han puesto en riesgo o mayor vulnerabilidad a cientos de comunidades.

Esta situación se ha visto agravada por la comprobada participación de varias empresas multinacionales en el conflicto colombiano, aprovisionando con armas, dineros y otros recursos materiales a los grupos armados legales e ilegales del Estado, responsables de miles de violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional, beneficiándose directamente de crímenes como el desplazamiento, el etnocidio, la tortura, la desaparición forzada.

Ante esta realidad y la impunidad en la que permanecen estos crímenes un número importante de comunidades afrocolombianas, indígenas, campesinas, organizaciones sindicales, populares, de mujeres, jóvenes y defensoras de derechos humanos en Colombia, apelando a su derecho a la justicia, han presentado ante el Tribunal Permanente de los Pueblos un proceso de diecisiete audiencias preliminares nacionales e internacionales y seis audiencias especializadas (sectores: agroalimentario, petrolero, minero, biodiversidad, servicios públicos y por los crímenes contra comunidades indígenas), en la que se evidencia la responsabilidad de varias empresas y gobiernos en estos crímenes.

Las empresas acusadas por sus políticas y prácticas en Colombia son: Coca Cola, Nestlé, Chiquita Brands, BP, OXI, Repsol, Drummond, Cemex, Holcim, Muriel, Glencore-Xtrata, Anglo American, Bhp Billington, Anglo Gold, Monsanto, Smurfit Kapa – Cartón de Colombia, Multifruits S.A. – Delmonte, Pizano S.A y su filial Maderas del Darién, Urapalma S.A, Dyncorp; Unión Fenosa, Aguas de Barcelona, Canal Isabel II, Endesa, Telefónica y TQ3.

De igual manera serán acusados, por sus acciones y omisiones los gobiernos de Colombia y de aquellos países donde reposan las casas matrices de estas empresas.

La recuperación de la memoria histórica, la búsqueda de la verdad, justicia y reparación integral de las víctimas, el fortalecimiento del movimiento social, la reconstrucción de las organizaciones y contribuir a la búsqueda del bienestar, son algunos de los objetivos de este proceso que inició en Berna Suiza en noviembre de 2005 y culmina en su primera fase con la audiencia deliberante en Bogotá los días 21, 22 y 23 de julio de 2008 con el fallo final.

Las organizaciones y comunidades que hemos participado en el proceso, hacemos un llamado a todas las organizaciones, redes, movimientos, sectores y pueblos de Colombia que compartan los principios de dignidad, soberanía y autodeterminación, para que se sumen a esta iniciativa, y continuemos juntos: tejiendo estrategias para detener el accionar indiscriminado, coercitivo y violento de las empresas transnacionales y los Estados; construyendo colectivamente iniciativas para el bienestar de todos los pueblos, sobre fundamentos de solidaridad, diversidad, fraternidad y justicia social.

Más información aquí:

Raúl Zibechi: Los escenarios pos FARC

Vídeo de Vanessa Stojilkovic: Millones de campesinos desplazados por conflicto armado y multinacionales: Video Colombie

Edgar Páez - Nestlé: De los parapolicías suizos a los paramilitares colombianos En Suiza. Nestlé espía a Attac. En Colombia, persigue y mata sindicalistas. Nestlé

Campesinos del Valle del Rio Cimitarra - «Uribe criminaliza las asociaciones campesinas»
Ayúdenos a liberar a Andrés y a Miguel Campesinos

Diana García: Colombia y la Contra-reforma Agraria
La lógica neoliberal en la cual prevalecen por encima de la vida, otros valores, los de las ganancias... Contra-reforma

www.eutsi.org

Trabajadores pobres en España: los nuevos excluidos del siglo XXI.

... por Juan Torres López

La exclusión social es un fenómeno antiguo. En todas las sociedades, cuando no han sido estrictamente hablando auténticas sociedades de exclusión en la que ésta estaba generalizada, ha habido una parte más o menos grande de la población que no ha participado del banquete al que todos las demás personas estaban invitadas.

Los excluidos son los que ni siquiera pueden decir que son los últimos o que disfrutan de poco, sencillamente porque no cuentan, porque ni siquiera son parte de algo, a veces, incluso formalmente hablando porque ni disponen de declaración legal alguna que los reconozca como personas. Son, en muchas ocasiones, auténticos no seres , los que carecen hoy día de papeles o, mucho peor, los que a pesar de disponer de ellos no forman parte del abanico de relaciones sociales de todo tipo con las que los demás tejemos con mayor o menor fortuna nuestra vida personal y social.

Unas veces, los excluidos lo son porque carecen de los recursos materiales mínimos para garantizarse a sí mismos el acceso a la vida social y a los bienes de los que depende la satisfacción elemental sobre la que se hace posible la interrelación personal o grupal; otras, porque son enfermos completamente desatendidos o porque sufren discapacidades, o porque son perseguidos o literalmente dejados fuera de todo por su raza o por sus creencias o ideas de cualquier tipo. En todos los casos, porque nada se hace para integrarlos o porque, si se hace, no se logra que se incluyan efectivamente en la vida social.

Desigualdad y exclusión en el capitalismo

Ni siquiera las sociedades modernas más avanzadas han podido desterrar por completo este fenómeno y hoy día los excluidos, los que no solo carecen de todo sino que además están fuera de la posibilidad de acceder al reparto, son cientos de millones en todo el planeta. ¿Qué son, si no, los 854 millones de “personas hambrientas” que según la FAO hay en el mundo (1), los 45 millones de refugiados que van de un sitio a otro sin destino, los 300 o 400 millones de niños “invisibles”, en palabras de UNICEF, que no tienen “acceso adecuado a la educación, a las vacunas que pudieran salvarles la vida, o a los más mínimos programas de protección” (2), o qué son los casi 500 millones de personas de todo el mundo que la OIT calcula que no reciben más de un dólar diario de ingreso, o incluso los 1.300 millones que no llegan a los dos dólares? (3).

El capitalismo es un sistema económico intrínsecamente desigualador y, por tanto, generador de pobreza. No puede ser de otra manera porque está basado en la universalización de las relaciones de mercado y éste es un simple mecanismo de intercambio que funciona a partir de la desigual dotación original de recursos con que los diferentes seres humanos lo hemos de utilizar para tratar de satisfacer nuestras necesidades. Y al actuar sobre esa desigualdad inicial sin ninguna capacidad redistributiva, la reproduce e incluso produce otras desigualdades añadidas de mayor envergadura.

Sin embargo, lo cierto es que, con independencia de ese carácter desigualador, el capitalismo ha podido generar una notable inclusión social gracias a que este sistema económico puede convivir, en mayor o menor medida según la correlación de fuerzas sociales que haya en cada momento, con un factor que puede servir de contención de esas desigualdades: la presencia de normas y poderes públicos, exógenos al mercado, con capacidad para modificar la distribución de la renta originalmente surgida de las relaciones de intercambio que allí se llevan a cabo. Gracias a ello ha habido épocas o países en los que se ha podido reducir la desigualdad incluso en niveles muy considerables, como puede ser el caso, hoy día, de algunas naciones del norte de Europa.

Por otro lado, en el capitalismo también hay un elemento que, a pesar de que es la expresión paradigmática de la asimetría social que lleva consigo, puede ser un importante factor de inclusión para los que inicialmente no tienen nada en la vida social. Me refiero a la relación salarial que, por muy esclava que pueda ser, constituye al fin y al cabo un vínculo entre los trabajadores y el sistema social que ha permitido durante muchos años que la incorporación de los trabajadores en el mercado de trabajo haya sido una garantía bastante efectiva para evitar su exclusión de la vida social.

De hecho, ha sido fuera de la relación salarial donde tradicionalmente se ha producido el gran vacío. Quienes no disponían de salario eran los que principalmente corrían el riesgo de quedar marginados y excluidos porque, como decía la economista británica Joan Robinson, en el capitalismo hay algo peor aún que ser explotado por un capitalista: no ser explotado por nadie.

El empleo de grandes masas de trabajadores a cambio del salario ha sido, efectivamente, un poderoso mecanismo de inclusión en el capitalismo. Facilitada por una mínima formación previa (que ya de por sí proporcionaba recursos humanos que hacían posible la movilidad y la participación en la vida social), la incorporación a los mercados de trabajo abría sin mucha dificultad las puertas al disfrute de un salario que permitía acceder a otros bienes como la vivienda, o disponer de ingresos suficientes para crear la familia que a su vez servía de puente hacia la integración y la socialización que procuraban estabilidad personal y colectiva y bienestar, más o menos amplio pero siempre dentro del conjunto de las redes sociales.

Así fue ocurriendo en la etapa del Estado del Bienestar, en los “años gloriosos” del capitalismo en los que la coincidencia de factores muy diversos propició un alto ritmo de crecimiento económico, pleno empleo, salarios suficientes y una amplia presencia del sector público en las economías que, entre otras cosas, servía para proporcionar bienes públicos como la educación, la salud o la protección social, presente o diferida a través de las pensiones, a millones de trabajadores.

Suele calificarse a este estado de cosas como el régimen fordista de producción y consumo porque combinaba una pauta productiva orientada a la producción en masa con otra de consumo generalizado que era posible gracias a un régimen salarial generoso, soportado en las continuas ganancias de productividad que se podían alcanzar aplicando la tecnología intensivista del capitalismo industrial.

Es verdad que ni siquiera bajo el Estado de Bienestar se logró que las desigualdades sociales desaparecieran (como es inevitable que ocurra en las economías de mercado) o que dejaran de existir franjas de población marginada, pero también es cierto que, bajo ese régimen de salarios suficientes para hacer posible el consumo de masas, el mercado de trabajo actuó como un potente mecanismo de inclusión; y que ello, unido a la amplia presencia del sector público, permitía lograr resultados relativamente positivos en materia de lucha contra la exclusión social, naturalmente diversos en función del propio alcance del Estado de Bienestar, del nivel salarial y de empleo, y del gasto público social.

El final de los “años gloriosos”: el neoliberalismo

Hoy día, sin embargo, esta situación está cambiando. Por un lado, el capitalismo de nuestra época ha mostrado una paradoja que ya había puesto sobre la mesa hace años el economista polaco Michael Kalecki (4). Aunque se trata de un sistema que se soporta y se nutre de la generación del beneficio, que será tanto más elevado cuanto mayor y más extendido sea el vínculo salarial, resulta que por razones políticas relativas a la correlación de fuerzas entre empresarios y trabajadores no siempre está interesado en lograr la máxima creación posible de empleo.

Cuando se produjo la crisis económica y social de los años sesenta y setenta, los diferentes grupos sociales respondieron tratando de alcanzar soluciones próximas a sus respectivos intereses. El conflicto produjo un gran desorden económico. La tensión social provocó grandes subidas de precios; la saturación de los mercados y la disminución de la demanda hacía que la producción no se vendiese; la tecnología orientada a la producción en masa resultaba entonces inadecuada; el endeudamiento generalizado provocaba crisis financieras... Todo ello, unido a las continuas reivindicaciones laborales de los trabajadores, mermaba el beneficio empresarial y eso incentivó la búsqueda de soluciones drásticas que culminaron con la puesta en marcha del proyecto neoliberal. Un proyecto económico, político e ideológico que comenzó a experimentarse en países de la periferia mediante gobiernos dictatoriales permanentemente asesorados por los economistas de las universidades norteamericanas más conservadoras y liberales y que poco a poco fue generalizándose a todos los países del orbe (5).

La respuesta neoliberal no fue sino la que buscaban las grandes corporaciones industriales y financieras para recuperar el beneficio y, en general, su posición de privilegio, y para ello se llevó a cabo en torno a tres grandes y complementarias estrategias.

La primera fue una gran reconversión tecnológica orientada a incorporar las nuevas tecnologías de la información que hicieran posible producir nuevos productos y de una manera más flexible y menos costosa, sobre todo, en cuanto al trabajo. De esa manera se abrirían nuevos mercados y se podría producir con mayor libertad y con menores costes. La segunda estrategia consistió en un cambio radical de la regulación de la actividad económica, modificando las normas, los marcos de actuación y la política económica en particular, sobre todo, con el fin de proporcionar la mayor libertad posible a los capitales. Así, se liberalizaron los mercados y el conjunto de la actividad económica eliminando todo tipo de restricciones para la búsqueda de la rentabilidad, se impusieron nuevas normas laborales y se reorientó la intervención del Estado disminuyendo su alcance sobre el bienestar social y destinando sus recursos preferentemente hacia el mercado. Finalmente, el neoliberalismo se basó en una potente estrategia de modificación de los valores sociales, de las fuentes de legitimación social, de las formas de socialización y de los impulsos éticos de la vida social y económica.

En ese contexto y entre los cambios más relevantes que se produjeron en el ámbito de la política económica hay que destacar uno principal para poder explicar lo que viene pasando en las relaciones laborales de los últimos años y por qué los mercados de trabajo se han convertido en fuentes de empobrecimiento e incluso de exclusión social.

Me refiero a que con el neoliberalismo se estableció que la inflación era el principal problema económico y que, por tanto, la política económica debía centrarse preferentemente en conseguir la estabilidad de los precios y no en combatir el paro, la desigualdad o los demás desequilibrios económicos que hasta ese momento se habían venido considerando como los problemas que, conjuntamente, debía abordar.

Al mismo tiempo que se establecía este nuevo principio de actuación, los economistas y políticos ortodoxos y neoliberales señalaban que la subida de precios que ahora había que combatir con prioridad se debía a dos factores principales: la excesiva circulación de dinero y la presión que las demandas salariales realizan sobre los costes de las empresas que obligaban a subir los precios.

En consecuencia, para hacer frente a esas dos causas de la inflación proponían dos tipos de medidas. Por un lado, subir los tipos de interés, es decir, el precio del dinero. De esta forma (al encarecerlos) se conseguiría que circularan menos recursos medios de pago y, además, que los poseedores de dinero estuvieran más interesados en ahorrarlos (puesto que el ahorro será mejor retribuido al subir los tipos de interés) y, por tanto, que consumieran menos. Así se produciría una disminución del dinero en circulación que, según la hipótesis de partida, contribuirá a que bajaran los precios.

Por otro lado, al controlar los salarios las empresas no tendrán la presión sobre los costes y no se verían obligadas a trasladar esa subida de salarios a los precios.

Salarios y beneficios en el neoliberalismo

La formulación anterior es muy simple y fácilmente aplicable, siempre que se disponga de suficiente legitimación y poder político, como el que tuvieron inicialmente y por razones distintas los primeros gobiernos dictatoriales y los de Margaret Thatcher o Ronald Reagan y ya más tarde todos los que siguieron su estela neoliberal. E igualmente fueron inmediatas y fácilmente previsibles sus consecuencias sobre el conjunto de la economía y el bienestar social .

Una de ellas tiene que ver con la distribución de la renta: cuando se elevan los tipos de interés los poseedores de dinero (y sobre todo los bancos) reciben más renta y cuando se controlan los salarios es el excedente empresarial el que aumenta. Por tanto, al dar preeminencia de esta forma a la lucha contra la inflación lo que se hacía no era sino aumentar las ganancias de los más poderosos y privilegiados (6).

Otra consecuencia afectaría al volumen general de actividad económica y al empleo. Cuando los tipos de interés se elevan, se encarece el acceso al crédito. Los bancos y los ahorradores ganarán más pero los empresarios que necesitan dinero ajeno para financiar sus empresas, para mantener el empleo y la inversión, tendrán que soportar costes financieros más elevados y eso les llevará en muchos casos a disminuir su actividad. Además, los consumidores que ven cómo sus rentas salariales pierden poder adquisitivo y que se encarecen los posibles créditos al consumo que pudieran tener a su disposición, reducen sus compras de bienes y servicios. Es posible que entonces, cuando disminuyan las ventas, que los precios bajen o, al menos, que se frene su subida pero habrá sido a costa de una menor actividad económica y, sobre todo, de menor empleo.

Pero aquí surge entonces la paradoja de Kalecki: cuando el desempleo es elevado y mayor el riesgo de que los trabajadores que se enfrentan a la patronal pierdan su trabajo, es mucho más fácil que las empresas venzan a los trabajadores a la hora de negociar las condiciones laborales y salariales y, en suma, que puedan aumentar los beneficios a su costa. Así que tales políticas fueron las que, generando desempleo, crearon las condiciones para que se modificaran las condiciones en que se desenvolvían las relaciones laborales hasta entonces. En lugar de tratar de crear actividad y empleo, como decían los responsables políticos en sus declaraciones retóricas, buscaban todo lo contrario.

Así lo han reconocido no solo los economistas teóricos sino incluso los propios gobernantes, como el español Carlos Solchaga, que fue Ministro de Economía y Hacienda en los años noventa: "El conjunto de actitudes que hacen del paro un tema prácticamente intratable en España -y de muy difícil trato en Europa-, sin embargo, no es el resultado de un capricho del azar o de una trágica resignación ante un destino inexorable, sino el resultado de un cálculo -no siempre consciente por parte de todos los implicados- que demuestra que la reducción del desempleo, lejos de ser una estrategia de la que todos saldrían beneficiados, es una decisión que si se llevara a efecto podría acarrear perjuicios a muchos grupos de intereses y a algunos grupos de opinión pública" (7).

Puede decirse, pues, que el efecto real de la política económica de los últimos años ha sido la producción deliberada del desempleo como medio para crear las condiciones que permitieran la implantación de un marco de relaciones laborales más favorable a las empresa y al capital. Y eso es lo que ha dado pie a un doble fenómeno: el empobrecimiento no solo de los trabajadores desempleados, muchos de los cuales han quedado auténticamente marginados y excluidos de la vida social, sino también el de muchos de los empleados, como consecuencia de las peores condiciones en que se resuelve ahora la prestación del trabajo (8).

El empobrecimiento de los trabajadores empleados en la práctica totalidad de los países se manifiesta en la pérdida de peso de los salarios en la distribución de la renta e incluso en la disminución de los salarios reales.

Así, en el conjunto de la zona euro la participación de los salarios en el conjunto de las rentas se ha reducido un 13% desde 1980 y han alcanzado su nivel más bajo desde 1970 (9). En Japón, la disminución ha sido de 25% en los últimos 30 años y del 7% en Estados Unidos, según las estimaciones de la OCDE (10).

La Contabilidad Nacional de España indica que solo de 1996 a 2006 la participación de los salarios en el conjunto del PIB (Producto Interior Bruto, que mide el conjunto de la actividad económica en el interior) ha bajado del 50,61% al 46,4% (también su mínimo histórico), y eso que en el último año había cuatro millones de trabajadores más.

Una prueba manifiesta del desigual efecto de estas políticas neoliberales es que, según la OCDE, en el periodo 1995-2005 las empresas españolas aumentaron sus beneficios un 73%, mientras que los costes laborales en España lo hicieron un 3,7% (11).

La contundencia de este proceso de empobrecimiento de los salarios se manifiesta de modo aún más palpable en nuestro país, en realidad como en mucho otros, en donde no solo se ha reducido la participación de los salarios en el conjunto de las rentas sino que han perdido poder adquisitivo, pues en términos reales se han reducido en un 4% desde 1995 a 2005, según el mismo informe de la OCDE.

El otro fenómeno mencionado, la aparición de una verdadera legión de desempleados empobrecidos, es una inevitable consecuencia del incremento del paro, si bien es verdad que éste último no tiene por qué desembocar inevitablemente en situaciones de exclusión.

Efectivamente, el salario suele ser la fuente principal de ingresos de los trabajadores y de sus familias: en torno al 70% del total de las rentas de los trabajadores suelen provenir del salario en la Unión Europea y un 79% en España, mientras que el resto proviene de diferentes tipos de prestaciones sociales (12). Pero el desempleo puede ir acompañado de ingresos por parte de otros miembros de la familia y, sobre todo, de subsidios públicos, provisión de bienes públicos o de redes de protección social que pueden evitar que la pérdida de trabajo aboque sin remedio en la exclusión social (13).

Eso significa, por tanto, que si el mercado de trabajo falla y se crea desempleo, aún se puede levantar un muro potente y bastante efectivo contra la exclusión si se dispone de recursos y políticas públicas potentes, de redes sociales y de vínculos de solidaridad o protección personal y colectiva suficientemente efectivos. Pero en general puede decirse que el muro de contención frente a la exclusión que representan las políticas públicas y los recursos colectivos se ha debilitado en los últimos años como consecuencia de la crisis del Estado del Bienestar, de la disminución del gasto social y del predominio de las ideas liberales que tienden a negar el efecto positivo de la protección social. En España, por ejemplo, el porcentaje del PIB que el Estado destinó al gasto social (la educación, la sanidad, las prestaciones asistenciales, la atención a la dependencia, guarderías, políticas de familia...) que es el que en mayor medida evita la exclusión social, sobre todo de quienes no tienen ingresos del trabajo, descendió del 28,7% al 25,2% (14).

Exclusión social en el mercado de trabajo

Pero, en cualquier caso, el fenómeno que comienza a darse con gran extensión en nuestros días y al que quiero referirme con más detalle en este texto es el que se produce en el seno mismo del mercado de trabajo y que hace que éste, en lugar de ser el mecanismo eficaz contra la exclusión social de épocas anteriores, pase a convertirse en una de sus fuentes más directas.

Este fenómeno es el que se traduce en la aparición de lo que en la literatura se suele conocer como “trabajadores pobres”, “trabajadores atípicos”, “empleo basura”, “trabajadores de baja renta” o “empleo de bajos salarios” y que en términos generales se refiere a un hecho crucial: la participación en los mercados de trabajo, el empleo, no garantiza condiciones que permitan la plena inclusión de los trabajadores en la vida social sino que contribuye, por el contrario, no solo a su empobrecimiento efectivo en términos monetarios sino, en muchas ocasiones, a su completa exclusión de las relaciones sociales cuando se produce en determinadas circunstancias coadyuvantes (15).

Se trata de un proceso de empobrecimiento tan profundo y extendido que algunos investigadores como Rafael Muñoz del Bustillo afirman que “cuando se estudian las estadísticas de pobreza, probablemente uno de los datos más sorprendentes es el alto volumen de trabajadores ocupados que forman parte del colectivo de población pobre” (16).

Siguiendo los datos que proporciona el Panel de Hogares de la Unión Europea, este autor señala que en el conjunto de la Unión el 35% de los hogares pobres correspondía a hogares en los que la persona de referencia estaba trabajando. Un porcentaje que era superior al 50% en Portugal y por encima del 40% en los países mediterráneos ya a mitad de los años 90, cuando en Estados Unidos era del 52%.

Otros trabajos empíricos han puesto también de manifiesto en España, como en otros lugares del mundo, que “el trabajo no protege contra la pobreza, ni siquiera lo que se ha dado en llamar el trabajo a tiempo completo a lo largo de todo el año”(...) “tener un empleo de bajo salario ‘toda la vida’ no permitirá, en ocasiones, más que pertenecer en la pobreza toda la vida” (17).

Este fenómeno implica, por lo tanto, que el desempleo, a diferencia de lo que había venido sucediendo, ya no es el principal desencadenante de la pobreza y la exclusión que puede llegar a afectar a los trabajadores sino que hay que comenzar a buscar el origen de éstas en el propio mercado de trabajo, tal y como también ha sido reconocido de manera palmaria por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cuando en uno de sus informes señalaba que “muchos hogares pobres se caracterizan por salarios bajos y empleo precario más que por una exclusión permanente del mercado de trabajo” (18).

Verdaderamente, se trata de una situación que no debería resultar extraña si se tiene en cuenta que, como apunté más arriba, prácticamente la mitad de la población laboral del planeta, 1.300 millones de trabajadores, ganan menos de 2 dólares diarios, un ingreso a todas luces insuficiente para que el empleo que los proporciona pueda llevar consigo algo más que pobreza y exclusión cuando además faltan recursos públicos de ayuda, redes de apoyo o fuentes de ingresos familiares complementarios (19).

Los nuevos mercados de trabajo: trabajadores pobres

Como he mencionado antes, la aplicación de las políticas económicas neoliberales es causa y a su vez consecuencia de la aparición de un nuevo marco de relaciones económicas y también de un equilibrio de poder diferente en la sociedad. Gracias al desempleo generalizado, a la dificultad creciente para encontrar medios de subsistencia, al endeudamiento que obliga a pensar solamente en salir adelante o al temor a perder el puesto de trabajo, se ha debilitado extraordinariamente el poder de las clases trabajadoras a la hora de negociar sus condiciones laborales. Y gracias a ello se han podido ir imponiendo sucesivas reformas en el marco institucional y normativo orientadas a facilitar la obtención del beneficio empresarial y a seguir debilitando la capacidad de respuesta de los trabajadores.

Así, se han flexibilizado hasta límites insospechados las condiciones de contratación, hasta el punto de que hoy día las empresas pueden contratar por horas para evitar contratos indefinidos, generando una dependencia y sumisión nunca vistas en los mercados de trabajo. En España se suscriben cada año alrededor de 17 millones de contratos temporales, lo que da una idea de la enorme rotación que se produce y de la constante incertidumbre y precariedad que lleva consigo la incorporación al empleo para millones de trabajadores.

Gracias a la desaparición de las barreras económicas, políticas y tecnológicas al comercio y a las condiciones establecidas por los grandes organismos internacionales, se ha permitido que las empresas se deslocalicen constantemente, yéndose allí donde encuentran mejores condiciones fiscales y, sobre todo, salarios más bajos, de modo que se ha generado en todo el planeta una especie de carrera a la baja que no puede llevar tras de sí sino empobrecimiento, por un lado, y beneficios empresariales nunca alcanzados, por otro. Aunque puedan parecer datos anecdóticos no está de más tener en cuenta, por ejemplo, que un trabajador de una fábrica china proveedora de Nike tendría que trabajar 4.500 años con su sueldo actual para ganar tanto como ganó en 2006 el director de la multinacional, Mark Parker. O que un par de zapatillas Adidas fabricadas en China viene a costar en nuestras tiendas el sueldo mensual del trabajador que las ha confeccionado, la mayoría de las veces mujeres inmigrantes que duermen hacinadas en la misma habitación y a las que, como pasa en muchas maquilas, les proporcionan una especie de pañales para que ni siquiera pierdan tiempo en ir al servicio mientras las fabrican (20).

Paralelamente, y como efecto también del empobrecimiento de los países de las periferias, se ha abierto la espita de la inmigración creándose así un auténtico ejército de reserva laboral que ha coadyuvado a reducir los salarios en los mercados y a desarrollar un amplio sector servicios de baja productividad basado en la mano de obra barata.

Por otro lado, la generalización estratégicamente programada de valores contrarios a todo lo colectivo, la creación de infraestructuras sociales que dificultan el encuentro y producen soledad y aislamiento, la multiplicación de la incertidumbre y el riesgo, y el fomento del individualismo han consagrado el ensimismamiento y los comportamientos que aíslan a unos seres de los otros lo cual, entre otras cosas, ha debilitado a las organizaciones de defensa de los trabajadores que han de enfrentarse cada vez más solos al creciente poder de la patronal. Un fenómeno a su vez alimentado por la conversión de los sindicatos en auténticas oficinas de intereses o, en el mejor de los casos, de prestación de servicios y muy burocratizadas.

Y finalmente, incluso se ha procedido a modificar continuamente los propios registros estadísticos referidos al mercado de trabajo para ocultar la verdadera naturaleza del empleo de nuestra época. Así, en las encuestas oficiales en Europa se considera hoy día que un empleado es la persona que en la semana anterior a su realización prestó algún tipo de servicio laboral al menos durante una hora y a cambio no solo de un salario monetario sino de un simple pago en especie. Es decir, que si encargamos a una persona mayor de 16 años que lave nuestro automóvil a cambio de una entrada de cine y tarda más de una hora en hacerlo se considera que hemos creado un nuevo puesto de trabajo, que servirá para que las encuestas establezcan que las tasas de paro actuales son las más bajas de los últimos decenios.

La consecuencia de todo ello es la aparición de una auténtica legión de trabajadores pobres, de empleo precario, temporal o de bajísimo salario, que muy difícilmente pueden hacer frente a la satisfacción de sus necesidades más elementales y que además han de mantenerse constantemente temerosos de perderlo.

Según las estadísticas de la Agencia Tributaria (21), en España había 10,7 millones de trabajadores en 2006 ganando menos de dos veces el salario mínimo interprofesional, es decir, unos mil euros. Son los llamados “mileuristas” que suponen el 56,42% de la clase trabajadora de nuestro país. Y por debajo de ellos todavía había otros 5,46 millones de trabajadores (28,63% del total) que recibían una retribución menor al salario mínimo. Si a ellos se le añaden 7 millones de pensionistas que reciben menos de los mil euros y 1,4 millones de parados con subsidio inferior a esa cantidad, resultará que en nuestro país hay prácticamente 19 millones de personas, entre las que se pueden considerar que tienen ingresos vinculadas directa o indirectamente con el mercado laboral, con ingresos menores a mil euros mensuales.

Y en cualquier caso, hay que tener en cuenta además que dentro de esos grupos la situación es bastante peor cuando se trata de inmigrantes (que pueden llegar a tener salarios medios un 40% más bajos (22)), mujeres (un 30% ) o jóvenes.

La situación de estos últimos es especialmente precaria. Un estudio reciente de la Agencia Nacional de Evaluación de Calidad y Acreditación (Aneca) estima que su salario medio es de 1.414 euros mensuales después de cinco años de trabajo y que el 45% de sus contratos es temporal (23). Y otro informe de Caixa de Catalunya señala que alrededor del 40% de los que tienen entre 26 y 35 años viven todavía con sus padres, calculando que si tuvieran que afrontar gastos de compra de vivienda o alquiler la tasa de pobreza en ese margen de edad sería del 57%. Y si tuvieran la osadía de formar una pareja y tener un hijo en un hogar en donde uno solo de los miembros tuviese ingresos, dicha tasa subiría al 81%. Parece claro, por tanto, que las políticas de apoyo a la familia deberían empezar combatiendo las políticas neoliberales que generan unas condiciones como estas que impiden que se llegue a formar la familia (24).

Una parte principal de los trabajadores empobrecidos en el mercado de trabajo español lo constituyen los que perciben un salario reducido. Son los llamados “trabajadores de baja remuneración”, que se reconocen como tales cuando perciben menos de los dos tercios del ingreso mediano correspondiente al conjunto de todos los trabajadores. Obviamente, estos no son todos los trabajadores pobres porque pueden disfrutar de otros ingresos, ni tampoco son los excluidos porque además pueden disponer de otros recursos de inclusión. Incluso cuando se trata de obtener su perfil estadístico se suelen dejar fuera a los que, estando por debajo de dicho nivel de ingresos, han trabajado menos de cuatro meses al año o a los que pasan la mayor parte desempleados. Como señala Javier Ramos-Díaz, el problema de trabajadores que trabajen menos de cuatro meses no sería de baja remuneración sino “más bien de desempleo o inactividad” (25).

Este autor ha analizado el perfil de estos trabajadores y de él se pueden deducir que en España el trabajo de baja remuneración se da principalmente (26).

- entre los jóvenes: el 40,3% de los trabajadores de baja remuneración españoles tienen entre 15 y 30 años, el 39,93% entre 31 y 47 y el 20,92% entre 46 y 65 años.

- entre las mujeres, que no solo tienen una mayor probabilidad que los hombres de tener este tipo de empleo sino también de permanecer más tiempo en él. Así, aunque las mujeres solo representan el 38,92% del total de la fuerza laboral son el 52,15 del conjunto de trabajadores de baja remuneración.

- entre los que solo disponen de estudios elementales: el 63,94% de estos trabajadores tienen solo estudios elementales, el 18,94% medios y el 17,12% superiores.

- entre los que trabajan en pequeñas empresas: el 75,24% se encuentra en empresas de menos de veinte empleados y el 53,1% en las que disponen de uno a cuatro.

- entre los que trabajan en el sector privado, en donde se encuentra el 95,21% de los trabajadores de baja remuneración.

Finalmente, es importante considerar que uno de cada cinco de estos trabajadores (21,15%) vive en hogares que disponen de ingresos que están por debajo del umbral de pobreza, que el 23,44% de los hogares españoles tendrían en su seno algún trabajador de baja remuneración, un 6,22% de los hogares tendría a todos sus miembros en esta última situación y que el 13,14% serían hogares unipersonales con baja remuneración.

¿Dónde lleva el continuo empobrecimiento de los trabajadores? Es inevitable?

Para finalizar esta breve exposición de los orígenes y principales manifestaciones del empobrecimiento del empleo y de los trabajadores conviene preguntarse sobre sus efectos sobre la economía y el bienestar humano.

En mi opinión, antes que nada se trata de un proceso que conlleva sufrimiento, frustración y daños personales de todo tipo. Los seres humanos hemos de recurrir a la prestación de servicios laborales a terceros para satisfacer las necesidades propias y del conjunto de la sociedad, y de las relaciones que establecemos a partir de ahí nacen en gran medida las redes que nos permiten no solo sobrevivir materialmente sino enriquecernos moralmente. Por eso, la explotación en el trabajo, la inseguridad extrema, el riesgo inherente a una vida en continua expectativa, las condiciones peligrosas o deleznables impuestas cuando los empleadores pueden desobedecer tranquilamente las normas laborales crean seres humanos insatisfechos, rotos, incapaces de responder a otras inquietudes que no sean las destinadas a procurarse, sea como sea, su propia supervivencia. La explotación laboral generalizada, legalizada y reconocida como natural en nuestra época, por muy sutiles que sean los términos en que se produzca en virtud de las leyes del mercado, es la negación misma del progreso del que tan a menudo se ufana nuestra civilización, la ilegítima creación en vida de un infierno cruel y debería ser hoy día combatida con toda radicalidad.

Las condiciones laborales en que hoy día trabajan miles de millones de personas en el planeta son verdaderamente infaustas y criminales. La esclavitud ha renacido en nuestro mundo porque esclavo es el ser humano que ha de trabajar sin descanso, desarraigado, sin retribución suficiente, hacinado, desde los primeros días de su infancia o, como sin ir más lejos le sucede a los tres trabajadores de media que cada día mueren en España en accidentes laborales, expuestos a dejar su vida mientras trabajan para otros y en aras de su beneficio. Y todo ello mientras que las grandes empresas consiguen ganancias nunca registradas y sus directivos cobran sueldos jamás alcanzados, hasta el punto de que organismos tan conservadores como los de la Unión Europea advierten que hasta pueden suponer un riesgo para la actividad económica (27) o que el actual reparto entre salarios y beneficios en Europa es “injusto e insostenible” (28).

Como he señalado, los enfoques teóricos liberales tratan de justificar la continua restricción salarial que está en el origen del empobrecimiento de los trabajadores, afirmando que solo de esa manera se puede combatir la inflación y que, además, es la única forma de aumentar el empleo.

La realidad, sin embargo, muestra más bien lo contrario. Las políticas neoliberales no contienen por sí mismas las subidas de precios porque estas se producen en gran medida como resultado del poder desigual de los sujetos económicos en las relaciones de intercambio. Se producen alzas de precios cuando las empresa pueden violar las leyes de la competencia, lo que tiende a ocurrir constantemente porque de esa forma encuentran condiciones más favorables para obtener beneficios extraordinarios. Y los datos muestran igualmente que la consecución de altos beneficios no lleva consigo más empleo, sino al contrario, que el desempleo es lo que ha creado las condiciones para que se consigan. El caso en nuestro país del Banco de Santander, actualmente uno de los más rentables del mundo, resulta bien expresivo: de 1999 a 2006 obtuvo 26.000 millones de euros de beneficios y, sin embargo, redujo su plantilla en 12.000 empleos.

Los economistas liberales tienden a considerar que los salarios son solamente un coste y así justifican su contención para mantener las ganancias que consideran fundamentales para que la economía mantenga su ritmo de crecimiento. Pero, con independencia de que olvidan que puede haber otros incentivos o mecanismos para hacer que las economías funcionen incluso a mejor ritmo, de esta forma soslayan que también, y sobre todo, son un componente de la demanda que es necesaria para que haya ventas y, al mismo tiempo, un determinante fundamental de la productividad, que es un requisito básico para el desarrollo tecnológico. De modo que la tónica de general empobrecimiento solo puede traer consigo, como de hecho está sucediendo en el conjunto de las economías, menores ritmos de crecimiento, menos producción e incluso, a la larga, menos beneficios para las propias empresas que se enfrentan ante mercados constreñidos por la carencia de ingresos para el consumo. Lo cual, a su vez es lo que está provocando el endeudamiento exacerbado que tanto coadyuva a que se produzcan las recurrentes crisis financieras de nuestra época.

En consecuencia, valdría la pena modificar esta dinámica perversa en la que se vienen desenvolviendo las relaciones laborales solo por puras razones de sostenibilidad de los mercados. Aunque desde luego no solo por eso. El empobrecimiento de los trabajadores, por no hablar de los que ni siquiera están empleados en alguna actividad laboral, pone sobre el tapete la necesidad de concebir y organizar las relaciones económicas de otra forma y la obligación moral de no renunciar a pensar que los seres humanos podemos seguir siéndolo y hacer frente a la necesidad a partir de incentivos y principios distintos al afán de lucro. Porque nos quieren hacer creer este afán resulta consustancial a nuestra condición humana cuando en realidad es la primea causa de nuestra deshumanización.

NOTAS

[1] Pueden encontrarse datos e informes recientes en “La situación alimentaria mundial”, que se encuentra en la página web de la FAO: http://www.fao.org/worldfoodsituation/inicio.html?L=2.

2 UNICEF. “Estado Mundial de la Infancia”. UNICEF 2006. Disponible en http://www.unicef.org/spanish/sowc06/index.php

3 OIT. “ Tendencias Mundiales de Empleo 2008”. Edición en francés o inglés en http://www.ilo.org/global/What_we_do/Publications/lang--es/docName--WCMS_090105/index.htm

4 Kalecki, Michael (1943). "Aspectos políticos del pleno empleo". En Hunt, Edward K. y Schwartz. J.G., "Crítica de la teoría económica". F.C.E. México. Versión original en Political Quarterly”, oct-dec. 1943.

5 Sobre este proceso puede verse Torres López, Juan. “Desigualdad y crisis económica. El reparto de la tarta”. Editorial Sistema, Madrid 2000.

6 Esta política de subida de los tipos de interés fue también la que originó el inicio de la gran Deuda Externa de los países de la periferia, en realidad, una forma más de lograr una impresionante redistribución de renta desde los pobres (deudores) a favor de los ricos (acreedores).

7 Solchaga, Carlos. (1996). "El final de la edad dorada". Taurus. Madrid 1996, p. 183.

8 Una visión general de este proceso, de sus causas, implicaciones y alternativas en Torres López, Juan. “ Sobre las causas del paro y la degeneración del trabajo”. En Sistema. Revista de Ciencias Sociales, nº 151, 1999.

9 Moral, Esther y Genre, Véronique. “La evolución en la UEM de la participación de los salarios en la renta”. Boletín Económico. Banco de España, 2007 JUL-AGO; (7-8)

10 OECD Employment Outlook 2007. Paris 2007.

11 Ibidem.

12 En Muñoz del Bustillo, Rafael: “Mercado de trabajo y exclusión social”, Acciones e

Investigaciones Sociales, 2002, p. 94.

13 Otras circunstancias que permiten que el desemepleo no se traduzca en exclusión permanente García Serrano, Carlos y Malo Ocaña, Miguel Angel. “Mercado de trabajo, pobreza y exclusión social”. En Rodríguez Cabrero, Gregorio (coord.) “Apuntes sobre bienestar social”. Universidad de Alcalá de Henares, Servicio de Publicaciones. Alcalá 2002, pp 317-344.

14 Sobre la evolución del gasto público y social en España puede verse Navarro, Vicenç y Quiroga, Agueda, “La protección social en España”, en Navarro, Vicenç. “La situación social en España”. Fundación F. Largo Caballero y Biblioteca Nueva. Madrid 2005.

15 Una panorámica general sobre la problemática de los “trabajadores pobres”, sobre su definición y características sociodemográficas y económicas en Fernández, Melchor, Meixide, Alberto y Simon, Hipólito. “El trabajo de los bajos salarios en España”, Estudio sobre la economía española, 152, FEDEA 2003; Lohmann, Henning, “Working poor in Western Europe: What is the influence of the welfare state and labour market institutions”. En “The 2006 Conference of the EuroPanel Users Network (EPUNet)”, 8 -9 May 2006, Barcelona; Muñoz del Bustillo, Rafael, ob.cit.; Nolan, Brian y Marx, Ive, “Low Pay and Household Poverty”. En Gregory, Mary, Salverda, Wiemer y Bazen, Stephen “Labour Market Inequalities: Problems and Policies in International Perspective”. Oxford University Press. Oxford 2000. También el número 18 (2001) de Cuaderno de Relaciones Laborales .

16 Muñoz, Rafael, ob.cit. p. 106.

17 Dávila, Delia, González, Vanessa, Rodríguez, Santiagp y Rodríguez, Alejandro, "Trabajadores y, sin embargo, pobres". Actas de las VII Jornadas de Economía Laboral. ISBN 84-96477-84-3, 2007.

18 OCDE. Employment Outlook 2001. París. Pag. 54.

19 En cualquier caso, la existencia de trabajadores empleados empobrecidos no solo se da en países de baja renta sino también en países de economías poderosas, como Estados Unidos o incluso los europeos de tradición bienestarista, como Francia u Holanda. Pueden verse diferentes trabajos sobre estos países en Cuadernos de Relaciones Laborales nº 18 (2001), pp. 147-171.

20 Datos obtenidos en el informe “Salvando obstáculos: Pasos para mejorar los salarios y las condiciones de trabajo en la industria mundial de artículos deportivos”, en www.playfair2008.org/docs/Salvando_obstaculos.pdf .

21 Agencia Tributaria. “ Mercado de Trabajo y Pensiones en la fuentes tributarias”. Puede encontrarse en la web de la Agencia en http://www.aeat.es.

22 Esta es la estimación para la Comunidad de Madrid de un estudio de Comisiones Obreras. Vid CCOO, “ Desigualdades y bajos salarios en Madrid”. En http://www.ccoomadrid.es.

23 Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA). “El Profesional Flexible en la Sociedad del Conocimiento: Nuevas Exigencias en la Educación Superior (Informe REFLEX)”. Puede verse en http://www.aneca.es/estudios/docs/InformeejecutivoANECA_jornadasREFLEXV20.pdf.

24 Datos del avance del estudio de Caixa de Catalunya "Informe sobre la inclusión social en España 2008" no presentado completamente al redactar este texto.

25 Ramos-Díaz, Javier. “Empleo de baja remuneración”. En Navarro, Vicenç “La situación social de España”, ob. cit. p. 151.

26 Ibidem, pp. 152 y ss.

27 “ El Eurogrupo analizará si los pluses ligados al corto plazo han contribuido a la crisis financiera”. El País, 11 de mayo de 2008.

28 “El peso de los sueldos en la economía de la UE cae a sus niveles más bajos. Alemania advierte de que la moderación salarial amenaza el modelo social europeo”. El País, 5 de marzo de 2007.

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