miércoles, 23 de enero de 2008

Acoso y represión contra los comunistas ucranianos.

El régimen capitalista ucraniano ha detenido a jóvenes comunistas, miembrosdel Partido Comunista de Ucrania y de la Unión de Jóvenes ComunistasLeninistas (KOMSOMOL) y otras organizaciones de izquierda de la antigua URSS.

Se trata de Igor Danilov, Anatoliy Plevo, Il'ya Romanov, Evgeniy Semenov, Andrey Yakovenko, Bogdan Zinchenko, Alexander Smirnov, Oleg Alexeev, Nina Polskaya, Alexander Gerasimov, Sergey Berdiugin.

Los comunistas detenidos fueron acusados en delitos tales como acciones destinadas para derrocar a la fuerza el orden constitucional, la incautación del poder del estado, gansterismo, terrorismo, asesinatos, saqueos, vandalismo, destrucción de la propiedad de extranjeros, almacenamiento ilegal de armas y sustancias explosivas. El Tribunal Supremo de Ucrania determinó que el Grupo detenido con su líder Andrey Yakovenko, que fue el 1º de secretario de la región de Odessa del Comité de Jóvenes Comunistas, y vice jefe de la región de Odessa Comité Ejecutivo de la Unión de los Trabajadores, Ucranianos, son culpables de la distribución del periódico "Soviet de Diputados de Trabajadores", y folletos pidiendo la destrucción del poder de los capitalistas en Ucrania durante la presentación ante los ucranianos de "Levántate Ucrania" contra el presidente Kuchma LD en Kiev el año 2002, y saqueo armado a la tienda de joyero "Delo". Se les acusan de quemar el vehículo del empresario Kabanets, de la explosión del Departamento Central de Seguridad, de resistencia armada ante las detenciones de varios militantes comunistas, de almacenar armas y explosivos.

Los Defensores de los Derechos de los Ucranianos consideran que el "caso Odessa" es una fabricación del presidente Kuchma con la complicidad de banqueros y terratenientes para ilegalizar al Partido Comunista de Ucrania acusándolo de organización terrorista. Consideramos que todo esto entra dentro de la política de los EEUU que financia y hace uso de grupos terroristas para justificar sus agresiones en el mundo, como en Afganistán , Iraq y otros países independientes. Por orden de la CIA se han establecido acuerdos internacionales con la excusa de la "lucha antirerrorista" para violar derechos ciudadanos y permitir a los gobiernos incrementar la represión contra los partidos comunistas.

Si queda algo claro en el "caso Odessa" son las torturas empleadas contra los comunistas. Sergey Berdiugin murió durante el interrogatorio, tal como afirma el Tribunal de Expertos Médicos, por hemorragia en vientre y rotura de hígado y estómago. Otros detenidos tienen daños irreversibles como Oleg Alexeev, que ha quedado ciego tras los interrogatorios. Il'ya Romanov salió con lesión de la columna vertebral. Danilov sufrió rotura de siete costillas durante el interrogatorio en prisión. Después, lesionado, fue despojado de sus ropas y expuesto durante la noche a la intemperie. Esta es la razón por Igor Danilov enfermó de pleuresía purulenta. Ahora Danilov está muy mal y tiene tuberculosis. El interrogador del Servicio de la Seguridad del Estado dijo una vez a los parientes de Alexeev que "nuestros métodos de tortura son más terrible que los utilizados por la Gestapo fascista" Hacemos un llamamiento a los pueblos para divulgar el caso "Odessa".

www.gazkom.org

La indignidad de Esperanza Aguirre.

"Vienen muchos extranjeros a delinquir, porque es muy barato”, dijo Esperanza Aguirre el pasado lunes 21, parafraseando los lemas de la manifestación que los racistas de Democracia Nacional habían celebrado un día antes en Madrid, por decisión unilateral de “los demócratas de toda la vida” del Tribunal Superior de Justicia.

Había dudas de por qué en España no cuajaba electoralmente un partido fascista, como el de Le Pen en Francia. Tras estas declaraciones ya no queda ninguna duda, pues la ideología de estos partidos está en el interior del Partido Popular, como así nos muestran con frecuencia sus destacados dirigentes. Ellos recogen en frutos electorales el odio que siembran entre la población, sobre todo en los períodos de crisis que su sistema genera.

Sabemos que las palabras de Aguirre (“o la cólera de dios”, como se titulaba una película) van dirigidas contra los extranjeros/inmigrantes pobres, a los que trata de atemorizar y humillar, para que de esa manera los empresarios puedan abusar mejor de ellos con el beneplácito o complicidad de la opinión pública. Pero si Aguirre se refiriese a los “amigos del bribón” y otros dueños de capitales que vienen de lejos a blanquearse en las costas de nuestro país (en la “Blanca” como el polvillo que introducen, y en otras), o a los que cobran suculentas subvenciones públicas para abandonar al poco tiempo las instalaciones dejando en la calle a miles de trabajadores, pues a lo mejor podíamos estar de acuerdo con ella. Pero esto, que lleva ocurriendo mucho tiempo (KIO, Delphi, etc), no se lo habíamos oído denunciar.

Esperanza Aguirre es una indigna presidenta de la Comunidad de Madrid. El hecho de que haya sido elegida por votación no garantiza tener las virtudes que requiere el ejercicio de la actividad pública, tal como la historia nos muestra, no sólo en la Alemania nazi, sino en varios municipios de nuestra cercana geografía.

Además de ser indigna de su cargo, esta señora no tiene autoridad para encabezar las celebraciones conmemorativas del levantamiento popular de 1808, pues dicho levantamiento fue la expresión de la resistencia de un pueblo contra los invasores franceses (lo mismo que hace ahora el pueblo iraquí contra la invasión norteamericana, en la que su gobierno participó), y de la rebeldía popular contra un poder corrupto y despilfarrador de los bienes públicos, como el que ella representa.

200 años después, el pueblo de Madrid debería ser capaz de levantarse de nuevo contra sus gobernantes, antes de que dejen esquilmado todo el patrimonio público que los votantes depositaron en sus manos, y que, en lugar de proteger y administrar, están regalando a sus amigos.

Pedro Casas

Carabanchel, 22 de enero de 2008


www.kaosenlared.net

El PP hace el ‘milagro’ de que el Obispado de Ávila gane 19 millones de euros con un ‘pelotazo’ urbanístico.

El Ayuntamiento de Ávila ha propiciado un pelotazo urbanístico de la Iglesia. El Obispado de esta ciudad ha ganado 19 millones de euros al vender unos terrenos rústicos que habían sido recalificados previamente por el gobierno local del PP. La Iglesia ha tapado con este dinero el enorme agujero económico de la Universidad Católica promovida en su día por el Arzobispo Antonio Cañizares y por el entonces alcalde de Avila, Ángel Acebes.

Un millón de metros cuadrados

Los terrenos de la parcela de más de un millón de metros cuadrados que el Obispado ha vendido por 19 millones de euros a la empresa Iniciativas Empresariales Habit S.A. fueron recalificados para uso industrial en el año 2005.

¿Para uso industrial?

El Gobierno del PP excusó esta recalificación asegurando que esta ciudad castellano leonesa necesitaba más terreno industrial, aunque el actual polígono de Ávila apenas se ha desarrollado un 60%. De este modo, son muchos los que sospechan que la decisión adoptada por el Ejecutivo local tan solo buscaba beneficiar al Obispado.

Para tapar agujeros

Con los 19 millones de euros que la Iglesia ha conseguido obtener gracias a este pelotazo urbanístico, el Obispado ha pagado la deuda de más de 6 millones de euros que arrastraba la Universidad Católica, impulsada por Antonio Cañizares y Ángel Acebes.

La Universidad Católica acumulaba esta deuda desde su creación en el año 1996, una iniciativa liderada por el entonces obispo de Ávila, Antonio Cañizares, y promovida, entre otros, por Ángel Acebes, entonces alcalde de Ávila, y Sebastián González, ahora número tres del Partido Popular y entonces presidente de la Diputación Provincial de Ávila.

Los terrenos cedidos al Obispado de Ávila eran para financiar misas

Pero según ha podido saber la Cadena SER, la venta vulnera la voluntad de la Marquesa de Muñoz, que fue la que donó los terrenos a la Iglesia para financiar, entre otros fines, tres misas diarias perpetuas en una parroquia de la ciudad. Unos terrenos que fueron cedidos para que fueran arrendados, nunca vendidos.

En los estatutos de la Fundación Marquesa de Muñoz, creada en el momento de la donación, se especifica que el dinero que maneje esta entidad provendrá del arrendamiento de los bienes que cede la donante, exclusivamente el arrendamiento, no la venta.

Además los propios estatutos, a los que ha tenido acceso la SER, fijan unos fines a los que se debe dedicar el dinero obtenido, fines concretos y jerárquicos. El primero de ellos es la celebración de tres misas rezadas diarias y perpetuas en la iglesia parroquial de Santiago Apóstol de la ciudad de Ávila. En los propios estatutos se establece que mientras no se cumpla este fin no se puede destinar ningún dinero para los otros, que son un total de seis que incluyen becas para pobres que estudien para sacerdotes, ayudas a vocaciones religiosas, atención a las parroquias pobres de la diócesis y otros, pero en ningún caso se establece que los fondos obtenidos se dediquen a saldar deudas de la Universidad Católica, como se ha hecho, ni a vender los terrenos cedidos por la donante, como también se ha hecho.

La Fundación Marquesa de Muñoz se creó en el año 1969 por deseo expreso de Francisca Muñoz y Frías, Marquesa de Muñoz, en su testamento. En el decreto de erección de la misma se la dota de tres fincas y una casa en la ciudad de Ávila, una de esas parcelas es la que ha vendido el obispado para saldar la deuda de la Universidad Católica.

www.rebelion.org

¿Quién cabe en el mundo?

...por Carlos Fernández Líria

Si nuestros sistemas políticos fueran lo que dicen ser, en todos los parlamentos se estaría discutiendo ahora una gráfica elaborada por Mathis Wackernagel, investigador del Global Footprint Network (California). Pero no parece que el asunto haya llamado demasiado la atención. Y sin embargo, la gráfica resulta demoledora para las más firmes certezas de nuestra clase política y, por supuesto, para los criterios más evidentes de los votantes. Sobre todo, en un mundo político en el que izquierda y derecha se llenan la boca con los objetivos del “desarrollo sostenible”.

La cosa es bien sencilla. El eje vertical representa el Índice de Desarrollo Humano (IDH), elaborado por Naciones Unidas para medir las condiciones de vida de los ciudadanos tomando como indicadores la esperanza de vida al nacer, el nivel educativo y el PIB per cápita. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) considera el IDH “alto” cuando es igual o superior a 0’8, estableciendo que, en caso contrario, los países no están “suficientemente desarrollados”. En el eje horizontal se mide la cantidad de planetas Tierra que sería preciso utilizar en el caso de que se generalizara a todo el mundo el nivel de consumo de un país dado. Wackernagel y su equipo hicieron los cálculos para 93 países entre 1975 y 2003. Los resultados son estremecedores y sorprendentes. Si, por ejemplo, se llegara a generalizar el estilo de vida de Burundi, nos sobraría aún más de la mitad del planeta. Pero Burundi está muy por debajo del nivel satisfactorio de desarrollo (0’3 de IDH). En cambio, Reino Unido, por ejemplo, tiene un excelente IDH. El problema es que, para conseguirlo, necesita consumir tantos recursos que, si su estilo de vida se generalizase, nos harían falta tres planetas Tierra. EEUU tiene también buena nota en desarrollo humano; pero su “huella ecológica” es tal que harían falta más de cinco planetas para generalizar su estilo de vida.

Repasando el resto de los 93 países, se comprende que hay motivos para que el trabajo de Wackernagel se titule El mundo suspende en desarrollo sostenible. Como no hay más que un planeta Tierra, es obvio que sólo los países que se sitúen en el área coloreada de la gráfica (por encima de un 0’8 en IDH, sin sobrepasar el número 1 de planetas disponibles) tienen un desarrollo sostenible. Sólo los países comprendidos en esa área serían un modelo político a imitar, al menos para aquellos políticos que quieran conservar el mundo a medio plazo o que no estén dispuestos a defender su derecho (¿quizás racial, divino o histórico?) a vivir indefinidamente muy por encima del resto del mundo.

Ahora bien, ocurre que el área en cuestión está prácticamente vacía. Hay un solo país en el mundo que –por ahora al menos– tiene un desarrollo aceptable y sostenible a la vez: Cuba.

La cosa, por supuesto, da mucho que pensar. Para empezar porque es fácil advertir que la mayor parte de los balseros cubanos huyeron y huyen del país buscando ese otro nivel de consumo que no puede ser generalizado sin destruir el planeta, es decir, reivindicando su derecho a ser tan globalmente irresponsables, criminales y suicidas como lo somos los consumidores estadounidenses o europeos. Tendríamos muy poca vergüenza, desde luego, si condenásemos la pretensión de los demás de imitar el modo como devoramos impunemente el planeta. Pero se reconocerá que la imagen mediática del asunto cambia de forma radical: de lo que realmente huyen es del consumo responsable en busca del Paraíso del consumo suicida y, por intereses estratégicos de acoso a Cuba, se les recibe como héroes de la Libertad en vez de cerrarles las puertas como se hace con quienes huyen de la miseria, por ejemplo, de Burundi (a quienes se trata como una plaga de la que hay que protegerse).

A nivel general, la cosa es mucho más interesante. Es muy significativo que el único país sostenible del mundo sea un país socialista. Suele ser un lugar común entre los economistas que el socialismo resultó ruinoso e ineficaz desde un punto de vista económico. Sorprende que, en un mundo como éste, la falta de competitividad pueda aún considerarse una acusación de peso. En términos de desarrollo sostenible, la economía socialista cubana parece ser máximamente competitiva. En términos de desarrollo suicida, no cabe duda, el capitalismo lo es mucho más.

El mayor reproche que se puede hacer al sistema capitalista es, precisamente, que es incapaz de detenerse e incapaz incluso de ralentizar la marcha. El capitalismo es un sistema preso de su propio impulso. El economista J. K. Galbraith decía que “entre los muchos modelos de lo que debería ser una buena sociedad, nadie ha propuesto jamás la rueda de la ardilla”. Sin embargo, nos encontramos con que, aunque nadie lo haya propuesto, este absurdo parece haberse impuesto de hecho: en el capitalismo cada uno trata de imponerse a la competencia aumentando su productividad para no perder mercado pero, al encontrarse todos en la misma carrera, no llega nunca el momento en que pueda detenerse este aumento ininterrumpidamente creciente del ritmo y la consiguiente dilapidación de recursos.

Ante esta dinámica absurda, debemos exigir el derecho a pararnos. No podemos permitir que nuestros ministros de Economía nos sigan convenciendo de que “crecer” por debajo del 2 ó 3% es catastrófico, y no podemos permitir que nuestros políticos sigan proponiendo como solución a los países pobres que imiten a los ricos. Es materialmente imposible. El planeta no da para tanto. Cuando proponen ese modelo saben que, en realidad, están defendiendo algo muy distinto: que nos encerremos en fortalezas, protegidos por vallas cada vez más altas, donde poder literalmente devorar el planeta sin que nadie nos moleste ni nos imite. Es nuestra solución final, un nuevo Auschwitz invertido en el que en lugar de encerrar a las víctimas, nos encerramos nosotros a salvo del arma de destrucción masiva más potente de la historia: el sistema económico internacional.

Carlos Fernández Liria es profesor titular de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid

blogs.publico.es

Lunes negro.

...por Juan Torres López*

El 21 de enero de 2008 se convirtió en otro lunes negro de las bolsas internacionales.

La caída es espectacular: el valor bursátil de las 35 mayores empresas españolas ha caído 101.000 millones de euros en 14 días, casi el 20% de su cotización. En las bolsas asiáticas se perdía ayer entre el 5 y el 7% de los valores, en México el 5%... y hoy vendrá Nueva York, mientras seguramente sigan cayendo todas las demás.

Es normal que todo el mundo se pregunte lo qué está ocurriendo y qué es lo que previsiblemente pueda ocurrir en los próximos días y semanas.

La respuesta es elemental: lo que está pasando es, sencillamente, la consecuencia lógica del estado de cosas en que se encuentran las relaciones financieras en nuestros días. Yo mismo lo vaticiné en un artículo anterior publicado el pasado 10 de septiembre (Diez ideas para entender la crisis financiera, sus causas, sus responsables y sus posibles soluciones).

Como es sabido, en los últimos años los mercados financieros y la actividad de los bancos han cambiado de naturaleza.

Antes, los bancos se dedicaban preferentemente a recoger los recursos de los ahorradores para ponerlos a disposición de los inversores o de los consumidores manteniendo un volumen mínimo de reservas para hacer frente a los reintegros. De esa forma alimentaban constantemente la economía productiva con la financiación más o menos necesaria. Hoy día, los dedican preferentemente a comprar "papel", es decir, a comprar y vender activos financieros (títulos de todo tipo, contratos de cualquier naturaleza, seguros, reaseguros...) en lugar de dedicarlos sobre todo a hacer que la economía real funcione más y mejor. Y, además, las reservas de garantía se han reducido al mínimo e incluso han desaparecido en muchos casos.

Lo hacen porque es muy rentable. Gracias a las nuevas tecnologías que permiten realizar operaciones a cada segundo, en cualquier lugar del mundo y con coste prácticamente nulo, y gracias a la libertad total con que se cuenta para llevar el dinero de un sitio a otro del mundo, se pueden realizar operaciones constantemente y así obtener grandes rendimientos de los cambios de precios que continuamente se producen.

Esto es tan rentable que cada vez se hace más, de modo que cada vez hay más recursos dedicados a estas operaciones especulativas. Las empresas ganan más en estas operaciones que en la economía real, y sus propios directivos las gobiernan para tratar de obtener ganancias en las bolsas o para que sus acciones sean atractivas a los demás inversores especulativos.

El problema es que esas actividades son muy rentables precisamente porque son... ¡muy inseguras!

Es natural, todo el mundo sabe que cuanto más segura es una operación menos rendimiento dará y que será más rentable cuanto más riesgo conlleve.

La combinación de esos dos factores (abundancia de operaciones especulativas y el riesgo que comportan) es lo que produce la llamada financiarización que ha convertido a la economía mundial en un auténtico casino, como dijo el Premio Nobel de Economía Maurice Allais.

Sus consecuencias son claras: insuficiencia de recursos para crear actividad y empleo (porque se dedican a la especulación), inestabilidad y crisis (porque es únicamente en este contexto de cambio constante en las cotizaciones en el que se puede ganar mucho dinero) y, por tanto,
transmisión de sus efectos negativos a la economía real en su conjunto.

Pues bien, lo que ha pasado en los últimos meses no es sino una expresión paradigmática de todo esto.

Los pasos han sido los siguientes:

a) La inversión especulativa sube artificialmente el valor de la vivienda.

b) Los bancos multiplican su oferta de créditos hipotecarios pero al hacerlo conceden, sobre todo en Estados Unidos, una gran cantidad de hipotecas a familias con recursos insuficientes si cambian las condiciones del mercado.

c) Los bancos que conceden hipotecas (prácticamente todos) venden esos contratos en los mercados llamados "secundarios" (porque en ellos se re-compran y re-venden sucesivamente los "papeles" que se han negociado en fases anteriores, en este caso, las hipotecas originales).

Así es como se originan los nuevos "productos financieros derivados", que son los títulos que nacen de haber comprado un título, que resultaba de haber comprado otro, que compró otro... y así sucesivamente.

De esta manera se forma una especie de pirámide gigantesca en la que cada operación es más rentable que la anterior pero, como he dicho antes, porque es cada vez más insegura. Y eso es lo que va generando un riesgo acumulado y global en los mercados financieros.

d) Cuando por cualquier circunstancia falla cualquier eslabón de la cadena todo salta por los aires. Y ya se sabe que la fortaleza de una cadena es la de su eslabón más débil, lo que hace muy frágil al conjunto de las relaciones financieras.

e) En la crisis actual lo que inicialmente falló fue que muchas familias estadounidenses dejaron de pagar sus compromisos hipotecarios y eso activó una reacción en cadena provocando pérdidas en lugar de las ganancias habituales.

f) A partir de ahí, los capitales dieron un paso atrás. No es que hubiera insuficientes, como se quería hacer creer, sino que se retrajeron. Pero lo hicieron, no solo en los mercados financieros más especulativos, sino también en todos los demás y, principalmente, en los que financian la actividad real.

g) Eso fue lo que hizo que los bancos centrales, en lugar de tomar medidas para evitar que se produjeran más corridas de este tipo, se dedicaron a "inyectar" miles de millones de dólares y euros a los mercados en forma de generosos préstamos a los grandes bancos y financieros del mundo.

h) De esa forma fue que una crisis hipotecaria en Estados Unidos (aunque podría haber tenido su origen en cualquier otro país y en cualquier otro motivo, como ha pasado otras veces) se convirtió en una crisis financiera que afectaba a toda la banca mundial, porque es a nivel mundial que actúan los grandes bancos e inversores de nuestra época.

i) ¿Por qué caen entonces las bolsas? Sencillamente, porque todo lo anterior pone claramente de relieve ante los inversores dos circunstancias, por otra parte evidentes: que se ha roto la cadena de la ganancia de "papel" y que el dinero se ha retraído, de modo que no se van a seguir produciendo sucesivas alzas que favorezcan, a su vez, sucesivas ganancias especulativas.

Es por eso que la retraída de los capitales se produce en los valores que más artificialmente habían subido en los últimos tiempos, es decir, en los que habían cotizado más alto pero solo como expresión o como consecuencia de las burbujas especulativas de meses y años anteriores (en España y en casi todo el mundo, los bancos que invirtieron en vivienda, las grandes inmobiliarias, los fondos de inversión más especulativos, es decir, los más rentables pero menos conservadores en sus opciones de inversión...).

Y en estas estamos: en una crisis financiera que es internacional porque la plena libertad de movimientos de capital extiende sin remedio los efectos a todo el planeta.

Y lo que viene ahora (que ya empezó en Estados Unidos) es su efecto sobre la economía real, es decir, sobre la actividad económica y el empleo.

Esto es algo inevitable por cuatro razones principales:

a) Porque los inversores y financiadores afectados sufren pérdidas y retiran sus recursos no solo del área financiera, como he dicho, sino también de la actividad productiva.

b) Porque se vienen abajo las industrias vinculadas a la burbuja especulativa y, sobre todo, la construcción.

c) Porque los bancos centrales han sido incapaces o no han querido proteger a la economía real.

Por el contrario, lo que han hecho ha sido permitir este estado de cosas, dejando hacer a los especuladores, no haciendo nada para luchar contra la opacidad de las operaciones financieras y, en definitiva, dejando crecer la burbuja de los últimos años con tal de alimentar la desenfrenada ansia de ganancia de los bancos. Hasta gobernantes conservadores como Angela Merkel y Sarkozy lo hicieron notar más o menos veladamente hace unos meses.

Los bancos centrales son, en realidad, los pirómanos que han alimentado la crisis: su pasividad y su complicidad nos permiten hablar de una auténtica crisis financiera "prefabricada".

d) Porque con la excepción de Estados Unidos, los gobiernos apenas tienen capacidad para intervenir inyectando en la actividad real los recursos que los bancos centrales inyectan en los flujos financieros.

Y esto es así de un modo especial en la Unión Europea: sin gobierno económico y a expensas del fundamentalismo del banco central, es seguro que sufra una recesión de mucho mayor calado, salvo que Estados Unidos sea capaz de frenar rápidamente la suya evitando así el contagio que ya ha comenzado.

Algo que ya es muy improbable.

Eso es lo que hay y lo que viene.

Se equivocan, o mienten, los gobernantes que están diciendo que es poca cosa.

Se equivocan, o mienten, los banqueros centrales que dicen que es solo un episodio de inestabilidad financiera.

Se equivocan o mienten mucho más grave y cínicamente quienes ahora sólo vuelven a dar la receta de que lo que hay que controlar son los salarios para salir del apuro.

Y se equivocan o mienten quienes quitan importancia a estas manifestaciones inequívocas de riesgo global.

El financiero George Soros que conoce bien los mercados financieros acaba de decir, según la Agencia Reuters, que "la situación es mucho más seria que cualquier otra crisis financiera desde finales de la Segunda Guerra Mundial" y que eso se debe a que "durante los últimos años, los políticos habían sido guiados por algunos malentendidos básicos procedentes del "fundamentalismo del mercado", la creencia en que los mercados financieros tienden a actuar hacia el equilibrio".

Y en Davos, donde cada año se reúnen los más poderosos del mundo, acaban de presentar el informe Global Risk 2008 que, si bien es verdad que se orienta a apuntalar el sistema más que a modificarlo en sentido positivo, advierte sin disimulos del peligro real e inmediato de una crisis financiera generalizada como consecuencia de la infravaloración del riesgo que se está asumiendo.

La situación, por tanto, no admite muchas dudas. Estamos en el único sitio en donde podíamos estar cuando se deja que los capitales fluyan libremente buscando nada más que beneficios extraordinarios y rápidos en actividades especulativas, cuando los gobiernos renuncian a gobernar para favorecer así a los poderosos y cuando no se pone límite alguno al afán de tener más y más y más de los más ricos del planeta.

Los capitales a la deriva no puede llevar a la economía mundial a otro sitio que no sea a una deriva generalizada hacia la crisis y el malestar.

No puede ser de otro modo.

Las soluciones inmediatas existen y no son difíciles, en contra de lo que se nos quiere hacer creer. Y son cada día más urgentes y necesarias: controlar la especulación regulando las finanzas internacionales para garantizar seguridad y estabilidad; domeñar a los capitales financieros y obligar a que los recursos estén al servicio de la actividad productiva mediante impuestos globales; y, en definitiva, evitar que la lógica del mercado se convierta en la lógica social.

Obviamente, lo que no es tan fácil es disponer del poder suficiente para lograrlo y precisamente es hacia ello hacia donde tendrían que orientar su esfuerzo los ciudadanos y las organizaciones sensatas del planeta.

Porque el origen último de la crisis financiera no está en las finanzas sino en el poder desmedido que tienen los banqueros y los grandes propietarios.

Justo lo que hay que quitarles para poder evitarlas en el futuro.

*Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga

www.insurgente.org

Canadá elimina a EE UU e Israel de lista de países que practican tortura por presiones de ambos gobiernos.

El gobierno canadiense retiró a Estados Unidos e Israel de una lista de países donde los prisioneros corren el riesgo de ser torturados, luego de recibir presiones de funcionarios estadounidenses e israelíes. El Ministro de Asuntos Exteriores canadiense ahora afirma que Estados Unidos e Israel fueron incluidos en la lista por error. La lista también incluía a Siria, China, Irán y Afganistán.

El documento original mencionaba a la prisión estadounidense en Bahía de Guantánamo, e incluye una lista de técnicas de interrogatorio entre ellas “obligar a los prisioneros a desnudarse, aislamiento y privación del sueño”. Amnistía Internacional Canadá dijo que está decepcionada ante la acción del gobierno canadiense.

Alex Neve, de Amnistía, dijo: “Cuando se trata de un tema como la tortura, la principal preocupación del gobierno no debería ser si avergüenza a sus aliados”.

www.aporrea.org

América Latina: entre el crecimiento y la pobreza.

...por Eduardo Montes de Oca

La humana convención de fin de año y comienzo de otro nos invita al resumen, a pasar revista a los doce meses que, al menos en Cuba, expiran entre una música multiplicada, fuegos artificiales y cubos o baldes de agua lanzados a la calle a la medianoche, para limpiar el hogar de “todo lo malo”. Pero el fin de año convida también a la previsión, a vaticinar posibles escenarios sobre la base de los hechos ocurridos en los pasados 365 días.

Estas semanas iniciales, primerizas, he estado leyendo con atención artículos de peso como el titulado “Los desafíos y las perspectivas económicas del 2008. El debe y el haber de la región”. O sea, de América Latina. Y me he alegrado con el autor, Pablo Ramos, porque desde el cambio de siglo el subcontinente transita por un período de alto crecimiento, situado entre el 5 y el 6 por ciento como promedio, por encima del mundial.

Se ha multiplicado el precio de los principales productos de exportación regional -los recursos naturales-, a la vez que aumentan las cantidades exportadas. También el comercio intrarregional ha crecido de forma sustancial. ¿Un ejemplo? El intercambio bilateral entre los mayores socios del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), Argentina y Brasil, va a rozar los 23 mil millones de dólares. Considerable cifra. Si miramos hacia el mundo exterior a América Latina, veremos que no aparecen nubarrones en el horizonte como para hacernos afirmar que la tendencia de crecimiento va a variar para mal. Sí, nada indica la posible disminución del apetito de China, la India y del resto de Asia por los recursos naturales.

Pero –caramba, ¿siempre habrá un “pero”?- sucede que estas tasas de expansión –entre 5 y 6 por ciento, como promedio- no se traducen en mejoras para la población. Y es más: lejos de explayarse, la riqueza se concentra en pocas manos, en algunos grupos económicos locales y en corporaciones internacionales. Mejor digamos: transnacionales.

Confrontando datos y pareceres, encontramos que tanto las Naciones Unidas, como la CEPAL, el Banco Mundial y otras instituciones coinciden en que los índices de pobreza, pobreza extrema y desigualdad permanecen casi estáticos a lo largo de medio siglo, sobre todo -¿adivinó?- en América Latina.

El informe de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, de 2002, señalaba que al término del siglo XX el 5 por ciento de las personas más ricas del planeta poseía 114 veces más que el 5 por ciento de las más pobres. De las paupérrimas. La diferencia era muy evidente en África y, sí, en América Latina.

El asunto se complica, y llega a incomodar hasta la palabra obscena, que por supuesto no escribiré aquí, cuando reparamos precisamente en el hecho de que esta zona del planeta ha experimentado aumento de las exportaciones y de los índices de crecimiento bruto… y per cápita.

Contradicción de contradicciones, ¿no? ¿Por qué, entonces, si en 1950 asomaban 82 millones de pobres latinoamericanos, a fines de los noventa sumaban 160 millones los pobres? Y ¿por qué hoy son 230 millones? Sin intención alguna de pontificar: la economía capitalista, en que ciertos confundidos aprecian la panacea, el medicamento curalotodo, no hace más que estimular el problema de la pobreza. Porque para los ávidos poseedores de fortuna, un país es rico si tiene pobres que trabajen. O, como rememora el articulista Francisco García, si tiene mano de obra competitiva: esa que se ofrece por el salario más miserable.

América Latina crece económicamente, sí, gracias a la exportación de recursos naturales, que es como gracias a la donación de sangre, pero recordemos con el colega citado que los obreros de la maquila trabajan en turnos forzados y en jornadas de extenuación, y no salen de la pobreza. Las obreras de las salmoneras laboran en aguas gélidas por más de 12 horas diarias, percibiendo sueldos mezquinos, y no salen de la pobreza… En fin, en tanto los maestros universitarios, las meseras y las trabajadoras del sexo –las esforzadas prostitutas- no salen de la pobreza, resulta enorme el crecimiento de la Nike, de Billiton, de la General Motors, de Kentucky Chicken y otras empresas de nombres en inglés.

Claro, no tapiemos la esperanza. Porque hay esperanza, sí. Si bien existe un grupo de naciones como Chile, Colombia, Perú, México y la mayoría de las centroamericanas, naciones que buscan el desarrollo con tratados de libre comercio básicamente; existe asimismo un grupo de países, como Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con una visión más keynesiana, reguladora, de la economía. Y están Bolivia, Ecuador y Venezuela, que llevan adelante políticas encaminadas a una economía socialista, con control por el Estado de los recursos naturales, la tierra incluida.

Y no hay que ser docto para comprender que sin la vocación de igualdad de una política que erradique los errores ya señalados al socialismo, ni América Latina ni el mundo lograrán eliminar el terrible estigma de la pobreza, por mucho aumento macroeconómico que experimente. Al menos eso lo han comprendido unos cuantos, que hacen resúmenes y previsiones a propósito de la humana convención de inicios de año, entre fuegos artificiales, música multiplicada, y hasta cubos o baldes de agua lanzados a la calle, para limpiar la casa de “todo lo malo”.

Tras 5 meses de lucha, acaba el conflicto de FRAPE.

Ayer tarde, la asamblea de los trabajadores de FRAPE decidió aceptar una de las tres propuestas presentadas por la empresa, a través del Departament de Treball. La asamblea tras un intenso debate, ha acordado aceptar la primera propuesta por 156 votos a favor, frente a los 76 votos a favor de aceptar alguna de las dos propuestas que plantean los 295 despidos.

En la última semana, la Consellera de Treball, Mar Serna, ha tenido diversos contactos con los asesores del comité y con la dirección de la empresa. Como resultado, ha hecho llegar a los representantes de los trabajadores tres propuestas alternativas, aunque en todas ellas se contemplan despidos.

La primera, supone aceptar los 92 despidos ya autorizados por la resolución del ERE, aunque incrementando la indemnización de los 20 días por año previstos legalmente, hasta 45 días por año más una cantidad lineal de 7.000€. A cambio el Comité debe aceptar un aumento de productividad, una reducción del absentismo y una congelación salarial por dos años. La empresa garantiza el mantenimiento del resto de los puestos de trabajo, como mínimo por tres años.

Las otras dos propuestas tienen en común el cierre de la actividad productiva de la planta y el despido de los 295 trabajadores como inicialmente pedía la empresa. La segunda de las propuestas plantea una indemnización de 55 días por año trabajado, con un límite doble: 42 mensualidades y un máximo de 90.000€ . La tercera propone una indemnización de 60 días por año, también con una doble limitación: 42 mensualidades y 80.000€ como máximo.

Las tres propuestas están encaminadas a dividir a la plantilla, ya que cada una de ellas afecta de manera diferente, según cual sea la antigüedad y el salario de cada trabajador.

Estas propuestas se plantean en un momento difícil, provocado por la actitud del Departament de Treball que ha colocado al conflicto en un callejón sin salida, además de facilitar 92 rehenes a la empresa, para coaccionar y chantajear a la plantilla.

La asamblea tras un intenso debate, ha acordado aceptar la primera propuesta por 156 votos a favor, frente a los 76 votos a favor de aceptar alguna de las dos propuestas que plantean los 295 despidos, mientras que sólo una decena de trabajadores se han manifestado por continuar las movilizaciones. Los 6 trabajadores despedidos por la empresa a lo largo del conflicto, cobrarán la misma indemnización que los 92 despedidos afectados por la resolución de Treball. La oferta finalmente aceptada mejora en 7.000€ y en la garantía por 3 años, a la última presentada por la empresa durante la negociación.

Este conflicto ha vuelto a mostrar de una manera muy clara la connivencia y el servilismo del gobierno tripartito de la Generalitat respecto a las empresas, especialmente las multinacionales, y esperamos que haya servido para que muchos trabajadores y trabajadoras se cuestionen para qué sirve votar a partidos supuestamente de izquierdas, que una vez en el poder hacen las mismas políticas que la derecha.

También ha puesto nuevamente de manifiesto el papel de los grandes sindicatos institucionales ante las agresiones de la patronal. Especialmente CC.OO. ha mostrado una actitud agresiva e insultante hacia el comité, sus asesores y la propia asamblea, desde el momento que la asamblea rechazó la oferta de la empresa, obligando a la Generalitat a dictar resolución. Suponemos que la colaboración mostrada por CC.OO. con la empresa en las últimas semanas se debe a su interés por cobrar su cuota mafiosa habitual, por haber contribuido al despido de 92 trabajadores, aunque en esta ocasión no hayan podido firmar materialmente el acuerdo, ya que la asamblea se lo impidió. No obstante, es justo decir que los delegados y afiliados de CC.OO. y UGT de FRAPE han compartido en todo momento las decisiones de la asamblea y han participado activamente en las movilizaciones, sin dejarse controlar ni manipular por las estructuras de sus sindicatos.

Era muy difícil conseguir una victoria completa en un conflicto donde se confrontaba un sindicalismo asambleario y combativo, al sindicalismo entreguista y cómplice con la patronal que practican CC.OO. y UGT. No es posible, si no conseguimos romper el aislamiento de las luchas obreras a que nos somete la estrategia conjunta de gobierno, patronal y sindicatos institucionales. Frente a esa estrategia, la izquierda sindical ha de recuperar la solidaridad y la unidad de acción, no confundiendo la diversidad organizativa e ideológica con el sectarismo. Sólo así, podremos empezar a recuperar un movimiento obrero y sindical fuerte.

El próxímo jueves, día 24, a las 18,30 horas, está convocada una reunión del Comité de apoyo y de la Xarxa contra els tancaments, en la sede de la IAC, Vía Laietana, 57 – 4º. Allí haremos una valoración colectiva del conflicto de FRAPE, junto con compañeros de la empresa.

Desde la IAC queremos manifestar nuestro apoyo a la decisión de la asamblea, que sin duda ha sido difícil, así como mostrar nuestra solidaridad con todos los compañeros y compañeras de FRAPE, que durante cinco largos meses han mantenido, con una gran fuerza y dignidad, una dura lucha por sus puestos de trabajo.

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