sábado, 5 de enero de 2008

Entrevista a E.T.A: «Estamos convencidos de que todos tenemos sitio en el proyecto de Estado vasco»

¿Cómo valoran la evolución en la situación política desde el final del proceso de negociación?

Frente a Euskal Herria sigue alzándose el muro y la violencia permanente del Estado español. Al igual que en el proceso de negociación pasado, el muro con el que nos encontramos en el camino es el de la Constitución española y la negación a nuestro pueblo. El Estado español no ha llevado a cabo una verdadera transición democrática, y Zapatero ha tomado la misma senda de González y Aznar. Ha perdido una oportunidad inmejorable para reformar el Estado fascista que gobierna. Para dejar a Euskal Herria que siga el camino que desee.

Esto fue lo que pudimos comprobar en el proceso de negociación. Entraron al mismo con objetivos malintencionados y no tuvo recorrido. Desde entonces, tal y como han proclamado repetidas veces, han vuelto a mantener su apuesta por una política basada en la represión.

En lugar de dar pasos para respetar los derechos que corresponden a Euskal Herria, en vez de desactivar los mecanismos de tantos años de dictadura y de dar pasos hacia una verdadera democratización del Estado español, han vuelto a recetas del pasado. Y deben tener bien claro que el Estado español no será verdaderamente democrático, ni tendrá estabilidad ni paz, si a Euskal Herria no se le reconocen los derechos nacionales que le corresponden.

Zapatero ha realizado una elección, una elección equivocada, porque esto anuncia largos años de conflicto por parte del Estado español.

Por otra parte, el PNV, que representa a la burguesía vasca, ha traicionado de nuevo a nuestro pueblo. Durante el proceso dejó bien claro que apostaba por ir de la mano del PSOE. Hoy, decimos que está profundizando en ese camino. Su norte está en ganar las elecciones vascongadas de 2009 y en mantener su poder.

¿Cuál es el análisis que realiza ETA sobre la evolución de la reivindicación de la autonomía para Ipar Euskal Herria?

La valoración que hacemos de esa reivindicación es necesariamente positiva. Vemos esa alternativa renovada que la izquierda abertzale ha presentado a Euskal Herria como un paso que reclamaba la propia madurez de la situación política y del desarrollo de la lucha de liberación.

Una amplia mayoría de la sociedad reivindica un reconocimiento político e institucional que devolverá a Euskal Herria competencias y niveles de poder. Es imprescindible recuperar esos ámbitos de poder ante la colonización y la represión que proceden desde París, cuando lo que está en juego es la supervivencia de nuestro pueblo.

Un claro ejemplo es el hecho de que los sectores económicos locales, entre otros, están reivindicando la necesidad de esa estructura institucional fundamental como instrumento eficaz para asegurar el futuro económico de Euskal Herria.

Las medidas que adoptan desde Pau y París contra la voluntad popular también reflejan la necesidad que tiene nuestro pueblo de construir un marco autonómico propio. Es el caso de la autopista A-63 recientemente aprobada y de los daños que ocasionará esa vía. Nuestro pueblo necesita un marco autonómico que recoja las reivindicaciones de la ciudadanía vasca: en lo relativo a la oficialidad del euskara, en el ámbito de la ordenación del territorio, en el de la economía...

El marco autonómico para los tres territorios que propone la izquierda abertzale fija un primer solar en el camino de la creación del Estado de Euskal Herria. Ésa es nuestra apuesta. En cambio, hay quienes, como algunos sectores de PNB y AB, desde hace tiempo navegan a la deriva y continúan entendiendo y situando su perspectiva política, y por consiguiente el futuro de Euskal Herria, en la lógica del Estado de Francia. Ese camino a ninguna parte nos condena a ser «basque-français»; o, tal y como dicen algunos, «basque en France» o «français en Pays Basque». Y ahí Euskal Herria no tiene futuro.

Por el contrario, valoramos muy positivamente el encuentro que se está produciendo en defensa de la creación del Estado de Euskal Herria entre sectores abertzales que han trabajado en perspectivas políticas diferentes. Se han cerrado heridas del pasado, y eso provoca que se estén fijando los cimientos para que el proceso de lucha que se está gestando no tenga vuelta atrás.

Reivindican la necesidad de un Estado para Euskal Herria. En la situación política actual, ¿qué sentido le dan a esa reivindicación?

No es una simple reivindicación. La creación del Estado de Euskal Herria ha sido y es el objetivo de la resistencia revolucionaria que se ha producido en Euskal Herria en estos largos años. Es una opción que hará realidad la independencia. Muchos compañeros y luchadores han dado su vida en defensa de nuestro pueblo y de lo que hoy estamos reivindicando.

Porque, ¿qué otra opción le queda a Euskal Herria? ¿Ver a nuestro pueblo a la deriva, en el seno de España o de Francia, en función de las políticas que en cada momento apliquen Zapatero, Rajoy o Sarkozy a la hora de gestionar sus estados? ¿Ver a partidos como el PNV haciendo negocio y duplicando sus bienes aprovechándose de esta realidad?

Este pueblo tiene derecho a su propio desarrollo. En Europa tenemos otros ejemplos, como los de Escocia, Kosovo... Por tanto, no estamos hablando de utopías. Un pueblo, para garantizar su supervivencia, debe poder estructurarse, y es en ese contexto donde situamos al nuestro: soberano, con su Estado propio.

Sabemos que será un proceso gradual. Es un proyecto a desarrollar en distintas fases, porque vivimos realidades diferentes a raíz de la persecución política de los estados de Francia y España. Primero tendremos que pasar por el reconocimiento de Euskal Herria, la aceptación del derecho de autodeterminación y la consecución de un marco democrático. Una vez hayamos dado esos pasos, emprenderíamos el camino hacia la creación del Estado de Euskal Herria, que abriría la posibilidad de la independencia a este pueblo.

Y no tenemos la menor duda de que una amplia mayoría de Euskal Herria es partidaria del proyecto del Estado de Euskal Herria. ¿Por qué? Porque somos euskaldunes, ciudadanos vascos, y por eso mismo tenemos el deseo y la necesidad de ser dueños de nuestro pueblo. No entendemos que en nuestro pueblo gobierne ningún otro; no nos avergonzamos, lo reivindicamos con toda dignidad y orgullo. Creemos que todos tenemos sitio en el proyecto del Estado de Euskal Herria.

Pero no parece que por parte del Estado francés haya un cambio de actitud respecto a Euskal Herria.

El Estado francés es consciente de la fortaleza que la propuesta de autonomía política de la izquierda abertzale y esa convergencia entre abertzales han dado a la lucha de liberación. La respuesta del Gobierno de Sarkozy frente a ello está siendo el incremento de la represión, tal como nos lo demuestran las detenciones de los últimos meses.

Por ejemplo, consideramos que mediante las operaciones registradas en Garazi han querido cortar esa lucha y amenazar a la izquierda abertzale. Los mandatarios de Francia están cayendo en el mismo error del Gobierno español.

¿Preveían q ue la ofensiva del Gobierno español en materia represiva llegaría tan lejos?

Está claro, tal como hemos dicho con anterioridad, que el Gobierno español puso en marcha un proceso en el que no tendría que hacer «concesiones políticas». Tuvimos que escuchar constantemente cosas como «de ahí no pasaremos», «la Constitución no se reformará»... Valoraron que la Organización tenía un estado de salud débil y se ciñeron a una línea que pretendía el fin de la Organización, sin sumergirse en un proceso de verdad. Lo que vivimos en la actualidad, represión, represión y más represión, es el siguiente paso o capítulo de los cálculos que hicieron. Llevando a cabo una represión policial y judicial salvaje contra ETA y la izquierda abertzale, pretenden trazar el camino hacia una «negociación técnica» de cara al futuro. Como si quisieran hacer frente a la necesidad y el deseo de crear un Estado de Euskal Herria con esas inconsistentes recetas. Nos resulta extraño que, todavía hoy, con la experiencia de largos años de lucha, no se tenga claro por dónde pasa la solución y cómo se resuelve el conflicto.

En los últimos meses se están produciendo numerosas detenciones, y desde el Gobierno español se habla de la posibilidad de derrotar policialmente a ETA. ¿Qué responden a esas afirmaciones?

Es consecuencia de una lógica policial en la lectura del conflicto. Pero ETA nunca ha entendido los parámetros del conflicto en un sentido militar; no hay derrota militar posible, porque las raíces del conflicto son políticas. No hay victoria policial posible contra la voluntad de los ciudadanos vascos.

Nadie va a parar la voluntad de este pueblo de crear el Estado de Euskal Herria. Cada vez que quieren poner en solfa la dignidad de Euskal Herria no hacen más que fortalecer nuestra determinación por luchar.

En ese sentido, queremos hacer un llamamiento al pueblo para que se levante en contra de la opresión y la altanería de los estados de España y Francia, para que multiplique los trabajos de reconstrucción y para que se organice en la lucha. El proceso de liberación nacional no tiene vuelta atrás.

En el comunicado hecho público el 15 de diciembre pasado, ETA anunciaba que daría respuesta a «los ensayos de terrorismo de Estado contra los militantes vascos». ¿Qué es exactamente lo que querían dar a entender?

Como explicamos en el comunicado que dimos a conocer en aquella fecha, en el último año hemos constatado diversos movimientos de las fuerzas armadas españolas. En el transcurso del proceso de negociación abierto entre la organización y el Gobierno español, les advertimos que haríamos frente al terrorismo de Estado y que debían parar inmediatamente esas maniobras que estaban llevando a cabo. Tenemos muy presente que el Estado español, en toda su trayectoria, ha hecho uso, y está haciendo uso, del terrorismo de Estado. Sufrimos los tiempos de los GAL durante el mandato de Pérez Rubalcaba y Felipe González, y hoy tenemos a los mismos o a sus herederos al frente del Estado español.

Ha resultado significativo el esfuerzo que han realizado para ocultar esa denuncia de la Organización. Sin embargo, el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba nos mostró con palabras el sello de los GAL cuando, en clara amenaza dirigida a los luchadores vascos, declaró aquello de que el hacha ha cortado la cabeza de la serpiente. Con eso queda completamente al desnudo el sentido del pensamiento y de la estrategia de los dirigentes del Gobierno español: están dispuestos a utilizar todos los medios para torpedear el camino que lleva a la independencia de Euskal Herria.

ETA no va a dejar pasar las maniobras de guerra sucia de un Estado terrorista o la presión de las fuerzas policiales. Actuaremos contra los aparatos represivos que vayan a la caza de gudaris o ciudadanos vascos.

Acaban de atentar contra la sede del PSOE en Balmaseda.

Hacemos un llamamiento a los militantes del PSOE a que pregunten al ministro Rubalcaba, al presidente Zapatero o a fascistas como Ares hasta dónde están dispuestos a llegar en sus prácticas represivas. Están torturando salvajemente a ciudadanos vascos en los cuarteles de la Guardia Civil, haciéndoles la bolsa y la bañera, violándolos. Están condenando a ciudadanos vascos a morir en la carretera a consecuencia de la política de dispersión. Militantes independentistas están siendo condenados a cientos de años de cárcel. Los militantes del PSOE deberían reflexionar sobre las consecuencias que acarrean para todos esas situaciones.

Todas las fuerzas políticas miran ya a las elecciones al Parlamento español. ¿Cómo sitúan esa cita electoral en el contexto actual?

En primer lugar, bajo nuestra perspectiva, debemos decir que esas elecciones se sitúan en la crisis estructural que vive el Estado español. Y en el centro de la contienda entre PSOE y PP se encuentra la forma de solucionar esa crisis, cómo hacer frente a lo que reside en la base de esa crisis: la lucha de Euskal Herria.

El PSOE está tratando de demostrar que es capaz de hacer más que lo que hizo el PP contra la izquierda abertzale y la organización. Pero la línea represiva del PSOE es de mayor calado. El PSOE no puede aceptar la determinación y la capacidad de inicitiva que tiene la izquierda abertzale, porque es consciente de que el proyecto de la izquierda abertzale es invencible. Sabe que golpear salvajemente a la izquierda abertzale le reportará resultados a corto plazo, pero también tiene claro que nunca podrá acabar con la determinación por lograr la independencia.

Es ahí donde situamos la iniciativa que ha adoptado la izquierda abertzale de cara a estas elecciones ajenas. Ha hecho una apuesta por mostrar que existe un pueblo llamado Euskal Herria y reivindicar el Estado de Euskal Herria. Es por esa razón que pesa la amenaza de la ilegalización sobre ANV.

Lo que resulta extraño es que el Estado español, que intenta diariamente forzarnos a ser españoles, quiera dejar a la izquierda abertzale fuera de su legislación. Han intentado durante años ahogar las ansias de vivir de este pueblo en sus seudo-leyes y en sus estructuras, y ahora han caído en la resignación.

Es evidente que Euskal Herria no tiene sitio en la opresora legislación española.

Pero hay una cosa que se está socializando: que por encima de todas las actitudes democráticas, ni el PSOE ni el PP conseguirán variar la voluntad de la izquierda abertzale.

¿Pero no observan un cambio de actitud por parte de la izquierda abertzale?

No lo valoramos así. Vivimos un momento en el que hay que reforzar la lucha por la independencia. La izquierda abertzale siempre ha sabido cuál era la mejor opción para acumular fuerzas ante cada uno de los retos electorales. Corresponde a la izquierda abertzale hacer esa reflexión y estamos seguros de que lo hará con éxito. ETA llama a todos los ciudadanos a involucrarse en el proceso de construcción del Estado de Euskal Herria, dando en cada momento los pasos y las respuestas correspondientes.

¿Una victoria del PP no cerraría completamente las puertas a las posibilidades de negociación?

Como hemos manifestado hasta ahora, los términos del conflicto están situados en claves políticas, en los parámetros del enfrentamiento entre Euskal Herria y el Estado español, en ese muro que llevanta el Estado de España frente a los derechos de Euskal Herria. Estamos ante una cuestión de Estado, y desde esa perspectiva hay que verlo.

Por esa razón, la clave principal no reside en si está el PSOE en el Gobierno o está el PP, sino en el reconocimiento de los derechos de Euskal Herria por parte del Estado español. ETA, en los últimos treinta años, se ha sentado con gobiernos de distintos colores con la voluntad de dar una solución negociada y democrática al conflicto.

Por el contrario, todos los presidentes de España han utilizado todos esos intentos de negociación para buscar salidas en falso al conflicto, con el mezquino objetivo de debilitar a ETA y a la izquierda abertzale.

Todos son conscientes de que el conflicto que enfrenta a Euskal Herria con España y Francia sólo podrá superarse por la vía de la negociación. Antes o después tendrán que volver a ese camino; es decir, al reconocimiento de los derechos democráticos que asisten a Euskal Herria.

¿Y cómo valoran el respaldo ofrecido por el PSN a UPN para que siga en el Gobierno?

Como hemos dicho con anterioridad, es evidente que existe un pacto de Estado respecto a la cuestión vasca. Se trata de decisiones que se adoptan en Madrid. Sin duda, se impone la denominada «razón de Estado». Es así como valoramos lo ocurrido en Nafarroa. El PSOE ha situado la gobernabilidad de Nafarroa en las expectativas de lo que pueda ocurrir en las elecciones de España. No quiere mostrar su posición, y no lo hará hasta los comicios.

Porque está claro que después, y en vista de los resultados, darán pasos hacia una reforma.

Y no hay que olvidar que en Nafarroa, en el futuro, pretenden sellar el Amejoramiento impuesto al pueblo con la aprobación y la legitimación de los ciudadanos. Pero no con el objetivo de dar la palabra al pueblo y abrir las puertas a la creación de un Estado de Euskal Herria, sino con la única finalidad de situarlo bajo la reforma del Estado español.

Juan José Ibarretxe ha puesto sobre la mesa un proyecto político concreto. ¿Cuál es la posición de ETA al respecto?

En el 79 vimos a los dirigentes del PNV y de EE sometidos ante Suárez. Sin grandes disimulos, entonces negociaron de espaldas al pueblo y a las bases militantes. Viajaron hasta Madrid y llevaron a cabo el abrazo de La Moncloa, suscribiendo el Estatuto de Gernika.

Casi treinta años más tarde, y para desgracia de este pueblo, los vemos con las mismas intenciones.

No podemos valorar el Plan Ibarretxe al margen de las tensiones internas que vive el PNV. En el tiempo que Imaz ha sido su responsable principal, el PNV ha visto que su hegemonía y fuerza en la Comunidad Autónoma Vasca corría peligro. Los gestos realizados para seducir a diversos sectores del Estado español les han parecido excesivos a las bases jeltzales; indigeribles para algunos. Eso es lo que ha provocado el torbellino interno del PNV. Pero decimos claramente que el PNV ha hecho su apuesta desde una perspectiva de política y estabilidad del Estado español y que diseña sus estrategias en esa dirección, junto con los poderes de España y un PSOE que está en el Gobierno. El proyecto del Tren de Alta Velocidad es una buena muestra de ello, así como el respaldo ofrecido por el PNV a los presupuestos de España.

De esa forma, y teniendo en cuenta la actual situación política, Ibarretxe, junto al PNV, ha comenzado a preparar las elecciones que se celebrarán en 2009 en la CAV. Con el Plan Ibarretxe, han creado un instrumento sin parangón para representar una falsa confrontación con el Estado. Una «hoja de ruta» para recorrer el camino hasta 2009 y poner una alfombra roja a una nueva Reforma de España. Un nuevo fraude.

Pero Ibarretxe acusa precisamente a ETA de querer llevar a Euskal Herria al pasado.

Es otra mentira de Ibarretxe. Lo que nos lleva al pasado son las políticas y propuestas que nos condenan a vivir encadenados a un marco de España. Queremos trasladar a Ibarretxe que no hemos aceptado nunca, ni aceptaremos, el marco autonomista español.

De todas formas, con afirmaciones de ese tipo lanza mensajes interesados respecto a la violencia, desvirtuando el discurso sobre la violencia con una hipocresía, demagogia y cinismo sin límites. Como si no existiera la violencia aplicada por la Policía autonómica de España contra los ciudadanos. Habla de violencia, sin sonrojarse, cuando la precaria condición laboral de los trabajadores vascos causa más de cien muertos.

Una vez más, citan los accidentes laborales.

Sí, porque esos accidentes únicamente tiene un nombre: «Terrorismo patronal». En nuestra opinión, la situación resulta insostenible. La hipocresía de los empresarios no tiene límite. En el último año se han registrado más de cien muertes a consecuencia de los accidentes laborales, pero lo más grave es que no se observa ni un solo indicio de querer cambiar la situación.

Los sindicatos y los trabajadores han propuesto y exigido, una y otra vez, medidas para acabar con esta situación. Ha habido infinidad de movilizaciones, pero ninguna respuesta.

La respuesta y la prioridad de las administraciones públicas ha sido pasar la pelota de un laso al otro y rebajar los impuestos a la patronal. Lo hemos visto claramente en la actitud del Gobierno de Nafarroa y del Gobierno Vasco en el ámbito de la sanidad, cuando se niegan a la negociación con los sindicatos y trabajadores e imponen las condiciones laborales y su modelo por «decretazo».

El objetivo de la patronal pasa por explotar a la clase trabajadora y, en vez de mejorar las condiciones, profundizar en la miseria de las familias. Apilar y apilar beneficios por encima de todo, obviando todas las condiciones laborales.

Dicen que los empresarios crean riqueza, pero no concretan dónde se llevan esa riqueza. Llenan sus bolsillos y se enriquecen. ¿Qué clase de riqueza es ésa para nuestro pueblo?

Han mencionado el proyecto de Tren de Alta Velocidad. ¿Cuál es la lectura que ETA realiza sobre el desarrollo o la evolución de ese conflicto?

En Euskal Herria existen actualmente infinidad de conflictos sociales importantes y pequeños, pero no se observa ninguna intención o voluntad especial de resolverlos por medio del diálogo y de la razón. A fin de cuentas, están dando la razón a ETA una y otra vez. Si no hubiéramos intervenido en el conflicto de la Autovía las instituciones habrían impuesto, con la fuerza de las armas, su proyecto opresor. Lemoiz, Itoitz, el superpuerto, aeropuerto, incineradora y demás.

Y seguimos todo ello con gran interés, y también con intranquilidad, porque da la impresión de que los pseudo-políticos y tecnócratas que siguen aferrados al sillón no han extraido ninguna enseñanza de conflictos como el de Lemoiz o la Autovía de Leitzaran. Una vez más, están apostando a dejar que el conflicto se pudra, sin querer escuchar las sensatas críticas dirigidas por los ciudadanos.

Incluso se han atrevido a decir que se trata de un proyecto ecologista, necesario o imprescindible. Las últimas tonterías que hemos escuchado se quedarían precisamente en eso, en meras tonterías, si no fuéramos conscientes de que se trata de un proyecto que hipoteca el futuro de nuestro pueblo.

Han optado por la desinformación y la imposición. Si se hiciera una reflexión y un debate democrático en torno a las necesidades de Euskal Herria para estructurarse como pueblo y responder a sus necesidades de desarrollo se vería claramente que el TAV no es necesario. Si Euskal Herria, toda Euskal Herria, tuviera capacidad de decisión y estructuración, si contara con instrumentos de poder, habría que ver dónde terminaban estos proyectos. ¿Por qué esta actitud de evitar y prohibir consultas populares? ¿Qué temen esos que esgrimen la bandera de los demócratas de Euskal Herria? No aceptaremos imposiciones, que den la palabra al pueblo, y que la respeten.

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Bachelet ya suma dos muertos bajo su gestión.

...por Eduardo Andrade Bone

Cuando la presidenta Bachelet se encamina al tercer año de su continuismo ultraneoliberal y bajo el techo de la Constitución fascista de la dictadura de Pinochet y con una fuerte caída en las diversas encuestas que se han realizado en el país, la gestión gubernativa de la mandataria socialdemócrata neoliberal, se ve empañada por la muerte del estudiante universitario mapuche Matías Catrileo.

El 12 de noviembre pasado se cumplieron cinco años del brutal asesinato de Alex Lemún, bajo los gobierno de la Concertación, presidido en esa oportunidad por Ricardo Lagos. Mientras éste se encontraba en el Fundo Santa Alicia en el marco de la recuperación de tierras que sostenía la comunidad "Montutui Mapu", Lemún recibió en la cabeza el impacto de un perdigón de plomo de una escopeta calibre 12, disparada por el oficial Marco Aurelio Treuer, falleciendo el 12 de noviembre del 2002 en la Clínica Alemana de Temuco.

Ahora justo cuando la presidenta Bachelet se encamina al tercer año de su continuismo ultraneoliberal y bajo el techo de la Constitución fascista de la dictadura de Pinochet y sus secuaces y con una fuerte caída en las diversas encuestas que se han realizado en el país, la gestión gubernativa de la mandataria socialdemócrata neoliberal, se ve empañada por la muerte del estudiante universitario de origen mapuche Matías Catrileo, el joven era estudiante de la carrera de Agronomía de la Universidad de la Frontera de Temuco.

El incidente se produjo luego de una serie de acciones reivindicativas promovidas por los pueblos originarios de la región de la Araucanía y que está relacionada con sus luchas ancestrales de devolución de las tierras que le fueron arrebatadas por la ocupación de la Corona española primero, y luego por la naciente oligarquía económica y financiera chilena, que a través de los siglos ha usurpado las tierras del pueblo mapuche.

Los connotados ladrones de tierras, transformados en latifundistas y hacendados, en su mayor parte proceden del 20% más rico del país. Cuya militancia política o cercanía se encuentra en las filas del pinochetismo representado por la Unión Demócrata Independiente (UDI), Renovación Nacional (RN), el sector más pudiente de la Democracia Cristiana y la Iglesia Católica chilena, que también mantiene bajo su poder tierras que antiguamente fuero de propiedad de los pueblos originarios chilenos.

El crimen de Matías Catrileo se ha producido en el marco de la huelga de hambre que han estado realizando comuneros mapuches y adherentes a su causa, que exigen la liberación de todos los presos políticos mapuches existentes en el país, además de algunos beneficios carcelarios, que las autoridades administrativas de los centros de reclusión, se niegan terminantemente a conceder.

En Chile en la resolución de conflictos de cualquier índole, ya sean de orden reivindicativo, por mejores condiciones de vida, por una educación de calidad, buenos servicio de salud, de buses, viviendas dignas, por tener ingresoséticos y justos, o recuperar tierras del pueblo mapuche que se encuentran en manos de la clase económicamente dominante del país. La única respuesta que encuentra la clasetrabajadora, los sectores populares y los pueblos originarios chilenos, siempre es la represión del Estado chileno, que amparado en la Constitución fascista de la dictadura, y su ley antiterrorista, les permite desplegar la policía militarizada chilena, en este caso, en toda la región de la Araucanía, que suele responder con la mayor brutalidad posible, como en los mejores tiempos de la dictadura.

El Estado chileno, y los cogobiernos de la Concertación con el pinochetismo (UDI-RN), con respecto a las demandas ancestrales de los pueblos originarios chileno, pareciera tener establecido una política de exterminio, más que la solución real de sus peticiones. En este plano, el estado chileno y los gobiernos de la Concertación han hecho tabla rasa de las resoluciones de las Naciones Unidas, con respecto a la situación de los pueblos originarios y sus conculcados derechos históricos y humanos.

En otro escenario y siempre en la región de la Araucanía, los aparatos represivos del Estado chileno, que reciben ordenes directas del Ministerio del Interior, asesinaron el año pasado, al trabajador forestal Rodrigo Cisternas, que participaba en la lucha por mejores demandas económicas para el conjunto de los trabajadores forestales de la región. Cabe agregar además que los Tribunales de Justicia, sin haber llevado una investigación exhaustiva al respecto, han resuelto dejar en la más absoluta impunidad el crimen de Rodrigo Cisterna, sin que ninguno de los esbirros de la policía militarizada pague con cárcel por ello. Este crimen sin duda mancha con sangre de chilenos la gestión realizada hasta ahora por el gobierno concertacionista de Michelle Bachelet, que se ampara en la legalidad de la dictadura reinante hasta ahora en el país.

Al momento de escribir esta nota, el criminal de los aparatos represivos militarizados del Estado chileno, que ultimo a Matías Catrileo, ha sido identificado como el policía uniformado Walter Ramírez Espinoza, quien se encontraría detenido en la subcomisaría de Fuerzas Especiales de la ciudad Temuco.

Mientras tanto la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecido (AFDD),en una carta dirigida a la Corte Suprema, adjudicó al renunciado ministro Belisario Velasco la responsabilidad política y penal por la muerte del joven mapuche Matías Catrileo Quezada.

Ahora la organización mapuche Meli Wixan Mapu realizó una conferencia de prensa para pedir la renuncia del jefe de zona policial de la Araucanía, Mauricio Catalán, y acusaron a Carabineros de implementar una política de represión indiscriminada y de "gatillo fácil" contra las comunidades mapuches.

El vocero de la organización, Manuel Díaz Calfíu, indicó que era su “responsabilidad moral” pedir esta renuncia, a pesar las pocas esperanzas que tienen de que su petición se haga realidad, citando como antecedente la investigación por el asesinato de Alex Lemún, adjudicado al mayor Marco Aurelio Treuer, quien "fue después ascendido a comandante", siendo premiado así por los gobiernos de la Concertación.

El alevoso crimen del estudiante universitario de origen mapuche mantiene la región con una fuerte tensión, ante las movilizaciones que se están desplegando por grupos de protesta por el crimen del joven comunero mapuche. Las manifestaciones de los pueblos originarios en la zona, ha significado la ocupación de carreteras, el impedimento del flujo de automóviles, buses, camiones y la realización de fogatas como señal de protesta.

En la ciudad de Concepción, otro grupo protagonizó una marcha que comenzó en la catedral de la ciudad, pasó por el edificio institucional de Carabineros de esa región, en donde se repudió el actuar de los efectivos de la policía uniformada, y concluyó con una velatón en homenaje al universitario fallecido.

Los crímenes de Alex Lemún ,Rodrigo Cisterna y ahora Matías Catrileo, se inserta en un Estado y gobierno, que actúa con un claro signo autoritario y amparándose en la legislación represiva de la dictadura , que permite que los aparatos de la policía uniformada del Estado chileno actúen de forma despiadada imponiendo el terrorismo de forma virulenta y brutal contra todos aquellos que osen por exigir mejores condiciones de vida o la restitución de sus tierras enajenadas.

La presidenta Bachelet, el Ministro del Interior, el Intendente respectivo de la región, la coalición política de gobierno, cual Poncio Pilatos, no pueden seguir lavándose las manos antes los crímenes y la represión que se impone desde las sombras del palacio de gobierno y la casta política que cogobierna el país,la denuncia ante los organismos internacionales respectivo no se puede dejar de esperar, menos la movilización social y la solidaridad con los pueblos en lucha.

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Kenia, la pobreza de fondo.

Profundizamos en la situación en Kenia. Ya sabemos que en los últimos días, cientos de personas han muerto en los enfrentamientos que se han producido desde que el actual presidente Mwai Kibaki fuera proclamado ganador de las elecciones. Sin embargo, observadores internacionales y el propio presidente de la Comisión Electoral de Kenia dudan del resultado de los comicios.

De repente se ha echado por tierra la imagen de Kenia como uno de los países más estables de África. La cruda violencia antes y después de la publicación del resultado de las elecciones presidenciales, demuestra que la pobreza puede desestabilizar un país en vías de desarrollo. Casi la mitad de la población de Kenia vive por debajo del nivel de la pobreza. Cuando desaparece momentáneamente el poder estatal, como fue el caso del golpe fracasado de 1982 o como ocurre ahora, los pobres se hacen visibles denunciando una situación insostenible.

En Kenia, la violencia adquiere un carácter doblemente desagradable por la agitación de sentimientos tribales.

¿Cuál es el origen de estos disturbios? Escucha el siguiente informe.






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Serbia presiona a la Unión Europea en relación a Kosovo.

El primer ministro de Serbia, Vojislav Kostunica, considera que la Unión Europea debe elegir entre la independencia de Kosovo o estrechar lazos con una Serbia unida. La provincia serbia de Kosovo, en la que viven mayoritariamente habitantes de origen albanés, proclamará unilateralmente su independencia posiblemente en los próximos meses. La Unión Europea aboga, al igual que EE.UU. por un Kosovo independiente. Por su parte Rusia, al igual que Belgrado, se opone férreamente a dicha opción.

A fines de este mes, Bruselas decidirá el envío de dos mil policías y personal judicial a la provincia, que deberán reemplazar a los representantes de la ONU que administran Kosovo desde 1999. Según ha advertido el primer ministro Kostunica, en caso que la misión siga adelante, Serbia congelará las negociaciones de ingreso a la Unión Europea.

Aunque Europa, Rusia y EEUU discuten estos días sobre la viabilidad de un Kosovo independiente, la realidad es que nadie está pidiendo un referéndum de autodeterminación. Para España éste es un asunto delicado, ya que el apoyo a la independencia de Kosovo contradice la política interior del gobierno central con respecto a regiones de estado con histórica y amplia tradición nacionalista. Sobre todo esto conversan los compañeros de El Candelero, de Radio Vallekas, con Carlos Taibo, profesor de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid.







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Gorbachov critica a la UE y la OTAN por decidir sobre Kosovo al margen de la ONU.

El ex presidente soviético Mijail Gorbachov calificó hoy de "inconsistentes" los planes de la Unión Europa y la OTAN de resolver el asunto del estatuto de Kosovo al margen del Consejo de Seguridad de la ONU.

"Es una actitud inconsistente desde el punto de vista político y moral", dijo Gorbachov en declaraciones a Rossiyskaya Gazeta.

El político ruso condenó la postura de Estados Unidos y varios países europeos que han optado por decisiones unilaterales con respecto a Kosovo, provincia de mayoría albanesa actualmente bajo control administrativo de la ONU.

"Por primara vez en la historia, dos organizaciones (la UE y la OTAN) pretenden decidir el destino de un país (Serbia) que no es miembro de ninguna de ellas", indicó Gorbachov.

El ex mandatario soviético recordó que resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU estipulan que Kosovo forma parte de Serbia.

Dijo que si la OTAN y la UE reconocen la independencia de Kosovo "se creará un precedente muy peligrosos para la seguridad y el derecho internacional que puede desestabilizar la situación en varias zonas del mundo".

"Ninguno de los países por influyentes y potentes que sean tienen el derecho a decidir los destinos del mundo", subrayó el político soviético.

La situación de Irak mientras empieza el año 2008.

...por James Cogan

Los informes de los medios de comunicación acerca de las fiestas de año nuevo en Bagdad no pueden ocultar el hecho de que los iraquíes tienen poco que esperar de 2008 y menos aún que celebrar de 2007. El año pasado fue otro año de muerte, de destrucción y de sufrimiento. Hasta los incompletos datos recogidos por Associated Press - que sólo incluyen las muertes registradas y excluye a los denominados resistentes muertos en combates contra fuerzas estadounidenses y del gobierno iraquí- muestran que al menos 18.610 civiles murieron a consecuencia de la violencia. Decenas de miles de personas más murieron a causa de los efectos producidos por la desnutrición, las malas condiciones del agua potable, la contaminación de uranio empobrecido y de un sistema sanitario disfuncional.

2007 será recordado como el año en que la agencia británica ORB calculó que 1.200.000 iraquíes habían muerto bajo la ocupación estadounidense, con lo que corroboraban el número de muertos calculado anteriormente por científicos que trabajaban para la Universidad Johns Hopkins.

También será recordado como el año en que más de un millón de iraquíes fueron obligados a abandonar sus casas huyendo de la violencia sectaria fomentada y alentada por las políticas del imperialismo estadounidense. La “oleada” del envío de 30.000 soldados estadounidenses más al país entre marzo y junio fue acompañada de la que posiblemente ha sido la peor limpieza étnica y de comunidades de la historia moderna de Iraq.

El 21 de diciembre UNICEF publicó unas estadísticas que revelaban el nivel social de la destrucción: sólo el 28 % de los iraquíes de 17 años pudieron hacer los exámenes finales en 2007, mientras que la violencia impidió que cerca de un millón de niños asistieran a la escuela primaria.

Estas cifras ponen de relieve la acusación hecha por WSWS el 24 de mayo de 2007 de que los artífices de la invasión de Iraq habían cometido “sociocidio” - “el asesinato deliberado y sistemático de toda una sociedad”- para apropiarse del territorio del país y de sus recursos petrolíferos en beneficio de la clase dirigente empresarial estadounidense. Hay que hacer responsables de estos crímenes de guerra a sus autores pertenecientes a la administración Bush y a sus aliados.

Miles de familias estadounidenses y británicas han pagado un precio amargo. La cifra de soldados de la ocupación muertos en Iraq en el año 2007 fue la más alta desde la invasión en marzo de 2003. Perdieron la vida un total de 901 estadounidenses, 47 británicos y nueve soldados de otros países ocupantes. La cifra total de víctimas estadounidenses de esta guerra ilegal asciende ahora a 3.904 muertos y a 28.661 heridos -muchos de los cuales han sufrido daños cerebrales, han perdido miembros o sufren otros daños permanentes. Otros 30.185 soldados han tenido que ser evacuados por heridas “no hostiles”, como enfermedades o problemas psicológicos. Al menos 132 soldados estadounidenses se han suicidado en este país devastado por la guerra.

2008 verá cómo continúan las muertes y las mutilaciones. En su conferencia de prensa de final de año celebrada el 29 de diciembre el comandante estadounidense en Iraq, el general David Petraeus, arrojó un jarro de agua fría a las declaraciones de que la “oleada” estadounidense había conseguido llegar a tener el país bajo control. Mientras señalaba el descenso de muertes estadounidenses respecto a los tres meses anteriores -el número de muertos fue el más bajo desde principios de 2004- advirtió de que “inevitablemente habrá duros combates, más días duros y más semanas duras, aunque pocos, si Dios quiere”.

La advertencia de Petraeus provenía de la naturaleza claramente temporal del modesto descenso de riesgo para los soldados estadounidenses. El descenso de ataques a las fuerzas de ocupación se debe no a que haya habido algún cambio en la aplastante oposición por parte de los iraquíes a la presencia estadounidense o alguna mejora en las catastróficas condiciones de vida a las que se enfrentan la mayoría de los iraquíes, sino que se debe a una serie de tratos desesperados, orquestados por Petraeus, para comprar a varios grupos de resistencia de base árabe-sunní y para asegurar un alto el fuego con la principal oposición fundamentalista chií a la ocupación, el Ejército Mahdi Army del cérigo Moqtada al-Sadr.

Estos tratos están empezando a ser conocidos. En el oeste de Iraq y en enclaves sunníes dentro de Bagdad y alrededor de esta ciudad hay al menos 77.000 miembros de la milicia sunní a los que está pagando el ejército estadounidenses. Sus dirigentes, muchos de los cuales estaban relacionados con el régimen anterior de Saddam Hussein, están tratando de tener un papel político mayor por medio de un sórdido acuerdo de reparto de poder con los partidos fundamentalistas chiís y nacionalistas kurdos que dominan el gobierno títere de Iraq respaldado por Estados Unidos. En el proceso, todas las facciones se están situando en oposición directa a las esperanzas y aspiraciones de la clase trabajadora ordinaria de Iraq perteneciente a todas las sectas y grupos étnicos.

A unos dos millones de refugiados iraquíes en Siria y Jordania se les está diciendo ya que tienen que volver necesariamente a casa. El que puedan volver o no dependerá de si pertenecen a la misma secta que aquella cuya milicia controla ahora el barrio de donde son originarios. A miles de chiíes se les ha impedido entrar en zonas que están bajo la autoridad de la milicia sunní y que, en muchos casos, están cerradas por muros de hormigón de 12 pies levantados por los estadounidenses. Al mismo tiempo, a decenas de miles de sunníes y cristianos expulsados por las milicias chiíes se enfrentan a perderlo todo. Como parte del trato de Sadr con Petraeus, el Ejército Mahdi se ha hecho con el poder en amplias zonas de Bagdad y las gobierna como un feudo sectario en nombre del clérigo.

La ira por la división de la ciudad negociada por Estados Unidos y por el ascenso de las milicias se ve aumentada por la incapacidad de la ocupación para proporcionar trabajo o servicios básicos. La combinación del paro y el infraempleo en zonas como Sadr City asciende al 70%, y nuevos estallidos de resistencia son inevitables.

Por el sur de Iraq de mayoría chií la situación es igual de inestable. En términos prácticos, el trato de Sadr con la ocupación ha significado abandonar a sus partidarios (que en su mayoría forman parte de la clase trabajadora) al ejército estadounidense y al Consejo Supremo Islámico Iraquí (SIIC, por sus siglas en inglés), el mayor partido chií favorable a la ocupación y representante de los negocios chiíes más poderosos y de las elites clericales. A consecuencia de ello, cientos de hombres de la milicia sadrista han sido considerados como “elementos indeseables”, se les ha dado caza y han sido detenidos o matados.

Observadores de la política iraquí están notando el crecimiento de la desafección entre la base sadrista debido al tira y afloja de Sadr y a su colaboración con el ejército estadounidense. El mes pasado Peter Harling del International Crisis Group declaró a McClatchy Newspapers: “No sé cuánto tiempo se podrá sostener esto. Los partidarios de Sadr parecen estar extremadamente frustrados, quieren acatar la decisión de Moqtada [el alto el fuego], pero no durante mucho tiempo”.

Según un artículo del 26 de diciembre del Washington Post, ha habido una redada contra muchos de ellos Najaf, Karbala, Hilla y Diwaniya. Existen indicios de que el ejército estadounidense junto con las fuerzas del gobierno iraquí leales al SIIC están preparando una ofensiva contra los sadristas y contra partidos vinculados a estos, milicias y sindicatos de la rica en petróleo ciudad de Basora. Esta operación tienen posibilidades de ser la mayor sangría del año nuevo y de desatar rebeliones contra la ocupación por todo el sur de Iraq.

Mientras continúan las matanzas, diversos ámbitos de la elite dirigente estadounidense están explotando la misma carnicería que ellos han provocado para argumentar que el ejército estadounidense debe permanecer en Iraq para establecer las condiciones necesarias para la “democracia”. Esta propaganda no es más que una descarada apología del primer crimen de guerra, que todavía se está produciendo, del siglo XXI.

La ocupación está gobernando por medio de las divisiones sectarias y de la represión diaria de la oposición a su presencia. La condición previa necesaria para que Iraq se recupere de la catástrofe social y política creada por la guerra dirigida por Estados Unidos es la retirada inmediata e incondicional de Iraq de todas las tropas estadounidenses y extranjeras.

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