domingo, 28 de septiembre de 2008

He “robado” 492.000 euros a quienes más nos roban para denunciarlos y construir alternativas de sociedad.

...por Enric Durán

Escribo en estas páginas para hacer público que he expropiado 492.000 euros a 39 entidades bancarias a través de 68 operaciones de crédito. Si incluimos los intereses de demora, la cifra actual de la deuda es de más de 500.000 euros que no pagaré.

Ha sido una acción individual de insubmisión a la banca que he llevado a cabo premeditadamente para denunciar al sistema bancario y para destinar el dinero a iniciativas que alerten de la crisis sistémica que estamos empezando a vivir y que intenten construir una alternativa de sociedad.

Se trata de una acción ajena a cualquier tipo de violencia, que reivindico como una nueva forma de desobediencia civil, a la altura de los tiempos que corren. Cuando la financiación al consumo y la especulación son dominantes en nuestra sociedad, ¿qué mejor que robar a los que nos roban y repartir el dinero entre los grupos que denuncian esta situación y construyen alternativas?
¿Cómo he podido conseguir tanto dinero sin propiedades ni avales?

Tras algunas investigaciones y pruebas, en la primavera del 2006, empecé a llevar adelante de manera definitiva esta idea haciendo creer, según el caso, a los diversos bancos, cajas y establecimientos financieros de crédito que me quería reformar el piso o comprar un coche. En algunos casos, también a través de una empresa creada con el propósito de poder justificar determinadas inversiones como la compra de material audiovisual para una productora.
La ventaja de pedir un préstamo desde una empresa es que la deuda como empresa, aunque sea una empresa unipersonal, no aparece en tu historial de deuda personal, de modo que puedes ir aumentando tu endeudamiento indefinidamente sin que el CIRBE (sistema de información sobre deudas del Banco de España) lo detecte. Existen otras maneras de engañar al CIRBE que explicaré a quien quiera realizar una acción con una finalidad similar a la de la mía.

Estos préstamos eran solicitados sin ninguna garantía ni de otra persona ni de ninguna propiedad, simplemente con mi firma. Con una profesión inventada y una buena nómina falsa que hacía creer que ganaba de sobras para acceder a la financiación. El quid de la cuestión es que los bancos no tienen manera alguna de comprobar si una nómina que les presentes es real o no, siempre y cuando la empresa y la persona existan realmente.

También había que presentar los extractos bancarios adecuados, que conseguía haciendo circular el dinero de cuentas de empresa a cuentas personales a través de transferencias de nóminas para simular ingresos personales, que los bancos se creían. En algunos casos me pedían el contrato de trabajo, la declaración de la renta o la vida laboral. A mis empresas les pedían las declaraciones del IVA trimestral y, cuando ya tenían más de un año, el impuesto de sociedades.
A todo esto se puede responder adecuadamente, y a veces con información real. Si no, con una impresora, fotocopiadora, tijeras y celo, ¡se hacen maravillas!
En algunos casos, tuve que comprar el coche para el que había solicitado el préstamo, y después me lo tuve que vender todo antes de dejar de pagar para que no me lo pudiesen embargar i así tener más fondos para financiar las luchas.

Sorprenderá que haya conseguido esto, 492.000 euros sin avales ni garantías, en un contexto de contracción del crédito. Es una demostración de cómo la banca promueve el endeudamiento de las familias por encima de cualquier control y de cualquier medida de prevención de riesgos y de sentido común. Como conclusión, hay un hecho que nos puede ayudar a entender las posibilidades y oportunidades que hay para este tipo de acción: los bancos y las entidades financieras necesitan conceder créditos, porque es una de sus maneras principales de obtener beneficios y porque, como ya hemos explicado en otro artículo anterior, el sistema financiero necesita que cada vez se firmen más créditos para poder crear cada vez más dinero. Es una rueda que no se detendrá hasta que colapse el sistema. Nosotras, en lugar de seguir ayudando a que la rueda gire pidiendo créditos para producir o para consumir, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de ponerle trabas, heciéndoles creer que queremos créditos y que así podrán crear este dinero gracias a nosotras. Después, al no devolver los préstamos, hacemos desaparecer este dinero y el que se había creado de la nada, con la garantía que habíamos firmado de devolución de las deudas. Este sistema funciona a partir de la confianza y si mediante formas de actuación como estas, conseguimos sembrar desconfianza, podremos abolirlo (destruirlo?)!
¿Por qué esta acción?

Esta crisis que se ha explicado en artículos anteriores, especialmente en su vertiente energética, era de prever. Hace tres años conocí las refleciones acerca del cénit del petroleo y pensé que en el momento en que se desencadenara la crisis sería fundamental que estuviésemos preparadas. Ésta podría ser una oportunidad para el cambio social, un momento que se tenía que aprovechar. Pero si no nos preparábamos, el futuro podría llegar a ser incluso mucho peor de lo que tenemos ahora, dado que la gestión de la escasez dirigida desde poderes económicos y políticos podría llevarnos hacia un nuevo fascismo.
A menudo, uno de los inconvenientes que encontramos cuando hablamos de transformación social en la actualidad es que nos cuesta identificar a los enemigos principales. No en vano, ya juegan bien sus cartas para que cueste identificarlos. Como hemos visto en el artículo que hablaba del sistema financiero, hay mecanismos escondidos y perversos que hacen que una minoría controle la creación de dinero y, a partir de ello, hacen que el sistema económico se mueva al ritmo que más les interesa. Desenmascarar a esta minoría, a este sistema bancario que nos lleva al colapso ecológico, me parecía fundamental y fue una motivación clara para llevarme a realizar esta acción de insumisión financiera y hacerla pública.
Otra razón de peso fue el poder fortalecer a los movimientos sociales para que se pudiesen preparar para la crisis, ensayando las alternativas que pueden convertirse en el ejemplo de una forma de vida viable cuando ésta estalle. Creía que para esto hacía falta más dinero del que podemos conseguir por otros medios, ya que, según mi experiencia en los movimientos sociales, uno de los factores limitadores importantes de los proyectos transformadores ha sido siempre la falta de capacidad económica para echar adelante proyectos estratégicos que se puedan iniciar cuando se crea conveniente y mantener con el tiempo.

Hay alternativas de sociedad que empiezan a ponerse en marcha desde la práctica y sin ideas demasiado preestablecidas. Hay muchas iniciativas que, desde la autonomía y la autogestión, están empezando a practicar formas de vida en las que creen como alternativa al sistema capitalista actual. Hay esfuerzos claros y decididos para coordinarse y organizarse conjuntamente en red, para empezar a poner en práctica otro modelo de sociedad. El camino ya ha empezado, ahora hay que mantenerlo y darle fuerza.
¿A quién ha ido el dinero?

Una vez pagadas comisiones, intereses, notarios, impuestos y gastos varios relacionados con la acción y que no forman parte del dinero disponible para el cambio social, quedaron unos 360.000 euros que se han destinado, entre otros, a la publicación que tienes entre tus manos1. Los demás destinos han sido diversas acciones e iniciativas destinadas tanto a concienciar sobre la crisis sistémica (energética, alimentaria, económica...) como, especialmente, a impulsar un anplio movimiento social que ponga en marcha otras maneras de vivir en sociedad mientras se enfrenta al modelo capitalista actual, teniendo como objetivo el de sustituirlo.

No daré detalles en este escrito para no poner en problemas a los proyectos que han recibido este dinero sin ser responsables de ello, pero confío que la memoria de las personas con quien he compartido momentos en los últimos tiempos activará el boca-oreja que hará que mucha gente pueda saber con seguridad que el destino de los fondos ha sido orientado en este sentido.
Un llamamiento a la acción

Esta acción quiere ser sobre todo un llamamiento para que cada una se plantee qué es lo que puede y lo que quiere hacer para cambiar el estado de las cosas dentro de lo que sea posible o incluso de lo que podría parecer imposible...
Si yo he llevado a cabo esta insumisión financiera, arriesgando mi libertad para demostrar que el sistema económico es más vulnerable de lo que parece y para conseguir todo este dinero para la construcción de alternativas, quizás muchas otras personas podrán hacer alguna cosa más si creen en sí mismas, si saben librarse de los falsos miedos en que se nos educa premeditadamente dentro del sistema y si piensan decididamente que sólo la gente, desde abajo, podemos cambiar el estado de las cosas.

Poniendo como ejemplo el estilo de acción que yo he llevado a cabo, quizás cada uno, según su contexto personal y económico, pueda darse cuenta de que hay cosas que están a su alcance:

Los arrendatarios, que padecéis el encarecimiento de los precios (que acostumbra a venir tras el encarecimiento de los precios de compra) podéis juntaros para iniciar una huelga de alquileres como la de los años 1930 y 31; me consta que ya hay gente que está pensando en ello...

Si estáis pagando una hipoteca desde hace pocos años y os queda mucho tiempo de trabajo en un puesto que no os gusta, quizás podéis dejar de pagar la hipoteca y okupar vuestra casa. Si lo hacéis solos quizás tendréis un problema (aunque no más grande que el que ya teníais y además os podréis plantear dedicaros a lo que os guste y que sea coherente con vuestras ideas y vocaciones) pero si mucha gente se organiza, será la banca la que tendrá el problema...

Si sois personas comprometidas y queréis colaborar con los movimientos sociales, ahora ya sabéis que tenéis la opción de solicitar algunos préstamos y no pagarlos para así financiar las luchas, a la vez que ponéis trabas al sistema financiero. Hay maneras de hacerlo sin recibir por ello ninguna acusación penal, sería cuestión de hacerlo a una escala más pequeña que la mía y de no hacerlo público. En esto os puedo echar una mano, jeje.
Si ya vais camino de tener que vivir sin cuentas bancarias porque os han puesto una pena-multa (de esas que tanto abundan actualmente) que no queréis pagar, ¿por qué no expropiáis algo de dinero a la banca antes de que llegue el momento de dejar de tener cuentas corrientes?

Eso sí, con estas diversas opciones y otras que se os puedan ocurrir seréis morosos toda la vida (o mientras aguante este sistema financiero en crisis...), de modo que sería aconsejable que os lo pensaseis como idea acompañana de un plan personal para vivir de otra manera, sin cuentas corrientes ni propiedades.

De todos modos, si no podéis o no queréis llevar a cabo ninguna de las acciones anteriores, hay dos cosas más sencillas que todo el mundo puede y debería hacer lo antes posible: no solicitar ningún crédito y sacar el dinero del banco.

Al mantener préstamos, tarjetas de crédito y cuentas corrientes, estamos siendo cómplices de unos bancos que representan el corazón de un sistema capitalista que está sembrando la destrucción del planeta, la pobreza y la esclavitud de nuestras vidas por doquier.
Sacar el dinero del banco es una cosa que cualquier persona puede hacer si simplemente se organiza un poco para gestionar sus pagos y cobros de otro modo.

Y si este llamamiento te llega tarde porque hay deudas que no has podido pagar y ya apareces en listas de morosidad de los bancos... por qué no te pones en contacto conmigo y montamos un sindicato de morosos? Que hay más personas inscritas en las listas de morosos que en las del paro... ¡y vivir sin cuentas corrientes es un arte que valdría la pena compartir!
Lo que voy a hacer a partir de ahora.

Mientras escribo este comunicado público aún no hay ninguna acusación penal contra mi persona, hecho que prueba que he podido llevar a cabo la acción hasta el final afuera de cualquier control o sospecha policial.
De todos modos, según el sistema judicial del estado español (y sin contar con su motivación ética), a partir de esta confesión se me tendría que acusar de estafa mayor (que se considera a partir de 50.000 euros) y de insolvencia punible (también denominada levantamiento de bienes). Por la primera acusación se me pueden pedir entre 2 y 6 años, y por la segunda entre 1 y 3 años. Así que he preferido reivindicar esta acción públicamente como desobediencia civil para que todo el mundo pueda saber lo que se puede hacer y para cuestionar al mismo sistema financiero en vez de esconderlo como me recomendaría cualquier persona que pensase primero en su integridad personal.

Pero dado que mi postura es claramente de reconocimiento y de defensa moral y política de los hechos y dado que no pienso que el sistema judicial está legitimado para juzgarme (como parte de un sistema político totalmente antidemocrático en cuanto a dependencia de los mismos poderes económicos a los que denuncio con mi acción), he decidido acompañar esta explicación pública de los hechos con mi desaparición física. De ese modo evitaré que posibles represalias contra mi libertad o mi cuerpo me impidan seguir defendiendo y explicando estos hechos públicamente y seguiré activo en los movimientos sociales catalanes a partir de la participación virtual mientras me encuentre físicamente en algún otro lugar del mundo desde el que pueda también participar en las luchas sociales.

Más adelante, me reservo la posibilidad de volver a aparecer físicamente en territorio catalán, si se demuestra que la sociedad civil catalana está preparada para defender la libertad de aquellas personas que nos enfrentamos públicamente a los poderes económicos y políticos de nuestra sociedad.

Y si algún día, por voluntad propia o no, soy juzgado, aviso que el único veredicto que aceptaré será la absolución por consideración del tribunal de que mi acción no es constitutiva de delito, a causa de su motivación ética y solidaria en contra de los actores que más daño hacen a esta sociedad y en pro del bien común. Aparte de esto, no negociaré penas menores para evitar cumplir condena, ni pagaré una fianza, ni multa, ni negociaré la deuda. Si el estado es incapaz de salir de la presión de los poderes fácticos, que todo el mundo lo vea manteniendo a una persona como yo en prisión.

Desde este momento, podréis conocer mi identidad y contactar conmigo a través de la web www.17-s.info donde también podréis encontrar información más detallada.

La fusión entre dos tradiciones activistas

Esta acción de Enric, aún siendo innovadora, no sale de la nada; históricamente, activistas de muchas tendencias se han arriesgado por el bien común desde afuera de la legalidad vigente, ya sea realizando acciones contra la banca para financiar las luchas, ya sea realizando acciones públicas de desobediencia civil para transformar algo. En el campo de las expropiaciones bancarias, la tradición arranca a principios del siglo XX, en países como Francia e Italia, y también en el estado español, por ejemplo con el espectacular atraco al Banco de España en Gijón por el grupo de los solidarios, en 1923.
Personajes míticos de nuestra historia como Durruti, Quico Sabaté o Salvador Puigantich han participado en acciones de este tipo, las cuales siempre son peligrosas ya que se pone en juego la vida tanto de los participantes como de los trabajadores de las sucursales. Otros métodos clandestinos, más seguros para las personas pero complicados han sido la falsificación de moneda o de cheques de viaje, por esta última acción contra el Citybank se dio a conocer al mundo Lucio Urtubia, quien todavía vive y recientemente ha realizado varias conferencias en el territorio catalán para presentar el documental Lucio, el anarquista irreductible.
La estrategia de la desobediencia civil arranca en el siglo XIX de la mano de Henry Thoreau y se hace conocida mundialmente a través de figuras como las de Gandhi y Martin Luther King. En el estado español no empieza a valorarse la desobediencia pacífica como posibilidad hasta después de la muerte del dictador Franco, dado que cuando la violencia del estado goza de completa inmunidad, la desobediencia no violenta se hace imposible. Desde los 70 hasta ahora, algunos de los movimientos sociales más reconocidos como la exitosa insumisión al servicio militar y el movimiento de okupaciones se basan en esta premisa desobediente.
Una de las dificultades del punto de encuentro radica en que parten de situaciones opuestas. La primera necesita de clandestinidad; la segunda es una acción pública que basa su fuerza en su apoyo social y en la legitimidad de sus acciones. La acción que nos ocupa hoy las puede fusionar porque tiene dos partes: la parte de acción directa (ya se ha llevado a cabo y su carácter secreto ha permitido el éxito de la acción) con la parte de desobediencia civil (que empieza hoy, con la confesión y defensa pública que hace el autor, cuestionando seriamente la legitimidad moral de la banca).

Si este ejemplo quedará como un caso aislado o si será la semilla para una nueva estrategia de acción, ya sea pública o escondida, el tiempo nos lo revelará. La palabra la tenemos cada una de las personas que queremos cambiar las cosas.

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¿Por qué no se hizo público el discurso de uno de los mejores reporteros de guerra al recoger su premio?

...por Miguel Álvarez

Gervasio Sánchez es el mejor reportero gráfico de guerra que ha parido Andalucía y probablemente Europa. Su currículum es extremecedor: ha estado en la mayoría de los innumerables conflictos armados que han asolado nuestra tierra en los cinco continentes.

Ha trabajado para muchas revistas y periódicos y publicado una decena de libros, todos ellos de fotoperiodiosmo de guerra.

Por su intrepidez, su sensibilidad y su asombrosa habilidad para la foto, ha recibido un sinfín de premios internacionales, tanto de asociaciones pro derechos humanos como de asociaciones de prensa, habiendo sido elegido Mejor Periodista del año en varias ocasiones. La ONU le nombró "Enviado especial de UNESCO para la paz." en el 50 aniversario de la Declaración Universal de DDHH.

Este es el discurso que pronunció el pasado 7 de Mayo al recoger el Premio Ortega y Gasset que otorga el diario El País, ante todos los medios de comunicación, la vicepresidenta del gobierno, varios ministros, el presidente del Senado, la presidenta de la Comunidad de Madrid y el alcalde.

Léanlo y comprenderán por qué nadie quiso publicarlo.

"Me avergüenzo de mis representantes políticos"

Estimados miembros del jurado, señoras y señores:

Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.

Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.

No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.

Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.

Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad.

Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.

Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.

Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.

Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.

Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.

Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.

Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.

Muchas gracias.

www.kaosenlared.net

Al final, una historia aséptica.

...por Octavio Alberola

No sé si Garzón tiene de verdad la intención de llevar adelante la investigación sobre el paradero de miles de desaparecidos y fusilados por los franquistas, pero mucho me temo que detrás del enorme ruido mediático “generado” por el juez "estrella" de la Audiencia Nacional haya la intención de seguir imponiendo la historia aséptica propiciada por la Transición.

De las intenciones de Garzón podremos hablar cuando se pronuncie sobre si es o no competente para seguir la instrucción de la denuncia presentada por diversas asociaciones de memoria; pero de las intenciones de la mayoría de los que se han pronunciado ya, sobre la oportunidad y los límites del Auto del Juez, sí que podemos hablar. Y, por todo lo que hemos leído y escuchado podemos concluir que la intención de la mayoría es coincidente con la expresada por el Jefe del Ejecutivo ante los "socialistas" madrileños. Para Zapatero, miles de españoles "tienen derecho a identificar y saber dónde están sus familiares muertos". Es decir: los miles de españoles que hasta ahora no han podido hacerlo, por la cobardía moral y política de los que pactaron una Transición de borrón y cuenta nueva, deben tener ahora el derecho de saber eso. Pero, eso y nada más.

Todo parece indicar pues que el Gobierno y el PSOE se proponen aprovechar la denuncia presentada el 14 de diciembre de 2006 y el 18 de julio de 2007 ante la Audiencia Nacional, por las Asociaciones de Memoria Histórica integradas hoy en la Plataforma de Víctimas de Desapariciones Forzadas (PVDF), para aparentar solidarizarse con su reclamo y utilizarlo para dar el cerrojazo final, intentado ya con la "Ley de Memoria Histórica", al proceso de recuperación de esa memoria.

Por eso se sigue con la equiparación de las víctimas y se pone todo el énfasis en el “derecho a identificar y saber dónde están sus familiares muertos”. Además, claro está de seguir manteniendo en el imaginario colectivo la idea de que aquellos trágicos y terribles acontecimientos sólo fueron una “guerra civil” (sin que en ella se enfrentaran concepciones de la sociedad diametralmente opuestas) y que en los dos bandos se cometieron horrores. De ahí que desde las instancias mediáticas se oriente la actual polémica sobre los “echos” para enterrar definitivamente el por qué de esos hechos; pues es a ese por qué al que temen todos, ya que su conocimiento pondría al descubierto la falacia de la España reconciliada en la Democracia.

Desgraciadamente, a consolidar esta orientación concurren también historiadores prestigiosos cuya trayectoria profesional parecía preservarlos de toda dependencia al Poder imperante.

No es de extrañar pues que el periódico EL PAÍS, abanderado esta vez de “cerrar las heridas para siempre”, no haya publicado la carta que sigue:

¿Una historia aséptica?

Tras afirmar que el cine no debe ser “sólo un instrumento de denuncia” sino que debe aportar también “una voluntad de conocimiento, que convierta al pasado en lección de tolerancia para los jóvenes”, el historiador Julián Casanova termina su artículo Guerra y dictadura en el cine español (El País, 8-9-08) afirmando que es “el momento de dejar de lado el impulso reivindicativo, la memoria testimonial de los vencidos, para adentrarse en visiones más críticas y plurales de los horrores que la guerra y la dictadura generaron”.

Cuando el juez Garzón agudiza la tensión entre diferentes memorias, no deja de ser sorprendente esta recomendación de una historia aséptica.

Efectivamente, “no hay historia sin reconstrucción fidedigna de los hechos”; pero la historia no es sólo eso, también es el “conocimiento” de las causas que los provocaron.

Sí, “visiones más críticas y plurales”; pero conocimiento también del por qué de “los horrores cometidos durante la guerra y la dictadura” y del por qué de las dos.

Casanova sabe que no fue un enfrentamiento irracional sino ideológico. Unos, para preservar privilegios e imponer un régimen fascista. Otros, para poner fin a esos privilegios y algunos más para defender la democracia parlamentaria que los vencedores desterraron de España durante más de 40 años. Y eso se debe saber, agrade o no a las personas que, “aunque agradecidas a Franco y a su dictadura”, se han “acomodado a la Democracia” y han “ajustado su memoria a los nuevos tiempos”.

Sí, señor Julián Casanova, la historia no debe ser parcial, reivindicativa; pero tampoco aséptica.

www.memorialibertaria.org

BBVA, BSCH i La Caixa controlen financerament els continguts dels principals diaris, ràdios i televisions.

La comunicació i la informació són en sí mateixos objectius clau a la consolidació i el manteniment de l’economia capitalista que domina la societat actual. Tal i com afirma molt sàviament el lingüista nordamericà Noam Chomsky, els mitjans de comunicació de masses s’han constituït en una gegantina maquinària de propaganda que va fer els seus primers experiments de consens induït de la població en el transcurs de la Primera Guerra Mundial. En un curt període de dos mesos van aconseguir que una majoritàriament pacifista població dels Estats Units passés a defensar la intervenció de l’exèrcit nordamericà a Europa. Les falses imatges i narracions -editades i confeccionades pels serveis secrets britànics- de nens belgues torturats, violats i assassinats hi van tenir un important paper. Ha transcorregut pràcticament un segle des d’aquells fets, però avui en dia aquesta pràctica s’ha generalitzat i normalitzat, i ja no sorprèn a ningú. Ha estat el cas del conflicte de Geòrgia, Ossètia del Sud i Abjàsia. Als dos extrems de la balança s’han posicionat la cadena d’informació 24h en anglès però editada des de Moscou, Russia Today, absolutament controlada i direccionada des del mateix Kremlin, i la totpoderosa Foxnews, la televisió privada dels Estats Units amb més capacitat d’incidència sobre les desenes de milions de votants que legitimen els interessos de l’oligarquia econòmica del partit republicà. Totes dues cadenes es consideren representants dels valors del periodisme i garants del dret a la informació; totes dues tenen un discurs pretesament objectiu i compten amb la participació d’analistes experts de tots els àmbits acadèmics, presentats com a imparcials, i que valoren en temps real els fets i direccionen el posicionament sobre la realitat de les seves potencials audiències.

Col·lapse de dades i imatges

Aquest és el model informatiu, comunicatiu, que es fa fort a començaments del segle XXI. Una totpoderosa presència de les grans corporacions que defensen interessos polítics, econòmics i de minories benestants, amb enormes dosis de maquillatge i reiteració, amb un bombardeig informatiu constant que més que deixar l’espectador profundament convençut, el deixa sobtadament desorientat, anestesiat, col·lapsat amb dades i imatges, sense mecanismes de contrastació, sense capacitat de reacció, sense criteri, i amb el greuje que avui en dia tot està molt més accelerat. Si l’any 1916 van trigar dos mesos a modificar l’opinió pública dels Estats Units per tal de legitimar la intervenció dels ianquis a la Gran Guerra, ara, en poc més d’una setmana es pot aconseguir que desenes de milions de persones defensin l’ocupació militar d’un país sobirà com l’Iraq, la seva destrucció física i l’assassinat de centenars de milers de civils. També és cert que el tancament de files de la població mediatitzada és més feble i incert, ja que la tecnologia que ha facilitat el control informatiu de masses també ha generat mecanismes d’autodefensa informativa que es poden estendre a gran velocitat a través d’internet i la telefonia mòbil, encara que la confiança que genera en el receptor la informació que arriba a través de persones conegudes o espais d’afinitat no ha estat superada per les noves tecnologies a l’abast.

BBVA i BSCH

La gran banca, com a màxima controladora del sistema financer del capitalisme mundial, no és aliena a tots aquests processos i, en especial, durant les últimes dues dècades s’ha imposat com a un dels seus principals objectius la teledirecció de les corporacions que controlen la majoria de mitjans de comunicació escrits, radiats, televisats i presents a la xarxa. És una pràctica importada de l’estratègia global amb empreses líders en la informació ja copsades per financeres europees i nordamericanes: News Corps, Viacom, AOL Time Warner, General Electric, Microsoft, Bertelsmann, United Global Com, Disney, France Telecom o RTL Group. En el cas de l’Estat espanyol destaca la batalla d’interessos exercida pel, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) i el Banco Santander Central Hispano (BSCH). Una interessant tesi doctoral de la Facultat de Ciències de la Informació de la Universitat Autònoma de Barcelona, signada per Núria Almirón, relata al detall com han estat de paral·leles i coincidents, en l’àmbit econòmic i personal, les trajectòries del BSCH i del Grup PRISA, un dels monstres comunicatius que acapara un major domini a l’Estat. Controla els continguts dels diaris El Pais, As, Cinco Dias, El Correo de Andalucia i Diario de Jaén; de revistes com Cinemanía, Dominical, Rolling Stone o Gentleman; d’emissores de ràdio com la Cadena Ser, Antena 3 Radio, 40 Principales, Cadena Dial, M80 Radio, Máxima FM i Radiolé; de 100 cadenes de televisió locals, Localia TV, Digital Plus, Cuatro, CNN+ i Documanía; marques editorials com Santillana, Aguilar, Alfaguara, Altea i Taurus; i la productora cinematogràfica Sogepack. El ja difunt Polanco (patriarca de PRISA) i Emilio Botín (cap suprem del BSCH) sempre van anar lligats de la mà, amb objectius comuns, i quasi sempre al costat del govern socialista de torn. L’aparició del grup Mediapro, vinculat també al PSOE i amb mitjans de referència com Público i La Sexta va fer trontollar aquesta alineació socialista de PRISA, la batalla entre ambdues corporacions pels drets d’emissió de les retransmissions de partits de la lliga de futbol va passar per damunt dels antics objectius d’alineació política. La pela és la pela.

La mateixa història es repeteix en el cas de Vocento. Sota aquest paraigües s’agrupen també desenes de mitjans, que en aquest cas reben la cobertura financera i creditícia del BBVA, un banc ancorat al costat dels interessos del Partit Popular: els diaris ABC, El Correo, Diario Vasco, El Diario Montañés, La Verdad, El Ideal, Hoy, Sur, La Rioja, El Comercio, Las Provincias i La Voz de Cádiz; les revistes XL Semanal, Mujer Hoy, TV Más, Mi Cartera de Inversión i Motor 16; mitjans audiovisuals com Telecinco, Net TV, Flymusic, Punto TV, Onda 6 i Punto Radio.

El Periódico i La Vanguardia

Altres grups també sumen influents pols informatius catalans. El Grup Planeta (a l’òrbita del Banc Sabadell) amb Antena 3, Onda Cero, La Razón, ADN i l’AVUI. El Grup Zeta amb el seu buc insígnia dirigit des del carrer Nicaragua (PSC), El Periódico de Catalunya, però amb important extensió territorial i temàtica: Sport, El Periódico de Extremadura, Ciudad de Alcoy, Diario de Córdoba, Periòdic d’Andorra, El Periódico de Aragón, La Voz de Asturias o el Periódico del Mediterràneo. Les revistes Equipo, Interviú, Tiempo o Viajar completen els seus tentacles. El Grup Godó tanca aquesta llista, amb La Vanguardia i RAC1 com a principals altaveus i la presència sempre constant i fidel del seu gendarme financer, La Caixa.

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Els poders econòmics, immunes a l’acció del tribunals.

Si estiguéssim en un sistema democràtic hi hauria igualtat de totes les persones davant de la llei, tal i com pregona l’article 14 de la Constitució espanyola. En aquest text podrem comprovar com n’està de lluny la realitat d’apropar-se a aquesta màxima.


Nou de cada deu fortunes espanyoles evadeixen impostos. El col·lectiu de Tècnics del Ministeri d’Hisenda (Gestha) ha denunciat que al voltant del 86% de les fortunes espanyoles amb un patrimoni superior als 10 milions d’euros eludeix les seves obligacions fiscals en no declarar l’impost sobre patrimoni. Segons els tècnics d’hisenda, el frau es concentra en aquelles propietats relacionades amb capital mobiliari i immobles.

En l’actualitat, només 132 contribuents declaren un patrimoni net superior als 30 milions d’euros, fet que suposa uns ingressos per a les arques públiques de gairebé 42,5 milions, és a dir, una mitjana de 322.000 euros per declarant. Al voltant de 2.525 ciutadans declaren un patrimoni net total d’entre 6 i 30 milions d’euros, aportant el 10% de la recaptació de l’Impost de Patrimoni.

Segons Gestha, l’economia submergida a l’estat espanyol suposa el 23% del PIB, per la qual cosa el ministeri d’hisenda hauria deixat d’ingressar 208.000 milions d’euros el 2007. Bona part d’aquests serien diners que els més rics de l’estat haurien robat al conjunt de la ciutadania en un sol any.

Una part important de totes aquestes evasions d’impostos aprofiten els paradisos fiscals, que són països que no cobren impostos, o bé en cobren molt pocs, al capital estranger que s’hi diposita i on els bancs acostumen a oferir secret bancari com a avantatge per als seus clients.

Segons ens explica la revista Temas, les dades, tot i ser escasses, confirmen la intensiva utilització dels centres financers de baixa o nula tributació per la banca i els grups empresarials espanyols. Segons el Ministeri d’Indústria, en l’últim semestre del 2007 les empreses espanyoles han canalitzat més de 3.000 milions d’euros a través de paradisos fiscals i països de molt baixa tributació com Holanda. La banca s’aprofita també massivament de les seves filials en paradisos fiscals. L’antic responsable de la Fiscalia Anticorrupció, Carlos Jiménez Villarejo, ho ha denunciat citant els casos del Santander i el BBVA, que tenen cadascun més de 30 filials en aquests territoris, sobretot a les Illes Caiman. Nuria Almirón, autora del llibre Juicio al poder, afirma que aquests bancs tenen ubicades en paradisos fiscals, entre el 10 i el 15 % de les seves societats, una realitat que és ben coneguda en el món financer, però silenciada sistemàticament en els mass media. El cas de les cessions de crèdit

La pressumpta acció delictiva de determinats bancs no ha estat ignorada per algunes persones i institucions, que han obert denúncies contra determinades entitats; una altra cosa és que els hagin aconseguit condemnar.

Un cas paradigmàtic de la immunitat bancària davant del sistema judicial és el de les “cessions de crèdit” del Banc de Santander. Entre 1988 i 1989, el Santander va captar casi mig bilió de les antigues pessetes –més de 3.000 milions d’euros- en nous dipòsits. Per atraure tal volum de diners en tant poc temps, l’entitat financera es va recolzar en l’ús d’una figura legal (les “cessions de crèdit de nua propietat”) que consisteix en traspassar les responsabilitats legals d’un creditor a un altre, tot pretenent alliberar aquests dipòsits de les seves responsabilitats fiscals. Després de la reclamació de l’Agència Tributària, en la informació que l’entitat subministrà a Hisenda s’identificaren fins a 9.566 operacions amb titularitat canviada pel banc, que acumulaven més de 145.000 milions de pessetes i hi figuraven persones mortes, aturades i jubilades sense poder adquisitiu entre els seus suposats titulars. Al tancament de la instrucció, l’Agència Tributària encara reclamava més de 14.000 milions d’euros en concepte de tributs no rebuts, i a més, 1.500 operacions no havien pogut ser identificades o no se n’havien localitzat els titulars. De la instrucció judicial també se’n desprenia la col·laboració necessària que el banc havia proporcionat als seus clients per ocultar les dades a Hisenda i per obstaculitzar la investigació de l’Agència Tributària primer, i del jutjat d’instrucció encarregat del cas en segon lloc.

Després de 15 anys de procés judicial, tot i ser el major frau fiscal de la història de l’estat espanyol, el BSCH va aconseguir que el fiscal de l’estat, en representació de l’Agència Tributària, l’exculpés, demanant arxivar el cas fins a set vegades (de la mateixa manera que el Ministeri Fiscal, que va demanar arxivar el cas fins a quinze vegades).

Finalment, el passat 3 de desembre de 2007 el Tribunal Suprem va decidir, per majoria, l’arxiu del cas de les cessions de crèdit, en què estava imputat Emilio Botín com a president del Santander i on només quedava l’acusació popular formada per l’Associació en Defensa d’Inversors i Clients i IC-V.

La sorprenent justificació d’aquest arxiu va ser que “no es pot obrir judici oral només a instàncies de l’acusació popular, si els perjudicats o ofesos pel delicte no formen part de l’acusació”. En canvi, en tota la Llei d’ Enjudiciament Criminal no es troba un sol precepte que limiti els poders de disposició i actuació de l’acusació popular i, per tant, no hi ha cap justificació legal per trobar-la insuficient per fer un judici.

Com que no hi havia precedents en una sentència del Tribunal Suprem, el veredicte del cas de les cessions de crèdit ha estat batejat en àmbits judicials com a “Doctrina Botín”, denominació que ens pot donar una idea del poder que pot tenir un banquer a l’hora de ser jutjat (fins al punt que es reinterpreti la llei per no condemnar-lo). La prova d’això és que posteriorment, a desembre de 2007, almenys en dos judicis la defensa i el fiscal han demanat aplicar la doctrina Botín (Cas Atutxa i Cas àcid bòric), i els tribunals ho han desestimat. Així que podem concloure que l’única cosa clara d’aquesta doctrina és el seu nom: que s’aplica a Emilio Botín i punt.

No ha estat aquesta l’única causa en què el banquer més poderós de l’estat s’ha lliurat de la condemna degut a la falta d’interès en condemnar- lo per part de la fiscalia. Al novembre del 2006 havia estat arxivada una querella presentada contra ell i uns altres 21 il·lustres responsables de la compra del Banesto pel Banc de Santander, entre els quals hi havia l’ex-governador del Banc d’Espanya, Luís Angel Rojo, i membres de la família Botín. Se’ls imputava, entre d’altres, un delicte fiscal de 262.000 milions de pessetes i la malversació de cabals públics per més de 327.000 milions de pessetes. El jutge Garzón va arxivar la querella a petició, una altra vegada, del fiscal de l’estat.

Podem interpretar-ho com vulguem, però hem de saber que l’Estat – sigui govern, sigui sistema judicial– sempre abdicarà les seves funcions quan es trobi fent front el Poder amb majúscules.

Una llei centenària prohibeix la usura però gairebé no es coneix

La llei de repressió de la usura (que data del 23 de juliol del 1908), continua vigent després d’haver rebut algunes modificacions per la llei d’enjuiciament civil 1/2000. L’article primer de la llei diu que “serà nul tot contracte de préstec en que s’estipuli un interès notablement superior al normal del diner i manifestament desproporcionat amb les circumstàncies del cas”. Com que la llei no determina què significa “notablement superior”, ha estat històricament el Tribunal Suprem l’encarregat de crear jurisprudència. Les seves sentències en tots aquests anys han acostumat a qualificar de nuls els contractes a partir de 2,5 vegades més el preu del diner. Com que actualment el preu del diner està situat en 4,25%, si es segueix aquesta doctrina, els préstecs operatius avui en dia per sobre 10,7 d’interès haurien de ser declarats il·legals. Casos com els de moltes targetes de crèdit dels bancs i molts préstecs de bancs i establiments financers de crèdit (EFC) que funcionen per telèfon i internet (per ex. Cofidis, Finconsum, Mediatis...) haurien de ser anul·lats en massa, donat que ho superen amb escreix i alguns d’ells estan per sobre fins i tot del 20%.

Tot i això, en ser tant desconeguda, hi ha molt poques denúncies en base a aquesta llei i en canvi es permet que préstecs d’aquests tipus s’anunciïn a TV i premsa, sense prendre cap mesura al respecte.

La banca inverteix en guerra i destrucció del medi ambient.

...per Esther Salis

Una funció dels bancs i les caixes es treure profit dels estalvis que la gent normal i corrent els deixen després de treballar, normalment durant moltes hores i de forma molt mal pagada. La pregunta és: què en fan amb aquest milers de milions d’euros un cop els hem dipositat als bancs? Els bancs i caixes fan servir una bona part d’aquest diners per invertir- los o deixar-los a empreses transnacionals perquè puguin dur a terme els seus projectes empresarials. En molts casos aquest projectes tracten sobre producció d’armes –per dur a terme guerres i despesa militar–, destrucció del medi ambient – per extreure’n recursos naturals– i fins i tot, ignorant tota mena de drets humans i laborals, atemptant contra la vida de comunitats senceres.

El fet és que la banca espanyola, malgrat la crisi, segueix tenint uns beneficis espectaculars. Segons els resultats dels primer semestre del 2008, els cincs principals bancs de l’Estat espanyol –Santander, BBVA, La Caixa, Caja Madrid i Banco Popular– van començar l’any amb uns beneficis nets de 10.656,7 milions d’euros. D’on surten tots aquest beneficis i en que inverteixen aquests bancs per continuar guanyant tants diners? La resposta rau en part en les inversions i el finançament que molts d’aquest bancs tenen en empreses amb pràctiques més que dubtoses.

Finançament i inversions

Segons la campanya BBVA Sense Armes, aquest banc és una de les primeres entitats financeres implicades en l’exportació d’armes. Però més directament, aquest mateix banc està implicat en el finançament d’empreses dedicades a la construcció d’armes de tot tipus. L’any 2005, el BBVA va participar, conjuntament amb altres entitats, en un crèdit de 2.200 milions de dòlars a l’empresa Raytheon, una de les contractistes de defensa militar més gran dels EUA. Per la seva banda el Santander posseeix el 50% de l’empresa Vista Capital, que al seu torn controla el 42,5% de Unión Espanyola de Explosivos SA. Per si això fos poc, el BBVA està finançant el 50% de la inversió en projectes com la construcció a l’Uruguay de la planta de cel·lulosa de l’empresa espanyola ENCE, amb tot els danys socials –desplaçament de comunitats mediambientals– i degradació de la fauna autòctona que això comportaria.

Un exemple d’empresa armamentística on la banca hi té una forta implicació és en el cas d’Indra. Aquesta empresa espanyola, una de les principals en el sector d’armament, es dedica a fabricar sistemes electrònics de guerra i per míssils, alhora que desenvolupa tecnologies de la informació per aplicacions militars. Indra participa en els programes militars de la UE, la OTAN i els EUA. A l’accionariat d’Indra hi podem trobar com un dels màxims accionistes a Caja Madrid, juntament amb el BBVA i el Santander, entre d’altres.

Per la seva banda, La Caixa és una de les màximes accionistes d’una empresa tan problemàtica en inversions com Repsol YPF. Les seves pràctiques es posen de relleu sobretot a l’Amèrica Llatina. A l’Argentina, per exemple, opera en territori maputxe al jaciment de Loma de la Lata. Allà, a causa de beure l’aigua i respirar l’aire contaminat, la població té uns nivells de metalls a la sang 700 vegades superiors als que permet la llei. A més, la compra de l’empresa YPF va significar l’acomiadament de milers de treballadors. A Bolívia, les seves operacions es realitzen sobre territoris protegits de diverses comunitats indígenes, que n’estan sent expulsades. També en aquest país, a més de ser acusada de contraban de petroli, l’any 2006 va ser acusada d’apropiarse de jaciments propietat de l’Estat. A Colòmbia, al pou de Capachos, Repsol va descobrir un jaciment a l’any 2002. Als anys 2003 i 2004 la zona va patir un gran augment de la violència paramilitar. Un any més tard, Repsol començava les extraccions.

Per altra banda, molts d’aquest bancs, entre ells Caja Madrid, el BBVA o La Caixa, recentment han finançat amb 1.704 milions d’euros a Acciona, una de les principals accionistes d’Endesa, empresa que ha tingut més d’una polèmica a Xile a causa de la construcció d’una pressa gegantina a Ralco, on va inundar 3.500 hectàrees de territori Mapuche-Peuhenche i va forçar el desplaçament de milers d’indígenes. Malgrat això, Endesa, amb el suport de tots aquests bancs i caixes, continua amb els seus plans i ara pretén construir cinc grans preses hidroelèctriques a la Patagònia xilena. Aquestes preses es localitzarien sobre els rius verges Baker i Pascua, inundant milers d’hectàrees de gran valor ecològic. A més, aquestes preses s’haurien de complementar amb la construcció d’una xarxa elèctrica d’alta tensió que travessaria el país de nord a sud amb més de 2.300 km., afectant grans espais naturals i milers de comunitats indígenes.

La banca salva els mobles a les immobiliàries (despiece)

Davant de l’esclat de la bombolla immobiliària i la conseqüent crisi en el sector, els bancs i caixes han sortit al rescat de les grans empreses dedicades a la construcció i vendes d’habitatges. Així la major part de les promotores estan refinançant els deutes que han adquirit amb la banca, el qual suma un total de més de 16.000 milions d’euros. La banca és una de les grans finançadores de les empreses immobiliàries més importants. Per exemple, Habitat va ser finançada, entre d’altres, amb 1.600 milions d’euros per, La Caixa (150 milions), el Banco Popular (150 milions), Caja Madrid (120 milions), el Santander i el BBVA (100 milions), el Banc Sabadell (75 milions) i Caixa Catalunya (75 milions). Malgrat això, Habitat continua en una situació crítica esperant nous inversors. En un altre cas semblant, La Caixa i el Banco Popular van salvar el deute de l’empresa Colonial canviant-lo per accions de la immobiliària. I és que les xifres canten per si soles i els interessos de banca i immobiliàries estan tan lligats que el 40% dels diners que els bancs i caixes presten van a parar a immobiliàries i constructores.

polaris.moviments.net:8000

Bombas de racimo, un doble negocio en el Estado español.

...por Javier L. Noriega

Las bombas de racimo van a seguir siendo un negocio para sus fabricantes. Durante años, han hecho caja con la venta de unos explosivos especialmente dañinos para la población civil..., y ahora, tras el apoyo de España al Tratado de Dublín para la prohibición de las bombas de racimo y la decisión del Gobierno de deshacerse de estos artefactos e impulsar una moratoria unilateral a su producción, las empresas van a facturar por la destrucción del arsenal.

En principio, el favorito para llevarse el contrato es Maxam, el principal grupo del sector en España, que agrupa las actividades de las antiguas Unión Española de Explosivos o Explosivos Alaveses (Expal), entre otras. Su filial Faex es la empresa de referencia en la desmilitarización, destrucción, recuperación y reciclaje de municiones y explosivos. De hecho, cuando en 1998 España decidió destruir su arsenal de 820.000 minas antipersona, el encargo se lo adjudicó esta compañía.

La destrucción de las más de 5.000 bombas de racimo que mantiene el Ejército español costará dos millones de euros, según adelantó hace unas semanas la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

Desde el Ministerio de Defensa recuerdan que, primero, el Consejo de Ministros tiene que aprobar la moratoria y que, sólo después, se adjudicará el contrato por vía de urgencia. Las alternativas a Faex habría que buscarlas en otras empresas del sector en Europa, como la francesa Alsetex o la británica Qinetiq, algo que encarecería la operación.

En cuanto al impacto que tendrá la moratoria para las empresas productoras, la ministra de Defensa, Carme Chacón, ya ha avanzado que se verán compensadas “con la fabricación de otros productos armamentísticos”. En la actualidad, las Fuerzas Armadas españolas cuentan, básicamente, con tres modelos de bombas de racimo: dos de origen nacional (BM-330 y MAT-120) y uno estadounidense (CBU-99 y CBU-100). La BM-330 y las CBU son fabricadas por empresas del grupo Maxam. La MAT-120, por la zaragozana Instalaza.

Desde Maxam aseguraron que la moratoria “no tendrá impacto alguno” porque dejaron de fabricar estos proyectiles hace años. Sin embargo, el grupo sí se ha beneficiado de contratos de mantenimiento de las bombas en los últimos años por, al menos, 1,25 millones. El grupo no quiso ofrecer cifras del número de proyectiles de este tipo que ha producido ni su coste. Instalaza, por su parte, no quiso hacer declaraciones al respecto, pero puede ser la principal perjudicada. En la última legislatura, el Gobierno compró varios lotes de sus granadas de mortero MAT-120 y, además, aprobó dos contratos de exportación de este material a Finlandia y Libia.

En contra de una campaña “amplia y demagógica”

Oficialmente, el fabricante Instalaza no hace ningún tipo de declaraciones sobre las bombas de racimo. Pero su opinión está recogida en el informe corporativo de 2006, el último hecho público.

“Es preciso ser conscientes del amplio y demagógico movimiento apoyado por muchos países y una constelación de ONG tendente a suprimir todas las bombas de racimo o similares, sin discriminar entre las que cumplen los severísimos convenios de Ginebra de Naciones Unidas, caso de nuestro MAT-120, y aquellas que no cumplen”, advierte el texto.

Según la coalición internacional contra las bombas de racimo, estos artefactos han matado o herido a decenas de miles de civiles, un 25% de ellos niños, en los más de 30 países en los que se han usado.

www.rebelion.org

Datos, simples datos.

Año 1978

Salarios

* Salario base administrativo de 2ª -Talleres Norvasa- : 28000 Pts -168 €- mensuales * Salario mínimo interprofesional: -18000 Pts - 108 €. Mensuales.

Valor inmueble

* Piso de 90 m2. En extrarradio de una gran capital: entre 400.000 y 600.000 Pts. -2400 a 3600 €-

Carburantes

* Litro de gasolina 24 Pts. -14 Cts. De Euro-

Varios

* Periódico 8 Pts. -5 Cts. De Euro- * Transporte público. 5 Pts. -3 Cts. De Euro- * Barra de pan 9 Pts. -5.5 Cts. de Euro-

Año 2007

Salarios

* Salario base administrativo de 2ª -Talleres Norvasa- : 872 € mensuales * Salario mínimo interprofesional: 570 €. Mensuales.

Valor inmueble

* Piso de 90 m2. En extrarradio de una gran capital: entre 220.000 y 350.000 €

Carburantes

* Litro de gasolina 1.10 €

Varios

* Periódico 1 € * Transporte público. 1 € * Barra de pan 55 Cts.

Con estos datos se puede asegurar lo siguiente:

Un trabajador medio podía comprar en 1978….

* 1 Piso con 17 mensualidades * 1166 Litros de gasolina con 1 mensualidad * 3500 Periódicos con 1 mensualidad * 5600 Billetes de autobús con 1 mensualidad * 3111 Barras de pan con 1 mensualidad

Un trabajador medio puede comprar en 2007…

* 1 Piso con 320 mensualidades * 792 Litros de gasolina con1 mensualidad * 872 periódicos con 1 mensualidad * 872 billetes de autobús con 1 mensualidad * 1585 Barras de pan con 1 mensualidad

Otro dato: en 1981 la presión fiscal en España era del 13,8%, en 2006 estaba en torno a 36%.


Desde CNT-AIT con estos simples datos queremos que se vea reflejado en que han consistido 30 años de "democracia" parlamentaria e indirecta a traves de los votos, estos datos son un claro ejemplo de que ha supuesto adentrarnos en el estado del "bienestar", la OTAN, la CEE, la globalizacion (económica por supuesto, pues culturalmente nos unifican al imperio,EEUU), el EURO...etc.

Esta claro que el capitalismo ha afilado sus garras para arañar al máximo de sus posibilidades los mínimos de las nuestras, todavía hay gente que piensa que antes se vivía peor que ahora, vean los datos, son simples datos.

Como esta quedando patente en el transcurso de estos 30 años, no solo hemos perdido, democracia, ganado una monarquía impuesta por un anterior régimen fascista y dictatorial (y hasta una copa de Europa); hemos perdido bienestar social, hemos ganado privatizaciones que solo le han dado fruto a los especuladores de todos los ámbitos (políticos y empresariales) mermando en servicios y atención al trabajador/a, vecin@, ciudadan@ y sobre todo y ante todo persona, nos cosifican, nos clasifican, nos graban y controlan.

Hemos perdido no solo poder adquisitivo, sino poder vivir dignamente , tener derecho a una vivienda, a un trabajo seguro donde no perder la vida o la salud, hemos perdido no solo pasta, sino también dignidad como trabajador@s y como personas con unas necesidades reales que esta sociedad instaurada en el mas brutal capitalismo no nos proporciona ni tiene intención de hacerlo como demuestran esos simples datos.

Nosotr@s hemos perdido mucho, pero es que alguien esta ganando mucho, siempre a nuestra costa, incluso en tiempos de crisis duras como la que estamos viviendo siempre perdemos l@s mism@s y ganan los de siempre, por eso que no sirvan las crisis para perder todavia mas derechos y servicios, porque no las hemos provocado nosotr@s pero las pagamos nosotr@s.

Desde CNT pensamos que va siendo hora de que nos demos cuenta de esto y vayamos a la raíz del problema y no por derivas sin salida como el fascismo, el racismo, lo fácil, echarle la culpa de nuestros males a los demás, a los diferentes, a los que llegan.

Nuestras propuestas son positivistas, integrales e integradoras porque estan hechas para que tod@s quepamos y participemos directamente en la gestion de lo que nos interesa, porque lo necesitamos, son necesidades basicas (vivienda, comida, salud, trabajo...todo) dejémonos ya de que nos organicen las cosas siempre a su manera, sin contar con nosotr@s y empecemos a organizarnos y defendernos de todos y cada uno de los abusos que el neoliberalismo del capital nos inflige.

Tenemos que darnos primero cuenta y después tomar consciencia de las soluciones para poderlo cambiar todo, bajo la base de la libertad, de la autogestion de nuestras vidas en todos los ámbitos que nos incumben, que decidamos nosotr@s mism@s que nos hace falta y que sobra, no solo en el trabajo sino también en el lugar donde habitamos, primero empezando por cambiar nosotr@s mism@s y nuestra mentalidad y de ahi, hay que pasar ha reflejarlo en todos y cada uno de los ámbitos de nuestra vida, comenzando a ser participes de ella, con autocritica, con propuestas constructivas, por el bien común y por la libertad del común que en definitiva asegurara nuestra libertad.

CNT es un ejemplo de esta forma de hacer y vivir, hay mas esta claro, pero nosotr@s podemos ayudarte a comenzar a ser participativo, solidario, autogestionario y libre, porque este mundo, esta sociedad necesita ese cambio y nosotr@s estamos en uno de esos lugares en donde somos libres para proponer el cambio y participar de nuestra vida y nuestras decisiones.

Que los datos, esos simples y clarificadores datos que no hace falta interpretar concienzudamente, cambien a mejor pero a mejor para l@s trabajador@s, vecin@s, personas y no solo para los cuatro listos, marionetas de Don Dinero.

www.cnt.es

La anarquía como verdadera democracia.

...por Rafael Cid

Desde que tiene memoria, el anarquismo ha significado lucha contra el Estado, porque el Estado contiene y simboliza el sistema de opresión y explotación que impide la autodeterminación individual y colectiva en cumplimiento de su papel como guardián legitimador de los intereses de las oligarquías dominantes.

Pero ahora, cuando el Estado-nación adquiere fecha de caducidad, no por la acción del corrosivo embate antiautoritario sino para refundarse y servir mejor a la causa de la globalización neoliberal y capitalista, el pensar anárquicamente parece perder con esta mutación a uno de sus principales referentes. Ante esta perspectiva, ¿cuál debe ser la posición del anarquismo? ¿Sobrevivirá intelectual, social y éticamente el anarquismo en esta incipiente “sociedad del riesgo” (Ulrich Beck), que chapotea sin rumbo en una “vida liquida” (Zygmunt Bauman) dominada por el ocaso de la esfera pública y una imparable “corrosión del carácter” (Richard Sennett) que imposibilita la identidad moral? ¿Qué futuro tiene el anarquismo después del Estado?

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Responder a esta pregunta, requiere repensar el anarquismo, impulso que puede tener muchos y diferentes asertos, dependiendo de ópticas, coyunturas, situaciones, latitudes y momentos. Incluso cabría decir con mayor propiedad que los que habría que revisar son “los anarquismos”, en plural, porque no sólo existen distintas versiones teóricas del anarquismo (individualista, colectivista, organizado, invertebrado, etc.), sino que la geopolítica condiciona el tipo de anarquismo que se aplica en cada tiempo y lugar. Aunque los principios sean comunes y comunicantes, su desarrollo lógico tiene que adaptarse a cada circunstancia. El contexto de EEUU es distinto al de Europa y éste, a su vez, poco tiene que ver con el de América Latina, que, por otro lado, dista de parecerse a Asia, por no hablar de las sub-diferencias internas de esta compleja cartografía. Hablamos, ciertamente, de realidades incomparables, en algo caso con distancias seculares aunque cronológicamente habiten en la misma era, pero con una misma raíz. Desahuciados fascismos y comunismos por la historia como auténticas plagas ideológicas, sólo queda en pie la subversión anarquista para refutar a un capitalismo deshumanizado que hoy incluso está poniendo en peligro la vida sobre el planeta.

Pero una de esas formas de repensarlo, quizá la más prioritaria y seminal, consiste en “organizar la anarquía” explorando las fuentes intelectuales de la acción directa y el antiautoritarismo como no-dominación. Porque no nos hemos quedado huérfanos, ni es real el fin del Estado. Hay, que duda cabe, una tendencia al Estado mínimo (policial, contributivo y performativo), pero eso no hace sino blindar el lado autoritario del sistema, dejándolo desnudo de atributos asistenciales y solidarios que durante más de siglo han contribuido a legitimarle. Aparte de existir una manifiesta centrifugación del Estado a favor de instancias supranacionales, porque su verdadero “esperanto”, su “lingua franca”, es la unidad de cambio. La presente coyuntura global se caracteriza por la retirada del tipo de Estado contingente, que suplía autoritariamente al mercado donde este no llegaba, en favor de un mayor mercado que precisa para hacerse hegemónico de enfatizar al individuo aislado como consumidor soberano. Lo que conlleva la destrucción del individuo solidario y autónomo, algo que por otros medios también perseguía el viejo aparato del Estado-nación.

En realidad la tradición de combatir al Estado como tal nunca estuvo en la prioridad axiológica del anarquismo. Nuestra apuesta es que lo propio del movimiento libertario es la pasión por la libertad, la autodeterminación, la acción directa, la asociación voluntaria, el antiautoritarismo, el apoyo mutuo. Y todas estas certezas nos llevan a la necesidad de recuperar las raíces de la identidad libertaria en las fuentes de la no-dominación, y en ese contexto el antiestatismo es una derivada lógica, consecuente e indispensable, pero derivada y subsidiaria en cualquier caso. De lo contario, si aceptáramos el planteamiento bipolar, la actual jibarización del Estado significaría el ocaso del anarquismo. Y no hay tal.

El anarquismo goza ya de larga vida. Tiene una mala salud de hierro. Mientras comunismo y fascismo han sido consecutivamente sentenciados por la historia, la veta libertaria sigue vigente. Quizá porque, como decía Hegel del concepto de historia, representa el único modelo de convivencia cuyo desideratum es plasmar la historia humana como el progreso de la conciencia de la libertad. De ahí que haya que buscar respuestas de vigor y fuste que revelen la oculta energía del “viejo topo”, más allá de su coyuntural e histórico antiestatismo que tanto protagonismo focaliza. Porque la realidad constatable insiste en que el anarquismo, que aparentemente no está en ningún sitio –es una utopía-, constituye hoy por hoy una vigorosa evidencia (no es una ucronía).

El triunfo exponencial del sistema de libre mercado capitalista, no sólo supuso una derrota histórica de la democracia entendida como gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, sino que además permitió la usurpación de las señas de identidad de los primeros “liberales” avant la lettre, los radicales que rompieron las cadenas del feudalismo y apostaron por una sociedad de individuos libres y solidarios, los anarquistas. Esa fue la razón que motivó al anarquista individualista Joseph Dejacque a desmarcarse del término “liberal” y reclamar el neologismo “libertario” para la saga de pensamiento que tuvo a Proudhon, Bakunin y Kropotkin como pioneros.

Res pública

Lo que el capitalismo de fuste smithiano y el liberalismo asociado pusieron encima de la mesa fue la libertad de los modernos, una concepción de libertad individual (privacy) garantizada por la ley, que primero Jeremias Bentham y después Isaac Berlin rebautizaron como “libertades negativas”, en arriesgada cabriola terminológica que podría interpretarse como un lapsus freudiano. Una “privacy” que escinde la esfera pública de la privada y que fue utilizada con rotundo éxito como recambio suplantador de la libertad de los antiguos, modelo que, aparte de inspirar una democracia deliberativa y participativa, merecería por simetría representar la categoría de las “libertades positivas”.

Con lo que, sin pretenderlo, el ordenamiento democrático que la estructura económica capitalista demandaba en su holística, asumía las prerrogativas del panóptico ideado por Bentham como paradigma de arquitectura fabril. Una especie de casa de cristal que permitía a un estamento superior (más alto, jerárquica y socialmente hablando) controlar y regular el tráfico social, semaforizando opciones y actitudes de su escala de valores. Y aquí es donde el anarquismo y los anarquistas que en el mundo han sido forjaron su espléndida mala reputación. El libertario rechazo de los gestos autoritarios, elitistas, estatalistas, oligárquicos y de manumisión blanda que los Proudhon, Bakunin o Kropotkin defendieron al mantener insobornable el principio de la “acción directa”, hizo del pensamiento antiautoritario el único yacimiento socialmente verificable de la autodeterminación individual frente una democracia de mínimos de nueva planta. Incluso, si no nos ciega la fe del carbonero, en el propio campo liberal independiente se pueden encontrar testimonios de disidencias, malgre lui, que entroncan con el acervo libertario. En un pensador tan conservador y riguroso como John Rawls despuntan rastros proudhonianos cuando aborda la crítica del utilitarismo por ignorar las necesidades de las personas y funcionar por mayorías (otra vez la Ley del número que explicitó nuestro Ricardo Mella), mecanismo que permite sacrificar por un teórico bien común a individuos concretos marginalizándolos. El autor de Teoría de la justicia afirma que la acción política justa debe ir encaminada a remover las desigualdades “involuntarias” (las originadas en naturaleza y la familia) y la desigualdad provocada por el medio social. Su famoso “principio de diferencia”, que significa en la práctica una “discriminación positiva” a favor de la gente más humilde y desdichada, comparte una cierta identidad moral con la propuesta del padre del anarquismo para acabar con el “derecho de fortuna” (la herencia), y las “ganancias sin trabajo”, que dado el origen social de toda riqueza es sinónimo de “rentas robadas”.

No hay ideas innatas. Todo texto tiene un contexto y su alfaguara de ideas. Hay que pensar el pensamiento por el calado del pensamiento mismo y no por su ubicación más o menos académica en zonas de complacencia política o intelectual. Y hay que huir de las verdades reveladas y de sus corifeos. Abunda el modelo de “entendido” que está de vuelta sin haber ido. A Marx, que nunca fue marxista, le petrificaron sus publicistas, y a Adam Smith los smithistas, que se disfrazaron con la divisa liberal para fundamentar un sistema económico degradado respecto al verdadero mensaje antifeudal del escocés, a la sazón profesor de filosofía moral.

De libertades

Conviene insistir en que ya en 1755 Adam Smith tenía a la Libertad con mayúscula en alto aprecio ético e intelectual, entendiendo por tal “la eliminación de cualquiera restricciones, excepto las impuestas por la justicia”, y manifestaba la convicción de que “la interacción libre de los individuos no produce ningún caos, sino una estructura ordenada lógicamente”. Nada más lejos del individuo monadista e insolidario que propaga e incentiva el neoliberalismo percutente. ¿No suena la fe teleológica de Adam Smith en la libertad afín a ese flash de Proudhon sobre la anarquía como la más alta expresión del orden? El sabio que produjo esa monumental investigación aplicada al reino de la escasez cifraba en “la simpatía y el sentimiento de comunidad” el fundamento de toda ética según dejó escrito en su libro Teoría de los sentimientos morales, un texto publicado diecisiete años antes que la obra que le procuro mérito y reconocimiento universal como padre de la economía.

Organizar la anarquía, indagar lo que de libertario hay en lo liberal y lo que de liberal hay en lo libertario, asumir el antiautoritarismo y la autodeterminación como una dimensión moral y la democracia como un referente, requiere trabajar en dos hemisferios a la vez. De un lado, exige recobrar el perfil intelectual en que apareció el anarquismo como ideología emancipatoria, sin ocultar tutelas y legados que puedan resultar incómodos desde una perspectiva unidimensional y fundamentalista. Y de otro, sacar las consecuencias de las petrificaciones a que ha sido sometida esa teorización esgrimida para preservarla, ingenua y torpemente, como pensamiento único y original. Sólo con un ejercicio de honestidad intelectual se puede avanzar en la necesaria utopía anarquista. Phillip Pettit, autor del célebre libro Republicanismo, sitúa en la fecunda obra de Thomas Hobbes el punto de fuga en que culmina el ciclo “libertario” y arranca el “liberal”, al asegurar que “la noción hobbesiana de libertad -como no influencia- gozó de poco influencia antes del siglo XVIII y (que) hasta ese momento la noción republicana de libertad como no-dominación imperó en el mundo angloparlante”.

A más más, como recuerda Hanna Pitkin en su obra El concepto de representación, fue Hobbes quien “inventó” el término “representación” para la historia del pensamiento, y el que conceptualizó el Estado (Leviathan) como paso civilizatorio ante un estado de naturaleza que convertía la vida del hombre en solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta. Dos sinécdoques, “representación” y “Estado”, que operan el milagro político de tomar la parte por el todo sin mella de legitimidad ni soberanía. Es el mismo Hobbes, por otra parte, que ha sido agudamente reprobado contundentemente por Rawls al separar ética y política y suministrar la cobertura lógica para esa nueva racionalidad supersticiosa que hizo del capital la única medida de todas las cosas.

De la nada nada sale. La nada nada abona. Hay anarquismo porque supo intuir sin desmayo la esencia de la convivencia solidaria. Y aún habrá anarquismo porque mediante la acción directa se ha sembrado de experiencias e ideales el recto camino a la democracia. Kant, un referente que fue pre-contemporáneo de Proudhon y de Bakunin sólo concebía el Estado como Estado de Derecho para asegurar la autodeterminación individual (“la servidumbre es la muerte de la persona”), frente al Estado despótico y paternalista de la Ilustración que pretendía nuestra felicidad desde arriba. La prueba está en esa generación emergente de pensadores republicanos y anarcoprimitvistas (pienso en el siempre interesante y trasgresor John Zerzan) que beben en sus fuentes con registros diferentes. La historia es memoria y pensamiento cuando se nutre de valores y experiencias de libertad. Y olvido y periodismo cuando habita en “una era de sucesos sin consecuencias” (John Zerzan, Futuro Primitivo, 2001, p.112). De ahí la necesidad de organizar la anarquía repensando su primer memorial para enfrentar el tiempo que viene de una sociedad sin Estado.

O si no, medítese en el siguiente análisis de Pettit: “A medida que el estado obtiene los poderes necesarios para ser un protector más eficaz, a medida que se le permite disponer de ejércitos, fuerzas de policía o de servicios de inteligencia más o más grandes, se convierte en una amenaza para la libertad como no-dominación, mayor aún que la de cualquier amenaza que ese estado trate de erradicar”.

El pueblo en asamblea

Como demuestra la reacción ante el democrático “no” del referéndum irlandés en el caso de la ratificación del Tratado de Lisboa, lo que hay hoy ni es democracia ni se puede calificar de política (“lo llaman democracia y no lo es”, grita la lúcida calle en momentos de catarsis), sino pura gestión de grupos de intereses barnizada con mensajes regalados. De ahí que redescubrir lo que de verdadera democracia hay en el anarquismo pueda ser un ejercicio útil. Repensar el anarquismo desde coordenadas democráticas es tanto como anarquizar la democracia, hacerla libertina, libertaria, radical y avanzada, superando su encorsetamiento retroliberal.

Debajo del atrezzo con que suele presentarse a la llamada “democracia representativa” y al “Estado democrático” se oculta un oximoro que, como sostiene el proverbio judío de las falsas evidencias, siempre se camufla en el punto más próximo al foco luminoso, en nuestro caso presentándose como paradigma del principio de legitimidad. Pero lo que pone en evidencia el anarquismo, y hoy muchos politólogos comienzan a admitir sotto voce, es la imposible cohabitación entre representación y democracia, entre Estado y polis: cual fingida mantis religiosa, la representación y el Estado canibalizan a la democracia de la polis. Como alguno de esos pensadores ha reconocido, Estado y representación constituyen una suerte de desgraciado lecho de Procusto para la democracia del demos, el pueblo en asamblea, y de la kratia, fuerza. Es más, desde la atalaya histórica vigente puede afirmarse que a más representación y Estado más consolidado, menos democracia, y viceversa. “Estado democrático” y “democracia representativa” son mundos incompatibles, sendas contradicciones en sus términos que el poder oligárquico legitimó para tomar de forma placeba las riendas de la sociedad.

Eso ya estaba inscrito en el ADN de la anarquía desde que Joseph-Pierre Proudhon acuñara ese término griego -como sinónimo de no gobierno, no autoridad- para definir el sistema de convivencia que mayores cotas de libertad e igualdad ofrece a la ciudadanía. Acción directa, equidad, libertad, pluralismo, laicismo, res pública, federalismo, solidaridad y autodeterminación son algunas señas de identidad de un anarquismo que se pretende como la ausencia de gobierno autoritario, ya que cuando todos gobiernan (demo-kratia) nadie manda (an-arquia). Luego, la en tantas veces en teoría desahuciada y utópica anarquía, que ha concitado esfuerzos sin cuento para borrarla de la historia del pensamiento social, defenestrarla del corpus científico y expulsarla del mundo académico como una anomalía marginal, se puede concebir como la recepción de la verdadera democracia, la radical, en la era de la sociedad industrial y las muchedumbres solitarias. La versión pensable y realizable de la “democracia de los modernos”.

Una idea preñada de futuro que, frente al pensamiento único y bípedo del comunismo-capitalismo de Estado y sus teloneros, siempre luchó por refutar estos reclamos y abstracciones. Y todo, por entender que sus arietes principales, el concepto de representación y el de Estado, no eran más que la expresión manumisora y cómplice de una sinécdoque (tomar la parte por el todo) y una metonimia (confundir las causas con el efecto), reimplantadas con anestesia occipital en un cuerpo político manufacturado como voluntad general.

Frente a esas entelequias diseñadas al servicio de la alienación-claudicación propiciada por la realpolitik –de la misma forma que en economía el capitalismo oficia respecto a la producción- la idea anarquista pone en el centro del sistema al hombre concreto, social e individualmente considerado, depositando en el ejercicio de su libertad y responsabilidad la dinámica de la política genuina entendida como casa común entre libres, iguales y racionales.

La política como acción directa

Luego están algunas motivaciones a la contra que también han contribuido a la redacción de estas páginas. Por ejemplo, acotar cierto revisionismo exhibido por viejos marxistas, como los ilustres y antiguos representantes de Socialismo o Barbarie tal que Corneluis Castoriadis, Claude Lefort o Miguel Abensour; por algunos miembros del denominado republicanismo cívico y por otros eximios francotiradores del oportunismo ideológico. Inflexión esta que converge finalmente en la proscripción del Estado y la representación como fatales errores del canonizado y demasiado tiempo celebrado socialismo científico y cuartelero que tanto infortunio, tragedia, dolor y miseria lleva cobrado. Muchos de estos pensadores ex post tienen el decoro de citar la raíces anarquistas de su “camino de Damasco” intelectual. Otros pocos lo insinúan con afectación dolosa, aunque sin pagar el peaje de descrédito debido. Y no faltan quienes, por último, pavonean en el río revuelto del populismo autoritario rutilantes exégesis sobre como “cambiar el mundo sin tomar el poder” esquivando toda referencia reveladora del calibre de su plagio y la catadura de su indigencia moral.

Pero los “anarquistas con carné”, que haberlos haylos, también debemos hacer autocrítica. Cara al avance social, es preciso devastar el interesado cliché del anarquista de manual con su fetichismo antisocial y pendenciero, tarifado de “comecuras” y espasmos netchaevtianos (“este héroe del asesinato político”, que dijo el casi siempre sagaz Bakunin), anclado en el fonambulismo de la mitología indígena que refuerza esa imagen del solipsismo ácrata tan del agrado de cuantos a derecha, centro e izquierda, en las instituciones y en la sociedad civil, entienden la insurgencia de lo libertario no sólo como una amenaza a sus posiciones de poder sino como un feroz e indiscriminado peligro social.

Sólo una auténtica participación deliberativa del demos (todo el pueblo en asamblea ) en el gobierno de la polis (la “autoinstitución de la colectividad por la colectividad”) será capaz de superar la galopante y funesta trivialización actual a que se ve sometido el concepto de democracia. Cuando la ciudadanía activa (sujeto de la polis) se reconoce en ella y la reivindica, únicamente la violencia extrema y concertada por los poderes fácticos e ilegítimos puede ya desalojarla. Como quedó demostrado en la defensa popular ante la destrucción homicida de la II República española, nuestro primer ensayo de democracia cabal. En este contexto de una nación balizada por siglos de dictaduras y meses de democracia, alguna reflexión sobre la esencia democrática del anarquismo merece el hecho de que nuestras dos únicas experiencias de res pública hayan tenido un acusado protagonismo libertario. Por una parte, durante la Primera República de 1873, con un presidente, Pi i Margall, introductor de Proudhon en el país, que en opinión de Federico Urales representó “el primer destello anarquista en España”.Y de otra, en la fase del Frente Popular de la Segunda República en 1936 (régimen surgido de un ¡ plebiscito municipalista ! en 1931), contribuyendo los anarquistas a su triunfo con una decisiva votación en las elecciones y luego, en momentos de máximo peligro, llegando incluso a compartir a regañadientes el gobierno.

El factor expansivo de la democracia participativa del demos frente a la democracia oligárquica de las élites tiene una manifestación colateral en la explosión cívico-cultural que históricamente ha acompañado a sus escasas manifestaciones, lo que prueba la extraordinaria capacidad creativa inserta en las energías que son liberadas cuando el pueblo llano asume su propio destino sin interferencias ni delegaciones. Las “edades de oro” que acunaron a la Grecia de Pericles, las ciudades-estado del Renacimiento italiano, la Revolución Americana de 1776, la Revolución Francesa de 1789 y los experimentos transformadores que significaron las efímeras repúblicas de Weimar y la española de 1931 son referentes del vigor autodeterminacionista que implica vivir “para” la política y no “de” la política.

De lo contario, si el pueblo resulta suplantado por élites y reducido a un espejismo epistemológico, el sistema político se convierte en una ruleta rusa reversible que sirve igual para pasar legalmente de una situación de dictadura a otra de democracia (caso transición española), como a la inversa, de la democracia al totalitarismo nazi (caso en Alemania de Hitler). Un eje-cigüeñal el descrito cuyas consecuencias fueron analizadas por Hans Kelsen, el jurista impulsor de la doctrina constitucional, y por Robert Michels, el sociólogo que culpó de la oligarquización de la democracia a la profesionalización jibarizada de la representación.

La anarquía de los modernos

La “democracia de los antiguos” se perdió petrificada en los turbios meandros de la sociedad de consumo y la autista delegación política. La posible “democracia de los modernos” será libertaria o será más de lo mismo pero peor. Porque, arrancado el referente de su experiencia, seremos fatalmente irreconocibles. Queda poco tiempo, pero aún estamos emplazados si hacemos de la adversidad virtud y confiamos el poder a la imaginación. La democracia, como recuerda Tucidides, se formuló en momentos de crisis, cuando tras la derrota griega en la I Guerra del Peloponeso Pericles declaró: “Tenemos un régimen político que no emula las leyes de otros pueblos, y más que imitadores de los demás, somos un modelo a seguir. Su nombre, debido a que el gobierno no depende de unos pocos sino de la mayoría, es democracia”.

La reflexión sobre el anarquismo como verdadera democracia exige la compresión cabal del concepto clave de “representación”, que es el locus donde se materializa la “ausencia de la presencia” del ciudadano activo, y abordar con competencia el reciente y decisivo problema de los media como nuevos agentes mediadores en las sociedades del conocimiento. Una colosal herramienta que ha logrado entronizar urbi et orbi una “democracia de percepción”, un elemento sobrevenido con el que se intenta culminar la deriva de las iniciativas políticas más o menos inclusivas a favor de una democracia excluyente, de karaoke o simulacro. Y todo para que las “personas físicas” (los ciudadanos) sucumban ante la “personas jurídica” (la empresa), mientras la democracia, en cuyos valores hay yacimientos de equidad, veracidad y libertad (isonomia, isegoría y parresia) sea definitivamente sustituida por la demoscopia, ese testimonio de opinión pública-publicada fabricada por la galaxia mediática. Los medios de comunicación de masas son actualmente los nuevos púlpitos que nos catequizan en la servidumbre voluntaria.

¿Sobrevivirá intelectual, social y éticamente el anarquismo en esta incipiente “sociedad del riesgo” (Ulrich Beck), que chapotea sin rumbo en una “vida liquida” (Zygmunt Bauman) dominada por el ocaso de la esfera pública y una imparable “corrosión del carácter” (Richard Sennett) que imposibilita la identidad moral? ¿Qué futuro tiene el anarquismo después del Estado? Ha llegado la hora de que futuros investigadores, gentes sin perjuicios ni prejuicios, honestos ciudadanos, ahonden en los valores democráticos de la acción directa.

Allons enfants, un último esfuerzo, su nombre es demoacracia.

Nota: Este texto forma parte del ensayo de Rafael Cid, “DEMOACRACIA. EL ANARQUISMO DE LOS MODERNOS”, de próxima publicación.

debatelibertario.blogspot.com

Ruanda: ocultando la verdad sobre el genocidio.

09/09/08

...por Barrie Collins

Lejos de ser radicales, los ataques a Francia por su papel en la guerra de 1994 están diseñados para lavar la cara de la intervención de Occidente en un sentido más amplio.

La pasada semana, el gobierno ruandés publicó los hallazgos de su comisión de investigación sobre el papel jugado por Francia en el genocidio ruandés de 1994. El estudio determinó que diplomáticos, lideres militares y políticos franceses – incluyendo el entonces presidente Fracois Miterrand – fueron cómplices del genocidio.

Teniendo en cuenta que el actual liderazgo ruandés ha vilipendiado a Francia desde que intentó hacerse con el poder en Ruanda en octubre de 1990, lo que finalmente consiguió en julio de 1994, no es sorprendente que ahora suba el tono de sus críticas en contra de su sempiterno enemigo. El nuevo hombre fuerte de Ruanda, el presidente Paul Kagame, tiene la suerte de tener el apoyo de Estados Unidos, Gran Bretaña y Bélgica, y unos medios de comunicación entregados en estos países, con los que se puede contar para que le den el máximo impacto al papel de Francia en el genocidio.

Pero la verdad es que el principal error de Francia es haberse encontrado en el lado equivocado de la parábola moral que ha sido impuesta por los observadores occidentales sobre la trágica historia reciente de Ruanda. Una guerra que se complicó por la considerable intervención internacional se ha reducido a un cuento moral sobre el bien contra el mal, en el cual Francia ha sido etiquetada como parte de la “parte malvada”. Tal simplificación contribuye a ocultar aún más la verdad sobre lo que pasó en Ruanda en 1994, y lava la cara de la intervención de Occidente en un sentido más amplio.

Según la parábola moral de Ruanda, los buenos fueron el Frente Patriótico Ruandés (RPF), que invadió Ruanda en 1990 porque no tenía otra forma de proteger la minoría perseguida de la etnia Tutsi dentro de Ruanda y de hacer que el gobierno liderado por los Hutus aceptara el derecho de retorno de los Tutsis ruandeses que vivían en el extranjero como refugiados. Los malos eran el gobierno y las fuerzas armadas ruandesas. Cuando la comunidad internacional había ayudado a los ruandeses a alcanzar un acuerdo negociado, los peores elementos entre los malos diseñaron un plan para asegurar la dominación Hutu de forma permanente, planeando, y después llevando a cabo, un genocidio en contra de los ruandeses Tutsis.

Cuando los buenos – el RPF – consiguieron finalmente vencerlos, su misión malvada se había completado en su mayor parte. Cientos de miles de ruandeses de la etnia Tutsi habían muerto. Se había perpetrado un genocidio, y el mundo occidental había simplemente mirado sin hacer nada. Estados Unidos rehusó etiquetar la guerra que había tenido lugar como genocidio para resistir el clamor a favor de la intervención internacional para salvar vidas. Francia fue la única fuerza en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que respondió enviando operativos franceses dentro de la Operación Turquesa. Pero el motivo real de Francia no fue salvar vidas, sino reforzar a sus antiguos aliados: los malos. Los franceses los ayudaron a escapar de Ruanda de manera que no tuvieran que responder por sus crímenes.

Un análisis moral como este es convincente porque proporciona un camino claro a través de un laberinto de factores complicados. Para los periodistas, este indicador moral del genocidio ruandés lleva a dar cumplida cuenta de la valentía de los héroes y la inmoralidad de los villanos. Para los gobiernos, proporciona el elemento crucial de legitimidad que es el fundamento esencial del derecho de gobernar. El régimen ruandés bajo Paul Kagame depende de esta versión de los hechos para su apoyo y supervivencia. Y lo mismo le ocurre a sus principales avalistas, Estados Unidos y Gran Bretaña.

Las fuerzas que liberaron Ruanda del genocidio, el RPF – cuyos líderes rigen actualmente Ruanda – han explotado esta versión de los hechos para recordarles a los gobiernos occidentales que fallaron a la hora de cumplir el principio de “Nunca Jamás” que fue la fuerza directriz detrás de la Convención sobre Genocidio de las Naciones Unidas en 1948. Mientras ellos combatían a los genocidas en 1994, el mundo occidental se dedicó solo a mirar. Es decir, excepto Francia. Pero como partidaria del antiguo régimen – anterior al del RPF, los motivos de Francia para la intervención fueron altamente cuestionables.

Esta es probablemente la historia más ampliamente difundida de Ruanda, pero esta versión de los hechos es profundamente errónea. Aunque Estados Unidos pueda haberse sentido avergonzada por esta versión de los hechos, dando una imagen no precisamente heroica durante los meses de mayor tormento de Ruanda, es mucho más fácil vivir con esta vergüenza que afrontar los hechos de cómo sí intervino en esta región de África a comienzos de los 90 y desde que Kagame llegó al poder.

El debate del “accidente de aviación”

De hecho, los tres poderes occidentales más influyentes en ese tiempo en Ruanda – Estados Unidos, Francia y Bélgica – todos intervinieron de tal modo que crearon las condiciones que hicieron la matanza masiva inevitable. En contra de la versión de los hechos que prevalece, después de su despliegue de tropas inicial para defender a los lideres ruandeses contra el RPF en la guerra de octubre en 1990, por medio de la Operation Noroît, Francia reconoció que Estados Unidos y Uganda estaban detrás del RPF y no tuvo ningún deseo de convertirse, de forma aislada, en el único defensor del gobierno ruandés. Por lo tanto condicionó cada vez más su apoyo militar al compromiso del gobierno a acometer serias negociaciones con el RPF. Según un informante del Ministerio Francés para la Cooperación, la decisión de Francia de desentenderse era ya evidente en 1990: “No queríamos quedarnos solos…había grandes poderes detrás del RPF. Uganda podía enviar de 30.000 a 40.000 soldados.” (1)

La última salva del gobierno de Kagame en contra de Francia, en la forma del informe de su comisión señalando a Francia por su apoyo al genocidio, es de hecho parte de una búsqueda cada vez más desesperada de legitimidad política. El punto más débil de la parábola moral ruandesa es la cuestión de qué causó el resurgimiento de la guerra en 1994 y la subsiguiente degeneración en matanza masiva. El inicio de la etapa más sangrienta de la guerra es mucho más complicado de lo que a los contadores de fábulas morales – que culpan a la determinación del malvado gobierno de asegurar la dominación Hutu - les gustaría hacernos creer.

Fue un acto de terrorismo internacional lo que desencadenó el retorno de la guerra. A principios de abril de 1994, un aeroplano con el presidente Hutu Juvénal Habyarimana a bordo, fue abatido por un ataque con un misil que había sido planeado durante varios meses. Los defensores del RPF han intentado con fuerza culpar del ataque a conspiradores Hutu de la línea dura, pero no han aportado nada de consistencia que apoye su afirmación. Al contrario, hay cada vez más pruebas de que el RPF fue el responsable del ataque con misiles – y son estas pruebas las que han puesto al actual gobierno del RPF, liderado por Paul Kagame, en una situación difícil. Es la actitud defensiva del gobierno en este tema lo que está detrás del actual vapuleo de Francia.

El propio investigador de las Naciones Unidas, Michael Hourigan, fue el primero en encontrarse con pruebas convincentes de la responsabilidad del RPF en el asesinato del Presidente Habyarimana y los otros desafortunados ocupantes de su avión. Sin embargo, parece que por presión de Washington, las Naciones Unidas aceptaron cerrar su investigación sobre el ataque. Otro investigador de las Naciones Unidas, Robert Gersony, encontró pruebas de atrocidades cometidas por el RPF y fue también silenciado; las Naciones Unidas incluso afirmaron que este informe “no existió”.

Estas verdades incómodas amenazaban con enturbiar las claras aguas de la certeza moral que la parábola ruandesa proporciona. El régimen ruandés ha vivido detrás del escudo de los poderes internacionales que han trabajado duro para mantener el asunto del avión derribado fuera de la agenda. Durante sus 13 años de andadura, la Corte Internacional Criminal para Ruanda (ICTR), cuyo mandato es establecer la verdad de lo que pasó en 1994, ha sentenciado que el asunto del asesinato del Presidente Habyarimana (al que elige referirse simplemente como “accidente” de aviación) no está dentro de su jurisdicción. Cuando uno de los fiscales jefe del ICTR, Carla Del Ponte, expresó su deseo de desenterrar la investigación de la alegaciones en contra del RPF, afirmando que “si es el RPF el que derribó el avión, la historia del genocidio debe ser re-escrita” (2), fue abruptamente relevada de su cargo y enviada a La Haya.

El sucesor de Del Ponte, el gambiano Hassan Bubacar Jallow, subsecuentemente confirmó que el derribo del aparato “no es un caso que caiga dentro de nuestra jurisdicción” (3). Es irónico que el primer fiscal jefe del ICTR, Richard Goldstone, ha expresado su punto de vista de que el ataque al avión sí cae dentro del mandato de la corte y debería ser investigado. “Está claramente relacionado con el genocidio, bajo cualquier punto de vista fue el detonante que inició el genocidio y hubiera sido muy, muy importante desde el punto de vista de la justicia, desde el punto de vista de las victimas, esclarecerlo. “ (4)

Sin embargo, el ayudante del fiscal del ICTR, Bernard Muna, fue lo suficientemente arrogante acerca del asunto para decirle al consejero legal del ICTR, Kingsley Moghalu, que “después de todo, había un estado de guerra, y Habyarimana podría ser considerado un blanco legítimo” (5). Esta es una afirmación extraordinaria para una figura tan importante. El ataque con misiles fue, entre otras cosas, una violación deliberada del Artículo 1 del Acuerdo de Arusha del 4 de agosto de 1993, que afirma: “La guerra entre el Gobierno de Ruanda y el Frente Patriótico Rwandés ha terminado.”

Boutros Boutros-Ghali, el secretario general de las Naciones Unidas en el momento de la tragedia de Ruanda, enfatiza también el encubrimiento de la investigación sobre el derribo del avión: “Es un escándalo muy misterioso. Se han hecho cuatro informes sobre Ruanda: el Informe del Parlamento Francés, el Informe del Senado Belga, el Informe de Kofi Annan de las Naciones Unidas, y el Informe de la Organización de la Unidad Africana. Los cuatro no dicen absolutamente nada del derribo del avión del presidente ruandés. Esto muestra el poder de los servicios de inteligencia que pueden forzar a la gente a guardar silencio.” (6)

Basándose en las pruebas recibidas por el investigador de las Naciones Unidas Michael Hourigan, el juez francés Jean-Louis Bruguière llevó a cabo su propia investigación en nombre de la familia del piloto francés que murió en el ataque, junto con los presidentes tanto de Ruanda como de Burundi e importantes figuras del gobierno y del ejército. El informe de Bruguière es profundo y detallado. Ha entrevistado a uno de los disidentes del RPF que declararon ante el juez: Aloys Ruyenzi. Antiguo miembro de la guardia de Kagame, Ruyenzi afirma categóricamente que estaba en la habitación cuando Kagame dio la orden de derribar el avión del presidente, y nombra a todos aquellos que estuvieron presentes. La reunión tuvo lugar entre las 14:00 y las 15:00 horas del 31 de marzo de 1994 (7). El gobierno de Kagame reaccionó en su forma acostumbrada ante estas revelaciones sobre el derribo del avión: lanzó una campaña de desprestigio del informante ruandés de Bruguière, y condenó a Bruguière por ser, bueno, francés.
Complicidad occidental: ¿y que pasa con Estados Unidos?

Es más que la simple legitimidad del gobierno ruandés lo que está en juego con esta última versión de la parábola moral sobre Ruanda. El RPF no habría sostenido su guerra sin apoyo diplomático de Washington. Estados Unidos intervino para legitimar la guerra del RPF, incluso cuando las justificaciones para la misma se habían demostrado en ese tiempo que carecían de base. La primera invasión en 1990 fue diseñada, no para forzar a un gobierno ruandés reacio a permitir el retorno de los refugiados, sino para desbaratar las medidas que ya se habían tomado para acomodar a los refugiados que volvían.

Más que llevada a cabo por desertores del ejercito ugandés (los lideres del RPF ocuparon altos puestos de estado en Uganda), la invasión de Ruanda en 1990 fue una maniobra conjunta del RPF y Uganda. El presidente de Uganda Yoweri Museveni tenía un gran interés en tener un aliado en el poder al sur de sus fronteras. Lo que es más importante, quería deshacerse de su “problema” de refugiados ruandeses. El tema de la ocupación de tierras por parte de ruandeses, y sospechas sobre la influencia que los ruandeses en altos puestos oficiales disfrutaban en el gobierno de Uganda, había producida la primera crisis política de Museveni desde que tomo el poder en 1986.

Detrás de Uganda estaba su más cercano aliado y patrocinador, Washington. Hubo intervención de Estados Unidos, en la persona del secretario de estado para asuntos africanos Herman Cohen, el cual eligió no condenar la invasión del RPF ni el apoyo de la misma por parte de Uganda, sino más bien apoyar la recuperación militar del RPF tras su inicial derrota. Cohen coaccionó al presidente Habyarimana no solo para que negociara un alto al fuego con el RPF, sino para que entrara en negociaciones con él de forma que aceptara que el RFP jugara un papel en un nuevo gobierno.

En julio de 1992, Ruanda ya no tenía un régimen de partido único sino un gobierno de coalición y una nueva constitución democrática. La constitución garantizaba libertad de organización política y prohibía discriminación por causa alguna, étnica o de otro tipo.

Por supuesto, hace falta algo más que una constitución para traer la democracia, pero era un inicio prometedor y presentaba otra oportunidad para Estados Unidos de decirle a su aliado ugandés Museveni que retirara su apoyo al RPF o se enfrentara al final del privilegiado estatus de “Nuevo Líder Africano” que le había otorgado. No había nada que impidiera que el RPF hiciera campaña en busca de apoyos dentro de Ruanda junto con los otros partidos de oposición. Nada excepto el hecho de que la mayoría de la población ruandesa aborrecía y temía al RPF. Y a pesar de todo, Washington aceptó alegremente que el RPF intensificara su guerra. En febrero de 1993, el RPF violó el “proceso se paz” de Arusha con su ofensiva más dura hasta la fecha. Es posible que, si no hubiera habido fuerzas francesas alrededor de la capital Kigali, el RPF podría haber tenido éxito en la toma de poder en ese momento. La ofensiva produjo miles de muertos y el desplazamiento de casi un millón de personas, viviendo en condiciones miserables en campamentos provisionales. Esta ofensiva hizo más que ningún otro hecho para generar odio por el RPF y, trágicamente, por la población local Tutsi que se asumió estaba de acuerdo con el, en su inmensa mayoría, Tutsi RPF.
Como los grupos de defensa de los derechos humanos ayudaron al RPF

El RPF había violado el proceso de negociaciones con otra ronda de muerte y destrucción. Sin embargo, gracias al esfuerzo coordinado de grupos de defensa de los derechos humanos, el RPF volvió a la mesa de negociaciones si pedir ninguna disculpa por su propia conducta y lleno de indignación moral por el comportamiento malvado del gobierno ruandés. Un informe sobre derechos humanos se hizo público en 1993 en un momento sospechosamente conveniente acusando al gobierno ruandés de importantes violaciones de derechos humanos. Algunos de sus autores incluso lo acusaron de genocidio. El gobierno había sido responsable de atrocidades contra civiles en respuesta ala invasión inicial del RPF, y las había admitido. El gobierno hizo objeciones al sesgo intencionado del informe: los investigadores habían hecho solo un esfuerzo simbólico para investigar las alegaciones de atrocidades cometidas por el RPF, dedicando solo unas pocas horas a entrevistar a la gente, y en presencia de los soldados del RPF.

Gracias en gran medida al impacto de este informe, el RPF pudo tomar una posición de alta moralidad y usar las negociaciones como un vehículo para traducir sus ganancias militares en ganancias políticas. La intransigencia del RPF y su estrategia militar fue facilitada de forma apreciable por la cruzada sobre derechos humanos que se lanzó en contra del gobierno de coalición liderado por Habyarimana.

Pero Francia, también, jugó un papel vital en empujar al gobierno ruandés a alcanzar un acuerdo político con el RPF. Según la escritora francesa Agnes Callamard, no fue solo la presión por parte de Estados Unidos la que se aplicó a Habyarimana para firmar los Acuerdos de Arusha en 1993 – “es dudoso que Habyarimana hubiera firmado los acuerdos de paz, que le daban importantes concesiones al RPF, sin la presión y las garantías del Eliseo a través de los emisarios personales de François Mitterand, y posiblemente de representantes de la Misión Militar de Cooperación, específicamente el general Huchon y el coronel Cussac – el agregado militar francés y jefe de la Misión de Asistencia en Ruanda del ejército francés, y su asistente, el teniente coronel Maurin.” (8)

Tras prácticamente asegurar un golpe de estado en las negociaciones de 1993 – el RPF había ganado el 50 por cierto del mando del previsto ejército unificado y suficientes puestos en el gobierno de transición propuesto para bloquear cualquier cosa que fuera en contra de sus intereses – el RPF había emergido como el partido más fuerte. El principal problema al que se enfrentaba ahora eran las elecciones previstas donde su impopularidad quedaría en evidencia. Las elecciones locales en la zona desmilitarizada que fue creada al principio de la ofensiva de febrero de 1993 apuntaba en esa dirección – el RPF fue derrotado de forma masiva por el antiguo partido dirigente.

Enfrentado con la perspectiva de que el electorado ruandés lo convirtiera en un pequeño partido, y con el claro apoyo de Estados Unidos y Bélgica, parecía que los intereses del RPF solo podrían verse beneficados con una vuelta al campo de batalla. Con la prometida partida de las fuerzas francesas de Kigali en diciembre de 1993, la ruta militar a la capital era clara. Lo que necesitaba el RPF era una justificación para reanudar la guerra.
La Guerra de Ruanda estalla de nuevo

El asesinato del presidente Habyarimana mediante el derribo de su avión por un ataque con un misil puso en marcha una ronda de asesinatos de figuras políticas de la oposición por elementos de la guardia presidencial de Habyarimana de un lado, y asesinatos de miembros del anterior partido gobernante por parte del RPF del otro. Las masacres de civiles Tutsis por milicias Hutus siguieron pronto en Kigali, y después se extendieron por todo el país. Pero, contrariamente a lo que sostiene la historia convencional, las fuerzas del RPF habían iniciado su marcha mucho antes de que ocurrieran las masacres.

Peter Erlinder, el jefe del consejo de defensa para el ICTR, afirmó categóricamente en una carta al primer ministro canadiense en 2006 que la ofensiva final del RPF fue ordenada por Kagame minutos después de enterarse del éxito del ataque con misil, “mucho antes de que hubiera ocurrido ningún asesinato de civiles en represalia en ningún lugar de Ruanda” (9)

Tres años de miedo creciente, inseguridad y privación material (la mayor parte de Ruanda se encontraba en ese momento en las garras de una hambruna) llegaron a su cenit. Los ministros sobrevivientes del gobierno ruandés nombrado de forma apresurada (pero constitucionalmente) escaparon de la capital. El ejército perdió un enfrentamiento tras otro con el RPF. En estas condiciones anárquicas, la población Tutsi indefensa se llevó la peor parte del odio asesino generado por una guerra polarizada étnicamente.

El RPF ganó la guerra y tomó el poder en julio de 1994. África fue entonces testigo del éxodo masivo más grande de su historia. Aproximadamente dos millones de ruandeses huyeron y se marcharon al antiguo Zaire y a Tanzania. Estados Unidos, Gran Bretaña y Bélgica en particular se apresuraron a reconocer el nuevo régimen en Kigali.

Un número incluso mayor moriría posteriormente. La invasión por parte del régimen ruandés de varios campos de refugiados y la repatriación forzosa de los mismos, la masacre de gente desplazada internamente en Kibeho en abril de 1995, y dos invasiones de lo que se convertiría en la República Democrática del Congo por el gobernante RPF – todo esto ha elevado la cifra de muertos civiles al nivel más alto para conflicto alguno desde la Segunda Guerra Mundial. El número de ministros que abandonan el nuevo gobierno y después mueren en extrañas circunstancias sigue en aumento. La rendición de cuentas por parte del régimen ruandés por estas violaciones es suspendida por sus patrocinadores en Washington, Londres y Bruselas. Cualquiera que sea la alegación sobre estos asuntos, autoridades de estas capitales responderán que esta fue la fuerza que liberó a Ruanda del genocidio, y un apoyo continuado de occidente es necesario para asegurar que los genocidaires nunca vuelvan al poder.

La verdad tras la parábola moral

Pero los hechos son tercos. Las acusaciones de Bruguière no desaparecerán. El asunto del asesinato de dos jefes de estado es el tendón de Aquiles del gobierno ruandés. Si se prueba la responsabilidad del RPF en el derribo del avión como un movimiento planeado para hacer estallar de nuevo la guerra en Ruanda, ¿qué se puede decir de la protección diplomática dada al RPF por parte de Estados Unidos y otros poderes occidentales? ¿Cómo puede el líder de la “guerra contra el terror” – Estados Unidos – explicar su negación de los hechos sobre el asesinato de dos jefes de estado? ¿Qué podemos hacer con el mandato del Tribunal Criminal Internacional para Ruanda para promover la reconciliación mediante el establecimiento de la verdad y la eliminación de la cultura de la impunidad?

En la revista The Times Linda Melvern escribió sobre “una gran habitación en la embajada francesa en Kigali llena hasta el techo con documentos destruidos. Esta fue probablemente la pista de papel que podría haber revelado la profundidad de la implicación entre el Palacio del Elíseo y la facción Hutu responsable de la masacre de cientos de miles de Tutsis y opositores Hutus” (10). Aferrarse a la parábola moral de Ruanda y sancionar la invectiva de Kigali en contra de Francia puede funcionar por el momento. Pero los hechos – sobre el inicio de la guerra, las acciones del RPF, y el papel de la intervención occidental en un sentido más amplio en empujar a Ruanda al borde del precipicio – son tercos…

(1) ‘French Policy in Rwanda’, incluido en The Path of a Genocide: The Rwanda Crisis from Uganda to Zaïre, H Adelman y A Suhurke, Nordiska Afrikainstitutet, 1999, p. 178, nota 19

(2) Entrevista con Carla Del Ponte, Aktuelt, 17 de Abril 2000. Citado en Le drama rwandais : Les aveaux accablants des chefs de la Mission des Nations Unies pour l’Assistance au Rwanda, E Karemera, Ediciones Sources du Nil, 2006

(3) Bush and Other War Criminals Meet in Rwanda: The Great “Rwanda Genocide” Coverup, P Erlinder, Global Research, 20 de Febrero de 2008

(4) April 6th 1994 Attack Fits ICTR Mandate – Goldstone, Agencia de Noticias Hirondelle, accedido el 12 Deciembre de 2006

(5) Rwanda’s Genocide: The Politics of International Justice, K Moghalu, Palgrave Macmillan, 2005 p.52

(6) Second Thoughts on the Hotel Rwanda, Philpot, R, Race and History, 26 de Febrero de 2005

(7) ‘Major General Paul Kagame behind the shooting down of late Habyarimana’s plane: an eye witness testimony, comunicado de prensa de Aloys Ruyenzi, 18 de Enero de 2005 (Ruyenzi ratificó su afirmación a este autor en una entrevista en Paris)

(8) ‘French Policy in Rwanda’, incluido en The Path of a Genocide: The Rwanda Crisis from Uganda to Zaïre, H Adelman y A Suhurke, Nordiska Afrikainstitutet, 1999, p.163

(9) Open letter to Prime Minister Harper: Regarding state visit of current President of Rwanda, P Erlinder, 6 de Abril de 2006 (Copia suministrada a este autor por Erlinder. Énfasis en el original)

(10) The murky truth about France and genocide, L Melvern, The Times, 8 de Agosto de 2008

Enlace a artículo original en inglés:

www.globalresearch.ca