miércoles, 12 de diciembre de 2007

Ja en tenim prou II

Després d'un periode de reflexió i anàlisi, el Col·lectiu Ja en tenim prou i Ca Revolta hem decidit reprendre la producció d'audiovisuals de crítica al poder, de denúncia dels abusos i incompliments de tota mena (mediambientals, urbanístics, sanitaris, educatius, culturals, socials...). També de burla de la seua incompetència i denúncia de les seues mentides. Entenem que la sàtira i l'humor són instruments útils per a la crítica i necessaris per a la salut en aquesta època que ens ha tocat viure.
Pensem que el nostre treball s'ha de mantenir independent dels partits polítics, no vinculat als processos electorals i adreçar-se al conjunt de la ciutadania per a mostrar l'altra realitat del País Valencià.
Fem una crida a la participació en les tres línies de treball que hem acordat en la darrera assemblea:
  1. Elaboració de microvídeos (entre mig i un minut) que penjarem al web i al youtube i periòdicament presentarem en un acte públic a Ca Revolta. Ja podeu enviar materials.
  2. L'altra notícia. Cada setmana produirem una noticia rellevant que haja estat censurada, ignorada o manipulada per RTVV - Canal 9 i Punt2. Necessitem presentadores i presentadors per al treball de plató. Les persones interessades a col·laborar podeu escriure a jaentenimprou2@gmail.com i ens posarem en contacte.
  3. Para el cabàs. Secció on publicarem les informacions que ens envieu a títol personal o col·lectiu. Es tracta de recollir i mostrar tot allò que no mostren els mitjans dominants. Convé que a més de contar-nos el cas que denuncieu ens envieu algun suport gràfic: foto, vídeo, etc. En la mesura que puguem una unitat mòbil de JNTP en farà un microvídeo.

Bill Gates, Rockefeller y los gigantes de la biogenética saben algo que ignoramos.

...por F. William Engdhal

Al fundador de Microsoft, Bill Gates, se le puede acusar de todo, pero no de ser haragán. Comenzó a programar a los 14, fundó Microsoft a los 20, mientras todavía estudiaba en Harvard. En 1995 Forbes lo catalogó como el hombre más rico del mundo por ser el mayor accionista de su Microsoft, una compañía que su ímpetu incansable convirtió en un monopolio de facto de sistemas de software para ordenadores personales.

En 2006, cuando la mayoría de las personas en una situación semejante podrían pensar en retirarse a una tranquila isla en el Pacífico, Bill Gates decidió dedicar sus energías a su Fundación Bill y Melinda Gates, la mayor fundación privada ‘transparente’ del mundo, como dice, con una dotación impresionante de 34.600 millones de dólares, y la necesidad legal de gastar 1.500 millones de dólares al año en proyectos benéficos en todo el mundo para mantener su condición benéfica libre de impuestos. En 2006, un regalo de unos 30.000 millones de dólares en acciones de Berkshire Hathaway de su amigo y asociado empresarial, el mega inversionista, Warren Buffett, colocó a la fundación de Gates en la liga en la que gasta casi el monto total del presupuesto anual de la Organización Mundial de la Salud de Naciones Unidas.

Así que cuando Bill Gates decide gastar, a través de la Fundación Gates, unos 30 millones de dólares de su "bien ganado" dinero en un proyecto, vale la pena considerarlo.

Ninguna empresa es más interesante en la actualidad que un curioso proyecto en uno de los sitios más remotos del mundo, Svalbard. Bill Gates invierte millones en un banco de semillas en el Mar de Barents cerca del Océano Ártico, a unos 1.100 kilómetros del Polo Norte. Svalbard es un árido trozo de roca reivindicado por Noruega y cedido en 1925 por un tratado internacional.

En esa isla dejada de la mano de Dios, Bill Gates invierte decenas de sus millones junto con la Fundación Rockefeller, Monsanto Corporation, Syngenta Foundation y el gobierno de Noruega, entre otros, en lo que llaman ‘el banco semillero del día del juicio final.’ Oficialmente, el proyecto se llama la Cámara Semillera Global Svalbard en la isla noruega de Spitsbergen, parte del grupo de islas Svalbard.

La cámara de semillas del día del juicio final

El banco de semillas es construido dentro de una montaña en la isla Spitsbergen cerca de la pequeña aldea Longyearbyen. Está casi listo para entrar en acción, según sus comunicados de prensa. El banco tendrá puertas dobles a prueba de explosiones con sensores de movimiento, dos esclusas de aire, y paredes de hormigón reforzado con acero, de un metro de grosor. Contendrá hasta tres millones de variedades diferentes de semillas de todo el mundo, ‘para que la diversidad de cultivos pueda ser conservada para el futuro,’ según el gobierno noruego. Las semillas serán especialmente envueltas para excluir la humedad. No habrá personal a tiempo completo, la relativa inaccesibilidad de la bóveda facilitará el control de toda actividad humana posible.

¿Pasamos algo por alto? Su comunicado de prensa declaró: ‘para que la diversidad de cultivos pueda ser conservada para el futuro’. ¿Qué futuro prevén los patrocinadores del banco de semillas, que amenazaría la disponibilidad global de las actuales semillas, casi todas las cuales ya están bien protegidas por bancos de semillas en todo el mundo?

Toda vez que Bill Gates, la Fundación Rockefeller, Monsanto y Syngenta se juntan en un proyecto común, vale la pena escarbar un poco más profundo, más allá de las rocas en Spitsbergen. Y encontramos algunas cosas fascinantes.

El primer punto notable es quien auspicia la bóveda de semillas del día del juicio final. A los noruegos se suman, como hemos señalado, la Fundación Bill & Melinda Gates, el gigante estadounidense del agronegocio DuPont/Pioneer Hi-Bred, uno de los mayores dueños del mundo de semillas de plantas patentadas genéticamente modificadas (OGM) y agroquímicos relacionados; Syngenta, la importante compañía de semillas y agroquímicos basada en Suiza, a través de su Fundación Syngenta; la Fundación Rockefeller, el gripo privado que creó la “revolución genética” con más de 100 millones de dólares de capital semilla desde los años setenta; CGIAR, la red global creada por la Fundación Rockefeller para promover su ideal de pureza genética mediante el cambio agrícola.

CGIAR y ‘El Proyecto’

Como lo detallé en el libro “ Seeds of Destruction” [Semillas de destrucción] (1), en 1960, la Fundación Rockefeller, el Consejo de Desarrollo de la Agricultura de John D. Rockefeller III y la Fundación Ford unieron fuerzas para crear el Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI) en Los Baños, en las Filipinas. En 1971, el IRRI de la Fundación Rockefeller, junto con su Centro Internacional de Mejora del Maíz y del Trigo basado en México, y otros dos centros internacionales de investigación creados por Rockefeller y la Fundaciòn Ford, la IITA para la agricultura tropical, en Nigeria, y el IRRI para el arroz, en las Filipinas, se combinaron para formar un Grupo Consultivo global sobre la Investigación Internacional de la Agricultura (CGIAR).

CGIAR fue formado en una serie de conferencias privadas realizadas en el centro de conferencias de la Fundación Rockefeller en Bellagio, Italia. Los principales participantes en las conversaciones de Bellagio fueron George Harrar de la Fundación Rockefeller, Forrest Hill de la Fundación Ford, Robert McNamara del Banco Mundial y Maurice Strong, el organizador medioambiental internacional de la familia Rockefeller quien, como fideicomisario de la Fundación Rockefeller, organizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano en Estocolmo en 1972. Formó parte del enfoque durante decenios de la fundación por convertir a la ciencia al servicio de la eugenesia, una versión execrable de la pureza racial, que ha sido llamada ‘El Proyecto.’

Para asegurar el máximo impacto, el CGIAR incorporó a la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO), el Programa de Desarrollo de la ONU y el Banco Mundial. Por lo tanto, a través de un apalancamiento cuidadosamente planificado de sus fondos iniciales, la Fundación Rockefeller estuvo en condiciones a comienzos de los años setenta de conformar la política agrícola global. Y así lo hizo.

Financiado por generosas becas de estudio de Rockefeller y de la Fundación Ford, CGIAR aseguró que destacados científicos agrícolas y agrónomos del Tercer Mundo fueran llevados a EE.UU. para ‘dominar’ los conceptos de la producción de la producción del agronegocio moderno, a fin de llevarlos de vuelta a sus patrias. Al hacerlo crearon una invaluable red de influencia para la promoción del agronegocio de EE.UU. en esos países, especialmente la promoción de la “Revolución genética” OGM en los países en desarrollo, todo en nombre de la ciencia y de la agricultura eficiente de libre mercado.

¿Ingeniería genética de una raza superior?

Ahora el Banco de Semillas Svalbard se pone interesante. Pero se pone mejor. ‘El Proyecto’ al que me refería es el proyecto de la Fundación Rockefeller y de poderosos intereses financieros desde los años veinte para el uso de la eugenesia, rebautizada posteriormente como genética, para justificar la creación de una Raza Superior genéticamente modificada. Hitler y los nazis la llamaron la Raza Superior Aria.

La eugenesia de Hitler fue financiada considerablemente por la misma Fundación Rockefeller que actualmente construye una cámara acorazada de semillas del día del juicio final para preservar muestras de cada semilla de nuestro planeta. Ahora la cosa se vuelve verdaderamente fascinante. La misma Fundación Rockefeller creó la disciplina pseudo-científica de la biología molecular en su inexorable búsqueda de la reducción de la vida humana a “secuencias de genes definidoras” que esperaban, podrían luego ser modificadas para cambiar a voluntad las características humanas. Los científicos eugenistas de Hitler, muchos de los cuales fueron silenciosamente llevados a EE.UU. después de la Guerra para continuar su investigación eugénica, crearon gran parte del trabajo en la que se basó la ingeniería genética de varias formas de vida, en gran parte apoyada abiertamente hasta bien avanzado el Tercer Reich por generosos subsidios de la Fundación Rockefeller. (2)

La misma Fundación Rockefeller creó la así llamada Revolución Verde, después de un viaje a México en 1946 de Nelson Rockefeller y del antiguo Secretario de Agricultura del Nuevo Trato y fundador de la Pioneer Hi-Bred Seed Company, Henry Wallace.

La crisis "subprime" de USA se expande a Europa y golpea a la banca suiza.

La crisis "subprime" más los fantasmas recesivos proyectados (oficialmente) en la economía USA impactan cada vez más en la economía y en el sistema bancario de Europa que empieza a recibir los coletazos cada vez más acentuados de la debacle (por ahora anunciada) de la primera potencia financiera imperial.

El temor a que la crisis crediticia estadounidense influya en los resultados de los bancos de inversión terminó por derrumbar, en un primer término, a los principales indicadores de la Bolsa de Nueva York y ahora ya comienza a proyectarse en el sistema financiero europeo

La venta masiva de las acciones de bancos y corredores de bolsa ya detonó una corrida financiera que se proyecta de EEUU hacia Europa y revela los temores a una expansión mayor de los afectados por la crisis de las hipotecas.

La mayoría de los grandes bancos mundiales (incluidos los europeos) han tenido que hacer enormes provisiones para tapar los "agujeros" de las "subprime", depreciar sus activos y reducir drásticamente sus costos, lo que ha supuesto la caída de presidentes y consejeros delegados de esas entidades, acompañados por decenas de miles de trabajadores despedidos.

La crisis bancaria (como efecto de las "subprime") proyectada de EEUU a Europa tiene como protagonistas a Bear Stearns, Lehman Brothers, Merrill Lynch, Goldman Sachs, Citigroup y J.P. Morgan, entre otros..

Esta vez, le tocó a la legendaria Unión Bancaria Suiza, UBS, que anunció nuevas pérdidas por US$10.000 millones en el valor de sus activos financieros expuestos al sector.

Las bolsas europeas reaccionaron ante el anuncio, y las acciones de UBS cayeron en picada.

UBS ya había anunciado que rebajaría las proyecciones de ganancia de algunos de sus activos, estimadas en US$3.400 millones, en lo que constituyó su primera "derrota" operativa en nueve años.

El gigante suizo añadió que había recibido una inyección de capital de emergencia de parte del gobierno de Singapur, y ofertas de otros fondos de urgencia de un inversionista de Medio Oriente, que suman unos US$11.000.

La entidad advirtió a sus accionistas que las ganancias de fin de año podrían desvanecerse, y cancela planes de pagar dividendos en efectivo.

UBS ya era uno de los bancos europeos más afectados por la ola de propietarios de vivienda estadounidenses que se han atrasado en el pago de sus hipotecas, explicó el especialista en Economía de la BBC Andrew Walker.

Ahora el banco advierte a sus accionistas que las ganancias de fin de año pueden desvanecerse, y además, cancela planes de pagar dividendos en efectivo.

La ayuda de la Corporación de Inversiones de Singapur no es el primer caso en su especie: el gobierno de Abu Dhabi vertió US$7.500 millones en las arcas del Citigroup a finales de noviembre.

Se cree que el segundo "paquete de emergencia" para el UBS llega del gobierno de Omán.

Por su parte, el especialista en temas empresariales de la BBC, Robert Preston, explica que el sólo hecho de que UBS haya sentido la necesidad de recaudar tanto capital nuevo "representa una clara señal de la gravedad de lo que le ha ocurrido a UBS y al sistema financiero internacional.

De igual forma, indica Preston, "es una prueba más de que el poder financiero se ha desplazado de las economías occidentales a las grandes economías generadoras de capital en Asia, Rusia y el Medio Oriente".

En la crisis bancaria que se proyecta desde USA y se expande por el planeta, se entrelazan dos factores: el alto costo del crédito y el retroceso del mercado inmobiliario, este último afectado por la sobreoferta de propiedades y por la incapacidad de numerosos deudores de continuar pagando las cuotas.

Según los expertos, si el proceso sigue avanzando, el precio de las propiedades hipotecadas caerán por debajo del valor de los créditos hipotecarios, lo que podría precipitar un hundimiento financiero generalizado con quiebras bancarias.

La relación entre la caída de los bancos y el derrumbe bursátil en EEUU se estableció a partir de que los bancos revendieron gran parte de su cartera de créditos hipotecarios en Wall Street bajo la forma de títulos privados que pagan un interés.

“Mientras que los bancos de ahorro y comercio han sido los mayores prestamistas para los compradores de casas, desde 2006 Wall Street tiene el comando en la participación del mercado de financiamiento de hipotecas (un 60 por ciento), según datos de la Reserva Federal”, señala The New York Times.

“Los bancos de inversión (Lehman Brothers, Bear Stearns, Merrill Lynch, Morgan Stanley y la Unión de Bancos Suizos) venden las hipotecas de los emisores del crédito y las ponen en un fondo común que promedia el riesgo. Luego dividen el fondo de hipotecas en tramos basados según la calidad, para revenderlas”, apunta el Times.

La enorme rentabilidad de este "negocio" atrajo a todos los bancos de Wall Street, que se lanzaron a comprar compañías de crédito hipotecario y, en especial, a otorgar líneas de crédito a empresas vinculadas con los préstamos hipotecarios de baja calificación, porque rinden un mayor interés.

Mientras los precios de las viviendas en los EEUU y otros países continúan descendiendo, los bancos norteamericanos y europeos anunciaron pérdidas millonarias relacionadas con hipotecas "subprime".

Los títulos bursátiles en gran parte del mundo han caído en picada y la reticencia de los bancos a prestar dinero -incluso entre ellos mismos- ya exigió intervenciones inéditas de la FED y del Banco Central Europeo.

Según The Wall Street Journal, "con la caída en los precios de las viviendas y el consiguiente aumento en las tasas de morosidad se ha desatado una crisis comparable a algunos de los mayores desastres financieros de los últimos 50 años".

La venta masiva de las acciones de bancos evidencia los temores a que la crisis se profundice y se expanda mundialmente a través del entramado financiero de la crisis de las hipotecas en EEUU.

iarnoticias.com

La justicia política de la Monarquía: El código penal del enemigo.

...por Agustín Morán

Los más de 600 presos políticos vascos, no reciben el reconocimiento de “políticos” porque eso implicaría aceptar la existencia de un conflicto de naturaleza política, negado por la Constitución Española (C.E.). Al afirmar el Art. 2 de la C.E. “la indisoluble unidad de España”, la demanda popular de autodeterminación no solo queda expresamente excluida de cualquier protección jurídica, sino también proscrita.

Los más de 600 presos políticos vascos, no reciben el reconocimiento de “políticos” porque eso implicaría aceptar la existencia de un conflicto de naturaleza política, negado por la Constitución Española (C.E.). Al afirmar el Art. 2 de la C.E. “la indisoluble unidad de España”, la demanda popular de autodeterminación no solo queda expresamente excluida de cualquier protección jurídica, sino también proscrita.

La heterodeterminación (1) como daño producido, tanto a la mayoría de la población vasca que vota mayoritariamente, elección tras elección, candidaturas sobenaristas, como al poderoso movimiento popular que reivindica la autodeterminación desde hace cuarenta años, carece de cauce de expresión democrática dentro de la legalidad constitucional española. Reivindicar este derecho es, hoy en España, una actividad alegal que comporta un alto grado de inseguridad jurídica. La fuerza de esta arbitrariedad jurídica y política, no radica en su legalidad ni en su legitimidad, sino en la violencia del estado. Dicha violencia, anunciada en el artículo 8 de la C.E. “las Fuerzas Armadas ..… tienen como misión ..… defender su integridad territorial....” desborda los derechos y libertades consagrados por esa misma constitución. La lectura jerarquizada de unas obligaciones constitucionales “de hierro”, frente a unos derechos, también constitucionales “de papel”, supone una lectura política de la Constitución. Aunque los actos de protesta inducidos por este daño sean - además de legítimos - legales, la calificación de estos comportamientos no es política, sino penal. Para enjuiciar estos comportamientos penales “no políticos”, la monarquía española y el bipartidismo que la sustenta mantienen un tribunal de excepción, la Audiencia Nacional, cuyo papel en la represión de la disidencia política hunde sus raíces en el Tribunal de Orden Público del franquismo.

Paradójicamente, los presos “no políticos” vascos, son enjuiciados y condenados por un tribunal especial - vale decir, político - que les suspende las garantías jurídicas constitucionales (políticas) de “reinserción social” y “cumplimiento de la pena cerca de sus domicilios”. Esta suspensión (política) – y anticonstitucional - de derechos constitucionales (políticos), se fundamenta en el carácter político de su falta de arrepentimiento político respecto a los supuestos delitos que les han acarreado el procesamiento o la prisión.

El carácter político de los motivos de estos presos “no políticos”, abunda, no sólo en sus declaraciones a lo largo del proceso judicial, sino también en la jurisprudencia de los jueces de la “Audiencia Nacional”. Estas sentencias ha ido configurando un “Código Penal del enemigo”. Este código desborda, de forma expansiva, la tipificación de las conductas ilícitas aplicables a los individuos que las ejecutan. También vulnera otros muchos principios básicos del derecho penal, como por ejemplo, la no retroactividad de las modificaciones del código penal ó el paradigma de “in dubio pro reo” (ante la duda, favorecer al procesado).

En quiebra con el principio jurídico de que “las sociedades no delinquen, sino que delinquen los individuos”, este código penal, enriquecido por la “doctrina Garzón”, ha llegado a adjudicar un contenido ilegal a la mera defensa del derecho de autodeterminación, aunque dicha defensa se realice mediante actividades políticas, culturales ó sociales perfectamente legales. La ilegalización, en base a esta doctrina, de periódicos, radios, empresas y organizaciones sociales y políticas vascas, ha privado a cientos de miles de ciudadanos vascos del derecho de sufragio, de participación política y de libertad de expresión, asociación y reunión. Esta arbitrariedad política del poder judicial muestra la impunidad con la que esta democracia tan poco democrática puede violar sus propios derechos y libertades constitucionales. Todo ello, sin que exista ningún conflicto político.

El “derecho penal del enemigo” aplicado a la juventud combativa vasca, persigue cercenar la continuidad de un movimiento popular irreductible. Las arbitrariedades jurídicas y procesales observadas y documentadas, tanto en los juicios contra jóvenes militantes vascos, como en el macrosumario 18/98, constituyen un atentado contra el estado de derecho y sus normas fundamentales. En particular, en lo tocante a las libertades y garantías jurídicas y procesales de miles de ciudadan@s. Esta vulneración masiva de las normas que protegen las libertades civiles, está protagonizada por la derecha franquista y su “pareja de hecho”, la izquierda socialdemócrata. Todo esto no sería posible sin la pasividad cómplice o el doble juego de “oposición leal” del entorno de dicha izquierda capitalista.

La restitución del Derecho, es decir de la ley justa, depende de que amplios sectores sociales se movilicen por sus reivindicaciones y se autodeterminen frente al estado y al mercado que les priva de derechos sociales, laborales, sindicales y políticos. La impunidad de los que violan el derecho de autodeterminación, el derecho a la vivienda y el derecho a la vida de 1500 trabajador@s al año, es de la misma sustancia.

(1)Heterodeterminación: Subordinación a un poder exterior que determina tus actos al margen de tu propia voluntad.

www.nodo50.org/caes

Cambio climático: los que lucran y los que resisten .

...por Silvia Ribeiro

Del 3 al 14 de diciembre se reúne en Bali, Indonesia, la 13a. Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, tema cada vez más álgido, tanto por la agudización de los impactos de esta tragedia anunciada, como por los fuertes intereses comerciales que moviliza :: Varias empresas han salido, literalmente, a pescar ganancias, con lo que llaman "fertilización" de los océanos.

Este año, la polarización social global en torno al tema, se expresa particularmente con la instalación, fuera de las reuniones oficiales, de la "Aldea de la solidaridad para un planeta sin calentamiento", organizada por una amplia coalición de movimientos sociales y organizaciones civiles de Indonesia e internacionales.

Según los organizadores, que incluyen a la coalición Movimiento Popular de Indonesia contra el Neo-colonialismo y el Imperialismo, la Federación Indonesia de Sindicatos Campesinos (FSPI), organizaciones de derechos humanos, de pescadores, de mujeres, coaliciones contra los acuerdos comerciales y organizaciones internacionales como Vía Campesina, Amigos de la Tierra y Focus on the Global South, es "un espacio abierto para reunir a todos los hombres y mujeres, desde el este, oeste, norte y sur, que creen que el calentamiento global no puede ser abordado mediante soluciones de mercado y neoliberales. Creemos que éstas sólo pueden encontrarse con cambios fundamentales en la manera en que producimos, comerciamos y consumimos".

Este tipo de movilizaciones sale al encuentro de las justificaciones de las industrias para promover, entre otros, los agrocombustibles, los "desiertos verdes" producidos por los monocultivos forestales, las grandes represas, la energía nuclear y otros arreglos tecnológicos, que lejos de ser soluciones agregan nuevos problemas ambientales y sociales.

Si bien el proceso de cambio climático global se conoce desde hace décadas, Estados Unidos y las industrias petroleras y automovilísticas lo negaban. Pero esos mismos actores han ido cambiando de estrategia, no porque reconozcan su vasta y dañina participación en la producción de las causas del calentamiento global y las ganancias que les ha reportado, sino porque avizoran nuevas fuentes de negocios para mantener sus privilegios de lucro y contaminación.

En ese sentido se destaca la agresiva promoción de los combustibles agroindustriales a escala global, subvencionados con dinero público para el lucro de las grandes empresas. Sólo que en lugar de mitigar el calentamiento global lo van a empeorar, porque implican un aumento masivo de sus causas: más agricultura industrial, más consumo de petróleo para maquinaria agrícola y agroquímicos, más deforestación y más erosión de sistemas naturales. Por si fuera poco, son nueva fuente de atropellos a los territorios y derechos de los campesinos y campesinas que en todo el mundo son quienes realmente proveen la base de la alimentación y la sustentabilidad de los agroecosistemas para la mayoría de la población mundial.

Otro tipo de emprendimientos de alto riesgo, algo menos conocidos, son las empresas de "geoingeniería", es decir, la modificación del ambiente voluntariamente y a gran escala.

Varias empresas han salido, literalmente, a pescar ganancias, con lo que llaman "fertilización" de los océanos. Se basan en la teoría de que al dispersar fertilizantes en la superficie de los océanos aumentará el fitoplancton, que absorbería dióxido de carbono y, por tanto, funcionaría como "sumidero de carbono", uno de de los principales gases, cuya acumulacion provoca el calentamiento global.

Pero estos empredimientos que se hacen con fines de lucro, no son inocuos. Por el contrario, en noviembre del 2007, el Convenio de Londres de la Organización Marítima Internacional (que se ocupa de la contaminación de los mares por vertido de desechos) declaró que este tipo de experimentos "no se justifican", tanto por los impactos negativos potenciales como porque no está claro que aporten ningún beneficio. Recomienda a los gobiernos no aprobarlos. Pero las empresas insisten y buscan gobiernos dóciles, que no sean firmantes de este convenio.

Una de las iniciativas más conocidas es la de Planktos Inc., compañía que vende créditos de carbono a individuos y empresas, para luego verter nanopartículas de hierro a los océanos. Planktos anunció que se dirigía para estos fines a los mares cercanos a las Islas Galápagos, pero debió cancelar el viaje debido a las denuncias de muchas organizaciones locales e internacionales, así como a la oposición oficial en Ecuador.

Otra empresa similar, también en la mira de muchas organizaciones, es Climos, con sede en San Francisco. Quiere legitimarse como agente de "créditos de carbono" con estas actividades de vertido a los océanos y pretende ser admitida dentro del llamado Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kyoto. Otra muestra fehaciente de que el MDL es un mecanismo a favor de intereses comerciales, que legitima la venta de "permisos de contaminación", aumentándola, y promueve actividades de fuerte impacto social y ambiental.

La empresa australiana Ocean Nourishment Corporation (ONC) se proponía verter 500 toneladas de urea al mar de Sulu, cerca de Filipinas, pero debió cambiar sus planes luego de la oposición del gobierno filipino, debido a la denuncia de varias organizaciones de la sociedad civil por los impactos sobre los pescadores artesanales y el ambiente marino. Sin embargo, ONC sigue con el plan de verter más de mil toneladas de urea en aguas malayas, y considera ir también a Chile, Emiratos Árabes y, posiblemente, Marruecos.

Los piratas del clima siguen buscando puertos vulnerables y tierras desprotegidas para sus lucros inescrupulosos, sea con geoingeniería, agrocombustibles o incluso creando organismos vivos totalmente artificiales para producir combustibles comercialmente, como intenta el genetista Craig Venter.

Que no les quepa duda: por todo el mundo se multiplica también la resistencia de las organizaciones de la sociedad civil, así como la alerta activa de los campesinos y campesinas que, como dice Vía Campesina, desde su lucha y desde su práctica diaria combaten el calentamiento global.

* Investigadora del Grupo ETC

www.lahaine.org

El terrorismo como política de Estado .

...por Atilio Borón

Las recientes revelaciones de la CIA, al abrir sus archivos de los últimos 25 años, permiten apreciar en toda su perversidad la íntima conexión existente entre terrorismo e imperialismo.

Muchas lecciones se desprenden de estas revelaciones. En primer lugar, que contrariamente a lo que sostienen ciertas buenas almas "progresistas" el terrorismo no fue un episodio aislado atribuible a personal subalterno que se "excedió" en la aplicación de las órdenes impartidas. Los documentos desclasificados demuestran inapelablemente que fue y sigue siendo una política de Estado del imperio, un instrumento más de un plan criminal diseñado por el gobierno de los Estados Unidos para aniquilar a sus adversarios. Esto exige, como lo ha probado hasta el cansancio Noam Chomsky, manipular a la opinión pública para controlarla por el temor: antes a la Unión Soviética y los "comunistas", después a los "terroristas", mañana vaya uno a saber quién (1). Pero es una política de Estado concebida, planificada, organizada, financiada y ejecutada por la Casa Blanca. Como en la Argentina, tampoco allá hubo "errores o excesos" sino la fría aplicación de un plan criminal.

Se demuestra, en segundo término, que el plan sistemático de exterminio que se aplicó en la Argentina y otros países del Cono Sur –el lúgubre Plan Cóndor– tuvo su origen en Estados Unidos. Allí encontró su fundamentación ideológica, sus protectores, la asistencia financiera necesaria y los recursos humanos y organizacionales requeridos para ejecutarlo. El gobierno de un país que se jacta de ser un supuesto "santuario de todas las libertades" fue quien adiestró a los carniceros que por años asolaron la región, monstruosas criaturas de las sucesivas encarnaciones del Dr. Jekyll que anida con harta frecuencia en la Casa Blanca. Entrenados y aleccionados en la Escuela de las Américas y en las distintas instalaciones del Comando Sur, sus atrocidades fueron estimuladas por sus instructores, cuyos mandantes fueron a su vez los mayores beneficiarios económicos de sus salvajadas.

En tercer lugar, los materiales de la CIA ratifican que a la hora de gestionar los negocios globales del imperio no hay mayores diferencias entre demócratas y republicanos. Sus diferencias, cuando las hay, se restringen a la política doméstica. Ambos partidos expresan los matices del "triángulo de hierro" que controla la vida política, económica y social de los Estados Unidos. Según el distinguido politólogo John Saxe-Fernández, el "triángulo" está constituido así: a) por la Casa Blanca y, especialmente, los departamentos de Defensa, Energía, Tesoro, Estado, la NASA, CIA y los múltiples aparatos de inteligencia ahora integrados en el gigantesco Departamento de Seguridad Nacional; b) las grandes corporaciones, sobre todo vinculadas a la producción para la defensa, la aeroespacial, el petróleo y el gas, incluyendo los grandes laboratorios, instituciones de investigación, las cámaras empresariales y algunos sindicatos; c) los comités clave del Congreso y, especialmente, por los de la Cámara de Representantes y del Senado en Energía y Recursos Naturales, Fuerzas Armadas y los diversos subcomités dedicados a los principales sectores de la vida económica (2). Recordar que la burocracia federal, la clase política y los intereses corporativos se mueven en una especie de "puerta giratoria" que los instalan sucesivamente en las alturas del aparato estatal y, al día siguiente, en el puente de mando de algunas de las más grandes transnacionales norteamericanas. El lubricante que facilita esta perpetua circulación entre los espacios cada vez más indiferenciados de lo público y lo privado son las espléndidas contribuciones que las diversas empresas y lobbies empresariales efectúan para financiar las campañas electorales de los "representantes del pueblo".

Cuarto, los documentos exhiben la permanente vigencia del doble discurso de Washington: defensa de la libertad y la democracia, de labios para afuera, pero apoyo incondicional a cualquier déspota que se preste a servir a los intereses de los Estados Unidos (3). Y si el tirano no existe se lo inventa. La continuidad de este doble discurso es asombrosa y se remonta a los albores mismos de la república norteamericana, cosa que fue percibida con su habitual lucidez por Simón Bolívar cuando dijera que "los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad" (4).

A principios del siglo veinte, cuando consumada la victoria sobre España –que ya había sido derrotada por los patriotas cubanos en su larga guerra de liberación de 1868-1898–, Washington se lanza a la carrera imperial, la doctrina oficial instituida por Theodore Roosevelt en 1902 (presidente de los Estados Unidos entre 1901 y 1909) fue la política del gran garrote: "habla suavemente pero lleva un gran garrote". En 1903 el garrote auspicia, financia y apoya el separatismo de Panamá, entonces parte de Colombia: en pocos días reconoce la independencia de los secesionistas y negocia con el nuevo gobierno un tratado que le daría el control de la zona del canal durante 100 años. En ese mismo año Roosevelt invade y ocupa Cuba y establece la base de Guantánamo. A fines de 1904, en su discurso ante el Congreso de la Unión, enuncia el "Corolario Roosevelt": los Estados Unidos se reservan el derecho de intervenir en cualquier país en la medida en que sus intereses se vean afectados, palabras que resonarían con acordes más lúgubres en el discurso de George W. Bush del 2002 anunciando la "guerra infinita" contra el terrorismo. Menos de dos meses más tarde, en enero de 1905, las tropas norteamericanas invaden la República Dominicana y, en 1906, a Cuba.

Uno de sus sucesores, Woodrow Wilson, el supuesto "idealista", no le fue en zaga en su celo por defender la libertad y la democracia en esta parte del mundo. Invadió México en 1914 para forzar la dimisión de Victoriano Huerta, y una vez más entre 1916 y 1917 con el pretexto de capturar a Pancho Villa; hizo lo propio en Haití, en 1915, y en República Dominicana, donde sus tropas permanecieron ocho años, entre 1916 y 1924 con el objeto de "restablecer el orden", la misma excusa que hoy Bush utiliza para continuar con el saqueo de Irak. Episodios semejantes conmovieron a Centroamérica y el Caribe, la "tercera frontera" de los Estados Unidos, especialmente en Nicaragua, donde las fuerzas norteamericanas permanecieron por décadas hasta eliminar a Sandino e instaurar la dictadura de Anastasio Somoza. "Un hijo de puta –decía de él Franklin D. Roosevelt–, pero 'nuestro' hijo de puta."

Es digno de destacarse el desparpajo con que este doble discurso se instala ya sin tapujos durante los años de Ronald Reagan. La encargada de hacerlo fue su embajadora ante las Naciones Unidas, la politóloga Jeanne Kirkpatrick, una implacable crítica de la política de James Carter en materia de derechos humanos. Sus notas fueron luego reunidas en un libro –Dictadura y doble standards– de amplia repercusión internacional(5). Su argumento central es el siguiente: la política exterior de Carter comete un gigantesco error al abandonar a los amigos de los Estados Unidos y favorecer el accionar de sus enemigos. La política de derechos humanos, aplicada universalmente por la Casa Blanca, ha debilitado la posición de los Estados Unidos en el mundo. (Hay que recordar que precisamente en 1979 fueron derrocados dos gendarmes regionales de los Estados Unidos: el Irán del Sha, tumbado por la revolución islámica, y Somoza, derrocado por la lucha de los sandinistas.) La conclusión: Washington debe distinguir entre los regímenes que violan los derechos humanos para defender las perspectivas de la libertad y la democracia y quienes los atropellan para atacar a Washington. La política de la Casa Blanca debería establecer una clara diferenciación entre ambos procurando en el primer caso suavizar los excesos de los aliados en la seguridad de que ellos también son amantes de la libertad y la democracia (sólo que las circunstancias locales les impiden exteriorizar sus bondades) y aplicar un criterio radical e intransigente con sus irrecuperables enemigos.

LA HIPOCRESIA DEL IMPERIO

De lo anterior se desprende claramente la enorme responsabilidad que le cabe a Estados Unidos en la promoción del terrorismo. Y también la futilidad del "combate contra el terrorismo" lanzado por George W. Bush, algo que carece por completo de credibilidad desde el momento en que quien la convoca es la cabeza del estado terrorista más poderoso del mundo, y el que mayores crímenes ha cometido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta hoy. La extensa obra de Noam Chomsky y tantos otros, documentando esta penosa realidad, nos exime de mayores argumentaciones. ¿Qué grado de seriedad y consistencia puede tener una propuesta como la planteada por la Casa Blanca a la vista de los antecedentes históricos y las realidades contemporáneas de la política exterior norteamericana? ¿Cómo ignorar la decisiva responsabilidad de los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos en la promoción a escala planetaria del terrorismo? ¿No lo legitimó acaso arrojando sendas bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, masacrando en total a unos 204.000 civiles inocentes y desarmados, casi 70 veces el número de víctimas provocado por el 11-S?

Pero esto no es todo. ¿Qué decir de los innumerables asesinatos políticos, preparados y perpetrados en los cinco continentes desde finales de la Segunda Guerra Mundial por la CIA, con el pretexto de "contener la expansión comunista"? ¿Y de los golpes de Estado contra nacientes democracias en la periferia, o de los planes de exterminio de disidentes y opositores, como el Plan Yakarta, que en pocos meses cobró medio millón de vidas en Indonesia a mediados de los años sesenta?(6) ¿O, más cerca de nosotros, las atrocidades sistemáticas fríamente aplicadas por el Plan Cóndor en el Cono Sur, causantes de torturas, desapariciones y muertes de decenas de miles de personas?(7) Un gobierno que inventa figuras monstruosas como Osama bin Laden y Saddam Hussein (este último convertido en un salvaje verdugo de su propio pueblo y de la minoría kurda con el visto bueno de Washington) y que luego se vuelven en su contra; que incurre en gravísimas violaciones a los derechos humanos en las cárceles de Abu Ghraib o en la base naval de Guantánamo; que humilla y ultraja a sus prisioneros musulmanes y ofende sus íntimas creencias religiosas como ni siquiera el propio régimen nazi se atrevió a hacer; que hace gala de su presunta "superioridad" racial y civilizatoria arrasando países enteros como Afganistán e Irak, acabando con sus tesoros culturales y provocando indecibles "daños colaterales" entre la población civil; que envía en vuelos ilegales a supuestos terroristas a países donde la tortura es legal para ser "eficazmente" interrogados por "expertos" estadounidenses; que mantiene hace medio siglo un inmoral y criminal bloqueo integral (económico, comercial, financiero, político e informático) contra Cuba; que con sus más de setecientas bases y misiones militares dispersas por todo el mundo –cifras oficiales del Pentágono– sostiene a punta de bayoneta un "orden mundial" que, según las Naciones Unidas, produce 100.000 muertes diarias –repito, 100.000 muertes diarias– a causa del hambre y de enfermedades curables; que aloja y protege en su territorio a terroristas confesos y juzgados como Orlando Bosch Avila, Luis Posada Carriles –culpables de la voladura en pleno vuelo, frente a las costas de Barbados, de una aeronave de Cubana de Aviación con 73 personas a bordo–, ¿puede un gobierno con este record en materia de derechos humanos ser reconocido como un sincero luchador en contra del terrorismo?

¿Por qué extrañarse, entonces, por la proliferación de réplicas terroristas al terrorismo de Estado propiciado por Washington? El terrorismo del sistema tiene un reverso inevitable: la resistencia de sus víctimas, a veces apelando también ellas al terrorismo. Acabar con este flagelo exige comenzar por desahuciar el doble standard moral instituido por la política exterior norteamericana y vergonzosamente aceptado por sus aliados. Esta hipocresía convertida en sistema sostiene que el terrorismo de Estado orquestado por los ricos y poderosos no es tal sino que se trata de "guerras humanitarias", "lucha contra el terrorismo" o "exportación de democracia", nobles iniciativas encaminadas a construir un mundo en donde florezcan la libertad y la democracia. En realidad, lo que la prensa imperial denuncia como terrorismo es el rostro invisible y oculto del terrorismo oficial, que se practica a diario con total impunidad y ante el silencio de los grandes medios que procuran incesantemente adormecer nuestras conciencias y fabricar un consenso de irremediable resignación agitando el espantajo del terrorismo.

LA PROTECCION AL TERRORISMO EN LOS ESTADOS UNIDOS

Las revelaciones de los papeles de la CIA sobre la forma en que actúan diversos comandos terroristas en los Estados Unidos corroboran que ese país se ha convertido en un importantísimo –si no el principal– santuario de terroristas de todo el mundo. Recientes libros publicados por la periodista e investigadora argentina Stella Calloni (Los años del lobo y Operación Cóndor: pacto criminal) y el historiador cubano José Luis Méndez (Bajo las alas del Cóndor) aportan una evidencia inobjetable sobre la protección que Washington brinda a los diversos grupos de terroristas cubanos radicados en Miami que, por supuesto, deben ser nítidamente diferenciados de la emigración cubana radicada en esa ciudad y que en su abrumadora mayoría nada tiene que ver con los mafiosos.

Como ya se dijo, el Plan Cóndor fue una de sus manifestaciones: un proyecto sistemático de exterminio pergeñado por Richard Helms, cuando era director de la CIA, y su mano derecha David Atlee Phillips, quien fungía como jefe de la División del Hemisferio Occidental. La "mano de obra" para realizar las tareas sucias del plan fue mayoritaria, aunque no exclusivamente reclutada entre la mafia terrorista de Miami. Las operaciones abarcaban un amplio espectro de actividades: desde golpes de Estado hasta sabotajes, campañas periodísticas, extorsiones, asesinatos, atentados dinamiteros llegando inclusive, como en el caso de la Operación Irán-Contras a organizar una red de narcotráfico y contrabando de armas a cargo de dos asesores de muy alto nivel de la Casa Blanca: el teniente coronel Oliver North y Fawn Hall, una operación que, conviene recordarlo, persistió a lo largo de cinco años, y en la cual se involucraron agentes de la CIA, la mafia terrorista cubano-americana de Miami y narcotraficantes de diferentes países(8). La Operación Irán-Contras no fue la única de ese tipo planificada y ejecutada bajo las órdenes directas de uno de los más poderosos asesores del presidente de los Estados Unidos. En otra muestra de su celo por la lucha antiterrorista el propio North, un hombre de fluidos contactos con Jorge Mas Canosa, por entonces presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana, se encargó, por ejemplo, de facilitar la fuga del terrorista de origen cubano Luis Posada Carriles de la cárcel venezolana donde estaba recluido por la voladura del avión de Cubana. No está de más recordar que cuando estalló el escándalo por la venta secreta de armas a Irán el presidente Ronald Reagan calificó a Oliver North como "un nuevo héroe americano". No hay palabras que califiquen semejante infamia.

Objeto preferente de atención del terrorismo de Estado promovido por la Casa Blanca con la complicidad de amplios sectores del Congreso, el Poder Judicial y la "prensa libre" de los Estados Unidos ha sido la Revolución Cubana. La larga historia de las operaciones terroristas perpetradas en contra del pueblo cubano cuenta en su apoyo con una documentación tan impresionante como inapelable en la identificación de las fuentes oficiales que promovieron (o, en su defecto, consintieron) la ejecución de las mismas. Su sola enumeración ocuparía un espacio similar al de este suplemento. Iniciada no bien se produjo el triunfo de la Revolución, la campaña terrorista en contra de Cuba no ha tenido un momento de sosiego y prosigue hasta nuestros días. Pero hay dos hitos importantísimos en fechas recientes que hablan con elocuencia de la persistencia de esta política de criminal agresión contra ese pueblo. Uno: la detención y confinamiento, en condiciones absolutamente inhumanas y vejatorias, de los cinco jóvenes cubanos que se infiltraron en las filas de los grupos de terroristas cubano-americanos para recoger información de inteligencia que permitiese desbaratar sus siniestros planes. Al ser descubiertos, el gobierno norteamericano se colocó inequívocamente del lado de los terroristas, procesó a quienes luchaban contra ellos acusándolos de "terroristas" y mediante juicios viciados de insanable nulidad, que son un verdadero escupitajo en el rostro del autoproclamado "imperio del derecho" del que se enorgullece la sociedad norteamericana, los luchadores en contra del terrorismo fueron recluidos en cárceles dispersas por todo el país y privados inclusive de recibir las visitas de sus madres, esposas e hijos, un derecho que no se le quita ni siquiera al más feroz de los criminales a la espera de su ejecución. El ensañamiento con "los cinco", como popularmente se los conoce y admira en el mundo entero, es una prueba irrefutable que demuestra de qué lado se encuentra realmente Washington en la "guerra contra el terrorismo".

Por si lo anterior no fuera suficiente la protección oficial brindada desde las más altas esferas al terrorista confeso y juzgado, y luego escapado de prisión, Luis Posada Carriles, es otro indicio irrebatible que desnuda el "doble discurso" de Washington en su supuesta cruzada antiterrorista y la bajeza moral de una parte de la dirigencia política latinoamericana que consiente tales políticas. Este personaje participó en las principales operaciones terroristas de esa organización en América latina, entre ellas el Plan Cóndor(9). En 1985 se fuga de la cárcel venezolana en donde, desde 1976, estaba cumpliendo su condena (recuérdese que había adoptado la ciudadanía venezolana y que bajo el pseudónimo de Comisario Basilio se incorporó a los servicios de inteligencia venezolanos de la época, participando en múltiples secuestros y torturas, razón por la cual Caracas también solicita su extradición) junto con otro connotado terrorista: Orlando Bosch Avila, por el atentado contra el avión de Cubana(10). Se instala en El Salvador para colaborar activamente con el asesor presidencial de Reagan Oliver North (quien había arreglado todo lo necesario para facilitar su fuga) en la Operación Irán-Contras. Tiempo después, contrata mercenarios que colocan bombas en Cuba en los años 1997 y 1998. A comienzos del 2000 se dirige a Panamá junto con otros malhechores con el objeto de consumar el asesinato de Fidel Castro, invitado a participar en la Xº Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se reuniría en ese país el 17 y 18 de noviembre de 2000. Pero no bien el presidente cubano hubo llegado a Panamá convocó a una inesperada conferencia de prensa en donde denunció la conspiración que Posada Carriles y otros tres terroristas habían fraguado para hacer saltar por los aires el Paraninfo de la Universidad de Panamá el día en que Fidel había sido invitado a dialogar con los estudiantes y profesores. La minuciosa denuncia identificaba a los terroristas, sus contactos, sus escondrijos y los explosivos a ser utilizados. Simultáneamente, la policía panameña era informada de todo esto, lo que condujo a la inmediata detención de Posada Carriles y sus cómplices.

Los terroristas fueron sentenciados a una exigua condena por la Justicia panameña. Sin embargo, a mediados del 2004 mientras se sustanciaba un recurso ante la Corte de Apelaciones, Posadas Carriles y sus tres compinches: Gaspar Jiménez, Pedro Remón y Guillermo Novo Sampol, fueron favorecidos por un sorpresivo indulto decretado por la presidenta Mireya Moscoso a pocos días de finalizar su mandato. Sorpresivo para todos, menos para el embajador de los Estados Unidos en Panamá dado que la decisión le fue comunicada con la debida antelación y recibida con singular beneplácito por el representante del imperio. En la actualidad varios funcionarios de su gobierno están sujetos a indagación judicial por irregularidades cometidas en la liberación de los terroristas indultados. La señora Moscoso residió varios años en Miami –acompañando el exilio de su marido, el ex presidente Arnulfo Arias Madrid– y cultivó estrechas relaciones con algunos miembros de la mafia cubano-americana. No extraña que su "gesto humanitario" de indultar a los cuatro gangsters fuese generosamente recompensado por sus "amigos" de Miami: entre otras cosas le obsequiaron un automóvil de lujo Lincoln, modelo Town Crown 2005, valorado en 125.000 dólares.

Con la ayuda de la CIA y la mafia cubano-americana (en realidad ambas organizaciones han llegado a fusionarse a tal punto que en los hechos se convierten en una), Posadas decide regresar de inmediato a su seguro refugio en Miami. Lo hace vía Honduras y México, país desde el cual aborda en Isla Mujeres un barco camaronero, el "Santrina", que lo hace ingresar clandestinamente, pero con protección oficial, a los Estados Unidos a los pocos meses de haber abandonado Panamá. No es ocioso recordar que el "Santrina" es propiedad de uno de los más connotados anticastristas de Florida. La maniobra es detectada por la inteligencia cubana y desde ese mismo momento La Habana comienza a exigirle a Washington que diga dónde está Posada Carriles, cuándo y cómo fue que llegó al país, qué medios utilizó para llegar, quién lo recibió y con qué documentación. La respuesta durante casi un año fue el silencio, pero a mediados del 2005 las reiteradas denuncias de La Habana condujeron a la detención del terrorista. Lo notable del caso es que el gobierno de Estados Unidos no lo acusó por ninguno de los aberrantes crímenes impunes de este prófugo de la justicia internacional, sino por una escandalosa nimiedad: haber entrado ilegalmente al país, cometiendo una "infracción a las leyes migratorias de los Estados Unidos". La farsa pseudoprocesal que luego se montó finalizó ignominiosamente cuando el fiscal levantó todos sus cargos y, para eterno deshonor del sistema judicial estadounidense, el terrorista recuperó plenamente su libertad. Un verdadero escándalo, equivalente al que habría estallado si un país del Tercer Mundo hubiese capturado a Osama bin Laden y el gobierno en cuestión lo hubiera detenido unas pocas semanas acusándolo de haber ingresado ilegalmente al país y, al poco tiempo, retirado todos los cargos concediéndosele asilo, protección y ciudadanía. ¿Cómo hubiera reaccionado Washington?

La conclusión no puede sino ser ésta: la Casa Blanca es hoy por hoy la sede de una tenebrosa organización terrorista de alcance mundial. Sus tentáculos se extienden por los cinco continentes y cuenta con inmensos recursos para financiar sus tropelías: desde detener a "sospechosos" sin prueba alguna y privarlos del derecho a una asistencia legal, como ocurre en Guantánamo y Abu Ghraib hasta proteger a un terrorista probado y confeso como Posada Carriles y a toda la mafia cubano-norteamericana enquistada en Miami que aporta la mano de obra para las tareas más atroces y aberrantes que exige la dominación imperialista. En el medio quedan los secuestros y asesinatos selectivos de opositores: el traslado de prisioneros a países que legalizaron la tortura; el suministro de armas a grupos terroristas; las campañas desestabilizadoras de gobiernos democráticos y populares, cosa que hoy estamos viendo en Venezuela, Bolivia y Ecuador; la organización de golpes de Estado, como el perpetrado en el 2002 en Venezuela y, sin que esta enumeración sea completa, su involucramiento con el negocio de la droga y el tráfico de armas.

Por lo tanto, su proclamada "guerra contra el terrorismo" no es sino la ominosa encarnación del perverso Ministerio de la Verdad –concebido por George Orwell en su novela 1984– y en el cual la mentira, el engaño y el doble discurso eran convenientemente fabricados para manipular a la ciudadanía. Las contrapartes actuales del Ministerio de la Verdad: la Casa Blanca, el Departamento de Estado, el Pentágono o la CIA presentan a la "guerra infinita o preventiva" como la paz; la violación de los derechos humanos y la legalidad internacional como su más enérgica exaltación y el terrorismo de Estado como "guerra contra el terrorismo". Bajo estas condiciones, lo único que se puede predecir a ciencia cierta es que tendremos terrorismo para rato.

Notas

(1) El papel del miedo, como una pasión humana que adecuadamente exacerbada suele favorecer la formación del consenso político, ha sido examinado por Noam Chomsky y Edward S. Herman en Los Guardianes de la Libertad (Barcelona, Crítica, 1990). El tema lo reexamina el lingüista del MIT en su más reciente Hegemonía o Supervivencia. La estrategia imperialista de Estados Unidos (Barcelona, Byblos, 2005).

(2) En su libro Terror e Imperio (México, Arena Abierta, 2006 ), pp. 121-149.

(3) Esto no implica negar que, excepcionalmente, pueda producirse alguna discontinuidad en ese doble discurso. Por ejemplo, la presidencia de James Carter (1977-1981) intentó sinceramente promover una política internacional basada en la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, careció del respaldo suficiente en el establishment diplomático de Washington y las clases dominantes del imperio que lo atacaron sin desmayo.

(4) Carta a Patricio Cambpell, 5 de agosto de 1829.

(5) Publicado en Buenos Aires por Editorial Sudamericana, 1982. Antes había dado a conocer un trabajo con ese mismo título en una de las principales revistas del neoconservadurismo norteamericano: Commentary, noviembre de 1979. Al año siguiente publicaría "The Hobbes problem: order, authority and legitimacy in Central America", un informe redactado a solicitud de una de las más reaccionarias "usinas de pensamiento" estadounidense: el American Enterprise Institute.

(6) Quienes piensen que las anteriores aseveraciones son exageradas pueden consultar dos magníficos libros que aportan una evidencia apabullante. Uno, de William Blum, ex funcionario del Departamento de Estado que renunció a su puesto en 1967 al oponerse a la guerra de Vietnam promovida por Lyndon Johnson: Killing hope. US military and CIA interventions since World War II (Monroe: Common Courage Press, 2004). Dos, el de Luis Suárez Salazar: Madre América: un siglo de violencia y dolor, 1898-1998 (La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2005)

(7) Ver el memorando S/S 7621263, del 8 de octubre de 1976, dirigido a Henry Kissinger por Harry Shlaudeman, secretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos, titulado "Operación Cóndor". En este documento, al igual que muchos otros, se reconoce formalmente la activa participación del gobierno de Estados Unidos en esta iniciativa y el papel crucial de la dictadura chilena en su coordinación regional. En junio de 1976 Kissinger recibió en su despacho al ministro de Relaciones Exteriores de la Junta Militar argentina, almirante César A. Guzzetti, a quien le dijo: "Si hay cosas que tienen que hacerse, háganlas rápido y regresen lo antes posible a los procedimientos normales". Dicha declaración fue (correctamente) interpretada como una luz verde para aniquilar a quienes resistían, y cuanto antes mejor. La documentación se encuentra en el National Security Archive Electronic Briefing Book Nº 133, en donde se transcriben las 13 páginas de las minutas extraídas de esa conversación.

(8) El reconocimiento oficial de la operación Irán-Contras, y el tráfico de cocaína que ella implicaba, queda certificado en el Informe "Drugs, Law Enforcement and Foreign Policy" del Subcomité sobre Terrorismo, Narcotráfico y Operaciones Internacionales del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos (Washington: 1988).

(9) Según el documento del National Security Archive, NSAEBB153/19660600.pdf Posada Carriles se integra formalmente a la CIA en febrero de 1961 y se lo entrena para convertirlo en un experto en demoliciones y, posteriormente, en entrenamiento de fuerzas paramilitares y escuadrones de la muerte. Salvo unos pocos meses, permaneció oficialmente en esa agencia hasta junio de 1976, apenas tres meses antes de la voladura del avión de Cubana.

(10) Cartas del director del FBI Clarence M. Kelly al secretario de Estado Henry Kissinger, fechas 20 de octubre y 5 de noviembre de 1976.

Informe final de la audiencia preliminar del Tribunal Permanente de los Pueblos sobre el BBVA .

El presente es el informe resultante de la preaudiencia contra el BBVA que se realizó en la Biblioteca Bidebarrieta (Bilbo) el 27 de octubre del 2007, organizada por Ekologistak Martxan, Komite Internazionalistak y CGT-LKN. Este tribunal tuvo el fin de recabar información, casos y abrir una investigación a concluir en la audiencia general contra las multinacionales a celebrarse en Lima en mayo del 2008 con motivo de los actos contra la cumbre entre los Jefes de Estado de la Unión Europea y América Latina.


ANTECEDENTES Y CONTEXTO

La acusación contra el BBVA partió de las circunstancias actuales de globalización neoliberal (privatización, profundización de la apertura comercial y la desregulación, etc.) y de monopolio multinacional. En este contexto hay muchas pautas de comportamiento financiero (aprovechamiento de deuda externa, compra de compañías estatales, uso de paraísos fiscales, etc) que no son exclusivas de un banco sino que son prácticas generales, las cuales, por extendidas no significa que sean justas o correctas. Una serie de factores son decisivos para la prevalencía del poder transnacional como es el derecho internacional, la deuda externa, las instituciones internacionales financiera (BM, FMI, BEI, OMC, G8, etc.), los planes de ajuste estructural, los tratados de libre comercio (y otros), los lobbies, etc. También prácticas laborales legales pero injustas como son las subcontratas, negociaciones con un solo sindicato para romper unidad de acción, opacidad informativa, etc.

En este sentido el BBVA se ha beneficiado también de esas circunstancias y posición de ventaja no legítima para crecer como potencia financiera y expandirse por el mundo. El BBVA tiene actualmente una presencia muy importante en América Latina, poseyendo bancos en 15 países: es el segundo banco de la región en volúmenes gestionados y el primero en la gestión de planes de pensiones y seguros.

HECHOS

Durante la audiencia, este tribunal pudo escuchar los testimonios de diferentes testigos. Todos ellos coincidieron que las actividades de la entidad financiera BBVA han tenido un impacto negativo sobre las poblaciones y hábitats de los países donde opera directa o indirectamente. Por las diferentes pruebas e indicios que se han aportado en esta vista, cabe acusar a la entidad financiera transnacional BBVA de los siguientes hechos:

- Fomento de los conflictos bélicos en el mundo por la financiación de empresas armamentísticas (CESCE, HISPASAT, INDRA, Ibérica del Espacio, ACIO, RYMSA, HISDESAT, INMIZE (MBDA) y GAMESA ( a través de Iberdrola) y su comercio. Entre ellas subrayar la financiación de bombas racimo (Raytheon, Thales y a Unión Española de Explosivos S.A.) que están prohibidas por afectar indiscriminadamente a la población civil. El BBVA también ha financiado exportaciones de armas.

- Compra de voluntades políticas, que se dedujo de las distintas investigaciones al BBVA por sus cuentas secretas en paraísos fiscales, dado que este banco se había dedicado a influenciar a políticos y gobiernos para su expansión en Latinoamérica.

Durante 13 años el BBVA mantuvo dos cuentas secretas en Jersey, Liechtenstein Islas Caimán y Suiza, con depósitos por valor de 224,435,950 euros. De estos 21 millones estaban invertidos en 22 fondos de pensiones a nombre de los entonces consejeros del BBV, incluido el propio Ibarra. En el informe presentado por la Fiscalía Anticorrupción del Estado español se alega que la trama se extendió además de México, también a Colombia, Venezuela y Perú, con el objetivo de obtener “posiciones mayoritarias en determinadas entidades financieras de Latinoamérica, ya comprando voluntades políticas, ya legitimando capitales de procedencia ilícita”. Es decir, como corruptor sistemático y en ocasiones, blanqueador de capital procedente del narcotráfico en países de América Latina.

- Blanqueo de de capitales: En México se le acusa de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico. El BBVA fue investigado por el FBI (1999 y 2001), por el Banco de España (2001) y juzgado en el 2001 y en el 2005 por la Audiencia Nacional.

- Prácticas antihumanitarias, entre las que se trataron las clausuras de cuentas de las organizaciones humanitarias como Enlace Civil y Osimech (Chiapas, México) y de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó (Colombia). También se incluyeron en este apartado el abuso relacionado a ayuda humanitaria por el cobro de comisiones de cuentas con este fin y utilización selectiva de donaciones.

- Financiación de proyectos altamente contaminantes: el BBVA ha financiado proyectos relacionados con la extracción y el transporte petrolero en Latinoamérica, la mayoría de los cuales se situaban en la selva amazónica de Ecuador (Oleoducto de Crudos Pesados y Bloque 31), Perú (proyecto de gas licuado y gaseoducto de Camisea) y Bolivia (gasoducto Gasyrg) así como ha financiado a las compañías petroleras Petrobras y Repsol YPF hasta el 2006. Esta última además de en los citados opera en muchos otros países donde su mala práctica ha sido denunciada: Colombia, Argentina, Nigeria, Venezuela, etc.

Todas estas actividades financiadas por el BBVA supusieron talas de gran extensión de selva amazónica, contaminación de tierras, agua y aire por aguas residuales, escapes de petróleo, quema de este y venteo de gas, con un gran impacto también en las comunidades locales y en los hábitats, suponiendo también la propagación de enfermedades (cáncer de pulmón, piel, enfermedades epidérmicas, malformaciones, abortos, etc). En muchos casos la exploración petrolera ha supuesto el desplazamiento de poblaciones enteras o la persecución de pueblos no contactados. Tanto los proyectos de extracción como los de transporte (oleoductos, carreteras) no respetaron las medidas de protección como son las Reservas Naturales y Reservas Indígenas: el OCP atravesó nada menos que 11 Reservas Naturales.

El BBVA también ha financiado la minería a cielo abierto en Chile (Los Pelambres y Collahuasi) y Perú (Yanacocha y Antamina). Además de los grandes cráteres que suponen, su actividad precisa gran consumo de agua con un impacto trágico en comunidades y ecosistemas. Por otra parte la mina de oro de Yanacocha precisa el uso de mercurio y cianuro, altamente contaminantes y de los que se han producido derrames.

El BBVA también ha financiado la megapapelera de ENCE en Uruguay que supondrá una gran contaminación fluvial y atmosférica, además del efecto ambiental de las plantaciones extensivas de eucalipto.

Financiación de emisiones de CO2 y el cambio climático: con la financiación de compañías petroleras y gaseras y con aquellas que producen energía quemando estos combustibles. El BBVA financia 11 centrales térmicas en Texas, y por otro lado financia empresas que basan su producción eléctrica en este método (térmica) como es Iberdrola, la cual también utiliza el proceso nuclear, con planes de nuevas centrales en México y Rumanía.

- Explotación laboral: lo dicho anteriormente es extensible a todos los bancos, debiendo añadir que el BBVA opera de la forma más opresiva, premiando la jerarquía, la sumisión y el control, por medio de su Código de Estilo, Código de Conducta y la ética empresarial; denegando el espíritu crítico, premiando las subcontratas y dejando un sector amplio del personal fuera del convenio; e incluso practicando recolocaciones enteras de oficinas donde plantillas al completo son despedidas. Desde la fusión del BBVA en 1999 la plantilla se ha reducido en más de 5.000 puestos de trabajo y además se promueve una sustitución de empleo fijo por otro precario, vía subcontrataciones y ETT’s. Desde el 1991 se han producido 91 despidos y 21 dimisiones por motivos disciplinarios. Una media de 37 al año.

Entre los numerosos casos de abusos contra sindicalistas, contra la representación y expresión de sus trabajadores, esta preaudiencia recogió los casos preocupantes del robo de cuartos de paga y de mobbing (abuso emocional en el puesto de trabajo) siendo el BBVA el primer banco estatal condenado judicialmente por esta práctica.

- Abuso de los más pobres y contribución al empobrecimiento mediante la transferencia financiera de remesas, microcrofinanzas (acceso a crédito para las capas más desfavorecidas de la sociedad creando más endeudamiento) y sistemas de pensiones (apropiación de estos servicios públicos de gran interés financiero). Aquí también añadir el abuso e injusticia relacionadas con las comisiones por servicios, que son hasta 10 veces superiores en Latinoamérica, comparándolas con las realizadas en España. EL BBVA también ha sido acusado por clientes de fraude en muchos países latinoamericanos.

- Sueldos desorbitado de su presidente y consejeros: el actual presidente del BBVA dispone de 9’7 millones de euros anuales de sueldo más 10 millones de euros en dotación de fondo de pensiones.

- Uso y abuso de paraísos fiscales: como fue expuesto en investigaciones y juicios. Esta práctica favorece el blanqueo de dinero (con lo que se favorecen las prácticas que originaron ese dinero como narcotráfico y paramilitarismo) y operaciones ilegales compras de influencias, competencia desleal, y muchas otras - Abuso financiero y fraudes a clientes

- Irresponsabilidad Social Corporativa: el BBVA entiende la RSC como un mero lavado de cara y una declaración (de las muchas que firma con este fin) de buenas intenciones que no se cumplen, o se cumplen sólo tras mucha presión.

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