miércoles, 23 de enero de 2008

Tras 5 meses de lucha, acaba el conflicto de FRAPE.

Ayer tarde, la asamblea de los trabajadores de FRAPE decidió aceptar una de las tres propuestas presentadas por la empresa, a través del Departament de Treball. La asamblea tras un intenso debate, ha acordado aceptar la primera propuesta por 156 votos a favor, frente a los 76 votos a favor de aceptar alguna de las dos propuestas que plantean los 295 despidos.

En la última semana, la Consellera de Treball, Mar Serna, ha tenido diversos contactos con los asesores del comité y con la dirección de la empresa. Como resultado, ha hecho llegar a los representantes de los trabajadores tres propuestas alternativas, aunque en todas ellas se contemplan despidos.

La primera, supone aceptar los 92 despidos ya autorizados por la resolución del ERE, aunque incrementando la indemnización de los 20 días por año previstos legalmente, hasta 45 días por año más una cantidad lineal de 7.000€. A cambio el Comité debe aceptar un aumento de productividad, una reducción del absentismo y una congelación salarial por dos años. La empresa garantiza el mantenimiento del resto de los puestos de trabajo, como mínimo por tres años.

Las otras dos propuestas tienen en común el cierre de la actividad productiva de la planta y el despido de los 295 trabajadores como inicialmente pedía la empresa. La segunda de las propuestas plantea una indemnización de 55 días por año trabajado, con un límite doble: 42 mensualidades y un máximo de 90.000€ . La tercera propone una indemnización de 60 días por año, también con una doble limitación: 42 mensualidades y 80.000€ como máximo.

Las tres propuestas están encaminadas a dividir a la plantilla, ya que cada una de ellas afecta de manera diferente, según cual sea la antigüedad y el salario de cada trabajador.

Estas propuestas se plantean en un momento difícil, provocado por la actitud del Departament de Treball que ha colocado al conflicto en un callejón sin salida, además de facilitar 92 rehenes a la empresa, para coaccionar y chantajear a la plantilla.

La asamblea tras un intenso debate, ha acordado aceptar la primera propuesta por 156 votos a favor, frente a los 76 votos a favor de aceptar alguna de las dos propuestas que plantean los 295 despidos, mientras que sólo una decena de trabajadores se han manifestado por continuar las movilizaciones. Los 6 trabajadores despedidos por la empresa a lo largo del conflicto, cobrarán la misma indemnización que los 92 despedidos afectados por la resolución de Treball. La oferta finalmente aceptada mejora en 7.000€ y en la garantía por 3 años, a la última presentada por la empresa durante la negociación.

Este conflicto ha vuelto a mostrar de una manera muy clara la connivencia y el servilismo del gobierno tripartito de la Generalitat respecto a las empresas, especialmente las multinacionales, y esperamos que haya servido para que muchos trabajadores y trabajadoras se cuestionen para qué sirve votar a partidos supuestamente de izquierdas, que una vez en el poder hacen las mismas políticas que la derecha.

También ha puesto nuevamente de manifiesto el papel de los grandes sindicatos institucionales ante las agresiones de la patronal. Especialmente CC.OO. ha mostrado una actitud agresiva e insultante hacia el comité, sus asesores y la propia asamblea, desde el momento que la asamblea rechazó la oferta de la empresa, obligando a la Generalitat a dictar resolución. Suponemos que la colaboración mostrada por CC.OO. con la empresa en las últimas semanas se debe a su interés por cobrar su cuota mafiosa habitual, por haber contribuido al despido de 92 trabajadores, aunque en esta ocasión no hayan podido firmar materialmente el acuerdo, ya que la asamblea se lo impidió. No obstante, es justo decir que los delegados y afiliados de CC.OO. y UGT de FRAPE han compartido en todo momento las decisiones de la asamblea y han participado activamente en las movilizaciones, sin dejarse controlar ni manipular por las estructuras de sus sindicatos.

Era muy difícil conseguir una victoria completa en un conflicto donde se confrontaba un sindicalismo asambleario y combativo, al sindicalismo entreguista y cómplice con la patronal que practican CC.OO. y UGT. No es posible, si no conseguimos romper el aislamiento de las luchas obreras a que nos somete la estrategia conjunta de gobierno, patronal y sindicatos institucionales. Frente a esa estrategia, la izquierda sindical ha de recuperar la solidaridad y la unidad de acción, no confundiendo la diversidad organizativa e ideológica con el sectarismo. Sólo así, podremos empezar a recuperar un movimiento obrero y sindical fuerte.

El próxímo jueves, día 24, a las 18,30 horas, está convocada una reunión del Comité de apoyo y de la Xarxa contra els tancaments, en la sede de la IAC, Vía Laietana, 57 – 4º. Allí haremos una valoración colectiva del conflicto de FRAPE, junto con compañeros de la empresa.

Desde la IAC queremos manifestar nuestro apoyo a la decisión de la asamblea, que sin duda ha sido difícil, así como mostrar nuestra solidaridad con todos los compañeros y compañeras de FRAPE, que durante cinco largos meses han mantenido, con una gran fuerza y dignidad, una dura lucha por sus puestos de trabajo.

www.lahaine.org

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