lunes, 5 de mayo de 2008

El Gobierno de Aguirre permite que los curas decidan sobre cuidados a enfermos terminales.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid firmó el pasado mes de enero un convenio con la Iglesia en el que se deja abierta la puerta a la entrada de "capellanes" a los comités de ética de los hospitales públicos madrileños.

Según desveló la cadena Ser, el acuerdo permite participar de las decisiones sobre los cuidados paliativos en enfermos terminales. El acuerdo traducido en una cláusula del convenio en vigor desde 1997 y que ahora ha renovado el consejero de Sanidad, Juan José Güemes, amplía las funciones de los curas que asisten a los hospitales. La cláusula dice que "el Servicio de Asistencia Religiosa Católica (…) formará parte del Comité de Ética y del Equipo Interdisciplinar de cuidados paliativos"

Güemes limitó la acción de los sacerdotes a "asistir a pacientes o familiares de pacientes" y aseguró que ni los miembros de la Iglesia católica ni de otras confesiones religiosas, ni "nadie ajeno a la asistencia sanitaria", puede tomar decisiones clínicas en ningún hospital, "y mucho menos" en lo referente a cuidados paliativos.

Como respuesta, Izquierda Unida reclamó ayer la retirada del convenio del Ejecutivo autonómico con la Iglesia mientras que el secretario de Libertades Públicas del PSOE, Alvaro Cuesta, ha rechazado que "mentes podridas por el dogmatismo" intenten interponer prácticas confesionales en centros públicos.

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