Desde construcciones ilegales en suelo rústico, en Huércal-Olvera, Almería hasta incentivos de miles de euros al Ayuntamiento de Tocina, en Sevilla, los delitos urbanísticos, bien por especulación, construcciones ilegales o utilización de Ayuntamientos para fines constructivos, están a la orden del día en Andalucía.
Dentro de estas irregularidades, destacan por su impacto ambiental y peligrosidad las construcciones realizadas en el litoral marino, bien porque destruyan las pocas masas boscosas de pinares litorales que quedan, bien porque contradigan las directrices sobre protección de costas. Dentro del primer caso, GAS ya publicó un pequeño recopilatorio de ejemplos que se daban en Andalucía, dentro de la deforestación en la comunidad.
Son los casos del segundo tipo, construcciones en primera línea de costa, junto al mar las que pasan quizás más desapercibidas o se piensen que tienen menos impacto. Ecologistas en Acción ha denunciado la construcción en Melicena y Los Yesos, en la provincia de Granada, de edificios junto al mar.
Ambas construcciones, dos bloques de viviendas en plena arena de la playa, corren de este modo serio peligro debido a la variabilidad de la línea de costa. Además, este tipo de urbanización tan cercana al mar está siendo restringida en otras provincias andaluzas a 200 metros de distancia, con lo que la Dirección General de Costas de Granada no puede haberlo permitido y se trataría de una construcción ilegal.
El último episodio de esta historia es la agresión sufrida por periodistas que estaban fotografiando dichas obras ilegales, ya que pensaron que eran ecologistas.
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