El arzobispo de Valencia Agustín García Gasco, ha vendido a una constructora un solar situado en Gandía que había sido donado en 1993 por un particular, José Pascual Romero Ferrandis, para que sobre él se construyera una iglesia, según publica el diario Levante. En esa iglesia, según la última voluntad del donante, reposarían para siempre sus restos mortales y los de sus padres, "siempre que las leyes canónicas y civiles lo permitan". La parcela fue vendida en el año 2006 por 1,6 millones de euros, y sobre la misma se está construyendo un edificio de viviendas, incumpliéndose así el testamento de Romero, que donó al Arzobispado, además del solar, una cantidad cercana a los ochenta millones de pesetas (casi 500.000 euros). Ese dinero, según su voluntad, también se tenía que destinar a sufragar, en todo o en parte, las obras del templo parroquial, según la información publicada hoy.
Diario Levante.- Cuando se hizo el testamento, en 1993, el valor del solar se calculó en ocho millones de pesetas (cerca de 50.000 euros), y se ha vendido por 1,6 millones. José Pascual Romero falleció en febrero de 1996, tres años después de que, en un documento firmado por él mismo y por el arzobispo de Valencia, el cardenal Agustín García-Gasco, acordaran la donación del solar y de todos sus ahorros para que "la Archidiócesis de Valencia los destinara a construir sobre ellos un templo y sus anejos para actividades pastorales".
En ese documento, García-Gasco acepta, a petición de Romero, que esa parroquia, situada en un área de expansión urbana de Gandia, se consagre a San Jerónimo Hermosilla.
Cuando se hizo el testamento, en 1993, el valor del solar se calculó en ocho millones de pesetas (cerca de 50.000 euros), pero su ubicación, en un área de expansión de Gandia y junto a una gran zona verde, unido al enorme crecimiento demográfico experimentado por esta ciudad, ha permitido multiplicar su precio por 33. Cuando el Arzobispado de Valencia lo subastó, en 1996, consiguió sacar la friolera de 1,6 millones de euros. La empresa que lo adquirió lo destinó a la construcción de pisos, y, en este momento, las obras están en una fase muy adelantada.
Un portavoz oficial del Arzobispado indicó a Levante que sus servicios jurídicos entienden que la donación de José Pascual Romero "no estaba condicionada" a la construcción de la iglesia. Aun así, indicó que la voluntad es erigir el templo bajo la advocación de San Jerónimo Hermosilla, pero no en ese solar porque "está muy próximo a la iglesia parroquial" de San Cristóbal, situada a unos 300 metros. Además, recuerdan que la parcela cedida quedó sometida a un proceso de urbanización iniciado por el Ayuntamiento de Gandia que supuso la alteración de sus dimensiones.
El portavoz, finalmente, señaló que todo el dinero del testamento, el ofrecido en metálico y el obtenido con la venta del solar, ha quedado en un depósito y que el arzobispo, Agustín García-Gasco, "es el garante" del mismo para, en un lugar y en un momento todavía no determinado, construir la iglesia que José Pascual Romero soñó.
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