En noviembre del 2006 dos niñas fallecían en la localidad cordobesa de Posadas tras una intoxicación por plaguicida. Éste, se filtró al parecer desde el desagüe de la vivienda contigua, ya que su propietario había utilizado un potente pesticida para eliminar a algunas cucarachas que había en el inmueble.El juicio por tales acontecimientos comenzó el pasado 31 de marzo, durante éste, el supuesto responsable de las muertes, Bartolomé García, reconoció ante el juez, que había utilizado el pesticida Deitia Pallets en su domicilio, aún sin tener el permiso requerido par la utilización del producto. Anteriormente el acusado negó el uso del plaguicida cuando Manuel Hidalgo, tío de las fallecidas, le preguntó el mismo día del ingreso de éstas en el hospital Reina Sofía, si había utilizado algún tipo de producto tóxico en la vivienda. Aún habiendo negado su uso, el imputado horas después acudió al centro médico con las especificaciones técnicas del producto en cuestión.
Bartolomé García, es propietario de dos empresas de plaguicidas industriales por lo que no le habría supuesto ningún problema, la adquisición del veneno. El compuesto está formado por fosfuro de aluminio que se convierte en una sustancia nociva cuando entra en contacto con el aíre. Durante el juicio, Bartolomé afirmó que conocía la alta toxicidad del producto, por lo que precintó las habitaciones donde hizo uso del plaguicida, aunque no avisó a lxs vecinxs. El fosfuro se filtró hasta una arqueta común compartida por el imputado y la familia de las niñas fallecidas, lo que hizo que el gas se extendiera por la vivienda colindante con las consecuencias subsiguientes.
Por el momento el fiscal pide cuatro años de cárcel por homicidio imprudente, así como la suma de 243.000 euros de indemnización a la familia.
El uso de pesticidas a nivel industrial se ha convertido en una práctica habitual y normalizada dentro del sector agrícola, aún así, existen en el hogar productos altamente tóxicos que se distribuyen sin control y que pueden causar daños similares a lo ocurrido en este caso puntual.
El uso de amoniaco, fosfuro de aluminio, u otros tantos compuestos químicos los podemos encontrar en nuestra dieta alimentaría sin que exista una información clara de su existencia en éstos. Reacciones alérgicas, intoxicaciones y muertes, pueden derivarse de la utilización de plaguicidas en la agricultura industrial e intensiva. Aunque son casos relativamente poco frecuentes, es necesario tener una atención especial a estos productos que adquirimos fundamentalmente en supermercados y grandes almacenes (establecimientos que acuden en mayor medida a la agricultura industrial para abastecer sus estanterías).
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