"Cerca de medio millón de inmigrantes se encuentra de forma irregular en España amenazado por las repatriaciones que está llevando a cabo el Gobierno", según ha asegurado Edoardo Bazzaco, el coordinador del informe anual de la organización SOS Racismo. Sólo en la legislatura socialista estas expulsiones han afectado a más de 370.000 personas, un 43% más que durante el segundo Gobierno de José María Aznar.
Un total de 258.049 inmigrantes fueron repatriados entre los años 2000 y 2003, frente a los 370.027 que fueron repatriados entre el período 2004-2007, según el estudio de la organización sobre el racismo en España.
Ningún partido político ha escapado al análisis crítico de la onG, que ha denunciado tanto el triunfo del discurso xenófobo de los políticos de la derecha, "que han utilizado al inmigrante como caldo de cultivo para relacionar inmigración con delincuencia", como la dualidad del discurso político del PSOE.
"El Gobierno actual ofrece un discurso más populista de cara al inmigrante pero a nivel técnico, en la práctica, no hay diferencia real, si no es de empeoramiento, respecto del PP", ha explicado Bazzaco.
El informe revela que el control de fronteras, la discriminación, la vulneración de derechos o los malos tratos, entre otros, son algunos de los síntomas del "racismo institucional y social latente" que padece el estado español. La situación del inmigrante en España ha llevado a la organización a pedir la derogación de la Ley de Extranjería por sus mecanismos "discriminatorios y lesivos de los derechos de los inmigrantes y porque está contribuyendo a crear un proceso de cronificación de la irregularidad".
Para acabar con las limitaciones de la ley actual, SOS Racismo pide "al Gobierno coraje político para abordar un cambio de rumbo en la política migratoria, en lugar de medidas parciales que no abordan el fondo del asunto".
Javier Ramírez, portavoz de la organización, ha hecho hincapié en "otra grave forma de racismo" en nuestro país: los malos tratos y abusos por parte de los cuerpos de seguridad públicos y privados. Actuaciones "amparadas por el secretismo y la impunidad", según Ramírez, quién ha añadido que este tipo de racismo está además "potenciado por el funcionamiento del sistema judicial y la normativa de extranjería".
Una fosa en las costas españolas
Otros muchos extranjeros nunca llegan a sufrir la discriminación social o institucional que impera dentro de las fronteras españolas. El número oficial de personas muertas en 2007 intentando alcanzar la UE por mar y tierra fue de 1.861, sin embargo, "los cuerpos que nunca se rescatarán" revelan una cifra muy superior, según la onG.
El drama en el que se ha convertido el viaje hacia Europa se radicaliza en el sur. "En el curso del último año fue posible documentar la muerte y desaparición de 876 personas mientras intentaban llegar a las costas españolas", ha denunciado el coordinador del informe.
SOS Racismo también expone como el peligro que corren los inmigrantes subsaharianos se multiplica con la política migratoria de la UE de externacionalizar las fronteras. "La tendencia actual es delegar el control de fronteras en los países de tránsito como Marruecos, Argelia o Libia, entre otros, países de dudoso reconocimiento de los derechos humanos", ha explicado Edoardo Bazzaco.
Para la organización el fin de la persecución al inmigrante pasa por "acabar con la política de blindaje de fronteras y con las repatriaciones", además de tratar de "implantar medidas permanentes de regularización".
lunes, 21 de abril de 2008
El Gobierno del PSOE repatrió un 43% más de inmigrantes que el PP en su último mandato.
Durante la primera legislatura de Zapatero, 370.000 personas fueron expulsadas.
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1 comentarios:
Hola.
La inmigración tiene una cara humana; me ha gustado la movilización que -por encima de ideologías y creencias religiosas- han hecho en el Reino Unido el grupo “Strangers into Citizens”. Austen Ivereigh, su principal promotor ha explicado en Granada el pasado fin de semana cómo han logrado que los tres principales candidatos para la alcaldía de Londres de las municipales que se celebran –el conservador, el laborista y el liberal- apoyaran su propuesta, que la Cámara de los Comunes la haya discutido y que el partido liberal la haya hecho suya.
Su planteamiento no es solidaridad ingenua sino puro pragmatismo británico: sacar del limbo legal en que se encuentran cientos de miles de personas que nunca podrán ser repatriadas por el inmenso coste que supondría. No es una tarea popular: la objeción que se le pone -el posible efecto llamada de una medida como ésta- es seria. Sin embargo la propuesta humanitaria es compatible con la fortaleza del Estado en el control de fronteras y contra la delincuencia. Un ejemplo de movilización ciudadana desinteresada del que los españoles podemos aprender mucho…
Santiago
http://opinionciudadano.blogspot.com/
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