Un grito unánime contra la privatización y la degradación de la enseñanza pública
Aún cuando el Tripartit quiere minimizar las cifras, tanto de huelguistas como de manifestantes, cuesta recordar la última vez que se produjo una manifestación de trabajadores y trabajadoras tan multitudinaria como la de hoy en Barcelona. Una manifestación que, además de la presencia masiva del profesorado, también ha contado con la participación de amplios sectores de estudiantes y, aunque en menor número, de padres y madres de centros públicos.
La manifestación, además de muy concurrida, ha sido muy animada. Muchísimas pancartas de sindicatos de enseñantes, asociaciones de estudiantes, colectivos de padres y madres, centros y sectores y educativos (jardín de infancia, primaria, secundaria, adultos), colectivos de manifestantes, carteles individuales... denunciaban el estado de la enseñanza pública y el proyecto privatitzador del Tripartit (ver el amplio reportaje fotográfico).
Con instrumentos y megáfonos los manifestantes han mostrado su descontento con la política educativa del Tripartit y han reclamado medidas en favor de la enseñanza pública. La más coreadas han sido “No, no, no, a la privatització”, “no volem aquesta llei” ("no queremos esta ley"), junto con una amplísima y original variedad de lemas y cánticos, como “l’ensenyament no es ven” ("la enseñanza no se vende"), “Pública sí, privada no”, “Què passa? Què passa? Que privatitzen massa” (¿qué pasa? ¿que pasa? que privatizan mucho") “Cap concessió a la patronal" ("ninguna concesión a la patronal"), "l’educació no és un negoci” ("la educación no es un negocio"), “No volem ser escola concertada, no volem ser col·legi privat, volem més aules d’acollida, volem més finançament” ("no queremos ser escuela concertada, no queremos ser colegio privado, queremos más aulas de acogida, queremos más financiación"), “Ernest, tossut, no passem per l’embut” ("Ernest tozudo, no pasamos por el embudo"), “Profes i estudiants, units i endavant” ("profes i estudiantes, unidos y adelante"), "després direu que només érem deu" ("después diréis que sólo éramos diez"), “Menys pistoles i més escoles” ("menos pistolas y más escuelas"), “menys policia i més educació” ("menos policía y más educación"), entre muchas otras.
Especialmente emotiva ha sido la presencia en la manifestación de los huelguistas de hambre de SEAT, tres trabajadores que ya llevan 11 días de ayuno para reclamar el reingreso de los 66 despedidos pendientes de hacerlo.
Un gran éxito de participación que deja en evidencia al Tripartit
El éxito rotundo de la manifestación deja en evidencia a algunos actores del conflicto. El principal, el Tripartit. El contenido neoliberal del proyecto que quiere llevar adelante –que nada ha de envidiar a las políticas privatitzadoras de CiU-- ha sido amplísimamente contestado por el profesorado, aún habiendo utilizado a fondo contra la huelga a las dóciles Juntas de Directores, cada vez más el brazo de la administración entre el profesorado. Significativamente las principales resistencias a la huelga, casi las únicas, se han dado precisamente entre el colectivo de directores de los centros.
Tampoco ha funcionado el intento de impedir la huelga mediante unos servicios mínimos abusivos que son un atentado directo contra el derecho de huelga y que intentan enfrentar a los enseñantes con los usuarios. Como viene pasando en otros sectores como el de conductores de autobuses de Barcelona, un supuesto gobierno de izquierdas ha ido más allá en este asunto de lo que nunca había hecho el gobierno de la derecha. Sin embargo también aquí el Tripartit ha fracasado.
Cómo ha fracasado la FAMPAC, que se puso junto al Tripartit contra la huelga, volviendo a demostar que es una organización burocrática, nada representativa y completamente subordinada a los designios del gobierno. El pronunciamiento favorable a las reivindicaciones de los docentes de muchas AMPA’s y la significativa presencia en la manifestación de colectivos de padres y madres de varios centros así lo confirman. Tampoco han salido nada bien parados los MRP’s (Movimientos de Renovación Pedagógica), que tradicionalmente se habían pronunciado en defensa de la enseñanza pública: el éxito rotundo de la huelga y la multitudinaria manifestación muestran claramente la falta de sintonía entre sus planteamientos y las inquietudes reales de los docentes.
¿Y ahora qué?
El profesorado de la enseñanza pública, con el apoyo del movimiento estudiantil y de amplios colectivos de padres y madres, ha llevado a cabo una demostración de fuerza y determinación con la jornada de movilización de hoy, con el objetivo de lograr la retirada del documento de bases del Tripartit. Es de sentido común que no será posible poner en marcha con éxito una ley educativa sin la complicidad de los principales actores, los docentes. Hace falta esperar que el gobierno de la Generalitat tome nota de la enorme oposición a su proyecto, lo retire y se avenga a abrir un amplio proceso de debate democrático y participativo, sobre el contenido que debería tener una ley catalana de educación. Un contenido que los huelguistas y manifestantes de hoy y el movimiento sindical unitario exigen que se base en el fortalecimiento de la enseñanza pública, con más inversión y más gestión colectiva, para que sea posible mejorar tanto la calidad de la enseñanza pública como las condiciones laborales de los docentes. Si el Tripartit no lo hace, hará falta seguir movilizándose hasta que entre en razón. Este es ahora el reto.
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