
La biografía de Marcos Ana, bautizado hace 87 años en Madrid como Fernando Macarro, es la de un resistente tenaz, un idealista convencido, un revolucionario sin fisuras. Nació en una familia pobre de profundas creencias católicas. Su sensibilidad ante las condiciones de vida de las clases humildes le lleva a militar en las Juventudes Socialistas Unificadas. Poco después, comienza la guerra civil, en la que combate hasta que en 1939 es encarcelado. Condenado dos veces a muerte, sufre en prisión todo tipo de penalidades. Aunque no es eso lo que más recuerda.
1 comentarios:
La venganza no es un ideal ni un fin revolucionario.
(Marcos Anna)
Una vez más surgen las preguntas:¿Qué temen con la ley de la memoria histórica?,¿Qué temen de la exhumación de víctimas de la guerra civil?, ¿Qué temen del reconocimiento de sus derechos como personas?.
Rita Barbera confiesate antes de comulgar.
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