viernes, 21 de diciembre de 2007

La Unión Europea suspende estrepitosamente en calidad del aire.

La semana pasada el parlamento europeo aprobó la nueva directiva europea de calidad del aire. A falta tan solo del sello oficial del Consejo de Medio Ambiente, este texto ya definitivo pone fin a un proceso de dos años iniciado en otoño de 2005, cuando la Comisión Europea anunció, como parte de su Estrategia de Calidad del Aire, una nueva y única directiva que refundiría y revisaría los distintos textos legislativos existentes.

Los resultados no pueden ser más decepcionantes: más permiso para contaminar, límites de contaminantes menos estrictos, prórrogas para los países infractores y, por tanto, menos necesidad de aplicar medidas efectivas que pongan coto a la contaminación del tráfico en las ciudades.

Ecologistas en Acción denuncia la falta de responsabilidad de las instituciones europeas al dar la espalda a la abundante evidencia científica relativa a los efectos de la contaminación humana sobre la salud y el medio ambiente. La Unión Europea ha preferido anteponer los intereses de la industria, especialmente la del automóvil, a la salud de los ciudadanos.

El caso más preocupante es el de la materia particulada. La hasta ahora vigente, 1ª Directiva Hija de calidad del aire, marcaba unos valores límite para las partículas en suspensión (PM10), procedentes en gran medida del tráfico en las ciudades, que eran obligatorios a partir de 2005. Como ya denunció en su día Ecologistas en Acción, dos tercios de las capitales españolas mostraron ya valores superiores a los permitidos en dicho año [1], poniéndose en riesgo la salud de los ciudadanos. Dicha directiva marcaba una segunda fase de reducción con unos valores obligatorios más restrictivos a partir de 2010, rebajándose sustancialmente tanto el valor límite anual permitido (que pasaría de 40 μg/m3 a 20 μg/m3), como del número de superaciones permitidas del valor límite diario (50 μg/m3, que pasaría de 35 días permitidos a 7). Es importante señalar que estos valores límite se fijaron, basándose en la evidencia científica, de forma que proporcionaran una adecuada protección para la salud humana y el medio ambiente. La normativa aprobada ayer no solo tira por la borda esta segunda fase, tanto en lo relativo al valor límite anual como al diario. Además, en relación con el límite anual actual (40µg/m3) se introduce la posibilidad de que los países que estén teniendo problemas para cumplirlo puedan solicitar una prórroga de hasta tres años, con lo que hasta 2011 muchos países seguirán teniendo permiso para contaminar. Esto es especialmente grave si consideramos que la evidencia científica de los efectos nocivos de las partículas es hoy aún mayor que cuando se propusieron aquellos límites.

En lo relativo a las partículas más pequeñas, la Organización Mundial de la Salud propone un valor límite anual de 10µg/m3 [2]. Según el Sistema Europeo de Información sobre Contaminación Atmosférica y Salud (APHEIS) establecer este valor límite como obligatorio conllevaría un ahorro de 22.000 muertes al año en Europa [3]. Sin embargo la Unión Europea se permite ahora el lujo de establecer un valor límite anual a título solamente indicativo de 25 µg/m3, a partir de 2010, con un margen de tolerancia de un 20% por encima de este valor, que se reduciría progresivamente hasta 2015, fecha en que el valor límite de 25µg/m3 ya sería obligatorio. Para 2020 la UE propone un valor indicativo de 20µg/m3. Estos límites son claramente insuficientes y no va a suponer una reducción de la contaminación de nuestras ciudades, ya que probablemente el cumplirlos no va a suponer ningún esfuerzo adicional del necesario para cumplir con los límites de PM10 (el 60-70% de las PM10 son PM2.5). Para colmo, la Comisión Europea podrá revisar este valor límite en 2013 por si, en función de la evidencia científica que haya hasta la fecha sobre afecciones a la salud, estimaran necesario modificarlo. Esto es una burla a la OMS, a los propios estudios europeos, y sobre todo y nuevamente, a todos los ciudadanos.

En relación al dióxido de nitrógeno (NO2) se ha confirmado la obligatoriedad del valor límite anual ya establecido en la anterior normativa para el 2010 (40 μg/m3), pero se introduce la posibilidad de que los países que prevean incumplirlo puedan solicitar una prórroga de 5 años. Para Ecologistas en Acción este cheque en blanco para seguir contaminando hasta 2015 es intolerable y es un premio inmerecido para aquellas ciudades europeas (entre las cuales están la mayoría de las españolas) que han hecho poco o nada para reconducir una situación que viene avisando año tras año. Hay que recordar que la directiva hasta ahora vigente establecía hasta el 2010 un calendario progresivo de acercamiento al valor límite obligatorio que ha sido ignorado por la mayoría de las ciudades, que tampoco han puesto en marcha los preceptivos planes de acción para encaminar la situación.

Finalmente la nueva directiva de calidad del aire se descuelga con algo insólito: exime de la obligación de medir la contaminación (pero no de la de cumplir con los límites obligatorios) en aquellos lugares donde no resida población de forma permanente (zonas no habitadas del campo, zonas turísticas sin población fija...), en zonas industriales sobre la que ya se aplique legislación de protección de la salud y seguridad de los trabajadores, o en las calzadas y zonas centrales de las carreteras. Parece claro que aquello que no se mide, no se conoce, y por tanto, que dichos lugares estén sometido a los mismos límites obligatorios pero no tengan obligación de saber si están cumpliendo con ellos o no, es un planteamiento engañoso y carente de sentido. Cabe preguntarse que ocurrirá entonces con la protección del medio ambiente en los lugares sin población fija o con las personas que viven a escasos metros de las carreteras [4].

Según la propia Comisión Europea, 370.000 personas mueren al año en la Unión Europea de forma prematura a causa de la mala calidad del aire. La intención de la estrategia de Calidad del Aire que la Comisión aprobó en septiembre de 2005, cuyo baluarte central era la directiva que ahora ve la luz, era reducir esta cifra a 220.000 para el año 2020. Ecologistas en Acción se pregunta qué sentido tiene que las instituciones europeas sigan haciendo brindis al sol, marcándose nuevos objetivos ambiciosos, para luego plegarse a los intereses de los lobbies industriales y del automóvil, dándole la espalda a la salud del ciudadano y al medio ambiente. Es especialmente vergonzoso que la totalidad de los eurodiputados españoles hayan dado su consentimiento a este acuerdo.

[1] Tabla de los valores de partículas (PM10) alcanzados en 2005 en las capitales de provincia españolas http://www.ecologistasenaccion.org/IMG/pdf/Espana05-1EN.pdf Mapa mostrando número de superaciones del valor límite diario (50 ug/m3) durante 2005 en las ciudades españolas. El número permitido de superaciones era de 35 días. Los puntos rojos, naranjas y amarillos muestran zonas en los que este tope fue superado, poniendo en riesgo la salud de los ciudadanos. http://www.ecologistasenaccion.org/IMG/jpg/CalidadAaireMAPASpain.jpg

[2] http://www.euro.who.int/Document/E87950.pdf

[3] http://www.apheis.net/Pdf/Apheis%20HIA%20PM2.5.pdf

[4] Un estudio ha constatado que los niños que vivían a 500 metros de una autopista desde los 10 años experimentaban una sustancial disminución de la función pulmonar a los 18 años, en comparación con niños que vivían al menos a 1.500 metros de distancia. W. James Gauderman, Hita Vora, Rob McConnell, Kiros Berhane, Frank Gilliland, Duncan Thomas, Fred Lurmann, Edward Avol, Nino Kunzli, Michael Jerrett and John Peters, "Effect of exposure to traffic on lung development from 10 to 18 years of age: a cohort study," The Lancet, Volume 368, February 2007

www.ecologistasenaccion.org

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