Entrevista con Carlos Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero, profesores universitarios y ensayistas.
Estos profesores de la Universidad Complutense, aunque abordando otro tema, ahondan en parecidas tesis en su último libro «Educación para la ciudadanía (democracia, capitalismo y estado de derecho)» (Akal, 2007) escrito junto con Pedro Fernández Liria, recibiendo los más graves insultos y amenazas por parte de la derecha tanto mediática como política. La defensa del proceso bolivariano venezolano como prueba de fuego para la demostración de que la verdadera democracia sólo es posible en el socialismo, así como la defensa del estado de derecho ante la usurpación por parte de la derecha de ese concepto, revelan una, cuando menos, interesante aportación a los debates que se abren en lo que ya se conoce como socialismo del siglo XXI.
En su ensayo «Comprender Venezuela. Pensar la democracia» (Hiru, 2006 Hondarribia), hacen una defensa del proceso bolivariano desde la perspectiva de una verdadera defensa de la democracia, el parlamentarismo y el estado de derecho como valores del socialismo.
Carlos Fernández Liria.- Es caso de la revolución bolivariana en Venezuela es el caso de una excepción a una regla de hierro que ha existido durante todo el siglo XX, y es que cada vez que las izquierdas anticapitalistas han ganado las elecciones ha habido un golpe de estado que ha corregido ese desliz electoral. No ha habido ni un solo caso que no haya ha sido así. El primer caso en el que se ha conseguido vencer a un golpe de estado y resistir, ha sido, precisamente, en Venezuela.
Este caso no es una receta que se pueda aplicar en general, es más bien una excepción a una regla. Como decía Kissinger, puestos a elegir entre la democracia y la economía se ha elegido siempre lo segundo. Es por ello que el caso venezolano es verdaderamente interesante, ya que es la primera vez que se va a poder ensayar en la práctica si un socialismo capaz de avanzar por vía democrática es compatible con ella.
Nuestra tesis es que, por el momento, está demostrando ser mucho más compatible que el capitalismo; por lo cual pueden quedar en evidencia todos los mitos, todas las estafas, las grandes mentiras de toda la interpretación política del siglo XX. Puede ocurrir que se demuestre que lo que es realmente incompatible con la democracia es el capitalismo y, sin embargo, lo verdaderamente compatible con la democracia, el parlamentarismo y el estado de derecho sea el socialismo. Nosotros defendemos el parlamentarismo, lo que ocurre es que bajo condiciones capitalistas de producción los sistemas parlamentarios son dictaduras económicas disfrazadas de parlamentarismo.
Los discursos de izquierdas revolucionarias han solido utilizar otros argumentos.
C.F.L.-El caso de Venezuela puede dejar en evidencia todas esas cosas tan obvias, que, sin embargo, para la tradición marxista pasaron muy desapercibidas. Por ejemplo, los países que hacían una revolución se ponían a pensar en hacer algo mejor que el parlamentarismo, en lugar de decir sencillamente y a las claras la verdad, es decir, que no se puede ejercer el parlamentarismo en una situación de guerra. La realidad es la realidad y sí que es verdad que no se podía inventar nada mejor, pero, por lo menos, se podía no confundir las cosas en el plano teórico, dejando para el enemigo los mejores conceptos y verte tú obligado a inventar la pólvora.
Ustedes suelen reivindicar el estado de derecho como un concepto de izquierda, aunque parece que viendo el uso que se le da hoy en día no sea así.
Luis Alegre Zahonero- Nosotros lo que queremos es no regalarles este concepto, ¿a quien, al PP? Hasta ahí podíamos llegar, ni hablar. Son enemigos del estado de derecho, lo han sido toda la vida; desde la izquierda tenemos que reivindicarlo y denunciar a aquellos impostores que se presentan como defensores de un concepto del que realmente están en contra, ya que solo lo defienden en la medida que sea una pura farsa, una estafa, en la que no quepa el derecho a decidir en prácticamente nada. Solo defienden el cascarón y la palabra. Si te pones a analizar en serio lo que significa, te das cuenta de que es un concepto muy reivindicable, sobre todo ante esos que dicen defenderlo.
C.F.- En mi opinión ha sido una gran metedura de pata de la tradición marxista y de izquierdas el regalarle lo mejor al enemigo, es decir, regalarle los mejores conceptos republicanos de la tradición ilustrada y comprometernos por parte de la izquierda en inventar algo mejor de lo que tradición ilustrada había considerado lo mejor, la ciudadanía republicana y el estado de derecho. Había que inventar algo mejor que eso, había que inventar la pólvora, pero la pólvora ya estaba inventada y no había forma de remontar por encima del derecho, y por encima de eso sólo tienes consistencia religiosa.
La ciudadanía es otro de los conceptos que reivindican.
L.A.-La tesis fundamental que defendemos es que la ciudadanía, bajo condiciones capitalistas, es imposible. Es una estafa. Las condiciones de ciudadanía están secuestradas por el capitalismo; de tal forma que es un timo pretender ser republicano, ilustrado y defensor del proyecto de la ciudadanía sin combatir con todas las fuerzas el capitalismo. Estos conceptos que fraguó la mejor tradición ilustrada los tiene secuestrados el capitalismo. Reivindicamos un proyecto que sólo puede llegar a tener sentido en condiciones socialistas; es decir, que bajo condiciones capitalistas está abortado en su origen, quedando truncado inevitablemente antes de empezar y, por lo tanto, es una auténtica exigencia la que tenemos que atender, es un proyecto con el que nos tenemos que comprometer. Todo lo que publicamos es la tesis que defendemos, es un proyecto sólo viable en condiciones socialistas. Es una estafa pretender ser republicano sin ser socialista. Es lo que defendemos con argumentos más o menos afortunados, pero sí nos gustaría que se rebatiese con estos argumentos que ponemos en juego.
Hace poco han publicado «Educación para la Ciudadanía (democracia, capitalismo y Estado de derecho)», donde argumentan un rechazo a dicha asignatura, coincidiendo en este rechazo con la derecha, aunque curiosamente es la que ha desatado una campaña brutal contra su libro y contra ustedes mismos.
Carlos Fernández Liria.- Nosotros estamos en contra de la educación en valores. Desde la LOGSE, el Partido Socialista Obrero Español intentó implantar esto de la educación en valores, con temas y asignaturas trasversales. Y ahora pretende instituir una asignatura exclusivamente destinada a educar en los valores de la constitución española. Sabemos que una asignatura de ese tipo solo puede desembocar en una especie de pastiche ideológico políticamente correcto para explicar a los niños que tienen que estar muy contentos porque tienen una monarquía constitucional. Como personas de izquierdas que somos tenemos que estar en contra de eso. Lo que ocurre es que el Partido Popular y la extrema derecha están en contra también. Pero, claro, ellos están en contra porque ven peligrar el monopolio del adoctrinamiento educativo que han detentado ellos siempre. Las razones son completamente distintas. Lo que ocurre es que nuestra oposición a la asignatura no ha salido en los medios de comunicación, no tenemos ningún oligopolio mediático, entonces ha salido como que la izquierda apoyaba la asignatura y la derecha la atacaba; lo cual es completamente falso ya que también ha habido una oposición de izquierda a la asignatura. Ahora sí hemos salido, porque nuestra jugada ha sido introducir un libro que molesta tanto al Partido Popular como al Partido Socialista Obrero Español.
Las amenazas, tanto contra el libro como contra ustedes personalmente, han sido bastante serias, ya que el Gobierno de Canarias ha pedido la retirada del libro y Melchor Miralles (director de El Mundo TV) ha pedido públicamente su inhabilitación como profesores. ¿Con qué grado de seriedad las toman?
Luis Alegre Zahonero.- Bueno, viendo lo que está cayendo aquí no te puedes tomar ninguna amenaza en broma. Yo pienso que no se materializará en nada, pero la verdad, el nivel de amenazas que están cayendo... Que pidan la retirada del libro es curioso ya que ¿de dónde se va a retirar? No es un manual que esté en las escuelas, ¿Que se retire de las librerías? ¿Que se queme en las plazas públicas? En realidad no sé qué están pidiendo, ¿la vuelta a la Inquisición?
«Cada vez que las izquierdas anticapitalistas ganan las elecciones hay un golpe de estado. En Venezuela se ha conseguido vencer a un golpe y resistir»
«Es la primera vez que se va a poder ensayar en la práctica si un socialismo capaz de avanzar por vía democrática es compatible con la democracia»
«La ciudadanía, bajo condiciones capitalistas, es imposible. Es un timo pretender ser republicano y defensor de la ciudadanía sin combatir el capitalismo»
«Que pidan la retirada del libro es curioso. ¿De dónde? No es un manual que esté en las escuelas. ¿Que se retire de las librerías? ¿Que se queme en las plazas públicas»
Una de las cuestiones que critican duramente estos dos autores es el colapso moral de los intelectuales en Occidente al haber hecho dejación de sus funciones. «Vivimos en un mundo tan complejo que, cuando haces algo, en realidad, no tienes ni idea de lo que estás haciendo», relata el profesor universitario Carlos Fernández Liria.
«¿Qué oscura relación tiene el llamar a tu madre por el móvil para decirle que no vas a ir a comer, con el tráfico de coltán en la República Democrática del Congo y con una guerra que ha causado siete millones de muertos? Dejando de llamar por el móvil no solucionas nada, pero sí que es necesario que haya alguien que te explique en qué consiste actuar en este mundo tan complicado, qué pecados estructurales hay en tu afán de no pecar personalmente, utilizando la terminología de la iglesia de la liberación», añade.
La necesidad de intelectuales que definan este mundo y lo expliquen es, en opinión de estos dos autores, un reto en la sociedad actual, para poder saber a dónde llegan los límites de la responsabilidad moral, para saber hasta dónde llega la responsabilidad política.
Es en este contexto donde sitúan esa dura crítica a la intelectualidad, a la que acusan de haber hecho dejación de sus funciones.
«Vivimos en una sociedad nihilista, que significa fundamentalmente ignorancia, que solo podemos combatir con estudio, conocimiento, con reflexión, con editoriales. Pero, ¿cómo combatir eso si las editoriales, los medios de comuni- cación son de otros, precisamente de los que tienen la sartén por el mango en todo este cotarro?», se preguntan.
Ante esta situación ambos ven imprescindibles iniciativas como la que puso en marcha la escritora Eva Forest al fundar la editorial Hiru. A ella quieren homenajear y recordar, al tiempo que le agradecen haber creído en ellos publicándoles el premiado libro sobre Venezuela y los intelectuales.
«Eva nos dio un ejemplo de que es posible. Ella decía que hacer una editorial era fácil, pero en realidad es dificilísimo, aunque necesario».http://www.gara.net/
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