En agosto de 2003, el EZLN anunció la muerte de los espacios de encuentro conocidos como Aguascalientes, junto con el nacimiento de los Caracoles y la creación de las Juntas de Buen Gobierno. Los cinco Caracoles –ubicados en los poblados de Oventik, Morelia, Roberto Barrios, La Garrucha y La Realidad- son los centros articuladores de los más de 40 Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAReZ) y representan un paso más en el desarrollo de la autonomía de las comunidades indígenas.
"No es una separación del Estado mexicano, sino que es un ejercicio del derecho de los pueblos indígenas, a la autonomía y a la libre autodeterminación como pueblos originarios de nuestro país" señalaron en repetidas ocasiones. Los derechos indígenas que reclaman están contemplados en los Acuerdos de San Andrés, firmados por el gobierno federal y el EZLN en febrero de 1996 pero posteriormente traicionados por los partidos políticos en 2001, al redactar y sancionar un cambio legal a espaldas de los pueblos originarios.
"La reforma constitucional aprobada en el Congreso de la Unión traiciona los Acuerdos de San Andrés en lo general y, en lo particular, la llamada 'iniciativa de ley de la Cocopa' en los puntos sustanciales: autonomía y libre determinación, los pueblos indios como sujetos de derecho público, tierras y territorios, uso y disfrute de los recursos naturales, elección de autoridades municipales y derecho de asociación regional, entre otros", expresaron los zapatistas. "El EZLN, formalmente, desconoce esta reforma constitucional sobre derechos y cultura indígenas. No retoma el espíritu de los Acuerdos de San Andrés, no respeta la 'iniciativa de ley de la Cocopa', ignora por completo la demanda nacional e internacional de reconocimiento de los derechos y la cultura indígenas, sabotea el incipiente proceso de acercamiento entre el gobierno federal y el EZLN, traiciona las esperanzas de una solución negociada de la guerra en Chiapas y revela el divorcio total de la clase política respecto de las demandas populares....".
Entre 2001 y 2003, el EZLN se llamó casi completamente a silencio, mientras ponía a punto los mecanismos para ejercer de hecho los derechos negados. Particularmente, el derecho al autogobierno. "Vimos la necesidad de formar y nombrar nuestros propios gobiernos y para gobernarnos sólo como pueblos indígenas, por eso la formación de las Juntas de Buen Gobierno es un paso importante de los pueblos indígenas, para ejercer sus derechos a la autonomía y a la libre determinación".
"Como el mal gobierno no tiene la voluntad política para reconocer nuestros derechos en la construcción ya no podemos esperar nada de ellos. Nosotros, como pueblos indígenas debemos decidir avanzar en la construcción de nuestra autonomía Y tomar en nuestras manos lo que es nuestro derecho, sin pedirle permiso al mal gobierno neoliberal", señaló un integrantes de la Junta de Buen Gobierno de Oventik en el II Encuentro de los pueblos zapatistas con los pueblos del mundo, en julio de 2007.
"Los pueblos mandan a sus Juntas, no es que las Juntas hacen lo que quieren. Aquí el pueblo es el que manda", dicen los insurgentes. "Para ser integrante de la Junta de Buen Gobierno no se obtiene en hacer campañas políticas, donde se gastan millones de pesos, ni a través de algún partido político. Sino que se hace en asambleas de los pueblos y de ahí depende de la voluntad de la mayoría del pueblo".
"La función de la Junta de Buen Gobierno es equilibrar el apoyo de todos los municipios y las comunidades zapatistas dentro de nuestro territorio, organizar, orientar, animar, aconsejar, solucionar problemas y gobernar en una forma de mandar obedeciendo, proponiendo y no imponiendo. Esto lo hacemos sin ninguna intervención de los partidos políticos".
"Los municipios autónomos deciden orientaciones a través de la Junta de Buen Gobierno para poder resistir todos los golpes y programas del mal gobierno en todas las comunidades zapatistas. Así se pone en práctica la verdadera democracia, la de mandar obedeciendo. Solamente tratamos de cumplir nuestro compromiso, dar nuestro servicio al pueblo. De esta manera cumplimos nuestro mandato al pueblo, sin recibir ningún sueldo, más que el deber cumplido".
Una trama original y compleja
Lejos de la visión romántica –y un tanto ingenua en cuanto a los principios organizativos y políticos del EZLN- que circula en algunos ámbitos intelectuales, los zapatistas han construido una sólida organización, poniendo énfasis en desarrollar herramientas que sustenten la construcción de poder popular que van realizando a través de diversos proyectos autogestivos. Estas reivindicaciones –que representan un avance importante en cuanto a la posibilidad de acceder a derechos humanos básicos, negados durante siglos, como es el caso de la salud y la educación- se sustentan a través de una estructura organizativa que combina horizontalidad en cuanto al trazo grueso de la política con una ajustada verticalidad en la ejecución de las decisiones.
El propio ejercicio del autogobierno asume claramente esas características: las comunidades se agrupan en Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas. Cada municipio es gobernado por un Consejo Autónomo, integrado por delegados de las comunidades de base. A su vez, los distintos municipios se agrupan en los Caracoles, cuyo mando recae en la Junta de Buen Gobierno. Este organismo está integrado por delegados de los MAReZ, que de este modo tienen a su cargo tareas de relaciones con la sociedad civil y coordinación de proyectos comunes a todos los municipios del caracol.
Entre las funciones de la Junta se encuentra trabajar en coordinación y comunicación en todos los municipios autónomos, fortaleciendo los diferentes proyectos de salud, educación, agroecología y las sociedades cooperativas a través de las cuales comercializan café y productos textiles. También la recepción de los visitantes nacionales e internacionales, que en el caso de algunos caracoles, como Oventik, alcanza una magnitud considerable.
Tanto las funciones que se podrían definir como estrictamente políticas como las que tienen que ver con la coordinación de distintos proyectos productivos y comunitarios se ejercen verticalmente, a través de los responsables elegidos colectivamente, sin someter cada problema a asamblea permanente. Las decisiones ejecutivas de los miembros de la Junta de Buen Gobierno o de los Consejos Autónomos Municipales o de los coordinadores o promotores de proyectos se enmarcan en un trazo grueso definido a través de un proceso complejo por las comunidades organizadas en el EZLN. Este proceso incluye distintas instancias de discusión y ejecución: desde asambleas de todos los pobladores, consejos de responsables, de representantes, comités de tareas específicas -como justicia, asuntos agrarios, salud, educación, cultura, producción- hasta, en los lugares donde existen, las autoridades tradicionales y los consejos de ancianos. Los delegados y encargados surgidos de esos mecanismos están sujetos a la revocación de los mandatos. Se intenta conjugar así democracia de base, participativa, con el cumplimiento eficaz de los objetivos de la organización, a partir de las necesidades, actividades y cursos de acción definidos como prioritarios por el conjunto.
Si bien las JBG son una creación relativamente reciente, el principio político y organizativo de "mandar obedeciendo" recorre la historia de la organización casi desde sus inicios. La propia estructura específicamente militar del EZLN está construida de acuerdo a este modo. En el escalón más bajo de la cadena de mandos se encuentran los insurgentes, en otro nivel los milicianos y luego los distintos grados jerárquicos (teniente, capitán, etc.), donde el más alto es el de Subcomandante insurgente, pero también se encuentra subordinado a una estructura colectiva: el mando máximo es el Comité Clandestino Revolucionario Indígena - Comandancia General (CCRI-CG) del EZLN; y está formado hombres y mujeres que representan a los diferentes pueblos y regiones que integran la organización.
"Fue nuestro camino siempre que la voluntad de los más se hiciera común en el corazón de hombres y mujeres de mando. Era esa voluntad mayoritaria el camino en el que debía andar el paso del que mandaba. Si se apartaba su andar de lo que era razón de la gente, el corazón que mandaba debía cambiar por otro que obedeciera. Así nació nuestra fuerza en la montaña, el que manda obedece si es verdadero, el que obedece manda por el corazón común de los hombres y mujeres verdaderos. Otra palabra vino de lejos para que este gobierno se nombrara, y esa palabra nombró 'democracia' este camino nuestro que andaba desde antes que caminaran las palabras", señalaban en un comunicado de 1994.
"Nosotros ya teníamos un territorio controlado y para organizarlo fue que se crearon los municipios autónomos", explicó hace algunos años el entonces Mayor Insurgente de Infantería Moisés. "Al EZLN le sobran ideas de cómo es un pueblo organizado y libre. El problema es que no hay un gobierno que obedezca, sino que hay un gobierno mandón que no te hace caso, que no te respeta, que piensa que los pueblos indígenas no saben pensar, que quieren tratarnos como indios patarrajadas, pero la historia ya les devolvió y les demostró que sí sabemos pensar y que sabemos organizarnos. La injusticia y la pobreza te hacen pensar, te producen ideas, te hacen que pienses cómo hacerle, aunque el gobierno no te escuche".
Más información Informe especial EZLN:
1- "Democracia, justicia, libertad": historia y postales del EZLN
2- Los mecanismos del "mandar obedeciendo"
3- "Que haya una educación real y que sea para todos"
4- Construyendo salud desde el propio pueblo
5- Alerta ante la ofensiva de paramilitares
6- Una nueva etapa: el impulso de espacios de articulación
FOTOGALERIA: Murales de Oventik
BIBLIOTECA: "La guerra de conquista en el campo mexicano"
Más información:
- Sitio web de la Comisión Sexta del EZLN: www.enlacezapatista.ezln.org.mx
- Sitio web de la Zezta Internacional: www.zeztainternazional.ezln.org.mx
- Revista Rebeldía
- Biblioteca de CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales)
www.prensadefrente.org
"No es una separación del Estado mexicano, sino que es un ejercicio del derecho de los pueblos indígenas, a la autonomía y a la libre autodeterminación como pueblos originarios de nuestro país" señalaron en repetidas ocasiones. Los derechos indígenas que reclaman están contemplados en los Acuerdos de San Andrés, firmados por el gobierno federal y el EZLN en febrero de 1996 pero posteriormente traicionados por los partidos políticos en 2001, al redactar y sancionar un cambio legal a espaldas de los pueblos originarios.
"La reforma constitucional aprobada en el Congreso de la Unión traiciona los Acuerdos de San Andrés en lo general y, en lo particular, la llamada 'iniciativa de ley de la Cocopa' en los puntos sustanciales: autonomía y libre determinación, los pueblos indios como sujetos de derecho público, tierras y territorios, uso y disfrute de los recursos naturales, elección de autoridades municipales y derecho de asociación regional, entre otros", expresaron los zapatistas. "El EZLN, formalmente, desconoce esta reforma constitucional sobre derechos y cultura indígenas. No retoma el espíritu de los Acuerdos de San Andrés, no respeta la 'iniciativa de ley de la Cocopa', ignora por completo la demanda nacional e internacional de reconocimiento de los derechos y la cultura indígenas, sabotea el incipiente proceso de acercamiento entre el gobierno federal y el EZLN, traiciona las esperanzas de una solución negociada de la guerra en Chiapas y revela el divorcio total de la clase política respecto de las demandas populares....".
Entre 2001 y 2003, el EZLN se llamó casi completamente a silencio, mientras ponía a punto los mecanismos para ejercer de hecho los derechos negados. Particularmente, el derecho al autogobierno. "Vimos la necesidad de formar y nombrar nuestros propios gobiernos y para gobernarnos sólo como pueblos indígenas, por eso la formación de las Juntas de Buen Gobierno es un paso importante de los pueblos indígenas, para ejercer sus derechos a la autonomía y a la libre determinación".
"Como el mal gobierno no tiene la voluntad política para reconocer nuestros derechos en la construcción ya no podemos esperar nada de ellos. Nosotros, como pueblos indígenas debemos decidir avanzar en la construcción de nuestra autonomía Y tomar en nuestras manos lo que es nuestro derecho, sin pedirle permiso al mal gobierno neoliberal", señaló un integrantes de la Junta de Buen Gobierno de Oventik en el II Encuentro de los pueblos zapatistas con los pueblos del mundo, en julio de 2007.
"Los pueblos mandan a sus Juntas, no es que las Juntas hacen lo que quieren. Aquí el pueblo es el que manda", dicen los insurgentes. "Para ser integrante de la Junta de Buen Gobierno no se obtiene en hacer campañas políticas, donde se gastan millones de pesos, ni a través de algún partido político. Sino que se hace en asambleas de los pueblos y de ahí depende de la voluntad de la mayoría del pueblo".
"La función de la Junta de Buen Gobierno es equilibrar el apoyo de todos los municipios y las comunidades zapatistas dentro de nuestro territorio, organizar, orientar, animar, aconsejar, solucionar problemas y gobernar en una forma de mandar obedeciendo, proponiendo y no imponiendo. Esto lo hacemos sin ninguna intervención de los partidos políticos".
"Los municipios autónomos deciden orientaciones a través de la Junta de Buen Gobierno para poder resistir todos los golpes y programas del mal gobierno en todas las comunidades zapatistas. Así se pone en práctica la verdadera democracia, la de mandar obedeciendo. Solamente tratamos de cumplir nuestro compromiso, dar nuestro servicio al pueblo. De esta manera cumplimos nuestro mandato al pueblo, sin recibir ningún sueldo, más que el deber cumplido".
Una trama original y compleja
Lejos de la visión romántica –y un tanto ingenua en cuanto a los principios organizativos y políticos del EZLN- que circula en algunos ámbitos intelectuales, los zapatistas han construido una sólida organización, poniendo énfasis en desarrollar herramientas que sustenten la construcción de poder popular que van realizando a través de diversos proyectos autogestivos. Estas reivindicaciones –que representan un avance importante en cuanto a la posibilidad de acceder a derechos humanos básicos, negados durante siglos, como es el caso de la salud y la educación- se sustentan a través de una estructura organizativa que combina horizontalidad en cuanto al trazo grueso de la política con una ajustada verticalidad en la ejecución de las decisiones.
El propio ejercicio del autogobierno asume claramente esas características: las comunidades se agrupan en Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas. Cada municipio es gobernado por un Consejo Autónomo, integrado por delegados de las comunidades de base. A su vez, los distintos municipios se agrupan en los Caracoles, cuyo mando recae en la Junta de Buen Gobierno. Este organismo está integrado por delegados de los MAReZ, que de este modo tienen a su cargo tareas de relaciones con la sociedad civil y coordinación de proyectos comunes a todos los municipios del caracol.
Entre las funciones de la Junta se encuentra trabajar en coordinación y comunicación en todos los municipios autónomos, fortaleciendo los diferentes proyectos de salud, educación, agroecología y las sociedades cooperativas a través de las cuales comercializan café y productos textiles. También la recepción de los visitantes nacionales e internacionales, que en el caso de algunos caracoles, como Oventik, alcanza una magnitud considerable.
Tanto las funciones que se podrían definir como estrictamente políticas como las que tienen que ver con la coordinación de distintos proyectos productivos y comunitarios se ejercen verticalmente, a través de los responsables elegidos colectivamente, sin someter cada problema a asamblea permanente. Las decisiones ejecutivas de los miembros de la Junta de Buen Gobierno o de los Consejos Autónomos Municipales o de los coordinadores o promotores de proyectos se enmarcan en un trazo grueso definido a través de un proceso complejo por las comunidades organizadas en el EZLN. Este proceso incluye distintas instancias de discusión y ejecución: desde asambleas de todos los pobladores, consejos de responsables, de representantes, comités de tareas específicas -como justicia, asuntos agrarios, salud, educación, cultura, producción- hasta, en los lugares donde existen, las autoridades tradicionales y los consejos de ancianos. Los delegados y encargados surgidos de esos mecanismos están sujetos a la revocación de los mandatos. Se intenta conjugar así democracia de base, participativa, con el cumplimiento eficaz de los objetivos de la organización, a partir de las necesidades, actividades y cursos de acción definidos como prioritarios por el conjunto.
Si bien las JBG son una creación relativamente reciente, el principio político y organizativo de "mandar obedeciendo" recorre la historia de la organización casi desde sus inicios. La propia estructura específicamente militar del EZLN está construida de acuerdo a este modo. En el escalón más bajo de la cadena de mandos se encuentran los insurgentes, en otro nivel los milicianos y luego los distintos grados jerárquicos (teniente, capitán, etc.), donde el más alto es el de Subcomandante insurgente, pero también se encuentra subordinado a una estructura colectiva: el mando máximo es el Comité Clandestino Revolucionario Indígena - Comandancia General (CCRI-CG) del EZLN; y está formado hombres y mujeres que representan a los diferentes pueblos y regiones que integran la organización.
"Fue nuestro camino siempre que la voluntad de los más se hiciera común en el corazón de hombres y mujeres de mando. Era esa voluntad mayoritaria el camino en el que debía andar el paso del que mandaba. Si se apartaba su andar de lo que era razón de la gente, el corazón que mandaba debía cambiar por otro que obedeciera. Así nació nuestra fuerza en la montaña, el que manda obedece si es verdadero, el que obedece manda por el corazón común de los hombres y mujeres verdaderos. Otra palabra vino de lejos para que este gobierno se nombrara, y esa palabra nombró 'democracia' este camino nuestro que andaba desde antes que caminaran las palabras", señalaban en un comunicado de 1994.
"Nosotros ya teníamos un territorio controlado y para organizarlo fue que se crearon los municipios autónomos", explicó hace algunos años el entonces Mayor Insurgente de Infantería Moisés. "Al EZLN le sobran ideas de cómo es un pueblo organizado y libre. El problema es que no hay un gobierno que obedezca, sino que hay un gobierno mandón que no te hace caso, que no te respeta, que piensa que los pueblos indígenas no saben pensar, que quieren tratarnos como indios patarrajadas, pero la historia ya les devolvió y les demostró que sí sabemos pensar y que sabemos organizarnos. La injusticia y la pobreza te hacen pensar, te producen ideas, te hacen que pienses cómo hacerle, aunque el gobierno no te escuche".
Más información Informe especial EZLN:
1- "Democracia, justicia, libertad": historia y postales del EZLN
2- Los mecanismos del "mandar obedeciendo"
3- "Que haya una educación real y que sea para todos"
4- Construyendo salud desde el propio pueblo
5- Alerta ante la ofensiva de paramilitares
6- Una nueva etapa: el impulso de espacios de articulación
FOTOGALERIA: Murales de Oventik
BIBLIOTECA: "La guerra de conquista en el campo mexicano"
Más información:
- Sitio web de la Comisión Sexta del EZLN: www.enlacezapatista.ezln.org.mx
- Sitio web de la Zezta Internacional: www.zeztainternazional.ezln.org.mx
- Revista Rebeldía
- Biblioteca de CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales)
www.prensadefrente.org
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