martes, 22 de enero de 2008

Lo que Mumia Abu-Jamal nunca aprendió.

La vida al borde de la muerte de Mumia Abu-Jamal sigue siendo una amenaza para el Estado que pretende ejecutarlo y un reto para el movimiento que busca su libertad. Ahora se espera un fallo crítico en el caso de este preso político injustamente condenado a muerte por el asesinato del policía Daniel Faulkner el 9 de diciembre de 1981.

¡26 años tras las rejas y casi 25 en el corredor de la muerte! ¡26 años de no poder tocar a sus seres queridos! ¡26 años desafiando los esfuerzos de las autoridades a castigar, intimidar, aislar y humillarlo! ¡26 años! ¡Una vida entera para muchos jóvenes que lo apoyan hoy día! De ahí, el título del nuevo documental In Prison My Whole Life (En prisión mi vida entera), en el cual el joven William Francome, nacido la noche del asesinato de Faulkner y del encarcelamiento de Mumia, habla con Ramona África, Angela Davis, Noam Chomsky, Alice Walker, Howard Zinn, Pam Africa, Robert Bryan, Amy Goodman, Mos Def, Snoop Dog, Steve Earle, y otras personas sobre el caso, su apoyo por Mumia Abu-Jamal y su oposición a la pena de muerte. Después de su estreno en Londres y Roma en octubre, el documental se presentará por la primera vez en Estados Unidos en el Festival Sundance el 20-25 de enero.

Éste es uno de tres nuevos documentales y seis nuevos libros (algunos favorables, otros hostiles) resumidos en un artículo reciente del periodista y profesor Linn Washington publicado en Counterpunch. Mantas exigiendo la libertad de Mumia se ven en marchas, mítines y eventos culturales en varias partes del mundo, mientras mediactivistas presionan a los medios principales para que hagan caso a unas fotos que desmienten el caso de la fiscalía contra él.

En el frío del invierno de 1981, los policías que detuvieron e incriminaron al periodista africano-americano por el asesinato eran los mismos que lo habían vigilado desde los años ’60 cuando era un joven Pantera Negra, y los mismos que él criticó durante los ’70 por su violencia contra la comunidad negra y, en particular, contra la organización MOVE. Los fiscales y jueces responsables por la condena de Mumia, siempre trabajando con la Orden Fraternal de Policía (FOP), han hecho sus carreras políticas sobre este caso. Las palabras honestas de Mumia Abu-Jamal ponen al descubierto los crímenes de poder en la ciudad de Filadelfia, el estado de Pensilvania y los Estados Unidos.

"Christmas Cage" (Jaula navideña), publicado en el Community Newspaper de Filadelfia en febrero de 1982, Mumia escribió: “Reflexiono sobre mi primera Navidad en el hospital del centro de detención. La Navidad en una jaula... El hecho de que mi hermano y yo nos encontremos en esta horrible situación es una pesadilla...Los que me acusan, los policías, son los mismos que me atacaron. Parece que mi verdadero crimen fue sobrevivir sus ataques, pero esa noche nosotros fuimos las víctimas...Mi celda no está lejos del lugar donde Pedro Serrano fue salvajemente golpeado y ahorcado...Yo cubrí una conferencia de prensa convocada por la Alianza Puertorriqueña y la familia Serrano. Vi las fotos de Pedro con su cara hinchada y su cuerpo lleno de moretones y lesiones. “El señor Serrano no fue golpeado por mi personal” dijo [el director] Owens a mis radioescuchas en su voz autoritativa....Mis celadores, los que deciden si yo puedo salir de mi celda para conseguir comida, recibir una llamada u obtener medicamentos para el dolor son los mismos individuos acusados [por los presos] de matar a Pedro Serrano....Llevo grilletes en las manos y los pies como un esclavo porque me atreví a vivir”.

Mumia Abu-Jamal fue condenado a muerte en una farsa llamada un juicio, presidido por el “juez de la horca” Albert Sabo, miembro vitalicio de la FOP, quien había sentenciado 32 personas a muerte, más que cualquier otro juez del país, de los cuales sólo 2 eran blancos. Según una declaración firmada por la estenógrafa Terri Maurer-Carter, el juez comentó a dos de sus colegas que él “iba a ayudarles a freír ese nigger”.

El jurado tenía 10 blancos y sólo 2 negros aunque la población de la ciudad de Filadelfia era más de 40% negra. De hecho, la fiscalía bajo Ron Castille produjo un video en 1987 en el cual Jack McMahon les instruye a los jóvenes fiscales cómo eliminar a los candidatos negros y otros indeseables del jurado. Dice McMahon: “Seamos honestos. La gente del Norte de Filadelfia tienen una perspectiva distinta sobre las fuerzas de orden y el gobierno...” “Los negros de los barrios pobres son menos propensos a encontrar a alguien culpable porque guardan rencor contra las autoridades....No quieres este tipo de persona en tu jurado”. “La gente de Mayfair es buena pero la gente de 33rd & Diamond apesta”. “La ley” requiere “un jurado competente, justo e imparcial. Esto es ridículo. No es lo que quieres.” Al final McMahon comenta que el video refleja “la sabiduría de los tiempos”, es decir, las prácticas de muchos años que hubieran sido comunes cuando Mumia fue enjuiciado. (Para ver el video entero con un análisis más extenso, vean el sitio de los Periodistas por Mumia, Abu-Jamal-News)

De cierta manera, el caso de Mumia Abu-Jamal es típico de los de 900,000 negros que se encuentran en las prisiones de Estados Unidos. Según el Sentencing Project, en el año 2007, más de 41% de los 2.2 millones de presos en este país y 42% de los condenados a la muerte son negros aunque representan sólo 12.3% de la población total del país. Además, en Pensilvania, como ha señalado el abogado y editor del Black Commentator, David A. Love, el índice de encarcelamiento de negros es 14 veces mayor que el de los blancos. Los negros representan 10 % de la población del estado, pero 56% de todos los presos y 61% de los presos condenados a muerte. De los presos en la galería de la muerte que vienen de Filadelfia, 83% son negros. La gran mayoría son pobres y 95% no cuentan con abogados competentes; esto fue el caso de Mumia Abu-Jamal en su juicio de 1982.

Tanto estas disparidades como el aumento general de 500% de la población carcelaria durante los últimos 30 años en Estados Unidos han sido temas de los ensayos escritos por Mumia y de entrevistas con él también. En una plática con JR del POCC Block Report, le dice que él considera a todos los presos negros tras las rejas como presos políticos debido a su estatus en el país. Agrega que es muy común que un abogado le diga a su cliente blanco, aunque sea muy pobre: “Pues, por lo menos no eres negro.”

Seguramente estos temas serán abordados en su nuevo libro (el sexto) que está para publicar sobre los legendarios abogados carcelarios, quienes en muchos casos han logrado sacar presos de la cárcel y son el único recurso de muchos presos sin fondos. Cabe señalar que el mismo Mumia ha ayudado a otros presos a preparar sus apelaciones.

Durante todo su juicio Mumia discutió con el juez Sabo sobre su derecho a actuar como su propio abogado con la asesoría de John África de la organización MOVE. Cuando era corresponsal para varias radioemisoras en los ‘70s, Mumia conoció a este grupo que considera la vida sagrada y el gobierno una imposición ajena. (Vean el documental MOVE, narrado por Howard Zinn en: www.brightcove.tv) Aunque su cobertura de los ataques del gobierno contra la organización le costó su empleo en por lo menos una emisora, Mumia siguió dándoles voz a sus integrantes. Cubrió el sitio policial de más de un año y la embestida de 500 policías contra el hogar colectivo de MOVE el 8 de agosto de 1978.

Cuando nueve de sus integrantes fueron condenados a 30-100 años en prisión por haber disparado una bala que mató a un policía, Mumia le preguntó al juez Malmed: “¿Quién mató a James Ramp?” El juez contestó: “No tengo la menor idea. Ellos eran una familia y los encontré culpables como una familia”. En lo mismos días, Mumia fue amenazado por el alcalde Frank Rizzo por hacer demasiadas preguntas inconvenientes. (Vean el artículo traducido al español "¡Atención, MOVE! ¡Ésta es América!" escrito por Hans Bennett)

Este año los y las presas de MOVE cumplen 30 años en prisión y hay una campaña para exigir su libertad. John África fue quemado vivo junto con otros 10 integrantes de MOVE el 13 de mayo de 1985, cuando la policía de Filadelfia, con explosivos C-4 suministrados por el FBI, bombardeó e incendió su casa y la cuadra entera. Aunque la corte nunca lo aceptó como asesor, sigue siendo un guía espiritual para Mumia.

El fiscal Joe McGill convenció al jurado de la culpabilidad de Mumia, presentando información balística contradictoria, la cual no comprobó que la bala asesina salió del revolver de Mumia o que Mumia había disparado el arma; una confesión supuestamente hecha por Mumia la noche del asesinato ante policías en el hospital pero increíblemente no reportada hasta dos meses después; y testigos amenazados y sobornados para contar una versión falsa de los eventos.

Según la fiscalía bajo Ed Rendell, Jamal le disparó a Faulkner a quemarropa por la espalda y Faulkner le disparó a Jamal mientras caía; luego Jamal se colocó a horcajadas sobre él y disparó cuatro veces, pegándole al oficial entre los ojos una vez. Esta versión fue desmentida en una declaración de la abogada Rachel Wolkenstein en 2001, en la cual anotó la ausencia de los trozos de concreto u hoyos en la acera que habrían existido según este escenario, una observación que ha sido explorada más al fondo por el profesor alemán Michael Schiffman. (Vean su página)

Las fotos de Pedro Polakoff, tomadas 12 minutos después del asesinato, recién descubiertas por Schiffman y publicadas en su nuevo libro Race Against Death (Carrera contra la muerte), son evidencia física de la ausencia de los hoyos y trozos de concreto. Dado que tres testigos de cargo ––Cynthia White, Robert Chobert y Michael Scanlon–– apoyaron la versión de la fiscalía con su testimonio, las fotos también son evidencia de que ellos mintieron. Además, las fotos muestran la ausencia del taxi de Robert Chobert detrás del coche de policía, el lugar desde donde él juró que vio parte del asesinato.

Las fotos de Polakoff también muestran el oficial James Forbes, uno de los primeros en llegar a la escena, cargando la pistola de Faulkner y la de Mumia en la mano descubierta, acto que afecta la evidencia balística y demuestra un descuido en conservar la escena del crimen, a diferencia a su testimonio. Esta evidencia avala las palabras de Linn Washington, quien ha dicho que la escena fue totalmente desprotegida cuando él llegó a las 8:30 a.m., sugiriendo que la policía no pretendía conducir una investigación para determinar quién asesinó a Faulkner porque ya había tomado la decisión de incriminar a Mumia.

Las fotos han estado en el sitio de Abu-Jamal-News desde mayo de 2007 y son el tema de una extensa conferencia de prensa moderada por Hans Bennett el 4 de diciembre y un slide show presentado el 8 de diciembre que se puede ver en este sitio. El primer periódico en publicar una de las fotos en Estados Unidos fue el San Francisco Bay View National Black Newspaper, junto con un artículo de David A. Love. Como se menciona en el Bay View, la foto oficial de la policía tampoco revela los hoyos o trozos de conreta en la acera.

La versión desacreditada de la fiscalía está respaldada en dos libros recientes. En Mumia Abu-Jamal. The Patron Saint of American Cop Killers (Mumia Abu-Jamal: El santo patrón de los matapolicías americanos), el abogado John Hayden alega que Mumia recibió un juicio imparcial ante un jurado con una mezcla racial y que es aparente que él asesinó a Faulkner porque los policías encontraron su pistola a su lado, disparada cinco veces, porque cinco testigos reportaron que él lo hizo y porque él confesó en el hospital.

Las mismas mentiras se repiten en el libro Murdered by Mumia (Asesinado por Mumia), escrito por la viuda Maureen Faulkner y el locutor ultraderechista Michael Smerconish. El enfoque de este libro, promocionado extensamente en el Philadelphia Inquirer y otros medios, es el sufrimiento de la viuda y su necesidad personal para que la ejecución de Mumia se cumpla. Dice que ella no puede cerrar ese terrible capítulo de su vida mientras viva el “despiadado asesino”. La viuda también siente una obligación sagrada para proteger a todos los honrados policías que protegen y sirven al público (y como se sabe, todos son honrados y protegen y sirven al pueblo). Cabe señalar que durante todos estos años los dos autores han trabajado estrechamente con la FOP y los medios corporativos para eliminar a Mumia.

Aún se sabe poco del documental que se está haciendo el cineasta Tigre Hill, 13th & Locust.

En el juicio de 1982, McGill utilizó las ideas y actividades políticas de Mumia Abu-Jamal para argumentar que él merecía la pena de muerte, preguntándole si se acordaba de haber dicho cosas como “todo el poder al pueblo” y “el poder político nace del fusil”. Mumia respondió: “Es una cita de Mao Tse-Tung de la República Popular de China. Es evidente que el poder político nace del fusil. Si no, Estados Unidos no existiría hoy día. Estados Unidos ha arrebatado el poder político de la raza india, no por Dios, no por el Cristianismo, no por la bondad, sino por el fusil”.
McGill también hostigó a la poeta Sonia Sánchez, quien declaró que Mumia “es visto por la comunidad negra como un hombre creativo, elocuente, apacible y genial”. El fiscal utilizó un prólogo que ella había escrito para la autobiografía de la ex Pantera Negra y guerrillera del Ejército de Liberación Negra Assata Shakur [quien se escapó de prisión en 1979 y está exiliada en Cuba] (vean Assata Shakur) y el apoyo de la poeta para tres otros presos políticos revolucionarios ––Albert ‘Nuh’ Washington, Jalil Muntaquim y Herman Bell–– para convencer al jurado que ella nada más apreciaba a los supuestos “asesinos de policías”. También le preguntó si ella solía criticar a la policía en sus escritos. Sonia Sánchez respondió: “He escrito sobre muchas facetas de América. He escrito sobre la opresión en un lugar llamado América. También doy clases a los jóvenes en la prisión Graterford y he hablado con los guardias ahí. Es imposible hablar de América sin hablar de la opresión y la policía y las cortes”. (Vean las transcripciones completas del juicio en este sitio.)

Lejos de distanciarse del partido Panteras Negras, Mumia Abu-Jamal ha escrito ensayos en apoyo a sus ex integrantes como Jalil Muntaquim y Herman Bell, quienes siguen siendo blancos del sistema de injusticia de Estados Unidos y ahora se encuentran entre los acusados en el caso de “los 8 de San Francisco”. (Para más información sobre el caso, vean.)

Mumia también escribió su quinto libro sobre esta organización—Queremos Libertad: Una Vida en el Partido Panteras Negras, recién traducido al español en Cuba, en el cual sitúa al partido en el contexto de numerosos levantamientos de esclavos africanos que ocurrieron durante 300 años. Dos siglos después de la Revolución Americana, peleada para ver “quién mantendría a los Africanos esclavizados”, y en medio de rebeliones urbanas en todas las principales ciudades de Estados Unidos en los años 1964-1968, el partido nació ––con libros. Mumia cuenta que los fundadores del partido Huey P. Newton y Bobby Seale, igual que otros Panteras, leyeron Robert Williams, W.E.B. du Bois, Kwame Nkrumah, Amilcar Cabral, Lenin, Dostoievski, Ché Guevara, Bakunin, Nietzsche, James Baldwin, Camus, Mao, pero sobre todo Frantz Fanon y Malcolm X. Lograron integrar la perspectiva anti-colonialista y anti-imperialista de Fanon con el nacionalismo negro de Malcolm X, es decir, con la lucha del pueblo africano-americano por la independencia y libertad.

Para J. Edgar Hoover, el zar del FBI durante medio siglo, los Panteras eran “la amenaza número uno a la seguridad interna de Estados Unidos” y el blanco de un programa de exterminio llamado COINTELPRO. En su libro, Mumia analiza el partido revolucionario que trabajaba en programas comunitarios de sobrevivencia en más de 40 ciudades, practicaba la auto-defensa contra la violencia de la policía y demostraba su solidaridad con las luchas de liberación nacional en el mundo. Habla de sus propias experiencias como un joven Pantera y destaca los tremendos aportes de las mujeres del partido, tales como Safiya Bukhari, Rosemary Mealy, Kiilu Nyasha, Kathleen Cleaver, Ericka Huggins y Joan Gibbs, entre muchas otras.

El movimiento en apoyo a Mumia es el tema de un documental en camino, según el director Ted Passon. La base de apoyo principal siempre ha sido el Comité Internacional de la Familia y Amigos de Mumia Abu-Jamal (ICFFMAJ) en Filadelfia, fundado por John África y encabezado por Pam África. Con una actitud abierta a personas y organizaciones con diferentes perspectivas, se construyó un movimiento amplio de miles de izquierdistas, activistas por la Liberación Negra, opositores a la pena de muerte, celebridades, altermundistas, abolicionistas, trabajadores, desempleados, feministas, lesbianas y gays, estudiantes, mediactivistas, músicos, poetas, escritores y defensores de presos políticos, que se movilizaron y pararon la ejecución de Mumia Abu-Jamal en ’95 y ’99, cuando el ex gobernador Tom Ridge (luego nombrado jefe de Seguridad de la Patria por Bush) había firmado órdenes de ejecución.

La amplitud del movimiento internacional se nota en un documento de la Agencia de Seguridad Diplomática de Estados Unidos mal titulado "Violencia contra los Americanos, 1999", con una sección entera al final sobre el movimiento de Mumia Abu-Jamal, la cual describe acciones, pacíficas en su mayor parte, en Montreal, Río de Janeiro, Sao Paulo, Buenos Aires, Toronto, la ciudad de México, Paris, Oslo, Atenas, Berlín, Viena, Frankfurt, Dublín, Estocolmo, Madrid, Bath, Praga, Rennes, Zúrich, Barcelona, Lyón, Leipzig, Bern, Copenhague, Johannesburgo y Calcuta. El documento reporta 98 detenciones en la marcha y mitin del 11 de diciembre en la ciudad de México durante la huelga universitaria.

Por otra parte, Mumia ha recibido mensajes de apoyo del Subcomandante Insurgente Marcos y el Teniente Coronel Moisés del EZLN, igual que otras y otros Zapatistas quienes ahora resisten una nueva embestida contra sus comunidades por grupos paramilitares que buscan arrebatarles sus tierras recuperadas en 1994.

Desde 1995 a 2003, las cortes rechazaron mucha nueva evidencia a favor de Mumia Abu-Jamal, incluso la confesión de Arnold Beverly de 2001, en la cual dijo que él y otra persona fueron contratados por la mafia para matar a Faulkner porque el oficial era un estorbo para sus negocios ilícitos. En el año 2001, el juez William Yohn revocó la pena de muerte pero avaló el veredicto de culpabilidad.

Aunque el movimiento sufrió un declive en 2001, Mumia Abu-Jamal sigue atrayendo apoyo a través de sus propios escritos y su espíritu de lucha. Con un intelecto agudo y un compromiso social profundo, sabe poner un evento en su contexto histórico en pocas palabras. Sus ensayos semanales, circulados por Fatirah y grabados por Noelle Hanrahan para Prison Radio (www.prisonradio.org), se difunden en muchas partes del mundo. Sea cual sea el tema ––la historia de un preso, la matanza de Acteal, la guerra en Irak, el desprecio del gobierno hacia la población negra durante Katrina, la tortura en Guantánamo y en las prisiones de Estados Unidos, la rebelión de Oaxaca, la victoria de Venus Williams, el árbol blanco de Jena, la juventud sin futuro en Estados Unidos, el caso de Leonard Peltier, el jazz o el desastre en Kenya ––, sus palabras atacan al poder, ofrecen claridad sobre las condiciones sociales y revelan nuestras fortalezas. Siempre insiste en la necesidad de construir fuertes movimientos sociales. Expresa un profundo amor por el pueblo africano-americano mientras pelea por un mundo libre y justo para todos.

Cabe señalar que hay fuerte apoyo por Mumia entre otros presos y presas políticas, incluso los 9 de MOVE, los 8 de San Francisco, Leonard Peltier, Marilyn Buck, Mutulu Shakur y Daniel McGowan, entre muchos otros, y también entre los ex presos y presas políticas como Dhoruba Bin Wahad, Ashanti Alston y Assata Shakur, cuya hermosa voz se escucha en las canciones del grupo “Fire This Time”, y en el video "I Love Tha Future", con la música de Michael Franti que se puede ver en el YouTube. (Escuchen una entrevista en español a Ana María Lamb del Movimiento Jericó en Radio Primerísima desde Managua sobre las presas y presos políticos en Estados Unidos. Para más información en inglés, vean estos sitios: www.thejerichomovement.com/, www.abcf.net/abcf.asp?page=prisoners, y www.prisonactivist.org/.)

Este apoyo por Mumia tampoco se limita a las presas y presos de Estados Unidos. Corre la voz que hay presos y ex presos políticos palestinos, puertorriqueños, sudafricanos, chilenos, peruvianos, españoles y italianos que saben de su lucha por la justicia y que se identifican con él. En México, por ejemplo, varias de las 900 personas encarceladas por motivos políticos durante los últimos siete años han enviado sus deseos por la libertad de su hermano Mumia. Unas palabras recientes de parte del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y sus presas y presos, tres de los cuales purgan sentencias de 67 años, fueron expresadas por la dirigente atenquense Trinidad Ramirez en una manifestación ante la embajada de Estados Unidos el 10 de diciembre de 2007.

El 17 de mayo de 2007, cientos de activistas de varias ciudades de Estados Unidos, Europa y África marcharon, cantaron, rapearon y gritaron en las calles de Filadelfia. Mucha energía fresca y juvenil se sentía en la manifestación, mientras una importante audiencia se celebró ante el Tribunal Federal de Apelaciones del 3° Circuito.

El fiscal Hugh Burns presentó argumentos contra la revocación de la pena de muerte y los abogados Robert Bryan, Judith Ritter y Cristina Swarns presentaron argumentos sobre la violación de los derechos constitucionales de Mumia a un juicio imparcial debido a: el racismo en la selección del jurado (conocido como la cuestión Batson ); el engaño al jurado por el fiscal McGill cuando les aconsejó a hacer caso omiso a cuestiones de la presunción de inocencia y de duda razonable porque Mumia tendría muchas apelaciones en el evento de que el jurado diera un veredicto de culpabilidad erróneo; el engaño al jurado por el juez Sabo cuando le prohibió al jurado considerar evidencia atenuante (de buen carácter, etc.) a menos de que todos los integrantes del jurado estuvieran de acuerdo con respecto a la existencia de una circunstancia en particular; y el racismo del juez Albert Sabo.

Los tres jueces del tribunal (Scirica y Cowan, nombrados por Reagan, y Ambro, nombrado por Clinton) tienen tres opciones: 1. reimponer la pena de muerte; 2. ordenar un juicio para revisar la sentencia, en el cual la mejor opción sería cadena perpetua; u 3. ordenar un nuevo juicio para determinar inocencia o culpabilidad. La tercera opción es la que busca Mumia Abu-Jamal y sus abogados para presentar toda la evidencia que un jurado nunca escuchó y salir libre con un veredicto de inocente. En una entrevista con Margaret Prescod de Pacífica Radio realizada el 7 de julio de 2007, Mumia habla de sus expectativas y indica que él pretende presentar evidencia no escuchada antes y refutar la versión falsa presentada en la corte del juez Sabo.

Mientras tanto, los esfuerzos siguen para exigir un nuevo juicio y ganar la libertad de Mumia. Al enterarse que Maureen Faulkner y Michael Smerconish estarían en el Today Show para promocionar su nuevo libro el 6 de diciembre, los Periodistas por Mumia, Educadores por Mumia e ICFFMAJ tuvieron éxito en presionar a NBC para que cuestionara a los invitados sobre las fotos y presentara información con respecto a la inocencia de Mumia. Aunque NBC no accedió a la propuesta de invitar al periodista Linn Washington y la Dra. Suzanne Ross de la Coalición de Nueva York al show, las acciones representan un avance contra el poder corporativo de los medios y sirven como ejemplo de que, a veces, algo tan sencillo como escribir una carta puede hacer una diferencia. Si no fuera por esta campaña y la ruidosa manifestación frente a NBC a las 7:00 de la mañana, el programa visto por millones de personas hubiera presentado un solo lado de la historia.

Las fotos de Polakoff en realidad son un addendum al libro del Dr. Schiffman, quien pone el caso de Mumia en un contexto socio-histórico, describiendo ciertos aspectos del Movimiento por los Derechos Civiles y el Movimiento de Liberación Negra después de la Segunda Guerra Mundial y analizando las tendencias en el sistema penal de Estados Unidos, particularmente en Filadelfia. También analiza la evidencia balística en el caso, incluso la trayectoria de los fragmentos de balas encontrados en la escena del asesinato; llega a la conclusión que Mumia no pudo haber disparado primero y que es poco probable que sacara su pistola aquella noche. Dice que en el evento improbable que fuera un acto de auto-defensa, Mumia sólo hubiera disparado después de haber sido baleado, pero piensa que es probable que una tercera persona, Kenneth Freeman, le haya disparado a Faulkner para protegerse y defender a sus amigos después de que el policía golpeó salvajemente a Billy Cook y disparó a Mumia en el pecho.

Esta teoría está apoyada en otro nuevo libro que saldrá en mayo de 2008, The Framing of Mumia Abu-Jamal (La Incriminación de Mumia Abu-Jamal), escrito por J. Patrick O’Connor, quien también examina la evidencia y concluye que Faulkner le disparó a Abu-Jamal mientras él corrió a ayudar a su hermano Billy Cook y que Faulkner fue baleado por Kenneth Freeman, el pasajero en el coche de Cook. O’Connor describe la configuración de poder en Filadelfia desde el régimen del notorio Frank Rizzo y argumenta que la policía y la fiscalía de Filadelfia incriminaron a Mumia por el asesinato.

Las carreras de tres jefes de la fiscalía de la ciudad de Filadelfa empezaron bajo el régimen de Rizzo y se hicieron en base a la represión contra Mumia Abu-Jamal y MOVE, incluso las de: el ex alcalde de Filadelfia y gobernador actual de Pensilvania Ed Rendell, el juez de la Suprema Corte de Pensilvania Ron Castille y la jefe actual de la fiscalía Lynn Abraham. Todos trabajan estrechamente con la FOP. Ejemplo: Cuando la Suprema Corte de Pensilvania rechazó la apelación de Mumia y su petición para un nuevo juicio en 1998, cinco de los siete jueces habían recibido contribuciones de campaña de la FOP. En la conferencia de prensa del 4 de diciembre de 2007 en Filadelfia, el periodista Linn Washington explicó que esto se sabe porque cuando la defensa exigió que el ex fiscal Ron Castille no escuchara el caso por haber recibido dinero y apoyo de la FOP, él se defendió diciendo: No soy el único. Hay otros cuatro jueces de la Suprema Corte que también recibieron dinero de ellos.

Estos represores temen que un nuevo juicio para Mumia Abu-Jamal sea un foro internacional para que sus actos criminales se pongan al descubierto, provocando la pérdida de lo que más valoran: dinero y poder. Además, temen que una victoria para Mumia impulse a los jóvenes rebeldes a organizarse contra el poder, especialmente en las comunidades negras. Por eso, hacen todo lo posible para bloquear esta posibilidad. La FOP soborna a diputados, senadores, alcaldes, gobernadores y presidentes de Estados Unidos (incluso Clinton y Bush) y amenaza a cualquier grupo o individuo que apoye a Mumia, que sea un político que favorece la idea de un nuevo juicio como Chaka Fattah, o los dueños del Clef Club y el Remote Lounge, que cancelaron eventos después de recibir amenazas el abril pasado, o los ciudadanos de Saint Denis, Francia, quienes no cedieron a las amenazas que recibieron después de ponerle el nombre de Mumia a una calle en su pueblo en abril del 2006. Por lo contrario, festejaron el aniversario del nombramiento de la calle el año siguiente.

¿Y Mumia? Después de 26 años en una jaula, su espíritu rebelde no se apaga y su compromiso social no se agota. Después de una reciente visita con él, Fatirah reportó: “Goza de buena salud con la moral en alto. Muchas veces durante la visita nos mostró esa sonrisa, y cuando alguien (con frecuencia el mismo Mumia) dijera algo chistoso, sus risas retumbaron en el cuarto”. En entrevistas le han preguntado: ¿Cómo lo haces? ¿Cómo mantienes la moral en alto en estas condiciones? A Margaret Prescott le contestó: “Supongo que me podrían describir como una persona que se mantiene ocupado...Siempre he sentido que no hay suficientes horas en el día.... Leo bastante ––libros interesantes sobre temas políticos y a veces sobre la historia. Intento leer varios periódicos y estar atento a lo que pasa aquí alrededor de mí”. Siempre escribe. Le comentó a Sonali de Uprising Radio que él considera los libros como “vuelos de libertad y uno de los últimos medios libres que tenemos”. Habló con JR, del Block Report, de la negación del gobierno de Estados Unidos a reconocer que mantiene presos políticos y el impacto potencial del hip hop en la resistencia internacional cuando los artistas hablen de corazón y sean conscientes de su propia fuerza. Dice que le animan las luchas que siguen en el mundo y que está agradecido a toda la gente que se esfuerza para sacarlo de ahí. Espera que estos esfuerzos ayuden a los otros presos y presas políticas también.

Dice que afortunadamente aprendió a ser un periodista revolucionario, trabajando en el periódico de los Panteras Negras y que después aprendió a pulir su trabajo. En un ensayo de 1999, “Palabras de un Proscrito del Cuarto Estado”, publicado en el libro All Things Censored escribió: “Aprendí bien el oficio del periodismo. Excepto por una cosa. Nunca aprendí a doblegarme ante el poder del Estado. No escribo desde la perspectiva de los privilegiados, los establecidos, sino desde una consciencia de la opresión y la resistencia”.

El título de una biografía recién publicada por la Dra. Claude Guillaumaud-Pujol lo describe bien: Un homme libre dans le couloir de la mort (Un hombre libre en el corredor de la muerte). Excepto por una cosa. Queremos este hombre libre en las calles.

www.alasbarricadas.org

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