Una extraordinaria movilización La huelga general del 12 de diciembre y las multitudes que se volcaron a las calles de todas las ciudades del país fueron la expresión dinámica de la ira acumulada y la indignación que crece constantemente entre los trabajadores, la juventud y los sectores empobrecidos. La causa de esta explosión no fue sólo por los planes antiobreros del gobierno en relación a la seguridad social, sino también por el desempleo, la desregulación de las relaciones laborales, los bajos salarios, el alto precio de las mercancías y las leyes que violan las libertades personales. Esta magnífica huelga constituye un giro cuantitativo y cualitativo en la lucha contra las políticas neoliberales. Esta nueva fase empezó con la huelga de los portuarios y siguió durante el 4º Foro Social Europeo, la huelga docente y el movimiento de estudiantes universitarios, y se expresó también en la disminución de la influencia de los partidos burgueses en las recientes elecciones parlamentarias. Alrededor de 2,5 millones de personas salieron a la huelga y varios centenares de miles participaron en las manifestaciones, en la mayor movilización por temas claramente laborales que hayamos visto desde el cambio de régimen de 1974. Cobra mayor dimensión aún si tenemos en cuenta que se ha dado sin que haya todavía ningún proyecto de ley, habiendo sobrepasado con creces todas las manifestaciones contra las medidas antiobreras del ministro Giannitisis en el 2001… Multitud de personas de todas las edades participaron en las manifestaciones. En Atenas hubo más de 150.000, en Tesalónica más de 30.000 ytambién hubo manifestaciones masivas en Heraclion, Patro, Chania, Janina, Mytilini y en todas las ciudades y pueblos grandes del país. La participación de jóvenes obreros, la generación de los 700 euros, también resultó significativa en un claro mensaje de lucha contra el medioevo laboral que les quieren imponer. Y lo que es más importante: todos los trabajadores sintieron que esta huelga era suya, incluso aquellos que no lograron participar por las amenazas patronales. Al día siguiente de la huelga, era común encontrar obreros planteando cuando sería la próxima huelga para poder participar. Como suele suceder cada vez que hay un ascenso, prevalece la euforia y la creatividad. En el bloqueo masivo de la Aerolínea Olimpic, los empleados, luciendo sus uniformes, impulsaron la concentración en Atenas. Con ellos estaban las azafatas despedidas portando una bandera ingeniosa representando las rejas carcelarias. Delante de la bandera del Servicio Publico de electricidad (P.E.S.) estaban los trabajadoresllevando una gran escalera que usaron para tapar, en un gesto simbólico, las "cámaras espías" de las esquinas de las calles. No menos creativos fueron los cánticos entonados por los manifestantes. Hubo incidentes durante la marcha pero eran insignificantes y no enturbiaron el carácter de la manifestación. Esta vez, el frente masivo y unificado en defensa de la Seguridad Social aplastó las usuales triquiñuelas del gobierno. El discurso que usó el gobierno clamando que "un claro mandato popular" les había sido otorgado autorización "para reformar el sistema de Seguridad Social" y la imagen de consenso social que se intentaba establecer promoviendo un notorio diálogo público con los sindicatos, fracasó. Lo mismo sucedió con las recetas de automatización social, o sea, los esfuerzos por dividir a los trabajadores jubilados en privilegiados y desamparados. Los problemas de la burocracia sindical (…) La burocracia sindical, por su parte, no puede vender esta lucha tan fácilmente debido al rechazo masivo de las medidas antiobreras de reforma de la seguridad social y a la combatividad militante expresada durante la huelga. Particularmente PA.S.KE (fracción sindical del PA.SO.K) se ve obligada a mantener una línea de oposición, por supuesto no porque simpatice con la causa de los trabajadores sino porque la profunda crisis del PA.SO.K no le deja otra salida. Con seguridad, el gobierno de Karamanlis no retrocederá fácilmente, como demostró con el provocador arresto de los trabajadores del P.E.S. a las puertas de las oficinas de su sindicato por tapar las "cámaras espías". Intentará imponer los ejes principales de la reforma antiobrera de la seguridad social, no sólo para robar los activos de los Fondos de Seguridad Social y desmontar el sistema (acciones impuestas por el capital, la UE y el FMI como respuesta a la intensa crisis económica) sino también para abrir el camino a un feroz ataque en todos los frentes abiertos: implementación de la nueva ley contextual en las universidades y promoción de la privatización en la educación, expansión del trabajo precario y desregulación de las relaciones laborales, minando los convenios colectivos, imposición de una caída radical del gasto social, privatizaciones (Aerolínea Olimpic…), disminución de derechos democráticos (cámaras, archivos electrónicos, cromosferas, nuevo equipamiento para la policía, etc.), así como la "nueva" constitución europea. Es posible que quieran introducir un nuevo proyecto de ley sobre Seguridad en febrero. Está claro que no cabe la calma. Continuar la lucha hasta ganar Después de la magnífica huelga de 12 de diciembre sabemos que podemos ganar. Sólo hace falta continuar la lucha con la misma intensidad. La actitud del Partido Comunista y su fracción sindical (PAME) es dilatar el proceso en el tiempo, llamando a manifestaciones separadas y tomando "iniciativas" sólo para exhibir su propio aparato, sin otro efecto que el de dividir a los trabajadores y socavar la lucha. Con nuestra participación debemos convocar asambleas generales en todas partes, tomar decisiones concernientes a nuevas huelgas, ocupaciones y manifestaciones. Debemos empujar a las direcciones de las federaciones sindicales para que convoquen inmediatamente a una nueva huelga general, con la perspectiva de una huelga indefinida en cuanto se presente el nuevo proyecto. Debemos crear comités de huelga para que los trabajadores puedan tener la primera y la última palabra sobre el curso de las movilizaciones. Debemos construir un frente capaz de resistir de verdad yexigir: - Ninguna de las medidas de seguridad social debe pasar. Se deben abolir todas las leyes antiobreras sobre seguridad social. - Devolución de todo el dinero robado a los fondos de los trabajadores. Que se pague la deuda del estado y de las patronales. - Se debe prohibir la especulación con los fondos de reserva de los trabajadores. - Seguridad Social Pública para todos. Jubilación a los 60 años para los hombres y 55 años para las mujeres equivalentes a su último salario. - El salario mínimo de 1.400 euros. Trabajo estable a tiempo completo para todos, 35 horas laborales por semana (5 días laborablesy 7 horas por día). Sofia Theodoropoulou es militante de la OKDE ((Organización de los Comunistas Internacionalistas de Grecia)
Artículo publicando en A Luchar por el Socialismo n.º 44, publicación mensual del PRT-Izquierda Revolucionaria
www.marxismo.info
lunes, 28 de enero de 2008
El ascenso de las luchas en Grecia.
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