Era una noche negra, sin luna. El viento, que soplaba a más de
En la misma noche, algunos kilómetros más allá, en una playa de la isla del Hierro, encalló otra barca destartalada que llevaba a bordo 60 hombres, 17 niños y 7 mujeres, espectros vacilantes al borde de la agonía (1).
Por las mismas fechas, pero esta vez en el Mediterráneo, estallaba otra tragedia: a
Algunas semanas antes, una embarcación en la que se hacinaba un centenar de refugiados del hambre africanos, que pretendía llegar a las Canarias, se hundió en el mar frente a la costa de Senegal. Hubo dos supervivientes (2).
Miles de africanos, incluidos mujeres y niños, acampan frente a las barreras de los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, en el árido Rif. Por prescripción de los comisarios de Bruselas, los policías marroquíes rechazan a los africanos en el Sahara (3). Sin provisiones ni agua. Cientos, quizá miles, perecen en las rocas y las arenas del desierto (4).
¿Cuánto jóvenes africanos dejan su país arriesgando su vida para intentar llegar a Europa? Se considera que, cada año, aproximadamente 2 millones de personas intentan entrar ilegalmente en el territorio de
Según el gobierno español, 47.685 emigrantes africanos llegaron a las costas en 2006. Hay que añadir otros 23.151 emigrantes que desembarcaron en las islas italianas o en Malta partiendo de Libia o Túnez. Otros intentan llegar a Grecia pasando por Turquía o Egipto. El Secretario General de
Para defender a Europa de estos emigrantes,
Dicha agencia dispone de buques rápidos (y armados) de interceptación en alta mar, helicópteros de combate, una flota de aviones de vigilancia provistos de cámaras ultrasensibles y de visión nocturna, radares, satélites y medios sofisticados de vigilancia electrónica a larga distancia.
Frontex mantiene además, en territorio africano, los «campos de acogida» donde aparcan a los refugiados del hambre que vienen de África central, oriental o meridional, de Chad, República Democrática del Congo, Burundi, Camerún, Eritrea, Malawi, Zimbabwe… A menudo avanzan a través del continente durante uno o dos años, malviviendo, cruzando las fronteras e intentando acercarse progresivamente a una costa. Entonces son interceptados por los guardias de Frontex o sus auxiliares locales que les impiden alcanzar los puertos del Mediterráneo o el Atlántico. A la vista de las grandes sumas de dinero en efectivo que entrega el Frontex a los dirigentes africanos, pocos de ellos rechazan el establecimiento de estos campos. Argelia se libra. El presidente Abdelaziz Bouteflika ha dicho: «Rechazamos estos campos. No seremos los carceleros de nuestros hermanos».
Instaurar el hambre y criminalizar a quienes huyen de ella
La fuga de los africanos por el mar está originada, en gran medida, por una circunstancia particular: la rápida destrucción de las comunidades de pescadores en las costas atlánticas y mediterráneas del continente. Algunas cifras:
En el mundo, 35 millones de personas viven directa y exclusivamente de la pesca, de ellos 9 millones en África (6). El pescado supone el 23,1% de la contribución total de proteínas animales en Asia y el 19% en África; el 66% de todo el pescado que se consume se pesca en alta mar, el 77% en aguas interiores; la crianza de pescados en acuicultura representa el 27% de la producción mundial. La gestión de las existencias de pescado que se mueven, tanto dentro como fuera de las zonas económicas nacionales, reviste por lo tanto una importancia vital para el empleo y la seguridad alimentaria de las poblaciones concernidas.
La mayoría de los Estados del África subsahariana están exageradamente endeudados. Venden sus derechos de pesca a empresas industriales de Japón, Europa y Canadá, cuyos barcos-fábricas devastan la riqueza pesquera de las comunidades de pescadores, incluso en las aguas territoriales. Al utilizar redes de malla pequeña (prohibidas en principio), operan frecuentemente fuera de las temporadas en que se autoriza la pesca. La mayoría de los gobiernos africanos signatarios de estas concesiones no poseen flotas de guerra. No tienen ningún medio para hacer que se respeten los acuerdos. La piratería es la reina. Los pueblos costeros se mueren.
Los barcos-fábricas clasifican el pescado, lo transforman en congelados, harina o conservas y los envían del barco a los mercados, por ejemplo en Guinea Bissau, cuya zona económica alberga un formidable patrimonio pesquero. En la actualidad, la supervivencia de los habitantes de Bissau, tradicional pueblo pesquero, se reduce a comprar en el mercado de Bissau –a precios exorbitantes- las conservas de pescado danesas, canadienses o portuguesas.
Hundidos en la miseria y la desesperación, desarmados frente a los depredadores, los pescadores arruinados venden a bajo precio sus barcas a pasadores de fronteras mafiosos o se reciclan ellos mismos como pasadores de fronteras. Construidas para la pesca costera en aguas territoriales, estas barcas, generalmente, no son adecuadas para navegar en alta mar.
Y además… Casi mil millones de seres humanos viven en África. Entre 1972 y 2002, el número de africanos grave y permanentemente subalimentados aumentó de
Los Estados industrializados de
Tomemos el ejemplo del Sandaga, el mayor mercado de bienes de consumo corriente del África occidental. El Sandaga es un universo ruidoso, colorido, oloroso, maravilloso, situado en el corazón de Dakar. Se pueden compran, según las estaciones, verduras y frutas portuguesas, francesas, españolas, italianas, griegas, etc., a un tercio o la mitad del precio de los productos autóctonos similares.
Algunos kilómetros más allá, bajo un sol de justicia, un campesino wolof (grupo étnico que se localiza en Senegal, Gambia y Mauritania, N. de T.), con sus hijos y su mujer, trabaja hasta quince horas al día… y no tiene la menor oportunidad de conseguir un mínimo vital decente.
De los 52 países africanos, 37 son casi exclusivamente agrícolas.
Pocos seres humanos de la tierra trabajan tanto y en condiciones tan duras como los campesinos wolof de Senegal, los bambarg de Malí, los mossi de Burkina o los bashi de Kivu. La política del dumping agrícola europeo destruye su vida y la de sus hijos.
Volvamos al Frontex. La hipocresía de los Comisarios de Bruselas es detestable: por una parte instauran el hambre en África y, por otro lado, criminalizan a los refugiados del hambre.
Aminata Traoré resume perfectamente la situación: «Los medios humanos, económicos y tecnológicos que
(1) EL País, Madrid, 13 de mayo de 2007; la noche es la del 11 de mayo.
(2) Le Courrier, Ginebra, 10 de diciembre de 2006.
(3) El 28 de septiembre de 2005, los soldados españoles mataron a cinco jóvenes africanos que intentaban escalar la valla electrificada que rodeaba el enclave de Ceuta. Ocho días después murieron otros seis jóvenes negros en circunstancias similares.
(4) Human Rights Watch, 13 de octubre de 2005.
(5)
(6) Esta cifra excluye a las personas empleadas en la acuicultura. Organización para la alimentación y la agricultura (FAO): La situación mundial de la pesca y la acuicultura, Roma, 2007.
(7) Aminata Traoré, intervención en el Foro social mundial de Nairobi, 20 de enero de 2007.
Original en francés: http://www.monde-diplomatique
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