sábado, 25 de octubre de 2008

Los frutos de la era Bush: réquiem por el sueño americano.

Artículo: Juan Luis Berterretche

Investigación: Tali Feld Gleiser

Después de 8 años del hombre de la sonrisa, el saxofón y los habanos pervertidos, EE.UU. elige en el 2000 –con la ayuda del fraude en Florida- a un incierto personaje con deslucidos y peligrosos antecedentes personales, empresariales y políticos e identificado con las grandes corporaciones y sus planes de expansión imperial. El 11 de septiembre del 2001 en atentados apocalípticos de dudosa procedencia las torres se desmoronan y el Guerra Business ve liberado el camino para imponer su lema de producción para la destrucción. En medio de una profusión de banderitas usamericanas en los estadios y con la mano derecha sobre el corazón para escuchar el himno, la gran mayoría de la población de Estados Unidos creyó aprobar una ilusoria campaña de expansión armada de la democracia liberal. En verdad dio su consentimiento para que el complejo industrial-militar se impusiera como motor de “desarrollo y “globalización”” y las industrias y servicios centrados en la destrucción y la muerte, como propulsores de la “economía de mercado.

El más pavoroso resultado hasta ahora es entre setecientas mil y un millón doscientos mil muertes en Irak y quizá más de un centenar de miles en Afganistán y millones de desplazados y refugiados de ambos países. Mientras, implacable, el reloj de arena nos indica la guadaña de la guerra cercenando la vida de un niño/niña iraquí cada cinco minutos. En el telón de fondo todavía no se apaga la lacerante imagen de una niña en Vietnam, corriendo desnuda con el cuerpo incendiado por el napalm.

Por lo desmedido del daño ocasionado, las bajas en el ejército de EE.UU. que entre suicidios y muertos en combate se estiman en 15 mil, -cuatro mil en combate y once mil autoeliminados- y unos veinte mil mutilados no son preocupantes para el Pentágono. En realidad las muertes son sólo cinco veces las que resultaron de la destrucción de las torres gemelas. Justifican con creces el millón de millones de dólares –como mínimo- que embolsó hasta ahora el Guerra Business. Cada soldado muerto produjo 67 millones de dólares para Guerra Sociedad Anónima. Nunca la sangre usamericana se ha cotizado tan bien en Wall Street. Más aún, considerando que entre ellos había una cantidad excesiva de negros, latinos e indios. Y si no se quisiera aceptar los suicidios como bajas de la guerra, entonces la sangre derramada de los soldados estadounidenses fue mucho más beneficiosa aún: cada soldado estadounidense muerto en combate en Irak dio al Guerra Business 250 millones de dólares en ventas. ¡No escatimen las botellas, descorchen más champaña accionistas de Wall Street, no sean mezquinos!

Hasta aquí, todo bien para el imperio. Pero, como Vietnam y otros conflictos enseñaron, las guerras tienen su indeseable “camino de vuelta a casa”. El primer síntoma lo reveló el pasaje del Katrina. El huracán hizo una biopsia pública de las dolencias que sobrelleva la sociedad estadounidense: el individualismo y la indiferencia, el racismo, la discriminación y el raquitismo del tejido social, ampliados por la desviación de los recursos hacia una lejana guerra. En la triste vidriera de Nueva Orleáns, la herida sigue abierta.

El segundo indicio alarmante fueron las fotos de soldados Wasp de EE.UU. de ambos sexos, sonriendo con picardía para la cámara mientras torturaban iraquíes. Sobre el tema, el notable colombiano Fernando Botero realizó una serie de telas, que cumplirán en el siglo XXI la función acusatoria del Guernica de Picasso en el siglo pasado.

Las pruebas impactaron, porque demostraban que era un procedimiento común del ejército usamericano y porque obligaron a quienes las habían autorizado en secreto, a realizar una defensa pública de ellas. Aunque la denominen “métodos innovadores de interrogación” se propagó, entonces, que EE.UU. utiliza, promueve y defiende la tortura. Esto ubica a Estados Unidos en el tobogán de la perversión moral, y su pretensión de liderazgo y hegemonía mundial es un discurso que pierde todos sus atenuantes y sólo se sostiene con la intimidación y la violencia.

Esta sucesión de acontecimientos que protagonizó Estados Unidos en lo que va del milenio ha impactado sobre las poblaciones mundiales hegemonizadas por el Imperio.

Aún existe una reiterada falacia política difundida por los medios sobre las fuentes del excepcionalismo usamericano. Nos dicen que EE.UU. se distingue del resto del mundo por su genio, su moralidad, su productividad, su democracia liberal y otras virtudes similares. En realidad toda la prosperidad y el bienestar del pueblo usamericano se basaron y se basan, en un mecanismo de succión y pillaje de las riquezas del resto del planeta. Función que heredaron de Gran Bretaña, hoy socio menor.

¿Cuál es la base de sostén de la posición de Estados Unidos y su poder en el mundo? Hoy, los pilares gemelos del dólar y el Pentágono. El dólar como la moneda del mundo cuyo privilegiado monopolio le permite a los EE.UU. imprimirla de acuerdo a su voluntad; el Pentágono con sus capacidades militares incomparables. El dólar es un tigre de papel porque su emisión no corresponde con la riqueza material del país.

La fuerza y la movilidad del Pentágono es dependiente del dólar, y alternadamente lo apoya. Cuesta dólares mantener al Pentágono, sus bases en centenares de países alrededor del mundo, y el despliegue y actuación de sus fuerzas militares alrededor del globo. Los gastos militares son la causa principal del doble déficit americano, en el presupuesto federal y en la balanza comercial. Inversamente, la fuerza del pentágono sostiene la confianza global en el dólar.

Pero esta misma retroalimentación de la confianza entre el dólar y el Pentágono, se constituyen en sus torres gemelas amenazadas.

La incapacidad de Estados Unidos de imponer su política de estabilización imperial en Irak y el Medio Oriente está minando la confianza en su hegemonía. El crecimiento exponencial de los déficit presupuestario y comercial están socavando la confianza en el dólar.

La mayoría de los estadounidenses no se preocupa por estas pamplinas.

En estos años con la US-PATRIOT Act han pisoteado su Carta Magna, han perdido el hábeas corpus, sus derechos a la inviolabilidad del hogar, la privacidad de su correspondencia, de sus transacciones. Y por último con la Ley para la Prevención del Radicalismo Violento y el Terrorismo Autóctono de 2007 que termina con la libertad de pensamiento y expresión, han entrado sin barquinazos en una nueva patria de legislación policíaco-militar.

Mientras, las cadenas de TV los continúan intoxicando con el miedo al “terrorismo” y una variedad de trivialidades.

Pero no terminan aquí las malas noticias. La guerra es un vórtice insaciable de recursos materiales y humanos y la élite usamericana bajo la batuta del avispado Bush decidió aplicar el purgante del Consenso de Washington en el propio territorio.

Veamos algunos auspiciosos resultados de este proceso:

-Con un Producto Interno Bruto actual de 13.200 miles de millones de dólares (es decir 13,2 billones de U$S en español o 13,2 trillones en inglés) EE.UU. ha sido la locomotora que empuja el crecimiento económico del capitalismo globalizado. Hacia finales del 2006 la deuda total estadounidense (pública, empresarial y personal) llegaba a los 48 billones (trillones en inglés) de dólares: entre tres y cuatro veces el Producto Interno Bruto usamericano (360% mayor) y superior al Producto Bruto Mundial. Esto significa que la economía estadounidense funciona apoyada en tres cuartas partes de capital virtual. Esto, si aceptamos que la otra cuarta parte es de alguna forma necesaria para el funcionamiento del crédito en el capitalismo. Este crecimiento descomunal del capital ficticio, paga el sobreconsumo irresponsable de los estadounidenses y los gastos militaristas del estado. El crédito sin respaldo y la emisión incontrolada de la moneda mundial (dólar) son mecanismos perversos de creación de ese capital ilusorio. Las crisis financieras internacionales queman capital ficticio y obligan al conjunto del capital mundial a compartir la crisis económica estadounidense.

-35 millones de personas sufrieron de hambre en Estados Unidos en el 2006. Esto es el 12% de toda la población. En las áreas rurales este porcentaje sube al 15%. Y en algunas ciudades supera el 20%, sobre todo si los afrodescendientes son muy numerosos.

-Entre ellos, hay 12,6 millones de niños que han sentido los retorcijones del ayuno forzado, es decir uno de cada cinco o el 20% de los 70 millones que hay en el país. Casi la cuarta parte (23%) de los niños y niñas estadounidenses están en situación de pobreza relativa.

-Los menores constituyen el 25 % de la población, mientras son el 35 % de los pobres.

-En Nueva York, capital del american way of life, set privilegiado del sueño americano y zona céntrica de la “aldea global”, hay casi dos millones de hambrientos: el 17% de los pobladores de la megalópolis del “capitalismo avanzado”

-En la ciudad de Los Ángeles viven más de 100 mil personas en garajes, mientras un millón setecientos mil familias lo hacen en condiciones de hacinamiento en todo el estado de California.

-47 millones de estadounidenses carecen de seguros de salud. Ese índice se incrementó en 2 millones 200 mil entre 2005 y 2006, y continuará creciendo debido al recorte del gobierno a los programas sociales y la reducción o eliminación de seguros que las empresas ofrecían antes a sus trabajadores.

-El número de menores de edad (de 0 a 18 años) sin seguro médico aumentó en 700 mil entre 2005 y 2006 para alcanzar un total de 8.7 millones de niño(a)s.

-Una ley propuesta recientemente en el Congreso para beneficiar a millones de niño(a)s con el seguro médico, fue vetada en octubre/2007 por el presidente Bush, porque se costeaba con un impuesto a los cigarrillos y afectaba a las tabacaleras, financiadoras de sus campañas electorales.

-El 2006 fue el octavo año consecutivo en que Washington lideró el mercado mundial de armas de fuego. EE.UU. dominó los acuerdos de venta de armas a Medio Oriente, que volvió a ser el principal mercado comprador de armas. Calma amig@s, Rice nos asegura que son para garantizar la paz en la región.

-Estados Unidos es la sociedad más armada del mundo, hay 90 armas por cada 100 estadounidenses. Existen más de 200 millones de armas de fuego en manos de la población civil.

-Los ciudadanos estadounidenses siendo la vigésima parte de la población mundial poseen casi un tercio de los 875 millones de armas de fuego que hay en todo el mundo.

-Más de la mitad de las armas fabricadas cada año son compradas en Estados Unidos.

-En los últimos cinco años 148 mil personas en esa nación perecieron por disparos, 81 por día y uno cada 18 minutos. Cada año se reportan dos millones de robos, de ellos unos 500 mil con violencia, sin contabilizar un millón 100 mil sustracciones de automóviles.

-Casi 3 mil niños y adolescentes murieron a causa de armas de fuego en un año o sea, ocho al día en promedio o uno cada tres horas.

-Según estas estadísticas, la tasa de muerte por balas entre menores de 15 años era casi 12 veces más alta que en el total de los otros 25 países industrializados combinados.

-En los últimos 10 años hubo 30 tiroteos con varios muertos en centros de estudio del país.

-Por año hay 58 mil 200 secuestros de menores, 59 mil violaciones sexuales, equivalentes a 1.800 por jornada, 75 por hora.

-Estados Unidos tiene la mayor población penal del mundo: 2 millones 245 mil presos (junio/2006). Esto significa que en los Estados Unidos hay 766 presos por cada 100 mil habitantes En Japón en 2000 eran sólo 47 detenidos por cada 100 mil habitantes; en Noruega 56; en Francia 80; en Italia 94; en Alemania 97.

-En clara demostración de la ineficacia de la supuesta reeducación, 2 tercios de los reos liberados vuelven a prisión.

-De los 9 millones de detenidos por cualquier tipo de causa, liberados en 2002, más de 1 millón 300 mil eran portadores del virus de la hepatitis C, es decir el 29% del total de afectados en el país, 137 mil habían contraído el SIDA o sea entre el 13 y el 17 % del total de estadounidenses con esta enfermedad y 12 mil la tuberculosis, el 35% de todos los que la padecen en el país. El sistema penitenciario estadounidense es una incubadora de enfermedades infecciosas.

-En las prisiones se utilizan pistolas de electrochoque, pulverizadores de sustancias químicas irritantes, cinturones de electrochoque, sillas y postes de inmovilización por encadenamiento.

-Hay 160 institutos penales privados dispersos en treinta estados. Y hay 120 cárceles-fábrica. Son 20 mil los detenidos en prisiones de máxima seguridad.

-No se dispone de estadísticas oficiales, pero Amnistía Internacional cree que hay al menos 3.500 niños encarcelados en prisiones para adultos junto con la población reclusa general. Se han comprobado casos de que también son encadenados.

-Amnistía Internacional ha denunciado la sistemática detención de personas al pedir asilo en Estados Unidos. A los asilados se los trata como malhechores.

-Para Amnistía Internacional todo el sistema carcelario de EE.UU. “viola los estándares internacionales para el tratamiento de prisioneros"

-Un reciente estudio sobre la pena de muerte pesquisando 4.578 casos en un período de 23 años (1973-1995) encontró errores serios y reversibles en siete de cada diez sentencias revisadas por los tribunales. También descubrió que las condenas capitales eran revertidas en dos de cada tres apelaciones. La tasa total de errores judiciales quedó en 68%.

-Junto con Irán, Nigeria, Pakistán, Arabia Saudita y Yemen, Estados Unidos es uno de los pocos países en el mundo que ejecutan tanto a los deficientes mentales como a los jóvenes menores.

-Los condenados a muerte con enfermedades mentales son entre el 5 y el 10% de los que están en el corredor de la muerte. Alrededor de 3.400 personas. En los corredores de la muerte también hay 70 menores de edad.

-En la sociedad usamericana existe una estructura social en la que, en términos generales, clase y etnia se superponen de manera muy fuerte sin variar en sus 200 años de vida como nación.

-Dentro del índice de pobreza según grupos étnicos (1959-2001) hay un 22,7% de negros; un 21,4% de hispanos; 10,2% de asiáticos isleños; y un 9,9% de blancos y un 8,8% de blancos no Wasp. Es decir, tanto los negros como los hispanos tienen el doble de pobres que los blancos. La desocupación sigue las mismas reglas racistas.

-En América del Norte (lo que incluye Canadá) fueron asesinados 15 millones de indígenas desde que Cristóbal Colón puso pie en el continente en 1492, y el exterminio continúa hasta hoy.

-En la tasa de mortalidad infantil (TMI) EE.UU. ocupa el lugar 24 de los 25 países más “avanzados”, desplazado del último puesto por Hungría. Mientras en los cinco países con mortalidad infantil más baja la cifra es de alrededor de 3 muertes por 1000 nacidos, en EE.UU. la mortalidad infantil es más del doble (más de 7 muertes por 1000 nacidos). En Washington, DC., vecindario mayoritariamente negro, alcanza al 11,5 por mil nacidos, el doble de TMI que en Beijing.

-Según el relatorio Estado Mundial de la Infancia 2008 de UNICEF (publicado a mediados de enero de 2008) la TMI en EE.UU. alcanzó ya el 8 por 1000 nacimientos, lo que ubica al país en el mismo nivel que Emiratos Árabes Unidos, Eslovaquia, Lituania, Serbia y Tailandia. En este informe mundial, EE.UU. se ubica por debajo de 38 países que están en mejor situación respecto a la TMI.

-Mientras en la mayoría de los países europeos más del 70% de los jóvenes desayunan diariamente. En EE.UU. más de la mitad de los jóvenes no desayunan todos los días y entre el 70 y 80% de los jóvenes no comen frutas todos los días.

-Entre 1991 y 2005 la tasa de escolarización primaria en EE.UU. cayó un 5%. De 97% a 92%. Recordemos que en ese período hubo 8 años de gobierno del hombre de la sonrisa, los habanos y el saxofón. En tasa de escolarización primaria EE.UU., con el mayor PIB mundial, está en el lugar 35 junto con República Checa y Eslovaquia que en esos años pasaron por la profunda crisis de restauración capitalista.

-Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) EE.UU. con el mayor PBI del planeta está en el lugar 37 del mundo por la calidad de su atención sanitaria. No participa del listado de los 25 países más “avanzados”. Esta detrás de Costa Rica, pero algo mejor que Eslovenia.

-Estados Unidos figura en el puesto número 41 en un nuevo análisis (2007) sobre mortalidad materna en 171 países, elaborado por expertos en salud pública de la ONU.

-Las mujeres en EE.UU. corren entre tres y cuatro veces más riesgo de muerte en el parto que en los 10 primeros países industrializados del mundo. Y entre las mujeres estadounidenses, las mujeres negras son cuatro veces más vulnerables que las blancas.

-Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. afirman que la obesidad que tiene una continua tendencia a crecer, alcanza una tasa actual en la población del país del 32%. Casi un tercio de la población.

-Una investigación del gobierno estadounidense hecha pública en junio del 2005, conducida por especialistas de las más importantes universidades e instituciones psiquiátricas de los Estados Unidos, llegó a la conclusión que la mitad de la población del país está aquejada de algún tipo de perturbación mental.

-Un alto porcentaje de las víctimas de dichas sintomatologías son jóvenes: de la mitad de los estadounidenses aquejados de perturbaciones mentales, el 50% ha comenzado a manifestar los síntomas con 14 años y el 25% con 24 años”.

-Estados Unidos es el mayor contaminador del planeta: es responsable por el 30% de la contaminación mundial. Pero esto si sólo tomamos en cuenta la contaminación emitida en su territorio. No se contabiliza cuánto contaminan las transnacionales estadounidenses en los otros continentes.

-EE.UU. es el mayor saboteador de los compromisos del Protocolo de Kyoto y el único que no ratificó el acuerdo.

-En Bali, en diciembre de 2007, cuando en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático los países discutían las medidas para evitar un cataclismo planetario por el calentamiento global, la representante de EE.UU., la subsecretaria de Estado para la Democracia y los Asuntos Globales, Paula Dobriansky, al frente de la delegación estadounidense tuvo el privilegio de ser la más reiteradamente abucheada por sus intentos de sabotear la reunión.

-EE.UU. viola sistemáticamente las disposiciones de la Convención de Ginebra con relación al trato que se debe otorgar a los prisioneros de guerra. Quien dice esto no es ningún dictador de los países del “eje del mal”, es el ex-presidente de EE.UU. Jimmy Carter.

-EE.UU. no cumple los siguientes artículos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU, vigente desde el 23 de marzo de 1976:

Artículo 1: Derecho de libre determinación de los pueblos, violado en Afganistán, en Irak y en los 50 países donde intervino para cambiar gobiernos en el siglo XX y XXI. Artículo 6 y Protocolo segundo: Derecho a la vida y limitaciones a la pena de muerte. No lo cumple ni en el país ni en el exterior. Artículo 7: Prohibición de la tortura y penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes(fotografías, testimonios y el propio ex presidente Carter lo comprueban). Artículos 9 y 10: Derecho a la libertad y la seguridad. Garantías para detenidos y presos. Artículos 12, 13 y 14: Libertad de circulación. Garantías en la expulsión de extranjeros. Garantías judiciales. Con la Ley US-PATRIOT y leyes complementarias viola el artículo 15 que garantiza la irretroactividad de las normas. Artículo 18 y 19: Libertad de pensamiento, conciencia y religión y Libertad de expresión. Artículo 20: Prohibición de la propaganda a favor de la guerra. Y los artículos 21 a 27 que incluyen derechos políticos, de las minorías y contra la discriminación. Se necesitarían varios tomos para enumerar todas las violaciones que EE.UU. ha acumulado contra este Pacto.

-En febrero de 2004, EE.UU. anunció que abandonó cualquier idea de unirse al Tratado de Prohibición de Minas Terrestres, conocido también como la Convención de Ottawa aprobado a principios de los 90. “Estados Unidos no se unirá a la Convención de Ottawa porque sus condiciones nos habrían exigido que abandonáramos una capacidad militar necesitada”, anunció la Oficina de Política Militar del Departamento de Estado, “Estados Unidos continuará desarrollando minas anti-personal y minas terrestres antitanque”.

-La Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas fue adoptada por la Asamblea General de la ONU el 13 septiembre del 2007, con 143 votos a favor, once abstenciones y cuatro votos en contra: Estados Unidos, Nueva Zelanda, Canadá y Australia.

-El 14 de noviembre del 2007 se aprobó en la Asamblea General de la ONU una Moratoria Internacional en la aplicación de la Pena de Muerte. Estados Unidos lideró la oposición a esta moratoria junto con los 25 países que realizaron ejecuciones en el 2006 y votó contra ella. El 91% de estas penas capitales se aplicaron en China, Irán, Irak, Pakistán, Sudán y EE.UU. Estados Unidos es el único que ejecuta en dos países al mismo tiempo. Los cadalsos de Irak le pertenecen.

-EE.UU. y Somalia son los dos únicos países en el mundo que no han adherido a la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas. La razón: la Convención prohíbe la ejecución de menores.

Este es el grandioso imperio que hegemoniza el mundo. Es el modelo que se supone debemos copiar para llegar a ser tan regios como ellos. A pesar de estos anuncios innegables de declinación, los dirigentes de los países del planeta que imitan las conductas de los mediocres líderes estadounidenses, brotan como hongos en todos los continentes. Y esperan que sus pueblos acepten las recetas de “bienestar” democrático, cultural, sanitario y material que han convertido a EE.UU. en un imperio infame, defensor de las peores causas y en decadencia.

Los indicios de caducidad son avanzados. Walter Benjamín afirmó que “El saber de la caducidad, el saber de la discontinuidad histórica, es el saber de la revolución, y de la transición hacia otros órdenes...” Es ese saber de los pueblos saqueados, humillados y postergados el que hoy empieza con ímpetu a abrirse camino. La hegemonía –nos recuerda Gramsci- depende en gran parte de la aceptación, el apoyo o beneplácito de los dominados. Y son muchos los indicios que nos dicen que el consentimiento hacia EE.UU. se resiente y en muchos sitios se transforma en rebeldía.

Estamos en una nueva época histórica, que se fue conformando en las últimas tres décadas. El modelo estadounidense se ha convertido en un cancerbero que sólo tiene para ofrecernos el infierno de la perversión moral, el hambre junto al consumo irresponsable, la destrucción de la naturaleza, el pillaje y el exterminio. Pero esta nueva época cargada de violencia y de injusticia también genera aquellos que eligen el camino de la crítica más implacable sobre lo actual, en las palabras y en lo hechos. Aquellos que se juegan entusiastas por iniciar la transición hacia otros órdenes.

www.eutsi.org

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