lunes, 30 de junio de 2008

El Pentágono reconoce por primera vez un plan para destruir los sitios de internet que le molesten.

El Pentágono ha decidido dotarse de una unidad especializada capaz de destruir sin previo aviso los sitios de Internet de sus adversarios, de acuerdo con el número de mayo de 2008, de la revista especializada Armed Forces Journal, del Ejército de los Estados Unidos.

“Alfombras de bombas para el ciberespacio”, la estrategia que acaba de anunciar el Departamento de Defensa norteamericano, significa destruir deliberadamente los sitios en la Internet que al gobierno norteamericano le molestan, en caso de conflicto real o posible, lo que hace blanco de una agresión cibernética a cualquier punto de la red.

Aunque había evidencias públicas de esta estrategia en los discursos oficiales de los militares norteamericanos, por primera vez un alto oficial, el Coronel Charles W. Williamson, juez de la Agencia de Inteligencia, vigilancia y reconocimiento de la Fuerza Aérea, acaba de admitirlo e intenta justificar legalmente flagrantes violaciones a la libertad de expresión en la web y mecanismos de guerra cibernética, para la cual los norteamericanos se están preparando a toda marcha.

La “guerra de las redes” (network warfare), en manos de la 67ª brigada de guerra de las redes, ya dispone de más 8 000 hombres comandados por el coronel Joseph Pridotkas. Esta fuerza complementará el Comando Ciberespacial de la Fuerza Aérea, que opera desde Los Angeles, California, y que estará plenamente activo en octubre próximo.

Cuando se alisten oficialmente ambas fuerzas, Estados Unidos contará con una fuerza impresionante para operar en la Internet, que se unirá a los ejércitos tradicionales –mar, aire y tierra- y recibirá potentes medios capaces de eliminar miles de sitios en Internet de forma simultánea.

“Norteamérica necesita una red que sea lo suficientemente potente para redirigir esas enormes cantidades de tráfico en internet ... que son útiles a nuestros adversarios. Norteamérica necesita la capacidad de una gran alfombra de bombas en el ciberespacio para crear la disuasión que nos falta”, afirma el Coronel Williamson en la revista Armed Forces.

Admite que las “ramificaciones políticas pueden ser difíciles de manejar”, aludiendo a la decisión de que los Estados Unidos no dudarán en tumbar de la red un sitio, aunque pertenezca a un país que no esté contemplado en la lista de enemigos políticos: “Obviamente, los EE.UU. buscaran aliados, pero podríamos estar en condiciones de lanzar un ataque contra una nación que hemos jurado proteger a un pacto de defensa mutua. Juntos, los EE.UU. y sus aliados pueden reducir este riesgo mediante la cooperación para maximizar la seguridad informática”, afirma Williamson.

La industria militar ha hecho posible que Estados Unidos se convierta en una potencia de la cibervigilancia y las operaciones encubiertas a través de la red. El secretario de la Fuerza Aérea Michael W. Wynne anunció el 2 de noviembre de 2006 que el Pentágono había decidido constituir una 8ª Fuerza Aérea, “el nuevo mando ciberespacial del servicio y centrará la atención en llevar la lucha contra el terrorismo al plano tecnológico”.

El Comando del Ciberespacio está bajo la dirección del Teniente General Robert Elder, un general de tres estrellas especializado en tecnología militar soviética –uno de sus libros se titula Enfoque estratégico al Comercio de Tecnología Avanzada con la Unión Soviética.

En la presentación ante la prensa del Comando del Ciberespacio, Elder expresó: “definitivamente existe mucho más interés en usar el ciberespacio como un ámbito de combate, al menos con nuestros adversarios, y eso es lo que estamos tratando de contrarrestar. … Si quieren pelear con nosotros en el ciberespacio, estamos dispuestos a llevarles allí el combate también."

La misión del nuevo Comando, según Elder, es “de alcance mundial, vigilancia mundial, poderío mundial.” “Hasta hoy —dijo— hemos estado a la defensiva. El cambio cultural es que pasamos a la ofensiva y vamos a tratar al ciberespacio como un ámbito de combate…Vamos a desarrollar, junto con las universidades, guerreros ciberespaciales que sean capaces de reaccionar ante cualquier amenaza las 24 horas del día, durante los siete días de la semana...”.

Para que no quedara ninguna duda de la gravedad de la orden del Pentágono, añadió: “en este ámbito, al igual que en cualquier escenario de guerra, no hay lugar para aficionados”.

El Comando ciberespacial tiene una contraparte en el Departamento de Estado: el Grupo Especial de Tareas para la Libertad de la Internet Global (Global Internet Freedom Task Force, GIFTF, por sus siglas en inglés), una organización multiagencias subordinada directamente a Condoleezza Rice y dirigida por la subsecretaria de Economía, Comercio y Agricultura, de ese Departamento, Josette Sheeran. Este Grupo de Tareas, en el que participan agencias del gobierno, universidades e investigadores privados que “se mantienen operativos las 24 horas del día”, fue dado a conocer el 14 de febrero de 2006.

En su segunda reunión de trabajo celebrada el 3 de abril de 2006, el GIFTF "discutió la práctica y construcción de estrategias para apoyar la libertad de Internet”. Josette Sheeran advirtió que en el encuentro donde participaron “altos” funcionarios del gobierno, “específicamente nos concentramos en los desafíos de la libertad de Internet en Irán, Cuba y China”.

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