lunes, 30 de junio de 2008

Avanza el Gran Hermano en Alemania.

Alemania ha dado un paso más en el recorte de libertades y derechos civiles en el marco de la lucha contra el terrorismo. Ayer, el Consejo de Ministros alemán aprobó un controvertido proyecto de ley para ampliar las competencias de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) en investigaciones relacionadas con el terrorismo internacional.


El texto autoriza a la BKA a llevar a cabo registros o­n line de ordenadores de particulares, seguimiento y vigilancia de sospechosos "incluso mediante la instalación de cámaras en sus hogares en los casos extremos, registro de pisos, escuchas telefónicas y detenciones temporales".

El Gobierno de gran coalición, formada por los conservadores de Angela Merkel (CDU/CSU) y los socialdemócratas (SPD) ha tardado más de dos años en aprobar un borrador conjunto. La pugna personal entre el ministro del Interior, Wolfgang Schäuble (CDU), y la ministra de Justicia, Briggitte Zypries (SPD), se ha saldado con una victoria del conservador. De la propuesta inicial, el SPD solo ha logrado dejar fuera el párrafo que reconocía la posibilidad de instalar software espía directamente en los ordenadores de los sospechosos. Una opción que Schäuble sigue sin descartar y que ha pedido sea reconsiderada por los parlamentarios que revisarán el proyecto.

"Día negro" para la oposición:

La oposición alemana se llevaba ayer las manos a la cabeza. El parlamentario de Los Verdes, Volker Beck, hablaba de "un día negro para los derechos civiles", mientras el presidente de los liberales (FDP), Guido Westerwelle, acusó a Schäuble de haber perdido "el centro y la mesura" en sus iniciativas de política interior. Desde el mismo partido, Gisela Piltz advertía del peligro de que la BKA se convierta en la "superorganización de espías". La Izquierda de Oskar Lafontaine declaró que la ley rompía un tabú desde la posguerra por el que las labores de la policía y de los servicios secretos no deben entrelazarse.

El ministro del Interior alemán defendió su proyecto alegando que muchos de los puntos polémicos y criticados se refieren a actividades que ya llevaba a cabo la policía de algunos estados federados y que el nuevo proyecto es prácticamente un traspaso de funciones a la BKA. "Esta ley es una base importantísima para la estructura de seguridad de Alemania", insistió el ministro. Lo cierto es que, hasta el momento, la BKA solo servía de apoyo a las investigaciones de los estados o intervenía en investigaciones criminales que afectaran a más de un estado. Con la nueva ley, la BKA asumirá la función de llevar a cabo investigaciones preventivas en la lucha contra el terrorismo.

Los diputados exigen cambios:

Antes de llegar al Parlamento en otoño, el proyecto de ley debe pasar la revisión de los parlamentarios, que ya han advertido que exigirán numerosos cambios. No solo los partidos de la oposición se oponen a que la ley se apruebe tal y como está. También muchos parlamentarios socialdemócratas la consideran excesiva en lo relativo a la vigilancia o­n line. El propio Tribunal Constitucional intervino para limitar este punto.

La política de mano dura en la lucha contra el terrorismo, es motivo de polémicas continuas. Las ideas de Schäuble han provocado centenares de manifestaciones en contra de lo que muchos llaman el "Gran Hermano" o "la nueva Stasi". Él promovió la nueva ley de almacenamiento de datos por la que las empresas de telefonía deben guardar seis meses los registros.

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