lunes, 5 de mayo de 2008

Estados Unidos: ¿campos de concentración?

La empresa Halliburton muy cercana al vicepresidente Dick Cheney e implicada en los negocios de la guerra estadounidense en Iraq, anunció que desde el año 2006 está comprometida en un masivo plan de construcción de campos de concentración y centros de retención de personas en Estados Unidos. Según los reportes de Bolpress y la página Psicoglobal, en Estados Unidos ya existen hoy unos 800 campos de concentración totalmente equipados, dotados de personal permanentemente, aunque hasta hoy todos están vacíos. La mayoría de los campamentos admiten un volumen de 20.000 personas y se localizan cerca de ferrocarriles y aeropuertos. Algunos se construyeron cerca de Alaska, Oregón, Guantánamo, entre otros, aunque en realidad están diseminados por toda la Unión.

La mayor de estas instalaciones se encuentra en Fairbanks, Alaska. Es un complejo hospitalario y de salud mental que podría recibir hasta dos millones de personas.

Una vez que se declare la emergencia el Congreso de los Estados Unidos no tendrá control sobre el ejecutivo por medio año. Los campos serían operados por la FEMA (Agencia Federal de Manejo de Operaciones de Emergencia) cuando se declare la ley marcial por el gobierno de los Estados Unidos, ejecutivo que durante los últimos años de la administración Bush, dinamizó la construcción de los llamados centros de retención.

Algunos analistas hablan de la "guantanamización" de las políticas represivas de los Estados Unidos. La idea de construir campos de concentración en Estados Unidos o en el exterior para confinar "terroristas", emigrantes, todo tipo de enemigos o incluso norteamericanos en una eventual revuelta interna.


Una expresión de estas políticas son las propuestas de Don Goldwater, republicano, aspirante a gobernador de Arizona, quien ha convertido el tema de la emigración en su bandera de campaña. Goldwater es miembro de los Minuteman, grupos paramilitares cazadores de inmigrantes. Su propuesta es confinar los indocumentados en campos de concentración de trabajo forzado, como mano de obra para construir un muro de 700 millas a un costo de varios millardos de dólares en la frontera con México y limpiar el desierto.


Más sorprendente es el programa del gobierno REX-84, promulgado ante la eventualidad de un masivo arribo de inmigrantes desde la frontera con México. En este programa participan de forma combinada el Departamento de Defensa, la Agencia Central de Inteligencia y otras agencias de seguridad de los Estados Unidos. Según este plan, los indocumentados serían confinados en los cientos de campos de concentración listos para funcionar. Los Estado Unidos es un país de emigrantes, buena parte de su riqueza fue engendrada por hombres y mujeres de los más diversos confines del planeta. Pero la exclusión y la pobreza que genera el capitalismo neoliberal en nuestras naciones se convierte en un boomerang y es directamente proporcional al crecimiento de la emigración hacia Estados Unidos. Millones de seres humanos viajan de formas legales e ilegales hacia la sociedad de consumo que se les promete cotidianamente en los medios de comunicación.


La crisis global del neoliberalismo y el sistema burgués se trocó en un grave problema en el corazón de la sociedad norteamericana que multiplica la emigración y las políticas antiinmigrantes. Pero la crisis provoca que ahora los ciudadanos norteamericanos realicen labores que sólo eran propias de emigrantes. Los que antes fueron tolerados ahora son repudiados con todo tipo de políticas xenófobas, racistas y excluyentes que incluyen acciones represivas brutales.

¿Por qué Estados Unidos asume decisiones que suponen edificar de forma acelerada campos de concentración en toda la Unión? ¿Por qué la actual postura del gobierno y las autoridades de justicia de los Estados Unidos hacia determinadas técnicas de tortura? ¿Por qué se defiende de forma aparentemente irracional la existencia del campo de concentración de Guantánamo? ¿Será que esperan conflictos sociales de envergadura en México y los países Centroamericanos o graves confrontaciones en el corazón del Imperio norteamericano?


Algunos analistas señalan que los halcones norteamericanos se preparan para controlar el eventual estallido de contradicciones internas que pudieran estar por llegar. Otros incluso se atreven a subrayar la posibilidad de agudas crisis económicas, un colapso financiero o graves confrontaciones sociales y políticas internas.


Cuando la elite de una sociedad planifica la construcción de campos de concentración para imponer orden ante eventuales conflictos sociales, muestra que sus propuestas políticas y económicas, así como sus instituciones son insostenibles. Es una evidencia del avance hacia el principio del fin de su existencia.

www.aporrea.org

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