lunes, 21 de abril de 2008

Entrevista a Ursula K. LeGuin.

Es la autora de "Los desposeidos" y "La mano izquierda de la oscuridad" entre otros muchos clasicos de ciencia ficción anarcofeminista. Esta entrevista será incluida en un libro/zine en "Strangers in a tangled wilderness".

SiTW: Una de las cosas por las que siento curiosidad es por el papel del radical como autor de ficción. ¿Qué sientes que has conseguido, tanto a nivel social como politico, con tu escritura? ¿Tienes algun ejemplo en concreto acerca de algun cambio que hayas ayudado a iniciar?

Ursula: Puedo dar la razon a Shelley en que los poetas son los legisladores no reconocidos del mundo, pero eso no quiere decir que realmente consigan que se aprueben muchas leyes, y supongo que nunca busqué realmente unos definibles y prácticos resultados de todo lo que escribí. Mis utopias no son anteproyectos. De hecho, desconfio de las utopias que pretenden ser anteproyectos. La ficcion no es un buen medio para sermonear o planificar. Es realmente buena, sin embargo, para lo que solemos llamar "auge-consciente".

Dentro de mi campo de trabajo -la ficcion imaginativa- creo que he tenido un efecto apreciable en la representacion del genero y de la "raza", especificamente el color de piel. Cuando llegué a este campo, el POV era totalmente masculino y todos eran de raza blanca. Al principio, yo misma escribía de esa manera también. En la ciencia ficción, me uní al movimiento feminista cuando resurgió a finales de la década de los sesenta y principio de los setenta, y eliminamos las chirriantes Barbies y empezamos a escribir sobre personajes femeninos actuales. En la fantasia, mis héroes eran de color en una epoca en la que, que yo sepa, nadie más lo era. (Y aún lucho para conseguir que sean representados como no-blancos).

SiTW: Cambiando de tema, ¿alguna vez te sientes presionada por parte de "radicales" por el hecho de escribir "mas moderadamente" o desde determinadas posturas?

Ursula: No me pongo a mí misma en una posición para recibir mucha presión por parte de nadie. No me caso con nadie, y hago pocas acciones publicas (excepto cosas como manifestaciones, las cuales he estado haciendolas durante el pasado milenio). Por supuesto he sido acusado por marxistas de no ser marxista, pero ellos acusan a todo el mundo de no serlo. Y los anarquistas activistas siempre tienen la esperanza de que pueda ser una activista, pero creo que se dan cuenta de que sería pésima, y dejan que vuelva a dedicarme a escribir lo que escribo. Jefferson pensaba que ya teníamos la libertad como un derecho inalienable, y ya sólo teníamos que perseguir la felicidad. Yo creo que la búsqueda de la libertad es de lo que se encarga la izquierda, pero también, pienso que si realmente persigues la libertad, como artista, no puedes unirte a un movimiento que tiene reglas y está organizado. Visto desde esa óptica, el feminismo era perfecto -nos dimos cuenta mayoritariamente de que tod@s podíamos ser feministas a nuestro modo. Los movimientos pacifistas, muy difusos y ad hoc, han estado muy bien. Y puedo también trabajar para cosas como Planificación Familiar o Conservación de la Naturaleza, o para una campaña política, pero sólo como rellenasobres: no puedo poner mi trabajo directamente a su servicio, expresando sus metas. Tiene que seguir [mi trabajo] su propio camino hacia la libertad.

SiTW: ¿Te has encontrado con algún problema, publicando en el circuito comercial del mundo de ficción, habida cuenta de tu naturaleza política?

Ursula: No que yo sepa. Es posible que a Charles Scribner, que había pulicado mi libro anterior y que tenía opciones de hacer lo propio con Los Desposeídos, no le gustara porque le desagradase la temática anarquista; pero pienso que en realidad simplemente pensó que era un tocho enorme y aburrido y no entendió absolutamente nada. Me pidió que lo cortase a mitad. Dije no gracias, rompimos el contrato amigablemente, y Harper and Row no dejó pasar la oportunidad -mejor editorial para mí, en cualquier caso. Así que no puedo decir que haya sufrido por mis ideas políticas. La Ciencia Ficción y la fantasía pasan muy desapercibidas, ¿sabes? La gente simplemente no busca pensamientos radicales en un campo que nuestros respetables críticos definen como banalidades escapistas. Algo de ello es escapista, de acuerdo, pero de lo que se está escapando es de las banalidades de la ficción popular, de gran parte de la televisión y de las películas.

SiTW: Tengo la sensación de que haces un trabajo excelente presentando conceptos bastante radicales en historias que no aparentan ser propaganda. Por ejemplo, en la historia Ile Forest [algo así como En el Bosque], de Cuentos Orsinianos, creo que minas la fe del lector en ideas como los códigos legales.

Ursula: ¡Ja! ¡Eso me agrada! Es una historia tan romántica, nunca pensé en ella en tanto que poseedora de un significado subversivo, pero por supuesto tienes razón, lo tiene.

SiTW: Puede que esté equivocad@, pero tengo la impresión de que la cultura moderna de la fantasía y la ciencia ficción rehuye intencionadamente la política más de lo que solía. Muchas revistas, por ejemplo, afirman específicamente que no están interesadas en trabajos que tengan que ver con cuestiones políticas.

Ursula: ¿Lo hacen? Guau. Eso es deprimente más allá de las palabras. Están cabando su propia tumba.

SiTW: ¿Has percibido algún cambio en esta dirección?

Ursula: Simplemente ya no miro al mercado. Hace ya un tiempo que no escribo historias cortas, y si lo hiciera, sería mi agente quien elucubrara sobre dónde se iban a vender mejor.

Pero quizás ésta es una de las razones por las que ya no leo demasiada ciencia ficción. La cojo y en seguida la vuelvo a dejar. Tal vez simplemente me pasé con ella. Pero parece algo casi académico, últimamente. Producir el mismo material pero más atrayente, con más hardware, más noir [negro en francés]. Puede que esté completamente equivocada en esto.

SiTW: Has acuñado tal vez una de mis descripciones de una línea favoritas de qué es un anarquista: "Alguien que, eligiendo, acepta la responsabilidad de la elección". ¿Te describirías a tí misma como anarquista?

Ursula: No lo hago, porque carezco por entero del elemento activista, y por lo tanto parecería falso o demasiado fácil. Como l@s blanc@s que dicen que tienen "parte de Cherokee".

SiTW: Espero que no te importe que much@s de nosotr@s te reivindiquemos, más o menos como hacemos con Tolstoi. (De quien creo que es posible afirmar que dijo "Los anarquistas tienen razón... en todo salvo en su creencia de que el anarquismo puede alcanzarse mediante la revolución", aunque sólo he leído esta cita, y no su ensayo original).

Ursula: ¡Por supuesto, a mí no me importa! Me conmueve y me siento sobrevalorada.

SiTW: ¿Cuáles fueron tus primeras interacciones [contactos] con el anarquismo?

Ursula: Cuando me surgió la idea de Los Desposeídos, la historia que esbocé estaba toda ella mal, y tuve que adivinar de qué iba realmente y qué necesitaba. Lo que necesitaba en primer lugar era alrededor de un año leyendo todas las Utopías, y después otro año o dos leyendo a todos los escritores anarquistas. Ésa fue mi interacción principal con el anarquismo. Tuve suerte: aquel material era difícil de encontrar en los setenta -¡sombras de Sacco y Vanzetti!- pero había un librero muy de izquierdas aquí, en Portland, y si llegabas a conocerlo te dejaba ver su fantástica colección de antiguos textos Anarquistas, y también algo de la gente nueva, como Bookchin. Así que tuve una buena educación.

Me sentía totalmente en casa con el anarquismo (pacifista, no violento), igual que siempre me ha pasado con el Taoísmo (están relacionados, al menos guardan afinidad). Es el único pensamiento político con el que me siento cómoda. También está cada vez más ligado estos días, muy intersantemente, con la etología y la psicología animal (como Kropotkin sabía que pasaría).

SiTW: Varios libros que he leído o visto -vistazos generales sobre la historia del anarquismo- atribuyen la primera literatura "anarquista" a un antiguo pensador Taoísta, e incluyen el ensayo, aunque no lograría recordar el título o el autor aunque me fuera la vida en ello. No obstante, encuentro la conexión bastante interesante.

Ursula: Bueno, partes del libro de Lao Tzu Tao Te Ching, y partes del libro de Chuang Tzu, a quien la gente llama principalmente por su nombre, son clara y radicalmente anárquicas (y Chuang Tzu es gracioso, además). La mejor traducción es [¿de?] Burton Watson. Yo hice una versión de Lao Tzu que saca a escena el anarquismo bastante claramente, y también conseguí eliminar el lenguaje sexista, lo cual fue divertido (y no demasiado exasperante, ya que los antiguos chinos generalmente no especifican el género). Te mandaría una copia pero se me han acabado. El editor es Shambhala. Ésos son los dos grandes nombres del Taoísmo "filosófico" (no de la religión Taoísta, que es un tema bastante distinto).

SiTW: ¿Cuándo desapareció del inglés escrito la versión singular de "they*"? Es bonito poder defender la práctica.

Ursula: Los gramáticos de los siglos XVII y XVIII, intentando desbrozar un camino común en la salvaje jungla del inglés isabelino, regularizaron múltiples usos -inluído el deletreo-, lo cual no es mala idea en sí misma; pero admiraban tanto el latín que lo utilizaron como modelo, en lugar de observar cómo el inglés realmente solucionaba algunos de estos problemas. "El lector/a" o "una persona" no coinciden en número con "they" [ell@s], y en latín es absolutamente necesario que el sujeto y el verbo coincidan en número...así que dijeron que también era necesario en inglés. (En realidad, no lo es siempre, ya que tenemos otras formas de clarificar el significado, por ejemplo el orden de las palabras, algo casi irrelevante en latín). De modo que usos coloquiales como "he don't**" (que mi padre, un profesor universitario, a veces usaba) fueron erradicados de la lengua escrita, como también lo fue el "they" indefinido, incluso a pesar de que aparece en Shakespeare. Pero los gramáticos no pudieron hacerlo desaparecer del lenguaje hablado. Está perfectamente vivo ahí. "¡Si alguien quiere "their" [sus] helado harían bien en darse prisa!" Así que no supone una falta engorrosamente grande el deslizarlo de vuelta al inglés escrito.

Es curioso cómo la gente que se opone más furibundamente a "incorrecciones" como ésa casi siempre resultan ser muy insegur@s política y/o socialmente.

Notas

*- "They" en inglés es el pronombre utilizado para la tercera persona del plural, y no tiene género (es neutro), luego no es sexista. Sin embargo, para la tercera persona del singular se utilizan los pronombres "he" (él) "she" (ella) o "it" (pronombre neutro que se utiliza para objetos, animales y en ocasiones para bebés), de modo que aparece el problema del sexismo en el lenguaje, cosa que como explica Ursula K.LeGuin no sucedía con el inglés antiguo, pues éste permitía utilizar "they" para el singular también, ya que al no tratarse de una lengua latina, no obliga a la coincidencia en número entre el sujeto y el predicado de una oración, como se explica en el texto.

**- El verbo "do" (hacer) se conjuga, en presente de indicativo, tercera persona singular, como "does" (el agregado n't es una contracción informal del not en la oración negativa, que en realidad sería "do not" en vez de "don't"), de modo que "He don't", con las normas gramaticales en la mano, es una incorrección (debería decirse "He doesn't"), aunque es un coloquialismo frecuente.

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