lunes, 14 de abril de 2008

Bush congela la retirada de las tropas de ocupación en Iraq.

El presidente estadounidense, George W. Bush, anunció hoy la suspensión temporal del retiro de los soldados ocupantes de Iraq, y redujo a 12 meses la estancia de las tropas en ese país árabe. Las declaraciones del presidente se caracterizaron por resaltar supuestos progresos en el panorama militar, político, económico y diplomático del país árabe. “Vamos por buen camino”, aseguró Bush, quien calificó de estratégico para Estados Unidos el éxito en la contienda. Entretanto la televisora ABC publicó la lista de altos funcionarios que aprobaron el uso de la tortura. A todos les corresponde una mención especial en la “Historia mundial de la infamia”. Además de Cheney, sancionaron la medida la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y su antecesor, Colin Powell, el ex jefe del Pentágono Donald Rumsfeld y el otrora director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) George Tenet.

En una intervención en el Cross Hall de la Casa Blanca, el mandatario respaldó la propuesta del máximo jefe del Pentágono en suelo iraquí, general David Petraeus, quien compareció esta semana ante el Congreso, junto al embajador norteamericano en Bagdad, Ryan Crocker.

Petraeus calificó de frágil y reversible la situación bélica en la nación del Golfo Pérsico, y por tanto recomendó congelar durante 45 días el retorno de las unidades, plazo que comenzaría en agosto, luego de la evacuación de casi 30 mil refuerzos enviados en 2007 hacia el teatro de operaciones.

Respecto al tiempo de permanencia en la guerra, el gobernante indicó una reducción de tres meses, decisión interpretada por los expertos como una respuesta a los sistemáticos reclamos de los mandos castrenses, a partir del agotamiento y el estrés existentes en los efectivos.

Pedí al secretario de Defensa, Robert Gates, dejar la estadía en 12 meses, para aligerar el peso de los militares y sus familias, señaló Bush.

El discurso del mandatario tiene lugar en medio de crecientes voces de rechazo al conflicto iraquí, expresadas por sectores políticos y la opinión pública nacional.

Congresistas demócratas insisten en el regreso de las tropas y muestran preocupación por posibles vulnerabilidades surgidas en Estados Unidos debido a los enormes recursos destinados a la guerra, criterios manifestados en las audiencias de Petraeus y Crocker ante el Capitolio.

Por su parte, más del 60 por ciento de los norteamericanos se oponen a la guerra, según recientes encuestas de diversos medios de prensa.

Estados Unidos mantiene cerca de 160 mil militares en Iraq, donde admitió la pérdida de cuatro mil 23 uniformados y heridas a unos 30 mil.

Gobierno de EE.UU. aprobó torturas contra prisioneros

Funcionarios de alto rango del gobierno de Estados Unidos, entre ellos el vicepresidente Richard Cheney, aprobaron personalmente aplicar torturas a prisioneros para obtener información, reveló la televisora ABC.

Según la cadena de noticias, los miembros de la administración republicana dieron luz verde, en una fecha que no precisa, a la utilización de técnicas como el submarino (ahogamiento simulado).

Los funcionarios todos eran miembros del Comité Principal del Consejo de Seguridad Nacional, agregó.

Además de Cheney, sancionaron la medida la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y su antecesor, Colin Powell, el ex jefe del Pentágono Donald Rumsfeld y el otrora director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) George Tenet.

Esa fue la primera vez que dirigentes estadounidenses de tan alto rango autorizan de forma explícita el programa de interrogación de la CIA, subrayó ABC.

De acuerdo con la cadena de noticias, el ex Fiscal General John Ashcroft fue el único que mostró dudas al respeto, al preguntar el porque de llevar el tema a la reunión.

Recientemente el secretario de Justicia, Michael Mukasey, rechazó iniciar una investigación por el uso por parte de la CIA del “submarino”.

En febrero último el director de la Agencia, Michael Hayden, reconoció que miembros de ese organismo emplearon ese método hace casi cinco años durante interrogatorios a Khalid Sheikh Mohammed y Abu Zubaydah y Abd Al-Rahim al-Nashiri, presuntos miembros de Al Qaeda.

No obstante, Hayden admitió que la legalidad de esa práctica es incierta en el marco del actual sistema legislativo norteamericano.

En diciembre de 2007 la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que condena esa práctica y llamaba al gobierno a no utilizarla.

Según una reciente encuesta de CNN, el 69 por ciento de los entrevistados opinó que esa acción es una tortura, mientras 29 por ciento la apoyó.

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