lunes, 3 de marzo de 2008

Soliloquio monopartidista.

...por Jaume d´Urgell

Dos monólogos –uno memorizado y el otro leído–, no constituyen un debate electoral. Ni una palabra sobre el terrorismo fascista, ni sobre el estado de excepción en Euskal Herria, ni sobre el dictador militar Borbón, ni sobre la precariedad laboral o la situación del pueblo saharaui. La izquierda no estuvo presente, la clase obrera no estuvo representada. No fue bipartidista, sino monopartidista.

¿Desde cuando dos monólogos constituyen un debate? ¿Dónde se ha visto que una democracia se reduzca a tan solo dos ideas? ¿Y estos pretenden representarnos?

Ni uno, ni otro –ni el que renegó del marxismo, ni el que jamás dejó de ser franquista–, dijeron nada que permitiera entrever un sincero compromiso con las preocupaciones cotidianas de la clase trabajadora.

Prohibido decir "República"

En el plano estrictamente democrático: en ningún momento se habó del soldado que usurpa la Jefatura del Estado; nada se dijo de cuánto cuesta mantener a los 16 miembros de su familia; no se habló de sus negocios ni de cómo desconocen la ley que prohíbe el tráfico información privilegiada, con fines espurios, mercantiles, financieros o de simple afán de lucro. Completo silencio acerca de la afición neo-medieval de algunos fiscales, al procesar penalmente a dibujantes satíricos, periodistas, escritores, cantantes y personas que queman hojas de papel. Da la impresión de que en el Reino de España no existe ningún déficit democrático… pese a llevar más de siete décadas bajo la ignominia de un militar no-electo, penalmente irresponsable, vitalicio y hereditario.

Hoy EL PAÍS decía no-sé-qué-cosa acerca de la "monarquía cubana", grotesco, considerando que en treinta años no le he visto ni un solo titular refiriéndose al régimen paradictatorial español de nuestros días.

Tu no mencionas mi corrupción y yo no menciono tu corrupción

Pero volvamos al "Debate": tampoco se habló de corrupción… debe pasar como con el asunto de la monarquía… la corrupción es otro asunto que "no existe", o al menos no existe en la agenda política de los señores Zapatero y Rajoy. Es la vieja técnica del avestruz asustadizo: esconder la cabeza debajo de la tierra con la esperanza de que al no ver al enemigo, quizá éste haya dejado de existir.

Nuestros valerosos soldados están extendiendo la democracia

No se dijo qué coño están haciendo nuestros profesionales de matar en Afganistán o el Líbano, en Haití o en la Ex Yugoslavia, en el Congo o en Euskal Herria. Ni una sola palabra. Como tampoco se dedicó un segundo a las 117 personas muertas el año pasado mientras se encontraban bajo custodia de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. No se dijo por qué algunos mossos d'escuadra apuñalan a manifestantes desarmados, o porqué mueren sus detenidos esposados al caer desde los vehículos en los que les transportan. Ni una palabra de por qué los sindicatos policiales ponen el grito en el cielo cuando se instalan cámaras de televisión que revelan cómo en el S. XXI se tortura igual que hace cincuenta o quinientos años. Ni una palabra para las recomendaciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para la Prevención de la Tortura. Tampoco se dijo nada de Soledad Mestre, que hace unos meses utilizó políticamente a las bestias de antidisturbios para filtrar por ideología a los ciudadanos que pretendían manifestarse en las calles de Madrid: autorizando manifestaciones fascistas, xenófobas, franquistas y falangistas; al mismo tiempo que se desautorizaban –reprimían– las protestas antifascistas, progresistas y pro Derechos Humanos. No se dijo nada del terrorismo de ultra-derecha.

Los trabajadores mueren por que son descuidados

Tampoco se hizo mención a las paupérrimas condiciones de seguridad e higiene en el trabajo, no hubo cifras de trabajadoras y obreros muertos en el tajo. Ni una palabra sobre la precariedad en el trabajo (ellos lo llaman "flexibilización del mercado laboral", como si el kilo de obrero cotizara junto a las subastas de vacuno o porcino). Ni una palabra de las deslocalizaciones. Nada se dijo de las medidas inhumanas contra los flujos migratorios en nuestras fronteras.

Que se jodan los marroquíes de El Aaiún

En el plano internacional, se omitió cualquier referencia a la venta de armas al déspota absolutista marroquí; ni una referencia a la crisis humanitaria que atraviesan nuestros hermanos saharauis. Recordemos que todo saharaui mayor de 33 años nació en suelo español, entonces… ¿Por qué vender armas sujetas a prohibición internacional, al hijo de puta coronado de Rabat? ¿Por qué comerciar con el exterminio de quienes no ha tanto fueron nuestros compatriotas? ¿No es eso traición? ¿Si lo permitimos con el Sahara, no puede ocurrir mañana con Salamanca o Teruel? Que conste que me considero compatriota internacionalista de cualquier Ser Humano que habite en esta bola de hierro que flota, pero… los que se reclaman patriotas españoles ¿Dónde está ahora su patriotismo? ¿Aprecian más el dinero de la venta de armas que el "amor a la patria"?

No hay crisis… para nosotros

Ni una palabra acerca de la caída en cascada del sistema bancario internacional. Ni siquiera un segundo para el ostión que hace un mes se pegó la bolsa española (el más basto en cuatro décadas). Ni un minuto para las reiteradas preocupaciones de Bruselas y Estrasburgo ante el peligroso y artificial endeudamiento privado que se registra en España. En ningún momento se ofreció información veraz sobre los indicadores macroeconómicos. Tampoco se revelaron las cifras de las balanzas fiscales entre las diferentes comunidades autónomas y el gobierno central.

Las provincias vascongadas bien, gracias, ¿y usted?

Ni una palabra sobre el estado de excepción que atraviesa la sociedad civil en Euskal Herria, donde se ignora a un pueblo, se prohíben ideas, se tortura a sospechosos y se encarcela a políticos.

"Importamos delincuentes" (Mariano Rajoy, 25-02-2008)

Apenas hubo contestación al discurso xenófobo del candidato tardo franquista.

El "Debate" fue un monólogo interpretado por dos actores de la misma compañía

No fue un debate bipartidista, sino monopartidista. La izquierda no estuvo presente. Solo hablaron ellos, de ellos, entre ellos y para ellos. Ellos… los que se reclaman dueños de lo que es de todos. Los que piensan que nos poseen. ¿Se lo vamos a permitir?

PP y PSOE son dos marcas registradas de una única empresa dedicada la distribución de franquicias… gestionan créditos financieros a cambio de escaños que retroalimentan los créditos para seguir copando los espacios publicitarios que se convierten –Goebbels mediante– en nuevos escaños, que consiguen más créditos y más escaños…

Necesitamos un poco de verdad.

¡Salud y Revolución!

www.rebelion.org

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